Restaurante El Celler del Tossal en Valencia
Restaurante El Celler del Tossal
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
18,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo, Lunes y Martes (noches)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
41 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.6
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.7
RCP CALIDAD-PRECIO
8.4
Postres_Celler_Tosal
Arroz_rape_calabaza_Celler_Tossal
Entrantes_Celler_Tossal
Panceta Ibérica con Berenjena Ahumada y Encurtidos
Jurel Braseado sobre Menestra de Verduras
Arroz de Codornices y Setas
Poula vino de pueblo
Crema de legumbres con ibérico
Rape a la brasa con trinxat
Vino San Martín Os Pasás.
arroz de codorniz
Arroz de sepia, gambas.
Plato de altura.
Pulpo con patatas exquisito.
Calentito, vino de perillas.
Arroz de codorniz y setas
Butifarra sobre berenjena asada
Crema de garbanzos con foie
Panceta ibérica con polenta a la salvia
Pulpo a la brasa sobre trinchado de patata
Bonito de lonja a la brasa
Cappuccino de lentejas con mostaza.
Helado de chocolate belga y frutos rojos
Meloso de codornices y acelgas
Opiniones de El Celler del Tossal
OPINIONES
41

“Hola, soy Jansolo y soy adicto al Steak Tartar”. Esta frase, que bien podría escenificar la iniciación de un adicto en un grupo de apoyo, resume perfectamente mi estado de ánimo tras esta visita al Celler.

Tras la inesperada y agradable sorpresa de la visita anterior, todavía no habíamos tenido oportunidad de ajustar la cuenta que teníamos pendiente y la espera empezaba a resultar irritante. Un bautizo, una boda, y un proyecto más tarde volvemos a disponer de un fin de semana de libertad y, por fin, podemos reservar mesa.

Aviso a navegantes: al llamar anuncié retóricamente que iba a pedir el Steak Tartar y me contestaron “has hecho muy bien en avisar porque el Steak ahora es por encargo”. Menos mal que era retórico, porque si no menudo chasco. Llega el sábado a mediodía y, previo paseo por el Carmen para llegar con puntualidad británica, a las 14:00 llamamos al timbre. Nos reciben, confirman la reserva y nos acomodan en la mesa de la esquina al fondo.

Pablo nos atiende profesional y amable como siempre, toma nota de la comanda y para el vino nos deja en manos de Luca. Le pedimos que nos aconseje algo diferente para acompañar el Steak. Se marcha abajo a la bodega y al momento aparece con un botella de Táganan. Nos explica que se trata de un vino canario, del norte de Tenerife, de unos viñedos pequeños de producción limitada y difícil de encontrar habitualmente. En mi modesta opinión me pareció un vino excelente, muy suave y que cumplió con creces las expectativas. Si encima le sumas un buen precio, la fiesta ya está servida. Parafraseando un conocido anuncio: “Vino tinto canario, 25€. Disfrutar de un buen vino que desconocías absolutamente por la mañana al levantarte, no tiene precio. Para todo lo demás Mastercard.”

Pasando ya a la parte sólida, como aperitivo de la casa nos sirven una crema de maíz, con albóndiga de bacalao y codium. Mezcla interesante y acertada. El entrante elegido fue el pulpo con patata, txistorra y espuma de salsa mery. Destacable la combinación de la txistorra y el pulpo con la patata. Como principales, para ella un solomillo a la brasa al punto que estaba “mantequilla” y para mí el steak tartar.

Mientras disfrutamos del entrante, traen el “chiringuito”. Solamente la preparación previa ante el comensal ya constituye una delicia e induce a un buen salivado, totalmente necesario antes de proseguir. A continuación Pablo pregunta:
-“ ¿Cómo lo quieres, normal, suave, valiente...?”
- “Hombre pues,….., valiente pero no suicida”

Una vez servido, la mezcla del vino y el steak tartar deviene simplemente soberbia. Seguramente existirán platos más exquisitos, más refinados o incluso más innovadores, pero sin duda este es mi nirvana particular. Unos minutos más tarde se ha terminado la chicha pero no el vino, así que para el postre decido “afrancesarme” y me traen un variadito de quesos muy apañado. Mi acompañante optó por un postre tradicional de Xativa, el arnadí, que desconocíamos pero que nos sorprendió gratamente. Un café destacable concluyó la visita.

