Restaurante StreetXO en Madrid
Restaurante StreetXO
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
19,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
39 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
8.6
Precio medio entorno ENTORNO
6.6
RCP CALIDAD-PRECIO
7.9
curry
sopa
Estofado express en wok
Laksa Singapore con carabineros a la llama de Robata
Lasaña koreana de woton y vaca vieja gallega
kentucky fried codorniz
el pez
el trago
Pad Thai
Dumping Pekinés
Bocata de calamares
Albóndigas de vaca vieja
Bocata de calamares
Sandwich club al vapor
Pulpo
Chilli Crab
Opiniones de StreetXO
OPINIONES
63

Un mes después de nuestra última visita volvemos a visitar el garito que David Muñoz ha montado en el Gourmet Experience de ECI, a probar los platos que nos habían quedado en el candelero. En esta ocasión cambiamos el horario de visita al local a la noche, aprovechando así también para disfrutar de las espectaculares vistas de la Gran Vía madrileña y sus luces de noche.

Aqui os dejamos fotos nuevas y nuestra impresión una vez más esperando que os sirva de utilidad. Saludos!

http://la-cocina-creativa.blogspot.com.es/2013/02/volvemos-streetxo-fusion-de-sabores-de.html

Tenía ganas de volver y probar otros platos.

El saam me ha parecido espectacular. Es de esos platos que sonríes cuando lo pruebas. Esa sensación de comerte una hamburguesa volviendo de marcha borracho perdido a las 8:00 de la mañana con 17 años. Esa mismaa sensación pero sereno, con 20 años más y un miercoles al medio dia !

No he tenido tanta suerte con el espeto porque estaba demasiado salado para mi gusto, pero aún y así estaba muy bueno. Le daré otra oportunidad porque seguro que ha sido un fallo puntual

Tenía pendiente la crítica de este chiscón; aprovechando que ayer Domingo me pasé por allí de nuevo, paso a colgar esta más reciente incursión...

El ambiente, definitivamente bullanguero. Fuimos a la hora de la comida y andaba por ahí a los mandos del wok David Muñoz con el musicote al límite; de hecho se produjo una situación incómoda en la que uno de los jefes de planta de ECI se metió en la barra para indicarle al chef que el volumen molestaba a algunos de los clientes del espacio. Al pobre tipo le despachó de la barra con muchos aspavientos y bastante mala hostia. Benditas convicciones. De hecho largó al responsable y acto seguido subió aun más la música; con un par...

Nos acomodamos sin problema en la barra y somos amablemente atendidos casi inmediatamente; agilidad y buenrrollismo en una barra en la trabajan 6 personas sin parar. Bien.

Nuestra comanda fueron tres platillos, una birra (Estrella Galicia de edición especial, creo recordar) y un botellín de agua; paso a comentar la jugada:

- Cocido “Hong Kong-Madrid” con tamarindo al carbón, taro y chiles escabechados (9,5€): 3 empanadillitas orientales cocinadas al vapor y rellenas de una suave farsa de gallina, aderezadas con hierbabuena fresca y unos insípidos taquitos de tamarindo. El conjunto se remoja con un potente caldo de cocido y se espolvorea con huevo picado. Añaden tres puntos de salsa picante y todo ello se acompaña de minuciosas explicaciones aportadas por el cocinero-camarero de turno. Bien pero no tan bien, no sé si me entienden: la potencia del caldo está bien equilibrada por el frescor de la hierbabuena y la anodinia del tamarindo aunque el Dim-Sum en sí no dice demasiado (farsa insípida, pasta más que corrientita...). Mi valoración andaría por el 5,5.

- “Saam” de panceta ibérica a la brasa, condimento de mejillones escabechados y shitakes encurtidos con salsa siracha y tártara (14€): 3 rollitos de lechuga, cilantro y menta que te rellenas con panceta ibérica cocinada durante muuucho tiempo a baja temperatura, un mejillón y shitakes en vinagre. El aderezo es una salsa tártara-xo y condimento picante, el resultado es armonioso y fácil en boca, un bocado que se desliza con facilidad por el paladar pero que no conmueve. No hay ruptura, no hay pasión. Algo mejor que el anterior pero sin llegar al notable. Un 6,5.

