Restaurante Malkebien en Valencia
Restaurante Malkebien
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
9,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Noches de Domingo a Jueves
Nota de cata PRECIO MEDIO:
26 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.1
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
5.7
RCP CALIDAD-PRECIO
9.5
Tiramisú
bacalao
musaka
croquetas
arroz
crema de calabaza
Confit de Pato en Crujiente Philo con Relleno de Brie de Meaux y Macadamia y Cremoso de Fruta de la Pasión y Marsala
Lomo de Bacalao de Islandia con Salteado de Remolacha, Sésamo y Salsa de Soja, Cremoso de Espárragos Blancos de Navarra D.O., Jengibre y Parmentier de Papada Ibérica
Brandada de Salchichón de Tárbena con Huevo Pochado y Patata Panadera
¡Aquí está la guarnición!.
El bacalao con la lata sorpresa
La rica croqueta, suerte que no sabía de qué era...
Uno de los postres
Sopa de Tomate con Aroma de Chorizo de Cerdo Ibérico con Pan de Hogaza y Huevo Pochado
Brandada de Pulpo de Roca con Pil-Pil de Piquillos de Lodosa, Crujiente de Pan de Llavoretes y Chips de Zanahoria
Carrillera de Ternera Confitada en AOVE de Viver con Cremoso de Queso de Sotarraña y Parmentier de Seta Portobello
Lomo de Bacalao de Islandia con Humus de Alubia Verdina y Curry, Salteado de Seta de Cardo y Apio y Cremoso de Mango y Cardamomo
Sopa de Tomate con Aroma de Chorizo de Cerdo Ibérico con Pan de Hogaza y Huevo Pochado
Matahambre de ternera del Valle del Esla con pastel de curry
Lomo de bacalao de Islandia sobre veloute de tirabeques y cremoso de sobrasada
Huevo pochado con güeña de Jérica, pata agria y humo
Ensalada con lascas de cecina del Valle del Esla
Titaina de pulpo de roca con calabaza
Sopa de chufa y coco con torrija
Ostra Oleron con cava solido y helado de lima y apio
atambre de ternera del Valle del Esla confitado en aceite de oliva virgen extra y salsa de queso Extramuros
Tomate Pentxar relleno de brandada de anchoa
Atún con salsa de soja y naranja, crudite de verduras y parmentier de cebollino
im-presionante!!!
Malkebien bacalao crujiente
Malkebien Quinta de Saes
Albóndigas de bacalao hechas en casa, sobre pisto de calabaza y menta, y falso alioli de limón y hierbabuena
Revuelto de amanita cesárea y trompetilla  e hinojos, sobre nido de pasta Philo
Ensalada de tomates confitados en aceite de hierbaluisa  y bastones de queso manchego 1605 de leche cruda, con aliño de albahaca y Porto blanco, sal de jamon iberico de guijuelo, jengibre  escarchado y frutos secos
Cube Roll de Ternera Gallega a la Brasa con Salsa de Pimienta de Sichuan y Lagavulin con Parmentier de Humo.
Petit Hipperia 2008
Ensalada de Tomates Confitados en Aceite de Hierbaluisa y Bastones de Queso Manchego 1605 Artesano de Leche Cruda, Aliño de Albahaca y Porto Blanco , Sal de Jamón Ibérico de Guijuelo, Jengibre Escarchado y Frutos Secos
Opiniones de Malkebien
OPINIONES
101

Hoy hemos probado por fin el restaurante después de varios intentos, pues siempre que llamas está lleno. Hemos comido un menú de Domingo muy correcto y con un buen precio (17,50 €), los platos muy bien presentados con muy buena calidad. La tranquilidad de tener platos adaptados a los celíacos es un gran lujo, así que les felicito por ello, ya que no es fácil encontrar sitios así en Valencia.
El servicio correcto y sin esperas, ¡ qué más se puede pedir!.

Si tuviera que poner un pero sería la insonorización del local, y la ubicación, ya que queda lejos del centro para luego salir de copas.

