Me gusta catar K4 , añadas , tiempos..., da para mucho. Es un vino con personalidad y matices en nariz. Dfícil, tinta china y lapicero, se fusionan curiosamente con su negra frutalidad. También me decepciona en alguna fase. Esta añada se parece más a 10 que a 9, pero muestra una seca tanicidad, cierta dureza que lo limita en la excelencia. Se afinará sí, pero a costa de perder matices y frutalidad en nariz
Color cereza oscura, menisco morado, capa media-alta, limpio, lágrima densa y poco tintada.
En nariz destacable intensidad de fruta roja y negra muy madura; en menos tono hay flores, tostados, cacaos y cierta mineralidad.
En boca tiene buen cuerpo, es amplio, algo goloso, muy buena acidez y unos taninos aún verdes notas de café. Buena persistencia final.
Necesita esperar en botella un buen tiempo, pero apunta bien.
Parece un vino muy joven, más de lo que es. Parece un vino muy frutal, recuerda a la bodega , al lagar. Parece muy pronto, para catar este vino, que se integrará, cohesionará y mostrará todo su potencial, pero también resulta interesante probarlos así, la segunda botella sí esperará. Tiene en nariz unos aromas especiados dulces, particulares, diferentes. La madera, de momento aporta estructura y volumen, cremosidad, pero está ahora, muy poco marcada. Ya veremos, esperaba más, tengo que decirlo, pero es muy pronto, ya veremos...
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