Restaurante StreetXO en Madrid
Restaurante StreetXO
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
19,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
39 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
8.6
Precio medio entorno ENTORNO
6.6
RCP CALIDAD-PRECIO
7.9
curry
sopa
Estofado express en wok
Laksa Singapore con carabineros a la llama de Robata
Lasaña koreana de woton y vaca vieja gallega
kentucky fried codorniz
el pez
el trago
Pad Thai
Dumping Pekinés
Bocata de calamares
Albóndigas de vaca vieja
Bocata de calamares
Sandwich club al vapor
Pulpo
Chilli Crab
Opiniones de StreetXO
OPINIONES
63

creo que casi 4 o 5 años sin volver. Sistema de colas de reservas mal gestionadas.  Llegamos a las 11,30 y eramos los segundos. les decimos que queremos comer en el segundo turno y  nos dicen que es por orden.. total  que mesa a las 13:00 que nos dio tiempo a un pincho de tortilla en Casa Dani.. y digo yo.. habia cien personas y muchas se quedaron sin mesa... no seria mas facil ir aceptando la hora que encaje y dejar a los ultimos para las horas que no quiera nadie ??

Esta vez ya que eramos los segundo  elegimos BARRA.. uyy si.. barra en España donde no hay barra.. pues aqui hay barra. el  espectaculo frenetico pero tampoco tanto como  cuentan. en mesa no se está  mal. Nos toco un camarero rarito que nos fastidio un poco la comida.. yo no puedo comer menta ni hierbabuena y la primera en la frente... 

pero la verdad es que la  comida compensa todo. 

Carta de vinos cara de narices.. tomamos 2 botellas de Perro Verde a 22 euros... demencial.

pero ya digo... la comida lo compensa.

Probamos los dumplings,  la viera, el bacalao negro, el ramen.. y muchas mas  cosas. creo que casi todo excepto la version del chilli crab que ahora es con bogavante y sube la  cuenta a 48 euros.. por cierto no vimos a nadie que lo pidiera...

El balance sigue siendo bueno aunque no me sorprendiera tras haber ido 6 o 7 veces entre StreetXo y DiverXo.. 

Unos 7'0 euros por persona. barato no es

 

 ORDEN Y CAOS

Lo que iba a ser un fin de semana en Madrid debido a motivos laborales se transformó en una escapada rápida a la capital de España,  y porque teníamos entradas para el musical de Anastasia. Para la ocasión me puse mi boina  buena y mi cesto con palomos de los domingos. Me dio miedo llevarme a mi oveja” chivi” por lo de Madrid central, que está la cosa difícil.

Para aprovechar la mañana, visita al siempre recomendable Museo Arqueológico Nacional,  siendo un patito feo de los grandes museos del paseo, había poca gente y se podía disfrutar sin agobios de  sus magníficas piezas.

A la 13.30 nos dirigimos en un corto paseo al corte ingles de Serrano. Cuando llegamos ya  había  gente en su interior  y contabilicé unas 17 personas en la cola. En apenas 15 minutos nos preguntaban si queríamos barra o terraza y,  siguiendo las recomendaciones de los usuarios de Verema, escogimos barra, aunque hay que decir que en la terraza se tenían unas muy buenas vistas y no hacía demasiado calor.

La primera impresión del universo” muñoziano”  es de caos,  camareros con camisas de fuerza de acá para allá llevando bebidas,  colocando a comensales en sus sitios, y por otro lado a un grupo numeroso de cocineros preparando platos sin parar, sin orden y concierto, grandes llamaradas en cocina y todo eso aderezado de música dance que para mi sorpresa no estaba tan fuerte como pensaba, en resumen un caos maravilloso.

Nos sientan en barra, y nos ofrecen la carta de cócteles, mi mujer se pide un “brazilian White chocolate”: yuzu and mango chutney (13). La cara de sorpresa cuando le sirvieron la bebida en una bolsa de plástico no tuvo precio. Para mí una cerveza, ni siquiera mire la carta de vinos, cerveza de barril (3,5), como aprietan en Madrid por una caña, madre mía.

Enseguida nos traen la carta, tenía una idea más o menos formada  gracias a los comentarios anteriores, vistazo rápido a las novedades y  pedimos.

-Sam  de panceta ibérica a la brasa, condimento de mejillones escabechados, shitakes encurtidos, salsa sriracha y tártara (21.)

Enorme trozo de panceta en su punto,  con mejillones por encima, te preparas tu “taco” mejicano con panceta, mejillón, canónigos, hierba buena, todo ello dentro de una hoja de lechuga, las setas y salsas se sirven aparte.  Rico estaba, sobre todo la panceta, pero no es lo que más me gusto.

