Lo prometido es deuda y aquí estamos dos años después con la valoración de este vino top de la bodega ecuatoriana Dos Hemisferios en su añada 2015. Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de 30 minutos antes de proceder con su valoración a 17°C. Tapón largo, compacto y tintado tan solo en su base.

VISUAL: Color rojo picota de capa media con un ribete de tonalidades rubí-atejadas. Presenta abundante lágrima de grosor medio y transparente (89).

OLFATIVA: A copa parada desprende intensas fragancias frutales a compota de frutos negros (arándanos y moras). En movimiento encontramos aromas herbáceos de hierbabuena, especiados de pimienta negra y clavo, florales de rosas marchitas y violetas, vegetales de pimiento verde y notas de coco. Al rato asoman apuntes más terciarios, a cacao en polvo, tabaco inglés, cuero viejo con un fondo amaderado de finos tostados y un toque a roble de gran elegancia. Excelente complejidad de intensidad media alta (92).

GUSTATIVA: En boca muestra un gran ataque con una alta acidez y de tremenda amplitud. Taninos bastante dulcificados pero surgiendo de menos a más tras cada sorbo. La botella le ha sentado genial, se ha redondeado bastante tal y como suponíamos  y ha adquirido una estructura más equilibrada. Paso por boca exquisito, seco y frutoso desprendiendo aromas retronasales de flor marchita y mermelada de ciruela negra. Post-gusto enormemente elegante, sabroso, con notas licorosas y recuerdos amaderados y ahumados. Nos da una persistencia de tres minutos y 10 segundos. Ha mejorado enormemente desde 2018, mucho más redondito, empezando a mostrar apuntes lácteos de fondo, una auténtica delicia. Nos quedan dos botellas más que me gustaría abrir espaciadamente para ir viendo su evolución. Creo que en cinco años más podemos encontrarnos con un excepcional vino aunque antes caerá alguna botella seguro (91).

Comentar que ésta es mi valoración 900 en la que quiero homenajear a Ecuador, precioso país que me ha dado una oportunidad única para mi desarrollo laboral e intelectual y que además nos sorprende con vinos como éste: Vinazo ecuatoriano!!

La RCP en esta ocasión la dejaremos en muy buena pues pudimos conseguir tres botellas por 16 euros al cambio cada una (cuando habitualmente está por encima de los 24) gracias a nuestro amigo y gran Chef Diego Gutierrez.

MARIDAJE: Nos lo tomamos con unos fríjoles con costilla, "patacón pisao", arroz y huevo frito, todo muy sudamericano. Después acompañó un espectacular "Tomahawk" de 900 grs con patatas a las brasas y ajoaceite, y nos lo terminamos con un arrocito de garbanzos, costilla y pollo a la leña. Con las alubias pintas fue algo sensacional, toques vegetales y especiados en total sintonía con las notas frutosas de nuestro bivarietal. Con la tremenda pieza de carne qué os voy a contar... apuntes sanguíneos y ahumados armonizando maravillosamente con las notas tostadas del vino. Y con el arrocito otra delicatessen: Esos sabores cárnicos delicadamente equilibrados con el puntito licoroso de nuestro delicioso néctar. Tremendo disfrute en todas y cada una de las combinaciones, qué espectáculo amigos esta degustación n° 900. Vamos a por los 1.000 !!!... ):

Salud-os!!

Recomiendo la lectura de esta web: http://www.revistavinissimo.com/index.php/articulos/33-bodega-dos-hemisferios 

Volvemos a probar esta rareza de vino ecuatoriano bi-varietal Malbec y Cabernet sauvignon que se elabora curiosamente en dos vendimias anuales con características diferentes en cada cosecha. La última cosecha probada fue 2013... vamos a ver este 2015 qué nos depara. Nos abren la botella en un restaurante de Cuenca (EC) 20 minutos antes de servirnos a 18°C. 

VISUAL: Nos muestra un color rojo picota de capa media-alta con un cristalino ribete cardenalicio. De lágrima abundante, fina y transparente (88).

OLFATIVA: En primer término aparecen aromas de fruta roja madura así como de pimiento rojo. En movimiento surgen apuntes especiados (vainilla y pimienta negra), notas de coco, florales de rosas rojas, balsámicos mentolados y delicados terciarios: cacao, tabaco, café tostado y recuerdos amaderados. De intensidad media y excelente complejidad (90).

GUSTATIVA: En boca resulta un vino con carácter, buen ataque, alta acidez y con cuerpo. Los taninos marcados, a medio pulir dando una sensación de estructura pétrea. La madera presente en todo momento en retronasal con apuntes frutales y especiados. En plena fase ascendente, lo notamos menos evolucionado que en su añada 2013 catado en Noviembre de 2016, más joven, pero sin duda con un gran potencial de mejora. Recomendaría guardar y catar allá por 2020-2022 (88). Un reserva hecho en Ecuador, curioso de verdad.

La RCP ha mejorado un poco. Se encuentra por unos 24 euros al cambio. La dejaremos en correcta.

MARIDAJE: En el restaurante "El Mercado" de nuevo nos pedimos de entrante una tablita de marisco variada y de segundo un solomillo "Mercado" poco hecho para acompañar nuestro vino. Especialmente acertado con el pescadito rebozado con hierbas pero con el jugoso solomillo y los trigueros plancha alucinamos en colores. Las notas animales y cárnicas maridaron a la perfección con los apuntes especiados y amaderados. Qué rico por Dios!

Salud-os!!