Restaurante Conlaya en Madrid
Restaurante Conlaya
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
36,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes noche y domingos. Del 8 al 24 agosto. 24, 25, 30, 31 diciembre.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.6
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Hamburguesa de rabo de toro
Rodaballo salvaje a la plancha
Opiniones de Conlaya
OPINIONES
40

Después de las buenas críticas leídas en Verema nos dispusimos para cenar en el restaurante Conlaya, muy bien ubicado en el centro de Madrid. A pesar de ser Agosto, donde es más difícil conseguir algún producto, la cena fue de buen nivel.

Entorno agradable, buena acogida, no demasiadas mesas.

Nos pusieron de aperitivo un rollo de morcilla con crema de maíz, que resultó ligero y apetecible. De entradas optamos por los lomos de sardinas con pimientos rojos (buena materia prima) y unos huevos estrellados con foie y reducción de PX (gustó más aún que el anterior entrante). De segundo pedimos solomillo de atún rojo (buen atún, al punto), tronco de merluza (buena presentación, bien cocinado) y unos sorprendentes chipirones con cebolla (recomendables). De poste una excelente torrija con helado (maravillosa) y una quesada casera muy rica.

Bebimos Miranda crianza 2005 D.O.Rioja (17 euros) que acompañó bien servidos en buenas copas (Schott Zwisel). Agua. Bien cubertería y vajilla.

Nos invitaron a toda la mesa a granizado de mojito (ventaja tarjeta verema), muy suave, sin apenas alcohol, perfecto para la época del año, que puso punto final a una cena muy agradable.

De vuelta en este restaurante Cantabro, con un magnifico ambiente y donde pudimos observar algún famoso deportista.
En este caso tres comensales en mesa, comenzamos con un crujiente de morcilla con crema de maíz como aperitivo de la casa, delicioso.

Para compartir,
- lomos de sardina con pimientos rojos (magnificos)
- Carpaccio de atun rojo (excelente materia prima)
- Huevos estrellados con foie y reducción de PX (muy bien)

Tomamos un albariño para acompañar a los entrantes, Tollodouro de O Rosal, perfecta la temperatura del vino con un servicio del mismo muy correcto.

Como platos principales, nos sorprendieron con los pescados fuera de carta;

- Machote (curioso nombre, pero rico sabor y buen punto)
- Salmonete de 650 gramos, presentación en mesa del mismo y segun lo comentado en mesa extraordinario.
- Entrecot de buey sobre tosta de pan con mantequilla de anchoa, este lo probamos todos y perfecto el equilibrio de contraste de sabores.

En esta ocasión el vino que nos acompaño fue Sierra Cantabria Cuve Especial, perfecto el servicio, la cristaleria Schott y la temperatura. Vino con aroma intenso a frutos rojos, y en paladar es equilibrado y muy intenso. Muy buena elección.

Para terminar, torrija de sobao pasiego con helado siendo un postre contundente fue compartido en mesa y Gin tonic de PINK 47 con una ejecución muy buena en mesa, siendo un aginebra muy seca.

Este restaurante de poco recorrido augura exito fijo, buena relación calidad precio con una magnifica materia prima.

Restaurante de comida Cantabra con toques de autor, servicio muy amable y profesional. Resaltar la amplitud y separación de las mesas con una sencilla pero atractiva decoración colonial.

La materia prima es verdaderamente excelente, impresionantes los lomos de sardina con pimientos rojos bañados con claudium, muy recomendables los huevos estrellados con foie y P.X. y deliciosas las escalopas de salmonetes sobre espaguetis de calamar y mermelada de tomate. Destacar la torrija de sobao pasiego. Buena elección de la bodega, con diferentes tipos de D.O., sorprendiendo con vinos Cantabros como Ribera del Ason. Perfecto servicio y temperatura del mismo.
Muy recomendable, por el ambiente, la materia prima y la relación calidad precio.

La materia prima de este restaurante es de alta calidad (como la gran parte de los productos de la preciosa región Cantabra), en esta ocasión fuimos expresamente a los pescados, con una variedad en carta y cuatro o cinco fuera de ella.

Cuatro personas en mesa, aperitivo de la casa basado en una crema de calabaza con un crujiente de langostinos, muy bien.
Para comenzar tomamos;

Sardinas ahumadas con base de pimientos rojos, un plato excelente.
Carpaccio de Atun rojo, muy bien calidad de producto.
Croquetas de rape en tinta de calamar, buen contraste de sabores.