- Dumplings pekinés (18,5): Oreja crujiente, hoisin de fresas, allioli y pepinillo. Impactante plato por su vistosidad y aún más por su sabor. Para repetir, el chico que los prepara me comento que es de lo más consumido de la carta.

- Pollo de corral (18): butter tikka masala estilo xo, yema de corral, mini mazorcas a la mantequilla y naan de queso cheddar.

Pollo tikka masala acompañado de pan hindú con queso,  bueno y además contundente, pero tengo que decir desde la sinceridad que el tikka masala que pedí el verano pasado en el Tandoori Station(si me animo hago revisión) era muy superior.

-Croquetas  “La Pedroche” (19): croquetas de kimchi,  leche de oveja, atún por encima, un poquito de mantequilla que derriten con una brasa encima del atun, salsa XO, polvo de té lapsang souchoung y cebollino .

Muy ricas, casi liquidas por dentro con ese sabor a oveja, me gustó mucho  el aroma de la mantequilla cuando le ponen la brasa encima.

- Lasaña Koreana de wonton, y vaca vieja gallega (madurada 45 días en cámara) con shitakes , tomates escabechados picantes , y bechamel de cardamomo (16,5).

Espectacular de sabor, la bechamel muy rica y la vaca de 10 con un sabor profundo.

`Se puede decir que streetxo, esta versión de comida rápida copia de los puestos de comida callejeros asiáticos, tiene un alto grado de madurez por encima del a priori aparente caos, hay una maquina engrasada para servir con rapidez y orden al cliente, decir que a nosotros no nos metieron prisa para nada. Que a lo mejor ha perdido algo de la anarquía y frescura que comentaban que tenía en sus tiempos de Callao (el influjo pijo de serrano?) pero que sigue sin duda sorprendiendo al cliente.

 

De postre, aunque han añadido un par de postres a la carta (habrá que hacerle competencia a Rocambolesc), nos pasamos por la heladería de los hermanos Roca. Iba con la idea del helado de manzana asada, pero lo han quitado de la carta, al final coco y piña para mí y fruta de la pasión para la señora. Bueno sin más el de coco  y muy acido el de fruta de la pasión.

Desde luego no es un sitio al uso, para empezar no admite reservas, lo que significa SI O SI , hacer cola en torno a una hora de cola...(digamos que no empezamos bien), es curioso que teniendo pared con pared el restaurante low-cost de Punto Mx, la cola de este este literalmete vacio, y en la del Streetxo se agolpen unas 40 personas media hora antes de la apertura. Unos quince minutos antes de abrir, si eres de los afortunados que estan los primeros de la fila, te dejan la carta y te preguntan si quieres algo de bebber (como que tomarme un coctel de pie como que no me preta mucho...aunque observo que más del amitad "pican"...muchos extranjeros). Por fin nos acomodan en la barra, musica alta tipo pub, parece que el servicio fluye bien ensablando como si fuera un Mcdonals (creo y esto solo es impresión mia que cada cocinero se encarga de un plato), carta de vinos corta con precios que invitan a beber cerveza, de hecho creo que soy el único que pide una botella, observo que casi todo es cerveza, coctel y poco vino Le pregunto por un riesling austriaco (no porque entienda sino dado que el día anterior me habian hablado de los vinos austriacos), me dice que no que no es muy dulce, hago la comanda, los platos llegan raudas pero OH CIelos Leoncio, el vino no aparece y tengo la mitad de la comanda en barra, por fin llega , pero este no es el riesling que te pedi, (más que nada por el aguila tipica de las botellas de riesling aleman, trae otra botella en la que pone en grande Alsace, este no es el riesling que te pedi, me deja la carta y se lo señalo, "ah ese no lo tenemos", 25 botellas en la carta (fundamentalmente Champagne caros, riesling, 5 blancos y cinco tintos no muy cormeciales) y lo que te pido no lo tienes...dimelo antes y nos ahorramos todo esto...pos no empezamos bien. sin embargo la comida es espectacular, pese a mis reticencias por las mezclas, (es como cuando eras niño y se te ocurria mezclan mejillones con tu bocata de nocilla...no funcionaba) estas funcionan perfectamente, algun leve toque picante pero maravilloso no me cansaria de comer esto, piensas, un sabor increible...lastima de comer en una barra, codo con codo con desconocidos ausencia de mantel, copas de batalla, ambiente de churreria de feria y que no es especialmente barato. Siempre que juzgo si me gusta un sitio o no me pregunto ¿volveria?, una parte de mi dice claro que si, por supuesto otra ni de coña. Desde luego no lo recomiendo para ir con herodes, ni en una cita romantica...