- Sandwich club: un mollete de plan blanco, abriochado, que se rellena de carnes especiadas y se complementa con hojas frescas (cilantro y menta de nuevo en la composición) y un huevo de codorniz espolvoreado de polvo de chile. Destaca de largo el mollete (pan similar al que envuelve el Bum de trompetas de la muerte en Diverxo) y el huevo (de buen tamaño y frito con academicismo cañí, con sus buenas puntillitas y una yema fundente a más no poder). Un 7.

El precio, con cerveza y agua, 37 euros.

Lo mejor: el servicio, desenfadado pero atento, didáctico y preocupado por el cliente como pocos.

Lo peor: cierta sensación de insuficiencia; mi acompañante en esta velada, poco dada a los sabores exóticos, quedó satisfecha pero no conmovida (para bien o para mal) y eso, en una propuesta de este tipo, resulta decepcionante en cierto modo... considero que merece la pena ahorrar (mucho) y conocer la cocina de David en toda su extensión en la casa madre, en el fabuloso Diverxo.

La irrupción de este local dentro del mundillo de la gastronomía madrileña ha sido auténticamente arrolladora, en poco más de mes y medio que lleva abierto han sido múltiples los profesionales de la crítica, los blogs gastronómicos y los foros de opinión en los que ha sido referenciado y loado por todo el mundo, prácticamente sin ningún tipo de desacuerdo en cuanto a su original propuesta y la calidad de su cocina, incluso aquí en Verema y con 10 comentarios en tan poco espacio de tiempo puede considerarse casi como un record “oficioso” en cuanto al número. Había por tanto curiosidad por acercarnos y pasadas las siempre masificadas navidades en la zona decidimos hacerlo el sábado pasado, aun sabiendo que estamos en plena temporada de rebajas y la zona continúa hasta los topes.

Lo primero que llama la atención es el espacio que ECI ha montado en la 9ª planta de Callao. Se trata de un ECG a lo bestia, con multitud de productos a la venta destacando en especial los vinos, los destilados, los quesos, los embutidos y las conservas, con la posibilidad de adquirirlos para poder ser degustados allí mismo en las mesas habilitadas para ello. Además hay una serie de bares y tabernas franquiciadas sin excesivo interés, quedando a la mitad del espacio la barra de StreetXO. Porque no nos engañemos, se trata de una simple barra, colorista y con movimiento, con la música a toda pastilla y más de media docena de cocineros trabajando a destajo en las preparaciones. Llegamos a las 14 horas y ya estaba casi llena, pero pillamos una buena esquina y de ahí ya no nos movimos, a nosotros nos gusta el “barreo” y por eso no tenemos problemas. La música a toda pastilla tampoco lo es cuando es buena y el ambiente lo pide, y éste era el caso, buena música electrónica combinando estilos, desde el dance más comercial hasta house, techno y electro bastante serios, vamos, que nosotros que somos carne de discoteca ya estábamos bailando…bien, echamos un vistazo a la carta que no es otra cosa que un folio fotocopiado y a instancias del encargado pedimos 5 de las 8 raciones que hay y en tandas de dos, para de esa forma no acumular más de dos raciones a la vez. El ritmo en la cocina es frenético y los platos van saliendo con celeridad, además quien te lo prepara te lo emplata delante de ti y le lo explica a conciencia, con todo lujo de detalles. Lo que pedimos y su orden fue lo siguiente:

Cocido “Hong Kong-Madrid” con tamarindo al carbón, taro y chiles escabechados (9,5€): comenzamos con un “dim-sum”, en este caso con uno de cocido madrileño con su gallina, tamarindo y hierbabuena, con huevo de pato cocido rallado por encima. Lo mejor, el impresionante caldo, reducido, aromático, lleno de sabor, nos recordó incluso al de la excepcional ropa vieja de Pepe Rodríguez…y con eso está todo dicho. Gran comienzo.

Gambas al vapor en “ajillo de pollo”, mayonesa de ajo negro y arroz salvaje de pollo (9,5€): otro “dim-sum”, tres gambas al vapor con el marcado contraste de la mayonesa en espuma y un curioso polvo de carabinero que marcaba su sabor, quizá menos sorprendente que el anterior pero igualmente muy atractivo.

“Saam” de panceta ibérica a la brasa, condimento de mejillones escabechados y shitakes encurtidos con salsa siracha y tártara (14€): panceta cocida lentamente durante un montón de horas (como 80 nos dijeron) y terminada a fuego vivo en el wok, varias salsas, hierbas y las shitakes, todo para envolver en un fino rollo de lechuga. Mira que odiamos la lechuga, pero nos comimos los rollos y nos quedamos con ganas de más. Con eso está todo dicho. ¡Una delicia!

