García Viadero Blanco de Albillo 2016, VT de Castilla y León.

Excelente vino blanco el disfrutado el pasado domingo, muy caluroso, en excelente compañía.

Viñas a 870 msnm. Producción 58.553 botellas.

Botella borgoñona de vidrio grueso y de gran peso, sacada de nevera a 5-6°C y atemperada hasta 8-11°C en copas amplias Lehmann.

Etiquetado clásico de este vino, algo arrugado debido a que por un tiempo estuvo la botella conservada en vinoteca con alta humedad relativa. Con cierta información sobre el mismo.

Cierre técnico de aglomerado de corcho con sólo corcho natural por el disco interno. Ya algo bañado en vino por el interior. Huele muy bien.

Visual

Amarillo limón con reflejos verdosos, limpio, límpido, precioso, aún con muchas notas de juventud, con ligero carbónico finísimo en una de las dos copas servidas y que desaparece con el paso de los minutos. Se observa denso y glicérico, con lágrima al ganar temperatura en copa. (9,25)

Nariz

De buena intensidad con cítricos más bien frescos, fruta blanca, melón, fruta tropical (maracuyá, papaya), flores, azafrán, amielados leves, balsámicos, especias, vainilla, canela, leves tostados, crema catalana, natillas,... Gran complejidad e intensidad pero todo súper fresco y equilibrado. (9,25)

Boca

Ataque frutal y fresco, seco, alegre pero serio a la vez, de muy buena acidez, amplio, cremoso, densidad media-alta, buen cuerpo y estructura.

Paso por boca sedoso, redondo, equilibrado, levemente ácido, elegante y de muy buen final, largo y con un postgusto y retronasal de notable longitud y complejidad.

Gran boca la de este vino ahora mismo a sus 5 años. (9,3)

Está en gran momento pero puede aguantar aún 3-4 años más sin problemas.

Su PVP rondaba los 16-18€. Gran RCP para lo que ofrece. 

Ha armonizado de maravilla con un fabuloso arroz de marisco.

  Vuelve a dejarme un poco frio este vino, pero lo peor es que en estos momentos la acidez a caído de una forma estrepitosa, y siempre digo que un vino sin acidez pierde estructura y equilibrio y frescura.

  En nariz esta bastante aceptable, pero en boca a perdido toda la gracia al tener la acidez tan baja, es ligero y el final algo amargoso y muy fácil, segunda botella de este vino y esta añada y para nada disfrutable, la relación calidad precio bastante baja.

  La variedad Albillo me tiene desconcertado, ultimamente estoy catando algunos vinos de esta variedad y encuentro muy pocas similitudes entre ellos. En este caso me pierden los aromas de fruta tropical que no he encontrado en otros vinos catados de esta variedad.

De todas formas no me disgusta este vino ya que a esos aromas se le suman otros mas serios como los aromas floreles y los minarales.

En boca se muestra fresco y con hechuras, tiene cuerpo, con una excelente acidez citrica recordando el pomelo, tien un final largo y ligeramente amargoso.