En el barrio de Torrefiel, alejado del círculo habitual de restauración en Valencia, en un local modesto decorado funcionalmente. Esta modestia es la que le permite ofrecer una carta tan cuidada a unos precios tan asequibles. Local lleno un viernes noche

Pedimos el menú de 23,50 con 4 entrantes, pescado, carne y postre:

- Ensalada de brotes tiernos,huevas de maruca y queso payoyo
- Salmorejo de tomate raff y ortiga de mar
- Brandada de Salchichón de Tárbena con Huevo Pochado y Patata Panadera
- Daiquiri de naranja y gelatina
- Lomo de Bacalao de Islandia con salteado de remolacha, sésamo y salsa de Soja, cremoso de espárragos blancos, jengibre y parmentier de papada ibérica
- Confit de pato en crujiente con relleno de Brie de Meaux y macadamia y cremoso de fruta de la pasión

El bacalao estupendo, producto de calidad y clavada la cocción. Muy bien también la brandada de salchichón y el confit de pato. Me sobraba el daiquiri, a mitad de menú algo tan dulce.

Con cervezas, postres y un blanco portugués que nos recomendó Alfonso, 30€. RCP difícilmente superable en Valencia.

sabado noche llamo al inclito alfonso para preguntar si el domingo me podia preparar el menu biscuter:si,pues alli me presento y despues de unos cordiales saludos le digo si me lo puede maridar:si,pues empezamos
ensalada de brotes tiernos,huevas de maruca y queso payoyo:buena.
salmorejo de tomate raff y ortiga de mar:bueno.
brandada de salchichon de tarbena,huevo pochado y patatas panaderas servido en un vaso de yogurt:muy bueno.
daikiri de naranja sanguina infusionada con pimienta de sichuan y una gelatina:muy bueno,para tomarse cuatro litros.
lomo de bacalao de islandia con un monton de cosas:muy bueno y en su punto de sal.
un saquito de pasta philo rellena de confit de pato,que brie y algo mas
bueno y potente.postres:cuatro medios postres uno de varios chocolates
y los otros no recuerdo bien:buenos.
bebida:un blanco del bierzo,otro portugues,un tinto de autor riojano
de laguardia y dos dulces portugueses tambienuno era como un jerez
viejo y dulce y el otro un oporto joven muy parecido a los dulces tintos de jumilla.una infusion de naranja y canela.fin.
23'50 el menu,8 el maridaje y 1'50 la infusion.

Para hacer terapia antitristeza, simplemente hay que acudir a este local, donde Alfonso te trata de manera espectacular, enciclopedia del vino, profesional y mejor persona.
Local más que adecuado para el precio final que pagas.
Únicos peros; la ubicación, que no es problema, siempre esta lleno, y la comida, le falta ese punto de mejora.Entrantes muy buenos, pero el arroz le faltabacolor y sabor, postres sublimes.