No sabría describirlo una experiencia fantástica a un muy buen precio. Aunque sigo esperando poder probar la casa madre diverso ( ya me queda Pokito) y algo pondré por aquí. Este desenfadado restaurante no creo que deje desencantado a nadie. Una experiencia muy grata donde comer es algo mas. Muchas gracias por la atencion

Mi segunda visita en esta ubicación, esta vez con mi niña, Uxue, en esta ocasión al ser un jueves no tuvimos problemas de colas, llegamos un poco antes de la una y éramos los primeros, solo esperamos media hora hasta que se abrió el local.

En un principio al ir con la cria , pedí sentarnos en las mesas, pero debajo de los bafles no se oía nada más que la música a tope, así que aunque la música esta alta en todo el local, por lo menos en la barra escuchas al acompañante.

A ver que no es una critica, este local es lo que es, cañero, divertido, original y trasgresor y siempre lo ha sido, el que se hace viejo es el menda.

Emocionado como siempre que voy a un sitio que me encanta, cogimos la carta y claro en esta ocasión contando con los gustos de Uxue, algo más difícil, lo que me quedo claro después de la visita del día anterior a Chuka, procure elegir platos no demasiado picantes, dentro de lo posible.

Empezamos con la lasaña Koreana de wanton, primero cocido y luego frito, vaca vieja, madurada 45 días en cámara con shitakes , tomates escabechados y picantes , salsa kimutxi y bechamel de cabra-cardmomo , brutal sabor , como siempre ,diferente , 16,5€ .

Dumplin pekines, rellenos de pato con verduras, pepinillo y cebolleta, aparte una oreja confitada y crujientes, que nos aconsejan comer a la vez que el dumplin y mezclarlo todo ello con una salsa hoisin de fresa y crispis de fresa, muy rico también, divertido y sabroso, como todos los platos de aquí, aquí pedimos un extra de dumpin, ya que vienen tres, así que cuatro 18€.

Civet blanco de jabalí, noodles fritos al wok y beicon extra ahumado y huevo frito, se mezcla todo y a disfrutar, 19€.

Con la vaca vieja hacen el estofado Express, la trituran y la estofan al wok, la carne esta semicurada y adobada, sobre ello una oblea de arroz que queman y rociado por encima de todo ello una salsa de mantequilla tostada y tamarindo, espectacular, de PM, 19€.

Para acabar, croquetas de kimchi, que ahora llaman “la pedroche”, con leche de oveja, cremosas, con tarantelo de atún por encima, una gota de mantequilla chirel que derriten con una brasa encima del atun, salsa XO, polvo de te negro y un poco de cebollino ,19€ , tenia mejor recuerdo del año anterior , en esta ocasión estaban pelin frias y con demasiada salsa XO , de hecho a Uxue no le gustaron y es una experta en croquetas , el resto le gusto mucho , la verdad me encanto que le gustase , ya sabéis soy Muñoziano y el bautismo fue bien , solo falto ese toque mágico de las croquetas que tenia en la memoria , pero se lo comente a los chicos que me preguntaron que tal y creo que algo harán para que salgan en plenas condiciones .

Como siempre el postre , un rico helado en Rocambolesc .

Para beber agua y caña de Mahou a 3€ la caña y 2,5€ el agua.

Local como siempre a tope, para ser un jueves, me encanta y os lo recomiendo, muchos chefs tienen una versión más accesible, sin embargo ninguno de esos locales enseña la base de la cocina del local gastronomico, como lo hace Dabiz en StreetXO , no es que sea lo mismo ir aquí que a Diverxo , sin embargo si puedes apreciar el estilo de cocina de Dabiz y si sentirás la magia de su locura , sin tener que gastarte tanto dinero , para mi otros chefs en sus segundas opciones o bistrots o como queráis llamarlo , no lo consiguen , ni de cerca , pudiéndose comer muy bien , no lo niego , no identificas del todo al cocinero , aquí el espíritu XO esta y se siente .

Se merece mas nota en el apartado comida, pera esas croquetas en esta ocasión, no lo hacen posible, por muy Muñoziano, que yo sea y por muy ricos que estuviesen los demás platos, que por cierto, como es esto de los gustos de cada uno, la mayoría, creo que menos el civet, son los mismos que los de mi vez anterior con la madre de Uxue, como somos, jejeje.

David Muñoz es, sin duda alguna, el cocinero que más ha conseguido dejarme impactado con su propuesta culinaria. Desde aquella primera y alejada visita al local de pensamiento en el año 2010 se han sucedido otras tres a su restaurante y una al Streetxo cuando éste se situaba en lo alto de El Corte Inglés de Callao. Jamás he salido insatisfecho de allí y, de momento, me declaro seguidor acérrimo de todo lo que sale de su cocina sin importarme demasiado los saraos mediáticos en los que le gusta meterse o en los que, que también haylos, le meten a él sin ser su intención.

