Restaurante El Celler del Tossal en Valencia
Restaurante El Celler del Tossal
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
18,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo, Lunes y Martes (noches)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
41 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.6
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.7
RCP CALIDAD-PRECIO
8.4
Postres_Celler_Tosal
Arroz_rape_calabaza_Celler_Tossal
Entrantes_Celler_Tossal
Panceta Ibérica con Berenjena Ahumada y Encurtidos
Jurel Braseado sobre Menestra de Verduras
Arroz de Codornices y Setas
Poula vino de pueblo
Crema de legumbres con ibérico
Rape a la brasa con trinxat
Vino San Martín Os Pasás.
arroz de codorniz
Arroz de sepia, gambas.
Plato de altura.
Pulpo con patatas exquisito.
Calentito, vino de perillas.
Arroz de codorniz y setas
Butifarra sobre berenjena asada
Crema de garbanzos con foie
Panceta ibérica con polenta a la salvia
Pulpo a la brasa sobre trinchado de patata
Bonito de lonja a la brasa
Cappuccino de lentejas con mostaza.
Helado de chocolate belga y frutos rojos
Meloso de codornices y acelgas
Opiniones de El Celler del Tossal
OPINIONES
41

Y no me extraña. Por eso quisiera empezar por el final, como en esas pelis. Con la reflexión y conclusión en voz alta que le he hecho a Luca cuando nos despedía en la puerta: "No sé cómo no he venido antes, tengo claro que volveré pronto".

Me ha parecido buenísima la experiencia.

Local moderno pero no frío, luminosamente acertado. Destacables los aseos, impolutos, con diseño, y con el trozo de la antigua muralla ante tus ojos mientras... si, son esos segundos de libertad fantaseando con lo incorrecto (sólo apto para gamberros nostálgicos)

Brasas, menú, arroz... ¿qué pido en mi primera vez? La solución estaba clara; Brasas y arroz.

Aperitivo previo de unos generosos mejillones al vapor con un caldito sentido de limón. No sólo fueron generosos los mejillones, porque tratándose de un aperitivo NO cobrado me pareció importante la cantidad. Declaración de intenciones.

Bonito a la brasa con berenjena y miso. Bueno, quietos aquí, porque yo creía que la cosa era tal y como se sacó y en la cuenta me percaté que fueron dos medias raciones. Todos sabemos que siempre sale ganando el comensal cuando se resuelve de esta manera, pues la cantidad es mayor. Bárbaro el detalle, y valga el mismo adjetivo para el sabor y la textura que ofreció este plato. Dos tacos de buen calibre, rojitos por dentro, la berenjena a modo de cama con la salsa de soja y miso, y con trocitos de almendra.

Pulpo a la brasa. El único lunar, pues estaba tirante. Perfecto en cuanto al sabor impregnado de la brasa, pero más bien duro. Servido con un fino puré cuya principal misión creo yo que es sujetarlo al plato y unos gajos de patata que también parecían haber tocado la brasa. Ante la pregunta de si nos había gustado, la observación pertinente, y la explicación que dimos por buena, ya que el plato pese a todo cayó. Sin esperarlo, Luca trajo una pequeña fuente con unos gruesos trozos de un nuevo pulpo, esta vez sólo, para que viéramos que hay veces que es cuestión del producto. Detallazo del ocho.

Cuando hay alguien (algún amiguete) que dice que el arroz no tiene un valor gastronómico alto, le echaría las uñas al cuello. El arroz con gambas y alcachofas sencillamente nos pareció perfecto. Corazón de alcachofa troceado, gamba pelada, puntillas y trocitos de sepia. Caldo trabado de color rojo pleno de potencia y sabor con un punto de cocción del grano ideal, como está mandao. Cazuela sobre la mesa para "tripitir".

Buscábamos un blanco poderoso para todo esto, y aunque ojeé su acertada carta con buena representación de éstos, le pedí ayuda a Luca. Me acojoné cuando me dijo que dicha carta sólo era la punta del iceberg. Sobre la mesa aparecieron cinco o seis botellas que no figuraban en ella con una leve explicación de las mismas. La elección quedaba entre dos vecinos, siendo el portugués Dorado Alvarinho Superior del 2003 el elegido. Si, de ese año. Dudamos inicialmente, aunque hubiera red, pero el vino abandonó su inicial rasgo de evolución y se fue abriendo durante la comida de manera que daba pena acabarlo. Vamos, uno de esos vinos que si no vas de la mano de quien lo conoce no lo elegirías a estas alturas. Soberbio. Copas Riedel para él.