Entrantes y vino
1.- Crema de maíz, con albóndiga de bacalao y codium
2.- Pulpo con patata, txistorra y espuma de salsa mery
3.- Táganan.

Steak Tartar
4A.- Preparación Steak Tartar
4B.- Steak Tartar, servicio
4C.- Tostadas de acompañamiento

Solomillo, quesos y postre
5A.- Solomillo a la brasa, presentación
5B.- Solomillo a la brasa, detalle
6.- Quesos
7.- Arnadí

No sé lo que tiene este plato para despertar en mí un instinto carnívoro desaforado, como si de Hannibal Lecter se tratara. Puedo rumiar toneladas y toneladas de endivia, brócoli y/o demás verdes conocidos, pero tras un simple bocado de Steak pierdo los papeles. No me van las medias tintas, la carne cuanto más roja y más cruda, mejor. Por lo visto lo de omnívoro debe ser solo para disimular, entre momentos carnívoros.

Salimos pensando en la próxima visita y una célebre cita me viene a la mente:
- “Buenas noches, Clarice”… jejeje

Día caluroso de Agosto por el centro, en una de esas peregrinaciones sin sentido inherentes a las rebajas. Tras haber visto todos los bolsos y zapatos que es física y mentalmente posible, se hace más tarde de lo previsto y decidimos quedarnos a comer.

¿Y ahora dónde vamos?
Pues no se, no me lo había preparado.
¿Qué sitios tienes en la lista?
Justo ahora me pillas en blanco
¿Qué zona está más de moda?
Ruzafa, así que mejor nos vamos hacia el Carmen que habrá menos gente.

Con este calor pegajoso e insufrible hoy no puedo ir a cualquier sitio, necesito un “punto de avituallamiento”. Dícese de aquel local cuyo entorno y equipamiento (distribución espaciosa de las mesas, mantelería de tela, correcta climatización, vajilla,…) permiten descansar al tiempo que uno se alimenta decentemente.

Callejeamos para ver si descubrimos algo interesante que cumpla los requisitos y cuando los pies están llegando al punto de no retorno, estamos junto al Celler del Tossal. No lo hemos visitado y tiene buenas críticas en verema, así que ¿Por qué no? En ese instante y sin saberlo, casi nos “convertimos” en participantes de aquel programa de Isabel Gemio.

Entramos y primera sorpresa: nos recibe Pablo, un ex Tragaltres por lo que ya nos arrepentimos de no haber ido antes. Nos alegramos muchísimo de volver a verlo después de tanto tiempo y poco a poco nos pusimos al día. Respecto al local dispone de un menú a mediodía y también una carta con opciones más que interesantes. Optamos por el menú en esta primera visita (17,50€) que incluye un aperitivo, dos entrantes, un principal a elegir, postre y pan. No incluye la bebida y el café.

Aperitivo y entrantes
1.- Anguila ahumada con curry verde
2.- Tomate valenciano con cremoso de queso y albahaca
3.- Huevo a baja temperatura con cremoso de patata y jamón de pato

Principal
4.- Arroz meloso de rape con calabaza

Postres
5.- Piña asada con yogur y vainilla
6.- Melocotón asado con galleta y crema pastelera

Segunda sorpresa: Menú perfecto y equilibrado. Entrantes muy correctos. Destacable el arroz, meloso, suave y con el punto dulce de la calabaza que lo hace diferente y divertido. También resultó muy interesante el contraste de la fruta asada con el helado en los postres. En definitiva, una experiencia totalmente recomendable, a la vista de la calidad de los productos ofrecidos y una RCP prácticamente imbatible. Muy buen detalle de la casa, al invitarnos a los cafés.

Sorpresón: Casi lloro de alegría al leer en la carta “Steak tartar estilo Tragaltres”. Estoy contando las horas para volver y pedirlo. Tragaltres era uno de nuestros lugares de referencia, donde hacían uno de los mejores steak tartar que jamás haya probado. Viendo los comentarios del foro sobre los extensos conocimientos y bodega de Luca, pediremos consejo para acompañarlo debidamente, pues es un plato espectacular. Estoy abierto a sugerencias….