La visita a e Streetxo de Callao me gustó sobremanera por el ambiente informal que genera el comer en una barra y con la música a alto volumen, por el trato desenfadado del personal y por una comida diferente a precios realmente competitivos. Es por ello que tenía ganas de volver y lo hice nada más se presentó la ocasión.

Llegamos a Serrano un poco más tarde de lo que teníamos previsto, a las 13.40, y ello propició que, por los pelos, no entrásemos en el primer turno de comidas. Tuvimos que esperar a que acabasen las primeras mesas del servicio para poder entrar. En total más o menos una hora de cola, cosa que se lleva bastante bien viendo pasar arriba y abajo los platos que preparan en el restaurante Cascabel, aledaño al Streetxo (¡qué buena pinta tenía todo!), observando los turistas despistados que se suben hasta lo alto del edificio solo por encontrarse con el afamado cocinero y su restaurante “que sale en la tele” o disfrutando de las buenas vistas de Madrid (alguna ventaja tenía que tener el ser fumador, jolín).
Nos hacen entrar cuando hay espacio y, al ser cuatro, nos aposentan en una mesa. Mucho mejor comer en barra, ciertamente, y poder disfrutar del show de los cocineros preparando sus platos al momento ante el comensal. El local recuerda mucho los Hawker Centres o mercados de comida callejera de Singapur con predominio del color rojo y las típicas fotografías de los platos que se ofrecen. La música suena bastante fuerte y el mobiliario es muy informal y poco cómodo, todo sea dicho. Se consigue dar muchísimos más servicios pero la verdad es que me gustaba más la pequeña barra en Callao.

En la carta hay suficiente donde elegir. Se muestran al menos veinte preparaciones, todas ellas saladas, y se nos aconseja pedir entre cinco y seis para nosotros cuatro. Todo resulta realmente apetecible y decidimos no hacer caso de la recomendación y pedir ocho platos. Llegamos muy bien al final. No nos quedamos con hambre, ni muchísimo menos, y tampoco sentimos pesadez o hartazgo alguno.

Hoy no voy a extenderme en demasía a la hora de describir los platos. Me limito a reproducir el enunciado de los mismos y un juicio breve. Resulta difícil recordar todos los ingredientes y matices que desencadena cada bocado. Se juega precisamente con eso, con la diversidad de sensaciones, texturas y temperaturas. En muchas ocasiones, y también en el mundo de la cocina, se oye aquello de menos es más. Aquí no. En Streetxo más es más y, cuanto mayor y más chocante sea el contraste, mejor resultado se obtiene.

- Dumplings pekinés: Un clásico en Streetxo. Oreja confitada, hoisin de fresas, allioli y pepinillo. Presentación vistosa, a modo de presentación de la marca XO.

- Sandwich club: panecillo al vapor, ricota, sichimi-tgarashi y huevo de codorniz. Otro imperdonable. Gulesco. Para disfrutarlo viendo el futbol, o en una cena improvisada de domingo noche.

- Cocido Hong Kong – Madrid: Caldo de jamón, ajo negro, taro y chiles escabechados. A modo de sopa servida individualmente. Esto sí es fusión. Y de la buena.

- Lasaña coreana de wonton y vaca vieja: Shitake, tomatitos picantes escabechados, bechamel de cabra y cardamomo. DE lo mejor. Hizo las delicias de todos. Sorprendente el retrogusto que deja el cardamomo.

- Caballa frita al revés: Daditos de pescado con pimienta de Sichuan, huevas de trucha, salsa ponzu cítrica, lima lagueño, ajiblanco y papas moradas fritas. Riquísimo.

- Chipirones braseados: Y además, chili-jam, trompetas de los muertos fritas, jugo de mango aliñado y mantequilla aireada. Un espectáculo para la vista y el paladar.

- Bacalao negro: Macerado en umeboshi y asado con salsa espumosa de pollo de corral con aromas vietnamitas. Otro plato muy rico. Ración algo escasa.

- Saltado peruano de presa a la robata: Aliño de mojito y crema de ají amarillo. Mezcolanza de sabores y cocinas con un buen resultado.

Tomamos cuatro cañas de Mahou y cuatro de los cócteles de la carta. Otro bombazo. Malos no están, se lo aseguro, pero aquí un servidor tampoco se atreve a decir que están ricos. Raros. Rarísimos, eso sí. Se juega a la provocación. Se mezclan elementos dulces y salados, líquidos y sólidos. Algunos ciertamente parecen un plato que se bebe. Forman parte de la experiencia XO.