Espeto de pollo pekinés y bonito ahumado, tobiko, yogur pasión y 5 especias chinas (12€): sin duda el plato más arriesgado en sabores, preparado sin plato, sobre el mantel de papel plastificado. Preparado al carbón, con trozos de pepino, huevas de pez volador y cebolla morada encurtida, además del atún seco y la salsa de yogur con las 5 especias. Brutal cóctel de sabores donde encontramos casi todo y en perfecta armonía, una auténtica pasada.

“Chili Crab“ con pimentón y chipotles, palo cortado y mantou (12€): el plato fuerte y quizá la estrella del local es este cangrejo (¿nécora?) preparado en el wok con una salsa de palo cortado que le da un toque muy especial. Te ponen varias especias para acompañarlo y un par de insulsos panes chinos (donde esté un buen pan de pueblo…). Fantástico y mira que nosotros y el picante no nos llevamos bien, pero picaba solo lo justo. Lo cierto es que estos cangrejos son siempre un coñazo, demasiado trabajo para la poca carne que tienen, pero nos tiramos 20 minutos chupando patas, jeje. Buenísimo.

No hubo postre (a ver si incluyen alguno próximamente), pero luego nos tomamos un heladito al lado y un GT en la terraza y tan a gusto. Sinceramente, no esperábamos comer tan bien a pesar de las críticas tan favorables, y es que nunca nos ha apasionado este tipo de cocina, pero vaya, lo del otro día fue fantástico y de verdad nos encantó todo y en especial este ambiente canalla y desenfadado que sin duda es el santo y seña del local. Había gente que se llevaba los platos a las mesas del espacio y está bien, pero ya te sales mucho del ambiente y te pierdes bastante de su esencia. Y una cosa muy importante, cuando voy a este tipo de sitios la comida me suele repetir durante dos días, en este caso no ocurrió, algo que dice mucho.

Para beber queríamos vino y si bien no hay carta, sí que tienen expuestas las botellas que hay, tanto para pedirlas enteras como por copas y lo cierto es que había 7 en total y muy bien escogidas, tres blancos, tres tintos y un generoso. También existe la posibilidad de adquirir una botella en el espacio a precio de tienda (ECG) y te ponen tu cubitera y buenas copas, pero en esta ocasión decidimos ir por copas. Tomamos tres del austríaco Emmerich Knoll Grünner Veltliner Federspiel 2011, fresco y definido, ideal para estos platos, dos copas de Trimbach Pinot Gris Reserve 2010, exótico y especiado, igualmente muy apropiado y con el chilli crab una copa de Palo Cortado Tradición VORS 30 años, un maridaje realmente soberbio, pues pocos vinos habrá en el mundo que aguanten y realcen el sabor de este plato como esta maravilla jerezana. Las copas son de tipo tulipa y ponen una cantidad muy generosa, algo caras las de los blancos (a 4€ cada una), pero a muy buen precio la de Tradición (a 7 €). No estaría mal que tuvieran más vinos, pero siempre puede recurrirse al ECG, Champagne, Jerez y blancos centroeuropeos son ideales para estos platos.

Pues toda una sorpresa este local, es un bar, una simple barra, no nos engañemos, pero una barra llena de vida, de fuerza, de vitalidad, donde sale una cocina original y sabrosa, que no dejará indiferente, quizá se sale un poco de la filosofía enlatada o de centro comercial de este espacio pero lo cierto es que es como un oasis dentro de él donde las cosas van a otro ritmo, como dice el compañero Isaac, es bullanguera y neo-castiza, auténtica a más no poder. Volveremos sin duda, pero mejor de noche y antes de salir por ahí. Ya sales totalmente entonado y con ganas de fiesta. ¡Viva la fiesta!

