Vamos con un vino muy peculiar que ya probamos en sus añadas 2007 y 2009. Agradecer a mi gran amigo Agustín, pues es él quien nos provee cada vez de este sensacional vinazo. Atesora 36 meses de crianza en barricas y otros 36 meses en botella en los calados de la bodega y por ello se denomina 6 años (3+3). Producción corta, tan solo 27.250 botellas de este 2012 y ésta es la n° 21.330. Lo abrimos, esperamos una horita, lo introducimos unos 10 minutos en la nevera y procedemos con su valoración a 16°C. Tapón largo, ligeramente tronco-cónico y muy compacto. Tintado apenas 1 mm desde su base.

VISUAL: De color rojo picota y capa muy alta, muy opaco. El ribete es cardenalicio con tonalidades amoratadas, aparentando más juventud de la que tiene. Su lágrima es abundante, fina y transparente, aunque posteriormente sí apreciamos una cierta coloración en su lágrima (94).

OLFATIVA: Intensidad alta, con aromas de mermelada de arándanos y ciruelas negras. Agitamos y asoman especiados de nuez moscada, pimienta blanca y clavo, así como algunas fragancias florales de rosas rojas, un puntito a guindas en licor y un sutil atisbo mineral de arcilla húmeda. Finalmente aparecen unos deliciosos terciarios de cacao, cuero viejo y tabaco de liar, acompañados por unos finos tostados y unos claros recuerdos amaderados de cedro y roble. Sobresaliente en nariz y de intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: Guauuu!!, madre mía, qué cuerpo y qué carnosidad. Muy mineral, con un marcado carácter arcilloso, transmitiendo la esencia del los suelos en donde se plantó. Taninos pétreos, recios, aportando gran personalidad al vino. Muy amplio, se nos llena la boca de licorosidad y fruta madura, dando paso a unos aromas especiados de clavo y pimienta negra en retronasal. De nuevo nos impacta su alta extracción y su carnosidad, creando un post-gusto señorial, frutoso, con los taninos imponentes y con la madera imponiéndose a la fruta sorbo tras sorbo... mucho roble, con recuerdos intensos de duelas envinadas. Vino fantástico, con cuerpo, parkerizado, licoroso, para atarse los machos ):. Persistencia de 3 minutos y 40 segundos. Sensación de estar ante un vino poderoso y con gran capacidad de guarda, en plena fase ascendente (92).

La RCP no la puntúo por tratarse de un regalazo.

MARIDAJE: Abrimos la botella con nuestro surtido de jamón y embutidos ibéricos. Al día siguiente acompañó una pechuga de pollo con salvia y ajonjolí, y nos lo terminamos con unos solomillitos de cerdo en masala con mellocos. Sin duda la corpulencia de nuestro vinazo fue la perfecta para lidiar con los intensos sabores lácticos, cárnicos y especiados del plato de embutidos, un disfrute brutal amigos.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/QPFiLV5sIv8

Salud-os!!