Tampoco sé decirles si es un restaurante al que volvería cada semana. La carta da mucho juego, eso sí, pero pienso que es un tipo de cocina a la que hay que dejar respirar y distanciar un tanto las visitas. Uno tiene que ir cuando tenga ganas de algo diferente. El asiduo corre el riesgo de convertir lo diferente en rutina y, por tanto, deja de ser diferente. No sé si me explico.

Antes de acabar me gustaría hacer una puntualización sobre la nota otorgada al entorno. Tener que hacer una hora de cola, estar sentado en un cajón de frutas y hablar a grito pelado para conseguirte hacerte oír (lo hacen los camareros) no es muy del gusto de todos. A mí ese rollo no me disgusta y, por eso, le doy buena nota, pero me gusta dejar claro que no son circunstancias que agraden a todo el mundo. Queda dicho.

Buen día elegido para acercarnos a divertirnos.Aprovechando este mes que siempre es más tranquilo en la capital,no tuvimos que guardar cola a primera hora de cena.No me gusta esperar para comer y este mes era el mejor momento.

Me gusta esto de estar junto la cocina,ver el dinamismo del equipo tras la barra,dejarme llevar por esos aromas de las brasas y traérmelos a casa,sin ser la música que ponen santo de mi devoción,pienso que no hay mejor sitio donde pueda ir.Sin lugar a dudas la puesta en escena es brutal,no te aburres ni un segundo ya que es un show de lo más divertido.Pudiera parecer caótico con todo ese servicio de aquí para allá,pero miras un poco más y ves que todo el engranaje está bien lubricado.

Comanda.
-Saam de panceta ibérica con mejillones,shitakes encurtidos,sriracha y hierbas.Aqui cada unos se los curra como quiere encima de una hoja de lechuga,lo mejor la panceta.

-Salteado peruano de presa a la robata,ají amarillo,mojito.
Bocado fresco y aromático adictivo.

-Lasaña koreana de wonton,vaca vieja y shitakes.
Buen fondo y una carne muy tierna.

-Caballa frita al revés,pimienta de Sichuan,ponzu,huevas de trucha,ají blanco y Lima lagueño y patata morada.
Conjunto que funciona muy bien con una intensidad que se agradece en el fondo.El aroma de la pimienta anda un poco por arriba.La caballa,que gran y a su vez humilde pescado.

-Pichón Japón en robata marinado con miso rojo de remolacha y yuzu.
Para mí fue el mejor plato de todos por matices,el miso rojo estaba espectacular y el pichón era mantequilla.

-Civet blanco de jabalí con noodles fritos al wok,bacon ahumado,huevo frito con puntilla.
Carne melosa y conjunto bien especiada con un final picante.

Ya sabemos que viendo la puesta en escena que no deja indiferente,aquí uno se divierte y lo mejor es que la magia está en cada plato dejando en un tercer plano la atronadora música que en otras circunstancias no la hubiera aguantado.Platos con punch pero a su vez con un bien trabajado equilibrio.

Por cierto,todo lo acompañe con un versátil fino tradición.

Y no es el titulo de la película de los espartanos, son las 300 valoraciones que he colgado, la verdad me alegro de que sea este local y la cocina de David Muñoz y su equipo el que hagan este espartano numero de comentarios.

En un principio tenia decidido una vez llegado a este numero de experiencias comentadas, no volver a comentar ninguna más, por algún agravio comparativo , que he percibido , respecto al foro de restaurantes y el resto de apartados de esta pagina , tipo , concurso de fotos , solo para vinos , felicitaciones navideñas , solo en el foro vinos , etc.

Pero he decidió, dado que uno no tiene edad para enfuruñarse, que mientras, me sirva a mi, como recopilatorio de mis salidas gastronomicas, y ya, que siendo justo, también, hay veces que se premia la participación en el foro, y además de vez en cuando me hacen participe de las catas virtuales, que me pesa mas lo bueno, que lo menos bueno, así que por el interés te quiero Andres , vamos a ello .

Mi segunda vez y la primera en esta ubicación, lo intente el año pasado, pero por tiempo, al final optamos por Cascabel, experiencia que nos gusto, de hecho creo que mucha gente acabara disfrutando de la comida mexicana, gracias a desistir en la espera para entrar en Streetxo, creo que ambas experiencias son recomendables y por supuesto en ambas visitas, acabe con el helado de manzana asada de Rocambolesc, rematando, también en ambas veladas, a lo grande.

Decir que el lunes era fiesta en la comunidad andaluza, y no se si por eso, o por ser sábado a la noche, al llegar solo media hora antes de la apertura, estuvimos en la cola mas de dos horas, yo solo pensaba, ni de coña, me vuelven a pillar en una de estas y de hecho, quería que mi mujer, un poco escéptica con mi religión, Muñozciana, fuera pasándose al lado oscuro, así que esperamos, tanto a ella como a mi , nos mereció la pena .