  • Postres_Celler_Tosal

    Postres_Celler_Tosal

  • Arroz_rape_calabaza_Celler_Tossal

    Arroz_rape_calabaza_Celler_Tossal

  • Entrantes_Celler_Tossal

    Entrantes_Celler_Tossal

No resulta nada fácil hacer un menú que acompañe a 11 vinos singulares. En esta cata especial extendida del grupo de Catas Valencia se buscaba una cena que no restara protagonismo a una variada selección de vinos del mundo. Comenzando por un sekt rosado, un monovarietal de meunier de Henine Saur y un aperitivo realmente atractivo, la picada de erizo y su coral, un plato de carácter marino extremo si bien los sabores iodados se atemperaban con la salsa que acompañaba a los "entresijos" del erizo. A parti de ahí llegaron la Ensalada de tomate con conserva casera de bonito, materia prima presentada con extremo respeto a sus componentes; las Láminas de presa ibérica con mostaza de altramuces y cacahuetes, una especie de carpaccio, con excepcional textura y enorme sabor; las Casarecce con lardo di Colonnata y Parmesano; si, un plato de pasta sobre el que el propio Luca mostró sus prevenciones... no las comparto, para mi un plato excepcional lleno de sabor y autenticidad. La Merluza con “faves”, para mi el protagonismo fuera para las habas y eso que la finura de la merluza y su punto perfecto de cocción eran esenciales para el equilibrio del plato. El postre fue un guiño a los postres locales, la versión del arnadí del Tossal: Nuestro arnadí. Excelente. Toto esto con un ritmo perfecto de servicio y con los vinos llegando en la mesa en el momento justo y a la temperatura perfecta... uno tras otro:

Tras el Sekt el Grüner Veltliner de Nikolaihof, un magnífico elaborador austriaco. Seguido del feinherb de Selbach-Oster, un riesling semidulce muy atractivo y de unas atractivas pinot noir, por el lado de Borgoña el Albert Morot 1er Cru Les Toussaints y por el de Rheinhessen el Sander. Complicado y diferente el teroldego de Foradori. Con carácter y personalidad la garnacha 7 Pulgadas de Cebreros de RuBoR. Desconcertante el Domaine de l'Ecu Expression d’Orthogneiss, un Loire con cierto carácter goloso. Interesantísimo y con personaldiad del Cuvée Sacha de Puffeney, un Jura con raza. Seductor el Zeltinger Himmelreich Auslese de Selbach-Oster, una riesling adictiva y una delicia el blanc de blancs de Marcel Moineaux.

Sobre todo reivindicar esa cocina menos mediática pero con nivel estratosférico que ofrecen restaurantes como este.

Hacía tiempo que teníamos pendiente una nueva visita a este local para, entre otras cosas, intentar conocer en persona a Luca, el artífice en los últimos años de una serie de atractivas propuestas gastronómicas en Valencia. Él mismo fue quien nos recibió. Un auténtico placer.

Sin novedades a nivel estético percibiéndose una ambiente elegante, tranquilo y acogedor. Tampoco variación alguna en cuanto a la composición del menú ni de su precio base (20.5 €) sobre el que se añade algún suplemento en función de la elección de platos que hagas.

Un vermú del Montsant Masroig mientras esperamos y así quedó el tema:

Crema de Coliflor con Esgarraet. Fina y de potencia controlada que maridaba muy bien con la versión moderna del típico plato valenciano. Gran manera de interpretar lo que debe ser la toma de contacto. Huella.

Jurel Braseado sobre Menestra de Verduras. Partidazo el que se le saca a este pescado cuya porción es servida sobre una base cremosa y ligera de verduras acompañada de algún trocito de zanahoria o calabacín con escasa cocción dándole alegría y consistencia al bocado. Fructífero.

Panceta Ibérica con Berenjena Ahumada y Encurtidos. Taco porcino tratado con cariño y sosiego en cocina bien asociado con la berenjena pero sobre todo con un aireado de fondo encurtido con el que casaba a las mil maravillas. Tajada.

Como principal, y aprovechando que éramos cuatro, cada pareja solicitó un tipo de arroz pudiendo así degustar ambos:

Arroz de Gambas con Alcachofas y Arroz de Codornices y Setas. Ambos melosos para terminar de cuajar en mesa. Punto perfecto tanto uno como otro pero con más fondo y gusto el primero resultando el segundo algo más parco en este aspecto. Mención especial al punto de la alcachofa probablemente añadida al final de la cocción engrandeciendo el conjunto. Raciones generosas. Control.

Acabamos con Nuestra Torrija, de grueso calibre, empapada en su justa medida y de dulzor comedido. Contrastaba con la potencia de una bola de helado de café. Un gustazo para mí.