En el recién remodelado Gourmet Experience (9ª Planta de El Corte Inglés) de la madrileña plaza de Callao se han abierto varios locales de comida informal junto a las diferentes tiendas de exquisiteces de todo tipo (chocolates, ginebras, pastas gourmet, trufas, etc.) como hamburguesería, cafetería, etc., junto a unas INIGUALABLES VISTAS de la Gran Vía y del centro de Madrid. Uno de los cocineros españoles que más en forma está ahora mismo, reconocido en su restaurante DiverXO con 2* Michelin por su único estilo de cocina de fusión asiático-europea y de mezclas de sabores imposibles que dejan a muchos boquiabiertos, DAVID MUÑOZ, ha pasado de la moda de los gastrobares de diseño típicos que florecen por todo nuestro país y ha reinventado su propio local informal dandole una vuelta a los puestos de comida callejera de los que abundan en las calles de Asia, en el que no hay banquetas para sentarse, donde para algunas elaboraciones ni siquiera se usa plato (como el espeto de pato), se usan cubiertos de plástico o palillos de madera, la música electrónica suena a todo volumen, y NO HAY CAMAREROS, únicamente 6 cocineros uniformados con ese estilo PUNK que caracteriza al equipo de David, y que trabajan en equipo a todo ritmo alrededor de una isleta de cocina. Aquí el equipo de StreetXO cuenta aquí con un equipamiento de ALTA COCINA, como un súper horno Josper, un Roner para cocciones a baja temperatura, planchas, Thermomix….Imposible dar más en menos espacio.

Con este estilo informal en pleno "Gourmet Experience", David rompe con todos los moldes establecidos como siempre, y ofrece en otro concepto una pequeña carta donde probar algunas de las ideas de su mundo de fusión de cocina asiática y europea con su moderno estilo "cyberpunk". La silueta de la cara de David Muñoz con UNA CRESTA DE GUINDILLAS en la entrada de StreetXO es una muestra de lo que hablamos, así como los uniformes negros con el logo "NO LIMITS" atrás. Aclarar que StreetXO NO ES un sitio de comida callejera "barato" al uso, donde vayais a encontrar comida por 2-3€. Son platos elaborados (como dijimos, tienen un equipamiento propio de restaurantes de nivel, no de hot dogs callejeros), de platos de cocina de fusión, inspirados en esos sabores, en ese concepto, pero platazos de autor, de un genio como David dentro de un espacio gastronómico gourmet, no en los bajos de una plaza o por la calle.

Tailandia, China, Laos, Vietnam, Singapur, Sudamérica y España...una cocina de fusión asiático-atina única. Platos llenos de matices, sabores conocidos pero especiados, cítricos, picantes.. Un sitio especial donde echar una cerveza o un vino mientras disfrutamos de un espectáculo inolvidable. Os dejo en el blog fotos, explicación e ingredientes de lo que allí nosotros pudimos degustar. Espero que os sea útil!

http://la-cocina-creativa.blogspot.com.es/2013/01/streetxo-cocina-fusion-de-estilo.html

El nuevo Gourmet Experience de la novena planta de El Corte Inglés de Callao resulta realmente atractivo: bien montado, con buenas vistas, productos de calidad y buenos establecimientos donde comer de manera informal.

Nosotros íbamos buscando StreetXO, donde ya habíamos visto oficiar a David Muñoz un domingo por la noche en el que por la hora ya tardía no pudimos quedarnos a probar nada. En esta oportunidad, un viernes a medio día, no estaba el jefe, pero sí su equipo que demostró estar sobradamente preparado.

Dicen que streetXO semeja un puesto callejero de comida oriental. No hay taburetes y la barra delimita tres de los cuatro lados de un cuadrado dentro del cual los cocineros ejecutan al momento las comandas que salen de una breve carta. En esa cocina no faltan una Josper y un wok alrededor del cual ascienden grandes llamas cuando se elabora el chili crab. Ver las evoluciones dentro de ese cuadrado ya supone una experiencia agradable, que se intensifica y se completa al probar los resultados.

Nosotros probamos algunos, cuatro en total, acompañados de una cerveza Alhambra.

Cocido Hong Kong-Madrid: dumpling de gallina, tamarindo al carbón, chiles escabechados, hierbabuena para refrescar y un sabroso caldo.

Saam de panceta ibérica a la brasa con mejillones, shitakes encurtidos y dos salsas: shirasa y tártara. Siguiendo las instrucciones de los cocineros, se colocan los diferentes elementos en las hojas de lechuga que acompañan el plato y se hace una especie de montadito realmente bueno.

Sandwich club: mollete de pan chino al vapor relleno de carne de cerdo, mayonesa de ajo y chile y huevo de codorniz. Para comerse media docena.