Por supuesto que cuando vuelva, lo haré a la hora de la comida y al menos una hora antes de la apertura, por lo que se, no suele ser normal tanta espera.

Pasamos con muchas ganas, no me extraña por la espera, pero, para mi eso es un handicap, para David y todo su equipo, ya que cuentan con una ansiedad contenida, pero que como os comento, para mi, salen airosos de este problema añadido.

Ruido, música a tope, bullicio, eso es lo primero que vas a percibir nada mas entrar, pero una vez que te sientas y empieza el desfile de creaciones rápidas , street food , sabes que no hay otro escenario que mejor le vaya a toda la experiencia , el ambiente es el complemento ideal al estilo de cocina que hacen aquí.

Coincidimos en la zona en la que estaba Manu, el segundo de David, aunque yo le veo mas como el amigo que hace que todo vaya bien, es lo malo de la tele, que te hace juzgar, algo que lo que no tienes ni idea.

Nos recomendó algo que todavía no estaba en la carta y que me dejo marcado , yo que soy un loco de las croquetas , las pondría de las mejores que he probado en mi vida , Croquetas de kimchi, tarántelo de atún rojo , mantequilla tostada, salsa XO y carbón al momento , sobre una deliciosa croqueta , te ponen una loncha de atún , un poco de mantequilla Echire , que tuestan con carbón incandescente y de un bocado , ves la magia o mas bien la sientes , espectacular .

A continuación patata de feria Xo, patata asada al carbón con mantequilla ahumada, alitas de pollo con mojo canario y queso mimolette fundido, a excepción del papel albal, no dejas ni las sobras.

Seguimos con un salteado peruano, “Machu-Pichu”, presa a la robata y aliño de mojito, crema de ají amarillo, se presenta en el mortero típico de la zona hecho con piedra volcánica , la presa se pasa por la robata , la parilla japonesa , con fuego fuerte , base de mojito de lima , sin alcohol , tomate escabechado , crema de aji amarillo , la patata es típica del Perú , huancayna .

Salmonete de roca, frito al revés, con pimienta Sichuan, huevas de salmón, ponzu cítrica , ajiblanco , lima lagueño y papas moradas fritas , la base del ají blanco es el ají de ese color y la cúrcuma , al pasar el aceite caliente por encima del salmonete se consigue una textura y una cocción justa que ofrece todo el sabor del pescado .

Estofado Express en wok seda….arroz sedoso, vaca roja gallega semicurada y adobada, tamarindo, emulsion de mantequilla tostada, solo con el enunciado, uno no puede menos de salivar, como en el resto de los platos, el sabor por encima de todo, pero además las presentaciones tienen también mucho “SABOR”, judías de Kenia, salsa tamarindo de albahaca tailandesa, mantequilla noisette, tostada, cubierto de unas obleas de arroz que queman con un soplete, dándoles un matiz ahumado , como en varios platos recomiendan mezclar todo de arriba abajo a la hora de meter la cuchara .

Decir que lo normal es que te aconsejen, como así hicieron, que por pareja con cuatro platos es suficiente, pero claro después de la espera, la ansiedad es la ansiedad.

Lasaña koreana de wonton y vaca vieja gallega con shitakes, tomates escabechados picantes y bechamel de cabra-cardamomo, dejan la carne 45 días en cámara, madurando y cogiendo sabor , acompañan la carne de una salsa de tomate kimuchi , típica de Korea , pasta china wonton , en vez de la típica italiana y la bechamel de cardamomo.

Dumpling pekines, oreja confitada y salsa hoisin de fresas, ali-oli y pepinillo, la típica empanadilla china, rellena de pato y verduras, acompañada con pepinillo agridulce, un poco de alioli de lima, cebolleta holandesa, togarashi, chili japonés seco, y todo adornado y rodeado de salsa hoisin de fresa, que chupamos con los dedos, se come con las manos tanto la empanadilla china, como la rica oreja de cerdo.

Para acabar y que conste que los últimos platos, los íbamos pidiendo por la vista, vamos, tal cual, ponme uno de esos, que se dice.

Pues eso, costilla de raya y hojas de banana +sambal indonesio de pasta de crustáceos, spicy -salmorejo –cremoso –picante y pan de gambas, la salsa indonesia con la que se adoba la raya , se basa en pasta de gamba fermentada , se cocina en dos hojas de plátano , que ayudan a la cocción , se pueden separar los cartílagos de la raya o comértelos , yo lo intente , pero al final separe la carne del cartílago , te lleva su ratin , lo acompañas de pan de gambas chino y de un salmorejo cordobés , hay se nota la mano de Manu , al que se le añaden chiles encurtidos , vamos metiendo la carne de la raya en el pan gambas y untamos un poco de salmorejo .