Hace mucho tiempo en un barrio muy, muy lejano el poder de la fuerza hizo que encontráramos a este Gran Caballero Jedi que es Alfonso, su nivel de midiclorianos es muy elevado y para un jovencísmo padawan como yo, eso se intuye al primer contacto.
Estas últimas semanas me consta que el nivel de trabajo ha sido equiparable a las guerras clones con lo que tras varios intentos de reservar mesa y (por desgracia) no conseguirla y tener que volver a locales del nivel de la Cantina de Mos Eisley. Como dice Yoda… No. No lo intentes. Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes… así que tuvimos que tirar de influencia para que nos dejaran un rinconcito en su Halcón Milenario, me consta que la hipervelocidad la tienen arreglada y desde hace mucho tiempo.
Con un calor propio de los soles de Tatooine, nos acercamos sobre las 15.30, local lleno hasta los topes. Recibimiento mucho más cordial que el de Lando Carlrissian en La Ciudad de las Nubes.
Mesa para dos… tercio de Sagres para mí y uno de los brebajes más infames de todo el Imperio… clarita con limón para mi compañero Obi Wan.
Como entrantes la gran Amidala nos obsequió con…
• Crema de zanahoria y naranja, muy rica.
• Una tremenda Quiche.
Como primero…
• Atadillos de pasta philo rellenos de una estupenda carne de la cuyo nombre no acordarme puedo.
Copa de Bilogía otra Shandy, como si con una no fuese suficiente… para el segundo…
• Matahambre de ternera del Valle del Esla con pastel de curry.
• Carrillera de cerdo ibérico.
Ambos tremendos… Dios como está esto... se escuchó en ambos platos.
En estos momentos ya estábamos como Jabba the Hutt, pero vuelve Amidala con una selección de postres…
• Lionesa de dulce de leche
• Brownie de chocolate
• La **** barbaridad de brazo de mascarpone… los asteriscos los pongo yo, que verema dejaba leer el taco.
Ningún wookie podía resitirse, además media copita de Grifo dulce.
Buenos cafés.
Creo que nos cobraron 20 créditos imperiales, aquí no aceptan dinero de la República. Precio de amigo, precio de risa. 20 para los dos, 10 por persona. Vergüenza me dá.
Como dice Qui-Gon Jinn, siempre hay un pez más grande, pero desde luego que como bien dice Javi, esa facilidad para sentirte como en tu casa no la conozco ni la he vivido en ningún otro local de esta galaxia.
Difícil de ver el futuro es y sobre todo confuso con el nuevo proyecto, no sabemos si llegará a ser un Acorazado Estelar o un Crucero Imperial, pero seguro que será otro grande.
Que la fuerza os acompañe amigos.

Quizás este ya todo dicho cuando hablamos de Alfonso, Elena y de todo el personal que visita tras visita hacen que disfrutemos, riamos, nos emocionemos y un sinfín de bonitas sensaciones que hacen del Malkebien una pequeña gran joya en nuestro corazón. Es un honor poder llevarte de allí una bonita carga emocional para casa, porque son grandes, son luchadores y sobretodo humildes, y esa última virtud me resulta complicada localizarla hoy en día.

Era viernes y sin haber planificado nada improvisamos una visita. Hablo con Alfonso y tenemos la fortuna de que una reserva ha sido anulada. Antes de proseguir quería dejar constancia de mi afecto hacia comensal que no pudo acudir ;-)

Acudimos sobre las 14 h. El local como siempre iba llenándose hasta ofrecer un lleno absoluto, tanto en la primera tanda como en la segunda. Tuvimos la suerte también de poder “enlazar” con el segundo turno de comida y alargar más si cabe nuestra sobremesa, sin prisas pero sin pausa.

Alfonso tiene el don de la buena memoria y ya intuía que íbamos a tomar sendos vermoth Perucci para entrar en “calor”. Acto seguido nos informó del menú del día, sugerente como siempre. Nunca nos cuesta ponernos de acuerdo en los platos, y menos en lo referente al vino. Siempre nos ponemos a la sombra de sus conocimientos y nos acaba sorprendiendo. Para nada es repetitivo y por costumbre nos descubre cosas nuevas.

Los entrantes:

- Ensalada de hueva de maruca y queso Payoyo de oveja curado, con aliño de vermouth artesano del Montsant y naranja escarchada.

Una forma refrescante de empezar al ágape. Las huevas de ese pez de fondos rocosos dan un aire marino al plato y conecta muy bien con el resto de ingredientes.

- Revuelto de trompetilla e hinojo sobre nido de pasta Philo.

Un revuelto que haría las delicias del prestigioso chef australiano Bill Granger. Unos huevos frescos, una seta fresca, una hierba como el hinojo aromatizando el plato y esa pasta que pasaría perfectamente por un hojaldre. Un plato sin mucha complicación pero un verdadero espectáculo para los sentidos.

El primero:

- Lasaña de pasta Wonton con verduras de temporada, queso de cabra y membrillo del Bierzo con cremoso de calabaza y mascarpone.

