Algún problema tenía esta botella que si bien presentó un interesante perfil olfativo en boca se mostró muy, muy raro... Catado a ciegas en la cata 245 de la Penya La Verema. Granate de buena capa con ribete abierto. La nariz resulta expresiva, muy especiada, con notas de clavo y recuerdos a maderas finas (sándalo), un fondo tostado, toques de maderas nuevas y una delicada expresión fruta. En boca el ataque muestra notables sensaciones de "chispa", sensaciones picantes, el paso resulta diluido, con un peculiar toque de "licor de flores", acidez intensa y amargos medios. Bastante largo. Fue el último clasificado de la cata, con una media ponderada de 77,33.

Con una etiqueta de las que me gustan, original, atractiva, informativa y sobre todo, dirigida y pensada para la persona que va a beber este vino.
Botella 217 de 900.

Atendiendo a la recomendación imprescindible que se nos hace desde la etiqueta, abrimos el vino unos 60 minutos antes de consumirlo y nos ajustamos a su temperatura óptima de degustación, 17 grados.

Presenta un color cereza oscuro, con ribete entre rosa y violeta, de intensidad alta, alta. Limpio y brillante, tiñe la copa en las lágrimas que produce. Muy glicérico.

En nariz y después de pasado el tiempo indicado, se muestra muy frutal, tanto negras como rojas, acompañados de toques balsámicos, especiados y un punto a regaliz. Notas finales tostadas.

En boca entra con potencia, con la acidez a flor de piel, taninos carnosos y estructurados. Robusto y franco, con punto goloso y final a caja de puros. Postgusto largo.

Bobal con mucho trabajo, con mucha dedicación, que mejora a medida que le vas dando tiempo, es un vino para degustar con amigos en una larga larga tarde, velada, noche...

Original Bobal...tal y como reza en su etiqueta y aparece serigrafíado en su corcho:
"La originalidad es volver al origen". A. Gaudí