Sin mucho sitio para el postre, compartimos mi mujer y yo un café irlandés hecho eso, postre. Cucharada desde abajo para arrastrar el sabor torrefacto del café. Bueno, nada pesado.

El agua hacía acto presencia en estos momentos, 1/2 litro de Cabreiroá. Otro canto a Galicia.

Dos copitas Schott diseñadas para el dulce irrumpieron en la mesa con un vino distinto en cada una. Cortesía de la casa. Lógicamente no los adivinamos. Un Madeira llamado Barbeita Boal reserva con recuerdo de brandy algo diluído, elegante. Y un seductor, aunque sólo sea por su laca de uñas, Roccolo Grassi del 2005, un Recioto Della Valpolicella.

No hubo cafés, El Carmen respiraba la tranquilidad y cierta bohemia del día y acabamos en una terraza sin más prisa que la de la Ora.

Para celebrar la comida tradicional del día de Reyes elegimos este año el Celler del Tossal del amigo Luca "el restaurador inquieto". Siempre que me toca organizar estos "saraos" no me gusta dejar nada al azar, todo ha de estar planificado (es mi forma de ser). No puedo con las dudas: la hora (que más da..), el número de comensales (aún no lo sabemos...), las dudas (no se si iré...), etc, etc, etc. Por no hablar cuando toca elegir el plato principal: Y yo que me pido??, y sino me gusta??.

Llamarme raro o de otro planeta pero siempre hay personal que no sabe que pedir y solicita consejo a los demás. Nunca está contento con el plato que ha pedido. Siempre se equivocan. Al final me cuesta disfrutar de estas reuniones por la tensión que uno lleva dentro. En fin después de esta perorata vamos con la comida.

El local prácticamente lleno. Nos recibe Luca y nos ubican en la sala de la muralla. Muy espaciosa y al contrario de lo que había leído por ahí no me pareció nada claustrofóbica. Menú del día a 20.50e con iva incluido (como debe ser), agua y pan.

Aperitivo

Crema de Celeri: Muy buena para ir entrando en calor.

Entrantes

Timbal de verduras y bacalao: Buen producto refrescante.

Carrillera ibérica con manzana: Pese a lo manido de este plato la manzana le aportaba un "plus" a una carne en su punto.

Principal

Se podía elegir entre 3 arroces, fideuá y suquet de rape.

Arroz de gambas, sepia y alcachofas: Un arroz con un fondo potente, sabor a mar. Sobresaliente.

Fideuá de Cigalitas: Fideo fino. Nivel

Arroz de codorniz y setas: Si los anteriores estaban buenos, este ganó por goleada. Mucho saber por parte del cocinero en este sabroso y potente plato.

Postres

Estofado de piña y bizcocho con cremoso de chocolate: Correctos. Mejor el primero acompañado de un refrescante helado.

Vinos

Tomamos varias cervezas y tres copas de vino blanco mientras ojeaba la carta. Al final me puse en manos de Luca. Como siempre sorprende. Me presentó en la mesa un vino desconocido para mí.
Viña de Martín Os Pasás. Un Ribeiro espectacular con un alto porcentaje de Treixadura. Un vinazo del que tomamos dos botellas. En Internet su precio está sobre los 15e y por el que nos cobró 21e. Parece una broma verdad??.

Buen y atento servicio como siempre. Todos los comensales contentos y una vez más superada la prueba de Reyes en un local que está consiguiendo en apenas un año ser puntero con sus arroces de mediodía. No es nada fácil con la competencia que hay. Volveré para que Luca me sorprenda con el vino y con esa cocina a la brasa que aún no conozco. Salut¡¡¡

  • Vino San Martín Os Pasás.

    Vino San Martín Os Pasás.

  • arroz de codorniz

    arroz de codorniz

  • Arroz de sepia, gambas.

    Arroz de sepia, gambas.

Había "mono" de arroz desde prácticamente incorporarse en la cama. Por la cabeza pasa Ca Pepico, lugar que descartamos al haber estado la noche anterior. Por nuestra cabeza retumba con fuerza El Celler del Tossal y recordamos que le debemos una visita a Luca. Dicho y hecho...