Chili crab: pimentón, chipotles y palo cortado. El plato típico de Singapur, en este caso con palo cortado. Terminado delante del cliente con cilantro, chalota frita y deshidratada y lima exprimida. Se acompaña de dos panecillos chinos (mantou) que se quedan cortos a la hora de mojar y mojar en la salsa.

Streetxo no es una sucursal informal de DiverXO, pero sí es un lugar donde disfrutar (porque se disfruta mucho) del genio de David Muñoz.

http://www.lossitiosdesambuquita.com/2013/01/streetxo-el-puesto-callejero-de-david.html

Que gran oportunidad ser emplatados por el mismísimo David Muñoz en su local del gourmet de El Corte Ingles en Callao, toda la experiencia del DiverXO en un golpe de vista: cocina, preparación, comunicación entre todo el equipo, muy buen rollo, música a tope y sorprendente atención al público (incluido David que no paraba), y todo, como digo, en un solo fogonazo.

La “carta” (no un flyer, “no se la lleven”, nos recomiendan) no es muy amplia, ira cambiando cada tiempo supongo, pero las sensaciones fueron fantásticas:

Este domingo tenían como extra el “buey asado lentamente”, creo que lo probamos en el DiverXO y estaba sinceramente espectacular, los tomates cherrys braseados por el propio David no tenían nombre. Realmente muy bueno y recomendable.

También cayo el “tuetano y cocotxa a la brasa”, para dos fue harto difícil de compartir, es un plato para un solo comensal, no supimos entender la advertencia, no obstante, como siempre sorprendente, la cocotxa tampoco tenía nombre.

De postre, nos recomendaron las “gambas al vapor” o el “cocido”, optamos por el primero, unas gambas en Dim-Sum con varios condimentos que ahora no recuerdo, que estaban realmente muy buenas.

Nos quedamos con ganas de probar varios de los platos que estaban preparando, pero tendrá que ser en las próximas semanas.

La paradoja, la cara de asombro y perplejidad de los viandantes mas “sibaritas” de la ciudad, que acuden a este fantástico rincón y excelente idea de ECI (menudas vistas del Madrid de los Austrias y de la Gran Vía –increíble el edificio Capitol-), a tomar hamburguesas, pizzas y otras viandas (no digo que de mala calidad, en teoría la “superior”), pero que no son conscientes del “milagro” que a ritmo de música DANCE se produce entre los fogones del pequeño StreetXO…, allá ellos.

... porque el sitio donde esta lo merece. Antes de irnos a la barra del Streetxo mi amigo y yo decidimos picar algo. Nos acercamos a la zona de queseria y una racion de Dehesa de los Llanos para el gaznate con unas cervezas... 22€. La racion hay que decir que tenia casi 500 gr.

Revoloteamos, curioseamos y alla que vamos. Estuvimos esperando a Miguel, cocktelero del Chicote donde el viernes noche habiamos estado tomando unos preparados.

Comimos todos los platos y repetimos de uno, el bollo con huevo de codorniz. Sin palabras. Lo merece y mas.

Ubicado con buenas vistas, la cocina a la vista, todo preparado sobre la marcha y a que nivel... que sabor que cosa.. Maravillado me quede, como la noche anterior en Diverxo. Reconozco que la comida de Streetxo es mas contundente, mas pesada pero igual de buena y sabrosa.

El cocido Hong-Kong es sublime, el chili Krab apoteosico, que decir del saam de panceta, las gambas de otra galaxia... Yo que se, no ir a comer aqui por el precio que se pagan (pago mi amigo 79€ por todo ello, repetimos uno de los platos y nos bebimos 6 cervezas) es de no merecer vivir! Es un sacrilegio!!

A veces me reconforta vivir en Noja y saber que para darme estos homenajes me tengo que molestar en viajar, pues si viviese tan cerca de este tipo de sitios mi cuenta corriente tendria saldo negativo y no podria vivir en una ciudad como Madrid (esta vez, incluso me agradó).

Para finalizar la comida fuimos a uno de los bares que por alli hay para tomar un combinado. Zubrowka tonica para ir empezando la tarde... que continuaria en el O`Clock con mas Zubrowka y acabaria cenando en Fuku...