Si os habéis dado cuenta os he descrito lo mejor posible cada plato, pero tampoco he perdido mucho tiempo en hablaros, uno por uno de nuestras sensaciones y es que se resumen en un disfrute de la ostia, sabor, texturas, lienzos, buena musicota, gente joven cocinando, vamos puro hardcode.

Pocos chefs tienen un segundo local mas asequible, donde puedas ver la esencia tal y como es, quiero decir la esencia de la cocina de David, se define también en este restaurante , que la cocina del Diverxo es distinta , desde luego , pero la importancia que se da al sabor , a las texturas y al producto , para mi , es la misma .

Para beber, tres buenas cañas de cerveza, me apetecía, iba con la música y con la comida, el ritmo es tan frenético que preferí trago largo , nos ofrecieron los combinados que tienen , pero será en otra ocasión .

Ganas de visitarlo tras el cambio de local. Media hora de cola (desde las 8) para poder entrar en el primer bloque lo que te permite estar más a gusto.
Hay opción para terraza, opción de mesas altas frente a la cocina y alguna mesa lateral para los rezagados (nada aconsejable). Si te gusta la cocina o la observación, merece la pena perderse el paisaje de la terraza que en cualquier caso puedes salir a hacerte una foto. Decididos a las mesas altas alrededor de la barra que limita la cocina: un espectáculo.
Mucha gente en el servicio; dejando aparte los que están dentro, imagino que pelando y troceando, en el espacio de cocina hay 12, otros 3 en la barra de coctelería y otros 3 al menos como satélites alrededor de todo para limpiar, recolocar, ayudar y sobre todo preguntar: ¿todo bien?.

Imposible no comparar con su anterior ubicación y hay varios cambios: es más grande, mucho más grande, y aún se queda corto para la demanda; en la espera te ofrecen opción de bebida que se agradece (ojo al precio de los cocteles) aunque sea de pié; hay más gente trabajando y a un ritmo frenético marcado por la intensidad de volumen de la música (recomendable estar algo apartado de los altavoces); mantiene la amabilidad, frescura, y sobre todo sensación de compromiso con su empresa; además sus acentos extranjeros o andaluces encorsetados en las camisas de fuerza que sirven de delantales, hacen de contrapunto a cualquier planteamiento clásico. Buen tío, el conocido por Córdoba.

El anterior maestro del wock, de inconfundible peinado, ha pasado ahora a ser el guía distribuidor del funcionamiento global del local (director de la orquesta). El estar en todo de Manolo, mano derecha de Daviz, y su control desde la discrección y eficacia, hacen que el barco vaya hacia delante. ¡¡ Y a todo trapo!!.

Me llamó la atención la edad de los comensales, muy jóvenes. También la abundancia de extranjeros, esos que comen pronto y hablan raro. No hay duda: está en la cresta (con perdón) de la ola y no les quedan ni tarjetas de visita, pero ¡ojo!, en septiebre abre Londres y la cosa se diversifica.

Dos para cenar tras una Alhambra en la cola y colocados bajo el altavoz y al inicio de la curva de la barra.
Carta de comidas con 16 opciones de platos (entre 11 y 17€) que serían equivalentes a platos individuales pero que lo más acertado es pedir y compartir, pues para ello están pensados; la recomendación era de pedir 3 ó 4. Pedimos cuatro y acabamos pidiendo seis.
No hay opción de dulce que si la había en el anterior y creo que ésto es un defecto.

La carta de bebidas te permite suficientes opciones aunque no hay muchas alegrías. ¿Precios? nosotros Valenciso blanco FB a 17€, bien servido algo alto de temperatura inicial que mejoró en enfriador con hielo. Dado que se pone encima de la barra no muy sobrada de espacio y que se hace en autoservicio habría que mejorarlo con algun enfriador más pequeño y no necesario con agua y hielo que acaba goteando por la barra (no hay mantel que la recoja).

Para cenar y por supuesto, en platos compartidos:
. lasaña korena de wonton y vaca vieja gallega con shitakes, tomates escabechados picantes y una bechamel de queso de cabra y cardamomo: una carne supermelosa, con un buen punto de acidez del tomate escabechado y cardamomo sin restricciones.
. sandwich club al vapor, ricota, huevo frito de codorniz, sichimi-togarashi: quizás poco visual y no cómodo de comer con los dedos porque caen por el lado contrario a donde muerdes, pero está perfectamente armonizado, con una salsa que siendo potente, complementa muy bien.
. salteado peruano de presa a la robata y aliño de mojito, crema de ají amarillo: de nuevo ese punto cítrico y especiado que ahora se complementa con el ahumado y el ají.
. civet blanco de liebre, noodles fritos al wok y bacon extraahumado, huevo frito con puntilla: bien conjuntado, amplia ración; el wok en esta casa, sigue siendo una apuesta segura.