Cantonés en apariencia pero totalmente nuestro en sabor, con un común denominador que es la calidad del producto y esas verduras de temporada la tienen y a raudales. Un plato sabroso y deliciosamente dulce. Me ha gustado la combinación del membrillo y del cremoso de calabaza.

Los segundos:

- Carrillera de cerdo estofada con Porto y miel, y gajos de patata agria.

Carrillera extremadamente tierna, únicamente con enseñarle el cubierto se cortaba. Un bocado sabrosísimo. Las patatas una perfecta pareja de baile.

- Merluza de pincho Cantábrico con crudite de verduras, salsa de mostaza antigua, pesto de albahaca y parmentier de cebollino.

Una merluza de un blanco impoluto. Frescor, sabor, una carne aterciopelada, una carne que se deshacía con la mirada. Otra obra de arte la combinación del pesto con la mostaza.

Postres:

- Brownie de chocolate
- Carpaccio de piña con caramelo y frutos secos.

Vinos:

-Raka 2011 Sauvignon Blanc
-Quinta do Infantado reserva 2008
-Canari. Malvasia dulce de Bodegas El Grifo
-Anselmann Ortega Beerenauslease 2005

Lo dicho en el titulo... como en casa!!!

Nueva visita de tres comensales que comen como cuatro y que además llegamos tarde con lo que incluso superamos la provocacion de Alfonso de dejarnos la cazuela de arroz guardada y nos la comimos entera.

Vayamos por partes: dos cervezas de inicio para calmar la sed del calor que ya aprieta. Empezamos con un blanco sorprendente (como le gusta hacer al jefe y nos gusta a nosotros) Raka un sauvignon blanc de Sudafrica bastante herbáceo y mineral, con justa acidez y empieza el desfile creativo:
. Brandada de salchichon de Tárbena con huevo pochado y patata panadera servido en tarro de cristal como antigua yogurtera: plato contundente apara calmar al leon que rugía en el estómago; sabroso, bien conjuntado y bien de cantidad sobre todo pensando que acabamos de empezar.
. Cono de verduras confitadas con hinojo: bien resuelto; uno al centro para probar (el amigo invisible tampoco llegó hoy, seguimos siendo 3 pero apuntaremos cuatro)
. Arroz de rape con alcachofas y langostino: ya antes de poner la cuchara sabías que estaba bueno pues el aroma te invadía; caldoso (era la única forma de aguantarlo hasta las 15.30 horas), con bastante rape y alcachofas cortadas muy pequeñitas y un sabroso langostino; lo bueno de llegar tarde es que eramos los últimos y quedaba, no un plato para cada uno, sino casi dos. Hicimos los honores.
. Lomo de bacalao de Islandia con salteado de remolacha y sésamo con salsa de soja y acompañado de cremoso de espárragos blancos de la D.O. Navarra, jengibre y parmentier de papada ibérica: grandioso; un contraste entre el bacalao en su punto de sal (hubo quien le pareció un punto alto, a mí me gusta más que se note que que falte) y el dulzor de la remolacha así como el blanco del bacalao y el morado de la remolacha hace un plato estético a la vista y completo en el gusto.
. Confit de pato dentro de un crujiente de pasta Philo con relleno de brie de Meaux y macadamia, acompañado de cremoso de fruta de la pasión y marsala. Muchas cosas que no hacen perder de vista una carne en su punto de melosa, con gran sabor; una pasta filo en su punto crujiente a pesar de la jugosa carne de su interior.

Evidentemente hace ya rato que le blanco se acabó, pero ya nos tenía atemperando un vino, de nuevo para sorprender, La Gaëtane 2009 de domaine La Fourmente de Visan, Côtes du Rhône, con más shyraz que garnacha, todas de cepas viejas: complejo, de inicio cerrado pero como siempre distinto.