Tenemos suerte de aparcar por una calle adyacente llegando al restaurante a las 14 h, media hora antes de lo previsto. Allí se encuentra Luca, como siempre al pie del cañón. Para nosotros siempre es una alegría verle, lo conozco hace mucho y me parece una persona extremadamente trabajadora y honesta. En sala está Pablo, un gran profesional de esos a los que gusta observar como trata al comensal, siempre con una educación exquisita y una sonrisa de oreja a oreja. Nos ubicamos con los críos en la mesa de la esquina, un lugar con una visión privilegiada y relativamente próximos a la cocina ;-)

Buen entorno, correcta distancia entre mesas, amplio, funcional, buena luz y acústica. Todos los elementos de sobremesa en consonancia.

La carta de vinos es muy interesante, con bastantes referencias y una nutrida selección de vinos por copas que no dejan a nadie indiferente. Los precios son excelentes y el recargo precio tienda es mínimo. Mientras decidimos tomamos sendos Martini.

Nos ponemos a su disposición. Mara y yo nos acoplamos a lo que hay y a los peques les pedimos una arrocito sin nada verde :-O

Aperitivo:

Crema de celeri

Entrantes:

Ensalada de bacalao con verdura asada y vinagreta
Panellet con espinacas y panceta
Croquetas de puchero

Arrocitos:

Arroz de fesols i naps
Paella de pollo (para los crios)

* Recuerdo que en el menú había unos 6 arroces a elegir.

Postre:

Bizcocho de chocolate con helado de avellanas

Bodega:

Eixaders 2008
Suerte del Marqués La Solana 2011
Goliardo Loureiro 2011
Vino de Madeira: Barbeito Malvasía

Un lugar muy adecuado para comer en pareja o con niños, buen producto y bien trabajado, buen manejo de los tiempos y un trato al cliente magnifico. En sitio muy a tener en cuenta.

Los dos pilares básicos en los que se centra su oferta culinaria son el arroz y las brasas. Practican una cocina de mercado mediterránea donde el producto es el verdadero protagonista. A mediodía ofertan un menú a 17.50€, consistente en un aperitivo, dos entrantes, un principal a elegir entre dos propuestas de arroz o una carne o un pescado y un postre. Los fines de semana el precio del menú se incrementa en 3 €. También ofrecen un par de menús más completos a los precios de 24 y 35 €. Evidentemente se puede ordenar a la carta con una oferta no muy amplia, pero sí interesante y de precios comedidos.

La propuesta vinícola, sin ser muy extensa está muy pero que muy bien escogida. Clasificada por tipos y posteriormente por D.O.’s o indicaciones geográficas, con un apartado específico para vinos internacionales. La cristalería de calidad, de la marca Riedel, el vino se sirve a la temperatura adecuada y descansa en armarios climatizadores. El servicio se circunscribe a la presentación, prueba y primer relleno, luego funciona en régimen de autoservicio. El recargo en el precio de los vinos es muy ajustado, una media del 30% sobre el precio de tienda.

Menú propuesto para ese día:

Aperitivo

Crema de céleri y queso Picón, crema de apio con trocitos de pan frito y el queso azul. No la probé por mi intolerancia al queso, pero Ana dijo que estaba muy buena. Excelente forma de entrar en calor.

Entrantes:

Mejillones al curry verde. Bivalvos de buen tamaño con una salsa ligeramente picante, lo justo para darle “ese toque de gracia”

Canelón de carrillera y ceps. Sabroso y bien cocinado.

Principales a escoger:

Arroz de cigalitas con habas y sepia.
Arroz de almejas y gambas.
Arroz de costillas, codorniz y setas.

Como éramos seis pedimos los tres tipos de arroz. Yo probé dos, el de cigalitas con habas y sepia y el de costillas, codorniz y setas. En ambos aprecié un fondo sabroso y consistente, un adecuado punto de cocción del arroz y una materia prima de calidad.

Añadimos fuera del menú dos platos de pulpo a la brasa que venían acompañados con un “trinxat” de col y patata. El pulpo cocido y rematado en la brasa, de una textura perfecta y un sabor ahumado muy rico. Tal vez la ración algo escasa.

Y un plato de atún a la brasa por iniciativa y gentileza de mi amigo y compañero restaurantero Aurelio G-M que también se encontraba comiendo con su familia en el restaurante. Destacable la materia prima, el acertado punto y el sabor ahumado que le trasmite las brasas.

Postre: Sopa de fresas con yogur y mango. Buena presentación y conjunción de sabores. Una manera refrescante de terminar éste contundente ágape.