Servicio de pan incluido en el menú.

Nos pusimos en manos de Luca en el tema del vino que, con gran generosidad y magnífico servicio del mismo, nos maridó el menú con lo siguiente:

Robert Denogent 2013 AOC Mâcon-Villages
Cuveée Orfée 2013 AOP Corbières
Táganan Tinto 2013
Domaine des Coqueries AOC Coteaux du Layon

Como no podía ser de otra manera salimos satisfechos, al igual que cuando hemos visitado Rodamòn o incluso Mesclat de donde se ha desvinculado, con el convencimiento que Luca y su equipo son el máximo exponente local en cuanto a la interpretación y diseño de una oferta restauradora seductora que, sin duda alguna, engancha… con el plus que supone mantener unos precios casi imbatibles.

Hay ingenio y empeño pero sobre todo trabajo, mucho trabajo y horas a la espalda para controlar al milímetro todo el proceso desde que se adquiere el producto hasta que el cliente se despide por la puerta y echa el cierre. Ha creado su sello propio e inconfundible, su marca registrada. Ante eso no queda otra que quitarse el sombrero y dar la más sincera enhorabuena.

Nota: El precio reflejado es el del menú base y la RCP valorada en función del mismo

  • Panceta Ibérica con Berenjena Ahumada y Encurtidos

    Panceta Ibérica con Berenjena Ahumada y Encurtidos

  • Jurel Braseado sobre Menestra de Verduras

    Jurel Braseado sobre Menestra de Verduras

  • Arroz de Codornices y Setas

    Arroz de Codornices y Setas

Parece un combate de boxeo, y en cierto sentido lo fue, o no, porque con toda su personalidad los vinos de Overnoy se dejaron llevar por la propuesta gastronómica de Luca y su equipo en el Celler del Tossal.

Comenzamos con un Ravioli de guisantes, lardo di Colonnata y caldo de jamón. Cromatismo, sabor y texturas para comenzar a hacer boca.

Los platos fuertes, primero la Navaja, con crema de limón y horchata de chirivía, uno de esos platos que se comen con la mirada, al menos hasta que te lo pones en la boca y vez que lo haces lo que la vista prometía queda más que cubierto en boca, SABOR.

Tras el la Raya a baja temperatura, calabaza e hinojo, el plato más tenue de sabor, un plato equilibrado en el que prima la delicadeza de los sabores y la textura del pescado.

A continuación Sardina a la brasa con all i pebre y emulsión de sus espinas, con un crusioso fondo de patatas que recordaban en cierto sentido a patatitas bravas, intenso sabor del mar pero domado. Muy rico.

El último plato de pescado fue una Merluza al vapor con kimchi y encurtido casero de pepino. De nuevo la apuesta por la moderación, sabores tenues, excelente la textura de la merluza, delicadeza.

Cierra los platos principales el Arroz de pichón de sangre. Aquí en cambio hay un subidón de sabores, impresionante textura, el punto de la carne magnífico y también el del arroz. El plato de la noche.
Concluimos con 2 postres, en primer lugar Coco, piña, galleta de curry, muy rico y Bizcocho de zanahoria, café y cremoso de mascarpone. Una pasada. Excelente postre con una fusión de sabores y texturas de puro lujo.

La grata sorpresa que nos llevamos en nuestra primera visita, hizo que quisiéramos repetir en cuanto nos fuera posible, y así tener una visión más global a la hora de escribir una reseña. ¿Cómo podíamos haber estado tanto tiempo sin conocer el Celler?

En esta primera visita conocimos a Luca, nos impresionó su carta de vinos y tras pedir una copa de “El Tresillo” empezamos a hablar con él de vinos de Jerez, dadas las buenas reseñas de estos vinos que dispone en su carta. Nos ofreció maridarnos la comida y con el primer plato, unas ostras de Normandía, nos trajo 2 copas de Domaine de Montbourge Cuvée Spéciale, L’Etoile. Nos apasionan los vinos de Jura. Tras este gran comienzo, nos preguntó que qué nos parecía y le dijimos: “nos ponemos en tus manos”…y ya van tres visitas.