Se nos acabó el vino, que cumplió bien, pero la carta nos tentaba y añadimos dos platos, por curiosidad que no por hambre, y un coctail:
. dumplin pekinés con oreja confitada y hoisin de fresas, ali-oli y pepinillo: servido en forma de lienzo (a lo DiverXO) como minisandwichs.
. costilla de raya y hojas de banana con sambal indonesio de pasta de crustáceos; spicy y salmorejo con cremoso picante y pan de gambas: con una salsa tipo romescu y su propio aliño con un punto de picante que menos mal que fue el último porque las papilas aun se resistian a asomarse dos horas después; pan de gamba para acompañar; la raya bien cocida, con sus costillas que se separan bien con el pan de gamba. Resulta el plato más saciante por su cantidad y punto de picante. El que menos me gustó y es la única opción de pescado frente a bastantes y diferentes carnes.
. el coctail: probamos dos (uno cada uno): el diverXO líquido y el llamado perfumado / floral, ambos buenos y que incluso maridaron los platos de forma rompedora como corresponde al local.
El primero con gin lima, tónica tres cítricos y yuszu. El floral igual de gin, lima pero con tónica de pimienta rosa, con mango deshidratado y mango picante.

Un disfrute de la cena y de ver funcionar esa cocina que parece caótica, pero donde cada uno sabe su misión y la cumple aisándose del resto, pero el conjunto de la orquesta saca adelante la partitura de forma sobresaliente.

Un recuerdo de foto con Manuel, apurar el coctail, y a esperar la reserva de DiverXO.
Una vez más, y van diecisiete: ¿todo bien? Pues sí, ¡todo muy bien!

Era el día de Nochebuena y después de haber hecho unas compras en el mercadillo de artesanía de la plaza de España decidimos ir a comer a este emblemático sitio de David Muñoz.
Llegamos a las 13 30 y aunque había gente comiendo no había nadie haciendo cola. Enseguida llega una persona que te pregunta si desea sentarte en la barra o en la terraza y que para nosotros fue bastante evidente, en diciembre el Madrid siempre se está mejor en el interior.

La decisión fue la correcta no solamente por la climatología sino por poder ver en directo el espectáculo que hay en la barra.

La barra es muy alargada de un intenso color rojo con forma de U y en el centro tiene toda la parafernalia de cocina para preparar los platos de la carta. En el interior de esta se mueven acelerados un buen número de personas que parecen de alguna forma caóticas pero luego te das cuenta de que todo está perfectamente organizado; conté 12 personas con la chaqueta blanca que hacían de cocineros camareros y otras dos al menos que estaban en el interior y que imagino hacían trabajos de preparación de ingredientes, salsas, etc.

Aparte de los platos lo demás todo es sencillo, calculadamente sencillo, taburetes, cubiertos, la carta tanto de vinos como de platos, así como la vajilla que en algunos casos es una simple hoja de papel sobre la que preparan la comida.

Al sentarte, lo primero que te ofrecen es un cóctel que dicen que te va servir como bebida durante la comida. Te preguntan un poco tus gustos y en función de eso te ofrecen alguno de los cócteles que tienen. Debo decir que como casi todo son sorprendentes y que realmente acompañan bien esos platos de sabores exóticos.

Una vez esta persona ha tomado nota del pedido se acerca otro y te explica que la filosofía del local es todo compartir que lo normal sería pedirnos cuatro platos para los tres. Yo creo que cuatro platos para tres personas es un poco escaso pero dado que era nochebuena y la cena que nos esperaba sería copiosa, fue la decisión correcta.

Los platos son de nombre muy largo buscando combinaciones de sabores orientales y españoamericanos dando resultados muy sorprendentes. Hay que decir que igualmente las presentaciones son muy cuidadas.

Pongo por orden los platos que más nos gustaron y que además en este caso esta lista fue elegida de forma unánime por los tres comensales que participamos.

Platos :

─ Costillas de raya.
─ Lasaña de wantón y vaca vieja.
─ Jarrete de cordero.
─ Sepietas con huevo.

Bebidas :

─ Pedimos cuatro cócteles y cada uno cuesta entre 10 y 11€.
─ Una copa de vino blanco que costó creo recordar 3€€.
Precio (aproximado pues no encuentro el ticket):

─ La nota de esta comida fue de 36€ por persona todo incluido.
─ La nota de esta comida fue de 21€ por persona sin incluir las bebidas (vino, agua, cafés, cervezas, refrescos, copas…).

Puedes encontrar más información sobre este y otros muchos sitios en loscomensales.es

Tambien en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=RfC55Dj66IE

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