Subo las escaleras automáticas del Corte Inglés de Callao, son nueve plantas, diferentes secciones, me topo en la 7ª con un edredón de Mickey, en la 8ª octava con una Clínica de Sanitas y otra de belleza, ¿Pero qué antesala es ésta? ¡Vaya recepción os habéis currado¡. Llego pronto, muy pronto, veinte minutos antes de que abrieran, lo hacen a las 13:00. Me da tiempo para sacar fotos de las vistas, la Gran Vía y los que pasean por ella parecen pequeños, yo hoy me siento grande, se que lo me espera, va a ser grandes, expectativas altas, y abierto a todo. Antes de que el reloj llegue a las en punto, me atrinchero a la barra, de aquí no me desplaza nadie, y eso que no hay taburetes.

Hablo con Jhony, y le dijo que me pongan lo que quieran, que quiero disfrutar y acabar con el chili crab. Se incorpora David Muñoz y Rafa, sin hacer ruido y concentrado el primero, comienza a preparar una especie de sopa con chipirones y moluscos. El segundo comienza a mandar, a distribuir, es el alma mater. A los cinco minutos, en el otro lado de la barra está Diego Guerrero (Club Allard). Suena fuerte Muchachito Bombo Infierno, y casi sin haber empezado, ya me siento de maravilla. Estoy en la barra más auténtica de Madrid. No nos quedemos solamente con ese epígrafe de comida callejera, aquí se come mejor que en la mayoría de los restaurantes. Mucho sentimiento, y más trabajo.

Comenzamos con el cocido Hong-Kong-Madrid. Gyozas rellenas de gallina con huevo de pato cocido y picado, hierbabuena, un caldo de cocido bastante denso, y unas gotas de salsa de chiles. El Atlético de Madrid se ha ido a hacer una gira por Asia, y hay un cocinero que les quiere hacer un homenaje, y entonces se le ocurre este plato. Cuchara sin piedad, muy sabroso, especial para estos meses de invierno. Conexión Asia – Foro.

Saam de Panceta ibérica a la brasa con mejillones, shitakes encurtidos, salsa shirasa y tártara. Me recomiendan hacerme unos rollitos con la lechuga, la hierbabuena, le perejil, todas las hierbas, y el resto de ingredientes. Me mancho, me chupo los dedos, ensucio el papel de mantel, el rollo gotea, bromeo con el de al lado, guiño el ojo a David. La panceta seguro que está hecha durante mucho tiempo a baja temperatura. Sabores contrapuestos, fuertes, ácidos, todo armonizado, compensado. Además de comer de fabula, aquí una se lo pasa bien. Acabo el plato, se me van los pies, casi bailo; miro al frente y veo al “diablillo”. David por favor pide a Isidoro Alvarez que te deje abrir por la madrugada, que hay comida asiática muy mala a esas horas por la Gran Vía. Los estómagos de los noctámbulos te lo agradecerían, y además seguirían danzando.

Esto es mucho más que finger food, si quieres te puedes cambiar los cubiertos (plástico) en cada plato para que luego digan. Pues vamos a seguir pringándonos con una cococha con tuétano, éste se saca del hueso con los cubiertos ó con el dedo, se trocea y se mezcla con la cococha, y el kimchi. Densidad, gelatina, melosidad, sabores, textura. ¡Momentos de Viridiana!.

Si la música no estuviera alta, se oiría el ruido de las cacerolas, el horno, el micro, los cuchillos; seguro que habría armonía en los sonidos. Ahora ya es más difícil hacerse con un sitio, e invitan a la gente a hacer un “take-away”.

Antes de servirme el chili crab, me traen una bolognesa thai, con una especie de gnocchi que son de arroz en lugar de patata. El plato al servirlo, exprimen un poco de mandarina. En este caso, sigue la función verde de las hierbas, de suavizar, compensar. Me ha parecido dentro lo particular, lo más convencional.

Hay que destacar que al ser servido, el camarero te explica con detalle cada plato, y lo remata delante de ti, dando buenas explicaciones del por qué de cada uno de los ingredientes que se añaden al final.

Antes de la bolognesa, Rafa, que es la persona que gestiona esta barra diabólicamente divertida, me enseña el cangrejo que gracias al fuego, el pimentón, el chipotle y el palo cortado va a convertirse en el CHILI CRAB.