Pasamos a los postres y aquí también Alfonso nos sorprende como su enésima especialidad: los vinos dulces. Nos pone 3 copas a compartir de un fresco y casi transparente malvasía dulce de El Grifo; un color oro de un elegante Sauternes de 2001 Cru Barréjats; y un ambarino Canari de El Grifo de barricas muy viejas casi de brandy. Alguna copa repetimos porque es imposible no disfrutar de estos vinos dulces.

Los vinos casi hacen que no nos demos cuenta de que los postres estaban en la mesa: torrija caramelizada con sopa de chufas: un postre ideal para el verano, refrescante, suave, poco dulce. Piña natural preparada de forma laminada, casi como carpaccio. Chocolate en tarta (3 trozos) bueno, pero menos interesante visual y gustativamente. Cerezas confitadas servidas en copa y acompañadas de 3 trufas, ya conocido y muy sabroso con el complemento del bocado final con la trufa.

Aparte de unos cafes y agua, nos comentó de su nuevo proyecto, muy interesante, y que parece que será para final del verano. Ojalá que vaya bien y que en un nuevo local, con un menú degustación permanente mañana y noche, le permita crecer todo lo que la situación actual de cocina y sus amplios conocimientos de vinos, están demandando a gritos y que parecen estar encorsetados por el local y el menú de diario.

No hay que perder tampoco este menú de diario porque puede que sea el mejor relación precio/calidad de Valencia. La próxima cita del grupo no sabemos si será aquí o en el nuevo local, pero será con Alfonso y su equipo.

Éste es un local de decoración sencilla, funcional. Con ambiente desenfadado e informal, pero armónico en su conjunto. El mobiliario es cómodo, a pesar de ser de plástico. Las mesas bien distribuidas y vestidas con simpáticos manteles. Las servilletas son de papel, aunque de calidad. Mi única objeción al entorno es la insonorización, cuando el lleno es completo (casi siempre) la presión sonora es muy alta.

Alfonso y Elena atienden la sala con la colaboración de Mariajo y Nancy. En la cocina cuentan con la ayuda de Pilar, Gastón, Juan y Mel. Todos ellos demuestran profesionalidad y entusiasmo por aquello que hacen formando un equipo cordinado y eficaz.

La carta de vinos es amplia y bien escogida, organizada por tipos y por D.O. o indicaciones geográficas. Cuenta con una inusual selección de más de 60 referencias de vinos portugueses, lo cual la hace muy singular. Otra de las reminiscencias de sus orígenes paternos.

Buena cristalería de la marca Riedel y el sobrecargo en el precio del vino más que razonable. El vino descansa en armarios climatizadores.

Menú degustación Biscuter

Entrantes

Ensalada de hueva de maruca y queso poyoyo, con aliño de vermouth rojo, albahaca y naranja escarchada. La ensalada fresca, en la que el aderezo dulce se contrapuntaba con el salado de la hueva. Siempre apetece empezar con algo fresco, ¿no?

Salmorejo de tomate Raf y ortiga de mar. El sabor del tomate bueno, pero desvirtuado por el agua de mar. No se le puede negar la originalidad.

Brandada de salchichón de Tárbena con huevo pochado y patata panadera. El triunfador de la noche por decisión unánime. Acertada combinación, textura y sabor.

Daikiri de zanahoria y naranja sanguina infusionada en pimienta de Síchuan. Sorprendente, refrescante y dulce combinación de sabores.

Principales:

Lomo de bacalao de Islandia con salteado de remolacha con sésamo y salsa de soja. Acompañado de cremoso de espárragos blancos de la D.O. Navarra, jengibre y parmentier de papada ibérica. Tremendo producto, buena porción de bacalao, lascas tersas blancas nada oxidadas, se deshacen en la boca, sabrosas, en su justo punto de sal…

Confit de pato en crujiente de pasta Philo con relleno de brie de Meaux y macadamia, acompañado de cremoso de fruta de la pasión y marsala. En su punto la pasta crujiente que albergaba el ánade jugoso.