Los platos principales fueron;

En mi caso "Machote" con verduritas de temporada, excelente punto del pescado y magnifico sabor del mismo. Solomillo de atun rojo con soja y Wasabi, Tronco de Merluza de anzuelo y escalopas de salmonetes con espaguetis de calamar.

Buena bodega, aunque en el caso de los blancos deberian de añadir alguno más, ya que disponen de una bodega con unas 50 referencia y solo se pueden optar por 6 referencia de blancos con diferentes D.O. como Rueda, Rias Baixas o Vino Tierra de Costa Cantabria que fue nuestra opción Ribera del Ason, personalmente me gusto y sorprendio al mismo tiempo. Un vino fresco, con un aroma frutal y una acidez aceptable, ya que predomina el albariño.
Buen servicio del mismo, cumpliendo en la recomendación, la temperatura y con un precio correcto 15 Euros.

Terminamos con postre casero de la casa, que fue quesada casera. Buen sabor y textura de la misma. Café y GT de Pink 47 (ginebra recomendable)con una excelente presentación y servicio, fue servida con petalos de rosa naturales.
Excelente comida con un magnifico ambiente y un trato muy profesional.

Después de leer las excelentes críticas de este restaurante tanto en esta página como en otras, tenía grandes expectativas.
Esto como punto de partida en un restaurante, casi nunca es positivo ya que en la mayoría de las ocasiones, se juzga a la baja, se resta objetividad y puede defraudar por culpa de una fantasía emocional propia injustificada que depende de factores externos al propio restaurante.
En este caso, así sucedió y no será por la excelente atención del servicio, por la buena materia prima que se trabaja, ni por los precios que no son, en absoluto exagerados.

Tomamos entre dos,
-Aperitivo de la casa, tempura de verduras con soja
-½ croquetas de rape con tinta de calamar (muy bien)
-½ de rabas (normalitas)
-Albóndigas de pescado en salsa (bueneas aunque innecesario el picante en la salsa)
-Degustación de Bacalaos pil-pil, vizcaina, club ranero. (bien)
-Machote con cebolla caramelizada y crema de boniato. (bien)
-A compartir la Torrija de sobao pasiego con su helado (más simple en ejecución y en sabor de lo esperado)
Caña, Copa de vino blanco de tierra de Cantabría y botella Rioja Artuke Cr06 muy bueno e interesante (16 euros). Carta de vinos con 49 referencias, aunque poca fantasía y pocos blancos. Para finalizar tomé un prescindible Tokaji cuya elección se debería revisar.
Ritmo de comida algo lento y servicio de vino casi inexistente.

Me fastidia, pero no me emocionó, aunque esto puede ser por mi predilección por la sorpresa y los menús largos y variados, establecidos por la cocina/sala con lo que el comensal gana en expectativa repentina, aprendizaje improvisado, fantasea, sueña, imagina y no se encorseta en la elección por su propio gusto.
Este elegante restaurante ofrece una versión de comida tradicional renovada, con buen producto y a precio burgués. No se le puede criticar nada y de hecho puede resultar muy recomendable para determinados gustos.

Comida de negocios, dos personas vistamos de nuevo este restaurante, excelente recepción.
Aperitivo de la casa basado en una croqueta diferente de morcilla con emulsión de calabaza, excelente contraste de sabores. Para compartir optamos por huevos estrallados con foie y reducción de P.X. magnifica calidad y presentación.

Como plato principal degustación de bacalao (Pil-Pil, Vizcaina y Ranero)y mi acompañante lomo de rape con vinagreta de aceituna negra, buena presentación de los platos y excelente calidad.

En el vino nos decantamos por un blanco de Rueda Bianca, perfecto el servicio y la temperatura del mismo. Postre casero basado en quesada casera y arroz con leche. Cafes y GT de Pink 47 ( excelente Ginebra, no la habia probado)

Resaltar de nuevo la atención muy profesional, la presentación y la calidad de la materia prima y un gran ambiente en el local.