Lo sirven con pan chino, y lo acompaño con una palo cortado. Como “toppings”, lima exprimida, chalota frita y deshidratada, cebolleta, . Comienzo a cucharadas, y sigo a cucharadas. Sin ser muy picante, y dado que se sirve caliente, mi temperatura y la frecuencia del cuchareo aumentan. Me siento bien. Respiro hondo, y prosigo. Sensaciones cíclicas. Luego a coger el cangrejo con los dedos, y devorarlo. El sabor está en la salsa.

Para acompañar todo esto, hemos comenzado con una Alhambra, luego un Pinot Noir Austriaco, y posteriormente ese palo cortado.

Estamos ante la barra más neo-castiza y bullanguera de Madrid, pero tremendamente coordinada, y sobre todo de gran calidad, y con unas ganas de agradar de alto nivel. Aquí todo el mundo lo vive.

En lo gastronómico, sutileza y contundencia a la vez en el cocido. Mar y montaña en ese Saam de panceta ibérica, un rollo externamente vegetal que por dentro presenta una de las pancetas más melosas que he tomado. Atrevimiento descarado en esa cococha con tuétano que es puro vicio. Y para acabar con la degeneración, ese chili crab, alta frecuencia sápida que va directamente a tus neuronas. Como me avanzaba un amigo, placer lisérgico; podrían sonar los Doors. Venir con alguien que de verdad disfrute de la gastronomía, lo pasaréis bien.

Tengo la sensación que David y su equipo disfrutan mucho haciendo esto, y eso se transmite. Talento, ganas, trabajo, esfuerzo.

Bajo en ascensor, no quiero volver a ver a Mickey en un edredón. EL ascensor es la autopista hacia un pequeño cielo gastronómico, pero David Muñoz no es Michael Landon.

Pata fotos y más comentarios cañeros....http://www.complicidadgastronomica.es/2012/12/streetxo-la-mejor-y-mas-bullanguera-barra-de-madrid/

Tenia “mono” de DiverXO donde tuve que anular la mesa que tenia esa semana y se nos ocurrio pasar por Gourmet Experience a desquitarnos con StreetXO. El espacio donde se encuentra el stand es realmente agobiante. Hace mucho calor ya que la cocina esta en el centro totalmente a la vista y comer en la barra en mi opinion es incomodisimo ya que no hay banquetas. Afortunadamente pudimos conseguir una mesa cerca de la cristalera y eso “nos salvó la vida”. De hecho, la comida se alargó por mas de 2 horas, con su GT’S correspondientes de la cocteleria que hay alli.
Pero vamos a la comida de StreetXo. Como ha dicho, la carta es un papel mecanografiado sin precios aunque es verdad que en la columna estan puestos. Vi que ponian “sugerencias del dia” pero en el papel estaba en blanco por lo que no lo pedimos ni me lo sugirieron ..pero resultó que habia un par de platos ya que tuve que volver a por mas panecillos y entonces lo escuché al decirselo a otro cliente.
Pedimos (no entrare en detalle ya que se han descrito los platos en cronicas recientes):
- El cocido de Hong Kong : muy bueno. Recuerdos a DiverXo en ese contraste potente del caldo con los acidos y citricos del tamarindo
- Saam de panceta. Muy original en su concepcion de cómo comerlos haciendose uno mismo el rollito con las hojas de lechuga. Pero personalmente no me dijo mucho. Demasiada panceta con mucho tocino que apagaba el resto de sabores e incluso el de las salsas
- Chili crab: Sublime. Pedimos picante la salsa y aunque apenas picaba si que marcaba aun mas el contraste de sabores. Se acompaña de 2 panecillos chinos buenisimos que se quedaron escasos y hubo que pedir dos mas. Habriamos mojado media docena.
Para beber no tienen carta de vinos y nos dijeron que tenian dos blancos: un Riesling y un Pinot Gris ambos de Alsacia. Nos decantamos por este ultimo que nos dieron en cubitera con hielo y dos copas aceptables. Creo que me dijeron que eran unos 25 euros… Acompañó a la perfeccion la comida que disfrutamos con Madrid a nuestros pies y frente al luminoso de Schweppes de Gran Via.
Pagamos 65 euros por la comida de StreetXo que es mas que razonable si bien se quedó algo escaso y quiza debimos pedir un cuarto plato.
Luego disfrutamos de 2 GT’s de Bulldog y Beefeater 24 con Schweppes mirando su luminoso 
Pongo un 8,5 en entorno considerando que se accede a una mesa en el recinto…

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