Nuestra segunda visita fue una cata de vinos de Envínate, magníficamente maridara por el portento creativo que tiene la cocina de este restaurante. Vinos muy personales, atlánticos, minerales, sin duda exclusivos (sobretodo ahora que Pitu Roca se ha quedado gran parte de la producción). Se acompañaron con magníficos platos, a destacar “la anchoa con torta del casar y carbón de rúcula”, las “manitas de cerdo con helado de wasabi y manzana” y un atrevido y a la vez exquisito “arroz de crestas”. En esta visita tuvimos la suerte de poder conocer en persona a JaviValencia y a Mara. Por fin les pudimos agradecer lo bien que lo hemos pasado gracias a sus útiles opiniones y sus conocimientos compartidos. Encantadores.

Y como no hay dos sin tres, programamos una tercera visita que es la que vamos narrar, si bien se puede resumir, al igual que las 2 previas en cinco letras: Bravo!

Local situado en pleno centro turístico de Valencia, quizás en la calle/plaza más concurrida del mismo. Entrada discreta y elegante. El restaurante está decorado en tonos blancos y crema, con estudiada luz y el contraste de los restos históricos de la muralla de la ciudad, que se ha respetado en el nivel inferior. Todo muy integrado. Mantelería blanca, cómodas sillas, buena cubertería e inmaculadas copas Riedel.

El conjunto es muy acogedor, anticipa la calidad y la calidez de la experiencia.

Fue una comida de amigos donde el menú y el maridaje ofrecido por Luca fue el siguiente:

-Quisquilla hervida. En su punto. Sabrosa. Empezamos de manera fantástica. Y si a eso le unes un Champagne Marie-Courtin Extra Brut Efflorescence, pues parece complicado superar esta entrada. El recorrido de este champagne fue memorable, desde las notas tropicales, al albaricoque, tostados y bollería. Burbuja fina y elegante. Fantástico.
-Ensalada con salazones y espuma de mar. Continuamos con el punto de mar con un plato delicado pero con mucha esencia. El vino para acompañarlo fue un Palais Kesselstatt Riesling 2002. Un vino con sorprendente frescura para su edad, terpénico y con unos hidrocarburos muy presentes. Majestuoso el vino y la combinación. Ya nos estábamos emocionando.
-Huevo a baja temperatura, guiso ibérico y patata chafada. Un plato con una base y sabor tradicional, con una moderna y elegante presentación. Muy, muy sabroso.
-Suquet de Peix. Guiso marinero que requiere de buena materia prima y respeto por la misma en su elaboración. Sin duda así se hizo. Sin palabras. Para maridarlo, Luca nos trajo un Poully-Fuissé de Chateau des Ronters Clos Varambon 2012. Tras abrirse y expresarse, aparecieron elegantes notas minerales, flores blancas, especias y recuerdos amielados. Untuoso y muy largo.
-Arroz con pollo y caracoles. En el Celler del Tossal los arroces se bordan. Este es el tercero que hemos probado, y al igual que los otros dos previos, estaba delicioso. Para acompañarlo, tras poder visitar la bodega de Luca para elegir el vino y siguiendo sus recomendaciones tomamos un Campagnes 2013. Un vino de Corbieres (Languedoc-Roussillon) elaborado por Maxime Magnon exclusivamente con cariñera. Tras las notas lácticas le siguió una fruta roja, madura, que pasaba desde las ciruelas pasas a la picota. Acidez y taninos presentes pero domados, para dar un conjunto muy integrado, sin aristas. Un gran maridaje.
-Tarta Tatin. Francamente buena y francamente bonita. Maridaje final con un Barbeito Reserva (invitación de la casa). Maridaje fabuloso y bien complementado.
Si a todo le esto le sumas un servicio atento, profesional y amable (además de el de Luca), la calidez de la experiencia y la grata compañía, hace que entendamos que sea el gran restaurante que es.
El conocimiento de vinos de Luca es enciclopédico y ofrece como pocos lo hacen, la posibilidad de que el cliente comparta su emoción por los mismos. Sin duda es uno de los restaurantes donde mejor se come y se bebe, de los que gusta recomendar y compartir opiniones. Todo ello hace que la experiencia al visitar el Celler del Tossal sea completa…y con RCP difícil de superar.
Bravo! Y esperamos poder decir que seguro que no hay tres sin cuatro, o cinco, o seis…

El Celler del Tossal es ya un restaurante consolidado en Valencia. Las últimas visitas con la sala llena así lo atestiguan. Pero no sé porque, siempre había ido a comer su menú de mediodía donde unos notables arroces son los protagonistas. Así que surgió la oportunidad de una cena donde quedar bien y no arriesgar con probaturas y allí que nos plantamos un sábado noche.