Aprovechamos que nos hemos refugiado en Madrid, huyendo de las Fallas, para cenar en este restaurante. La acogida y el servicio son de los de antes; profesional, educado, volcado con el comensal pero sin ser pesado ni agobiante. Tras leer algunos comentarios en verema pedimos las rabas y las sardinas como entrantes, además del solomillo de atún y un cabracho (fuera de carta). Nos advierten que quizá sea mucho y que nos pueden traer medias raciones en los entrantes. Si la ración completa de sardinas incluye 5 lomos, veo que nos traen 3 para media ración... Bien. Las sardinas están crudas, ligeramente ahumadas, bañadas en un rico aceite virgen y con algo de cebollino. No necesitan más, son extraordinarias. Las rabas están buenas, pero son eso, rabas... El cabracho lo sirven entero; es una pieza de medio kilo aproximadamente. Es un pescado de roca de sabor intenso. Nos gusta. El solomillo de atún lo pido un punto menos, tirando a crudo, y así lo sirven. Está delicioso. Lo acompañanan con un ligero toque de salsa de soja y en el borde del plato hay un poco de wasabi. Después de probarlo con y sin wasabi, dejo la mayonesa de rábano a un lado y me centro en el atún al natural.
Para beber nos recomienda un vino blanco de Rías Baixas, un Tollodouro que nos sorprende por su vigor. Está elaborado con las variedades Albariño, Loureiro, Caiño Blanco y Treixadura.
De postre pedimos la torrija de sobao. Vuelven a advertirnos que con una tenemos suficiente para los dos. Otro detalle. Está muy buena, es suave, delicada... Nos explica cómo la elaboran, macerándola, y algunos detalles más.
Para rematarlo nos invitan a unos chupitos de orujo blanco.
En definitiva, un restaurante de producto, donde atienden como es debido y con una RCP inigualable.
Si viviera en Madrid volvería a menudo.

Restaurante ubicado en el centro de Madrid, muy cerca de Colón. Magnifica barra de madera de pintxos muy elaborados, acompañando unas fotografias preciosas de Santander en blanco y negro. Comedor con mesas amplias y bien separadas, excelte vajilla de vista alegre y buena cristaleria.
Aperitivo de la casa, crujiente de gambas con una crema de calabaza. Para compartir Rabas (excelentes), lomos de sardinas con pimiento rojo (espectaculares). Como plato principal recoemdación de pescado tipico de cantabria San Martin de 1,4Kg (presentación del mismo en mesa) a la plancha.

Bodega con diferentes D.O., precios muy correcto y buen servicio. Tomamos Pontellon D.O. Rias Baixas.
Postre para compartir, que te quita los sentidos Torrija de Sobao con helado de sobao casero. Cafés GT bien preparados de London y Miller´s.

Por la calidad, la presentación, el servicio y el ambiente muy buen sitio.

Restaurante bien ubicado, amplio con una decoración colonial rompiendo con cuadros de montesol y abstractos en las paredes en un tono muy claro. Mesas amplias con buena vajilla y cristaleria. Comenzamos con un pastel de berenjenas gratinadas y unas rabas de peludin.
Impresionante la carne, pura mantequilla.

Servicio del vino correcto, en copas Schott y temperatura ideal. Nos decantamos por Autor de Boccos D.O. Ribera del Duero.

Terminamos con Torrija de sobao pasiego con helado de sobao, cafe y GT de London.

Conlaya es un restaurante que esta ubicado a escasos 50 metros de la sede del PP de Genova, con una cocina de mercado con influencia Cantabra. Excelente decoración, mesas muy separadas y amplias, servicio muy correcto y excelente materia prima del cantabrico.

Cuatro comensales en mesa, aperitivo de la casa crujiente de langostino. Comenzamos con un carpaccio de atun rojo del cantabrico macerado con cladium (excelente aceite virgen extra), continuamos con una ensalada de bacalao y escalibada al pil-pil impresionante contraste de sabores y excelente presentación.

Como platos principales, Escalopas de salmonetes sobre espaguetis de calamar, Solomillo iberico sobre manzana laminada y queso crujiente, Chuleton de buey y en mi caso asombroso atun rojo con salsa de soja y wasabi, perfecto el punto y la calidad del mismo.
Buena presentación y excelente calidad en la materia prima.

Buena bodega con 45 referencias aproximadamente y divesas D.O.Rioja, Ribera del Duero, Toro, Somontano...y sorprendiendonos con D.O. Tierra Costa Cantabrica con Lusia o Ribera del Ason. Buena temperatura del vino y buen servicio.

Terminamos con Torrija de sobao pasiego y su helado de sobao.
Invitación de la casa en orujos de potes.

Muy recomendable, excelente materia prima, buen servicio y buen precio (43 Euros Comensal)

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