Para beber, inicialmente cervezas unos y finos para otros (como yo). En la comida empezamos con un Riesling Trocken Dönnhoff 2010, seguido de dos botellas de La Atalaya 2009, un coupage de garnacha tintorera y monastrell de la D.O. Almansa.

Recomendable restaurante en el barrio del Carmen de Valencia donde bordan los arroces y puedes disfrutar de varias propuestas cocinadas a la brasa. Todo ello acompañado de una buena carta de vinos, a precios ajustados.

Post completo ilustrado con fotos en: http://www.vinowine.es/restaurantes/arroz-y-brasas.html

Acabamos muy bien el Encuentro en este local; la decoración moderna resulta acogedora, nos recibieron con un puré vegetal calentito, lo que fue de agradecer porque la noche era muy fría incluso en Valencia. Compartimos un pulpo con patatas excelente y unas alcachofas con ensalada de mozzarella también muy ricas.
Mi plato fuerte fue una lubina al horno perfectamente preparada y presentada con una estupenda guarnición de patatas.
El servicio del vino a cargo de un camarero que hace las veces de sumiller muy correcto, amable y competente; cuando se enteró que habíamos estado en el Encuentro nos animó a una cata ciega de un tinto que por supuesto no acertamos, pero pasamos muy buen rato.
La verdad es que el ambiente me gustó, la comida y la atención ídem de ídem y la RCP me pareció muy buena.
Fue un muy buen colofón al fin de semana,

  • Plato de altura.

    Plato de altura.

  • Pulpo con patatas exquisito.

    Pulpo con patatas exquisito.

  • Calentito, vino de perillas.

    Calentito, vino de perillas.

Domingo primaveral, ganas de salir a disfrutar... y pensado y hecho! Llamamos al restaurante, hay mesa? pues allá que nos vamos, previa cervecita antes de comer, cómo no!

Local descrito a la perfección por los compañeros y que, si no me equivoco, apenas varía un ápice del antiguo Tossal.

Nos acomodaron en una mesa amplia con cómodas sillas perfectamente vestida de impecable blanco y con inmejorables vistas: la cocina!

Ojeamos la carta, pero parece que todo incite a pedir el menú compuesto de aperitivo, dos entrantes, un arroz a elegir entre cuatro variedades, en mi opinión todos muy apetecibles, postre, agua y pan por 20,50 €. Y así quedó la cosa:

Aperitivo:

~ Crema de garbanzos con foie. Suave, sabrosa y ligera para empezar. Calentando motores!

Entrantes:

~ Escalibada con bacalao. Acompañada en el plato de unos brotes verdes. Plato sencillo y tradicional pero que siempre apetece. Correcta ejecución y buen producto.

~ Butifarra sobre berenjena asada. Unas habitas y una estupenda salsa acompañando a la tierna berenjena y coronando todo esto un "cacho" de una señora butifarra. Acertada combinación de sabores y agradables texturas. Potencia, personalidad y delicadeza en el mismo plato. Ñam, ñam!

Plato principal:

~ Arroz de codorniz y setas. Y llegó el plato estrella: el arroz! Meloso, perfecto punto de cocción y buen fondo. Con judías verdes, codorniz, setas y unos crujientes tirabeques que le otorgaron ese toque especial de distinción. Servido en la propia cazuela, manteniendo el calor, de forma tan generosa que resultó imposible acabarlo pese a repetir y no por falta de ganas sino de espacio.

Y de postre, Tarta de chocolate blanco con frutos rojos. Grato final con una buena dosis de ácido y dulce. Goloso remate.

Correctos cafés.

Dos tipos de pan ya troceados en la panera: uno más rústico con miga esponjosa y corteza dura y otro que me recordó al pan de hogaza.

Para beber nos decantamos por un espumoso, un Gramona III Lustros Gran Reserva, frutal, suave, fresco, cremoso y con burbuja fina (me encanta ver cómo suben a la superficie) que maridó a la perfección con lo degustado.

El servicio atento al más mínimo gesto, ágil y muy correcto en todo momento. Uniformados pero con un estilo moderno y desenfadado.

En el local se respiraba una muy envidiable paz, tal vez influyó que estuviera a media capacidad, y junto con una adecuada y melódica música ambiental se lograba una atmósfera taaaan agradable...

En resumen, un restaurante acogedor y tranquilo en pleno Barrio del Carmen donde poder disfrutar de una rica variedad de arroces, entre otras propuestas, con una buena RCP y un amable y resuelto servicio. Volveremos!