Como siempre nos recibió El restaurador Inquieto y de nuevo el local lleno. Incluso en la sala de la muralla se celebraba un evento. Menú noche de precio ajustadísimo a 25e compuesto de un aperitivo, tres entrantes, principal y postre con pan incluido y es que en Valencia queremos saber lo que nos vamos a gastar antes de salir de casa o eso parece a tenor de la moda menú.

Aperitivo

Mejillones al vapor o Ostra fine de claire nº 2: Probamos los 2. Mejillones correctos y una ostra notable.

Entrantes

Sardinas a la brasa con bizcocho de calamar: Comienza la brasa. Ya era hora. Fresquísima sardina acompañada de un bizcocho muy resultón.

Crema de legumbres con ibérico: Con este entrante subimos el nivel. Una finísima crema con un ravioli de ibérico sobresaliente.

Lardo de colonnata en coca de cebolla y aceite: Aquí habrá que explicar: El lardo es un tipo de salchicha que se elabora curando durante meses tiras de manteca de cerdo con romero y otras especias en cuencos hechos de mármol de Carrara: Colonnata pertenece a la ciudad de Carrara. Wikipedia dixit. La combinación con una lograda coca de cebolla y aceite muy acertada. Para comerse unas cuantas.

Principal

Rape a la brasa con trinxat: De nuevo la brasa sobresaliente. Un principal de entidad para rematar la cena. Pocos locales te ofrecen este pescado dentro de un menú.

Postre

Nuestro arroz con leche con frambuesa: Discrepancias. A mí me gustó y eso que considero que es en los postres donde su cocina ha de mejorar o yo no he tenido suerte hasta ahora.

El pan ofrecido durante la cena incluido en el menú muy notable. Podrían aprender algunos. Cafés para redondear la cena. El servicio como siempre de nota. Pablo domina la sala como pocos y todos los platos salieron con el tiempo adecuado.


Vinos: Como siempre me pongo en las manos de Luca. En esta ocasión se sacó de la manga un gran blanco La Bégou 2013 y como me quedé con ganas de tomar algo de tinto aún apareció con una copa de una rareza de esas que solo él suele tener: Poula Vino de Pueblo villa de Albares Casa Aurora con un popurrí de uvas imposible de recordar. Con el postre un excelente Madeira Barbeito Boal Reserva.

La conclusión que saco después bastantes visitas y este menú es que emho El Celler es uno de los locales con mejor RCP de Valencia. No es fácil en apenas 2 años consolidar un local de estas características. Y me explico: Aquí hay mesas muy bien vestidas, la separación es la adecuada. Hay coperío de lujo. Carta y precio de vinos excelente y no es pequeño, lo cual tiene sus costes. Y sobre todo una cocina que no engaña a nadie, puede que no arriesguen en sus creaciones pero sabes que vas a comer y beber muy bien y que todo lo que te sirvan está hecho con mimo y será depositado sobre una mantel de calidad y no sobre una mesa desnuda que es lo que se lleva hoy en día. Le subimos la nota.

  • Poula vino de pueblo

    Poula vino de pueblo

  • Crema de legumbres con ibérico

    Crema de legumbres con ibérico

  • Rape a la brasa con trinxat

    Rape a la brasa con trinxat

Hay días que uno no debe plantearse cenar en ningún sitio (típica comida de empresa que acabas a las 20:15) Pues error mío, el acabar cenando en un restaurante. Ese local fue, el celler del tossal. Desde ese día, tachado de la lista (no por la comida, local ni servicio) Si no porque ese día tenía que haberme ido a la cama. Tras 2 años, encontré el día para visitarlo. Comentarios de blogueros y veremeros, me incitaron a dar esa segunda oportunidad.

Cuando entras, te encuentras con Michele (El tap i altres terres) te alegras y además te da muchísima tranquilidad. La mantelería, cristalería, vajilla y cubertería muy bien, con ese mantel blanco que tanto se está extinguiendo. El único pero, es que no te cambian los cubiertos (vuelvo a repetir único pero)

Pedimos el menú del día (17,5 pan incluido):

-Aperitivo, CREMA DE GUISANTES CON MEJILLON: un chupito para coger temperatura, no estaba nada mal.