  • Arroz de codorniz y setas

    Arroz de codorniz y setas

  • Butifarra sobre berenjena asada

    Butifarra sobre berenjena asada

  • Crema de garbanzos con foie

    Crema de garbanzos con foie

Desde hace tiempo, pues allá donde pone su mano aquello funciona. Eso parece que está pasando con este local. Una fórmula que funciona, menús a precios ajustados y una carta de vinos muy bien elaborada y con unos precios increíbles. El Piélago que yo tome por 25 euros lo venden en tiendas alrededor de 20. En carta figura también el Finca Terrerazo por 27, cuando es difícil encontrarlo por menos de 23.
En cuanto a la comida, hay un menú del día bien elaborado (sábado mediodía 20,50 euros), y una carta interesante, aunque corta, lo cual para mi es un acierto porque indica que el producto es fresco.
Un lugar recomendable

http://www.ojoalplato.com/archives/5241

Reconozco que cuando era el Tossal, iba allí a tomar arroz, siempre me ha gustado el lugar, pero la otra noche ya fui con la transformación de la nueva carta y sociedad que han emprendido sus nuevos gestores, reminiscencias de Luca, de Tragaltres, etc.
Cene bien, pero escaso, muy escaso, no se puede cobrar 18€ por un insignificante trocito de bacalao que apenas supera los 4cm/2, ósea, no lo ves.
Excelente el cochinillo, sensacional, pero otro error, éramos 4 personas y solo tenían para 2, pero lo que peor lleve fue el hecho de pedir unas sardinas, las anunciaban a bombo y platillo y salieron crudas y con una carne que me dejo dudando de si eran de esa semana o del mes pasado, y por supuesto muy bueno, pero que bueno el steak tartar, no defraudo.
Postres adecuados, vinos algo subidos de precios para la que está cayendo, ojo a los propietarios, ese día, todos los restaurante donde intente cenar estaban llenos, no puede reservar, el vuestro si disponía de mesas, de hecho solo vendisteis esa noche tres mesas, hay que hacer algo mas para que volvamos.
Saludos.

Ganas le teníamos ya. Después de la cantidad de buenas críticas recibidas y con el recuerdo de lo que fue La Lluerna, decidimos acudir a este magnífico restaurante.

Llegamos, solo había una mesa con dos personas, aunque poco a poco se fue casi llenando el local. Buen síntoma viendo como están los alrededores.

Tienen un menú compuesto de un aperitivo, dos entrantes y un plato principal a elegir entre dos, en nuestro caso dos arroces. No nos hacían mucho los entrantes, así que optamos por comer a la carta.

ENTRANTES

Pulpo a la brasa.- Excelente pulpo cocido y servido con un trinxat de patatas.

Steak tartare.- Delicioso, con un ligero toque picante.

PRINCIPAL.- Arroz meloso con sepia y gambas.- Buen fondo, buena cocción del arroz, buena materia prima, excelente la sepia, gamba con sabor a gamba, plato de 10.

De beber no andábamos finos, había que conducir, así que tomamos tres copas de Gran Caus blanc y una botella de agua (invitación de la casa), así que no valoraremos el servicio del vino.

Para finalizar un par de cafés.

El local es cómodo, funcional y situado en pleno corazón del Barrio del Carmen, todo parece estar bien pensado para disfrutar de la comida y del buen vino.
Hablando de vino, la carta es excelente, amplia y muy ajustada de precio, una carta equilibrada para todo el mundo pero con referencias que denotan un especial cariño en su trato.
Empezamos con un vermut detalle de la casa, muy bueno.
Tomamos un Lalama 2009 y un Mauro 2010, cada uno excelentes en su estilo y a muy buen precio.
Respecto a la comida, nos decantamos por el menú propuesto, del cual no dispongo, tres entrantes de buena factura acompañados de buen pan alegraron el inicio de la comida. Al elegir arroz y existir dudas nos decidimos por probar dos de ellos, en generosas raciones, uno de ellos meloso de marisco y el otro de pato y setas, ambos muy buenos en cuanto a sabor y punto. Postre de buen nivel y estupendo café.
Prometo tomar nota de los platos la próxima vez pero creo que con el nivel mostrado será lo de menos.
Agradecer a Luca y al personal del local los detalles y atenciones. Volveremos. El precio si incluye vinazos...

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