ENTRANTES:

-Ensalada de tomate con brócoli y espárragos, un plato muy sencillo que con el toque del brócoli y espárragos hacia muy redondo el plato y no tan frio como podría ser el tomate.
-Roastbeef con manzana y boniato, una mezcla de sabores que hacían ensalzar una carne muy bien presentada, me gustó mucho.

PRINCIPAL:

-Arroz de cigalitas con calabaza, el fruto absorbe la potencia del fondo de pescado y da ese toque dulzón, lo cual hace que sea muy adictivo.

POSTRE:

-Estofado de piña con helado de pistacho y plátano (quien lo pidió le gusto)
-Cuajada de queso con frambuesa ( bastante ligera)

De beber Agua (1€ por comensal)

Conclusión, de vez en cuando hay que dar segundas oportunidades. Siempre y cuando, esta segunda oportunidad sea por algo ajeno al restaurante, jeje.
Un local muy recomendable, volveré otra vez…
La buena noticia, es que un lunes tenia ocupadas casi todas las mesas.

Cuando Il Capo te llama es que tiene algo grande preparado. Mis dos últimas visitas han sido de noche motivadas por catas de vino con maridaje. En esta ocasión se trataba de nada más y nada menos que de un "botellón" de Quincha Corral. Si, botellón. Dobles magnum de las añadas 05,06,07,09 y 11. La propuesta era irrechazable.

Con estas actividades nocturnas he descubierto un segundo Celler. Por el día viste tradicional y por la noche se traviste. Tampoco mucho, guarda su estilo, que no es otro que el producto, pero ya viene algo más chulo, como de menú degustación. Al fin y al cabo fue eso.

Antes del combate, presentación de Luca, con su forma tan particular, de él mismo y de Toni Sarrión.
Mientras hablaba, pasaba por detrás de nosotros con la botella en la mano, y de repente me vino a la cabeza la secuencia de Los Intocables de Eliot Ness donde Robert de Niro batea la cabeza a uno de sus incondicionales ¡Glups!

Aperitivo:

Mejillón tigre con salsa de pimiento verde. Finca Calvestra 2013

Individuales:

Fiambre casero con manzana y brioche de pistachos. Quincha Corral 2005

Canelón de pollo de pollo de corral y trufa. Quincha Corral 2011

Risotto de cecila de León con Parmesano. Quincha Corral 2009

Rodaballo con salsa de mantequilla. Quincha Corral 2007

Lomo de ciervo con salsa de setas. Quincha Corral 2006

Postre:

Financier de almendra con calabaza.

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Acertado el maridaje. Quizá hubiese bailado los dos primeros, dejando el canelón para el 05.

Platos muy buenos, en especial el canelón de pollo trufado, del que hubo un lamento de Luca por lo que le había costado el pollo, y el arroz de cecina. Intensidad de sabor en ambos.
Original la salsa de pimiento verde para el mejillón.
Suavidad y cremosidad de la salsa de mantequilla para el rodaballo en aras de buscarle sitio al vino.
Gelatinoso el fiambre procedente de zonas de la cabeza del cerdo al que pienso que le faltaba crujiente en la capa de arriba.
El lomo de ciervo con gran sabor, terso y tenso por su fibra y debido a su sellado.
Y finalmente un postre con más pena que gloria, muy seco a mi juicio pese a que esté dentro del grupo de los postres "secos".

Juguemos a que tiene que haber un ganador. Pues bien, en el apartado comida me quedo con el canelón, del que diré claramente que supera el tomado no hará mucho en un estrella Michelín. Y en el otro apartado, me quedo con lo completo del Quincha Corral 2009. Un compendio de todo, el más pleno para mi.

Una experiencia magnífica. Difícil para el restaurador, porque en estos casos la atención siempre va para el vino. Es el protagonista, y por lo tanto la gente empieza a "rascar", a cambiar impresiones... Sin embargo, y es información contrastada, la comida estuvo en el caso que nos ocupa a un buen nivel.

Mis felicitaciones y agradecimientos.

Local céntrico, que por su calidad y situación hacen pensar en una cuenta muy abultada. Gracias al completo menú que ofrecen, queda un poco innecesaria la carta, a un precio muy ajustado.

Tanto el servicio de mesa, como la cocina nos parecieron muy profesionales.
El arroz fue lo que más nos gustó y más teniendo en cuenta que era de menú.

Lugar muy recomendable para comer bien en el centro, a buen precio.

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