Postre a elegir entre varias opciones. Torrijas caramelizadas en sopa de chufas, fresas maceradas y queso mascarpone, sopita de caramelo y galleta oreo, piña natural o tiramisú. En la foto la elección de Ana: una original y golosa forma de presentar el níspero y la breva.

Para beber confiamos en el buen criterio de Alfonso y aceptamos la selección de entre su elenco de vinos portugueses.

Empezamos con un vino blanco Quinta de Saes Reserva 2010 coupage en el que predomina la variedad encruzado, con siete meses de barrica, pero ésta muy poco apreciable, muy sutil (muy a mi gusto). Vino que nos trae recuerdos de frutas con hueso, propias del verano, como pueden ser el melocotón y el albaricoque y un fondo mineral, con sabor ligeramente salino y final amargoso. Combinó a la perfección con los entrantes.

Para los principales queríamos un tinto, el bacalao es un pescado que por textura y sabor admite, dentro de un orden, acompañamientos tintos. La propuesta de Alfonso fue un Quinta do Perdigäo 2008. Coupage de Touriga Nacional, Tinta Roriz, Jaen y Alfrocheiro. Un tinto fresco y delicado de taninos pulidos y nariz compleja, que armonizó perfectamente con el bacalao y el pato.

A los postres acompañó un delicioso moscatel rojo de Setúbal: Moscatel Roxo José María Da Fonseca Colheita 2002.

Conclusión: Restaurante sumamente recomendable tanto por su cocina, su servicio, como su inusual selección de vinos portugueses en su carta de vinos.

Post completo con la historia de los origenes de Malkebien y fotos en: http://www.vinowine.es/restaurantes/yo-diria-muy-bien.html

En deuda quedé el pasado Febrero, tras la magnífica cena con la que nos deleitaron en esta casa, al comprometerme a volver en unas circunstancias más normalizadas y disfrutar en cuerpo y alma de la propuesta de Malkebien para así poderlo contar.

No voy a entrar en descripciones del local sobradamente realizadas con maestría en muchos de los comentarios previos. Si acaso apostillar sobre el tema de la sonoridad del local que no me pareció especialmente ruidoso a pesar de estar prácticamente lleno.

Comida de domingo soleado, casi ya veraniego, en una ciudad semivacía por la migración a las playas cercanas de los urbanitas cansados de asfalto que pueden cambiarlo por la arena durante unas horas. Reserva previa cruzando dedos para conseguirla y solicitud del menú degustación.

Recibidos amablemente en la puerta y acomodados. Dos veloces cañas aparecen en la mesa mientras leemos el menú preparado y comienzo a hojear y ojear la carta/libro de vinos. Rápidamente me percato de lo absurdo de la escena, cierro libro, levanto mirada, solicito tácita compasión y me pongo en manos de Alfonso con la excusa de que él conoce el menú como nadie. Sonrisa cómplice.

Como aperitivo nos obsequia con un Canelón de crujiente envoltorio con un denso y cremoso interior con los hongos como protagonistas. De abrocharse el cinturón de seguridad nada más comenzar. Al tema:

Entrantes:

Ensalada de Hueva de Maruca y Queso Payoyo, con Aliño de Vermú Rojo, Albahaca y Naranja Escarchada. Frescos brotes que combinabas en boca con el equilibrado salazón y la potencia controlada del queso. Inquietud.

Salmorejo de Tomate Raf y Ortiga de Mar. Logrado sabor en cada cucharada que provocaría la envidia de algún paisano mío que pasaba el día en la orilla del mar. Se acompañaba de una ramita de fresco eneldo. Mediterráneo.

Brandada de Salchichón de Tárbena con Huevo Pochado y Patata Panadera. En mi opinión, el entrante más redondo, si cabe, de la comida. Genial interpretación de la casa de la esencial tripleta patata-huevo-embutido. Versión vertical en vaso para que hundas la cuchara y te sumerjas en un océano de sensaciones. Vértigo.

Daikiri de Zanahoria y Naranja Sanguina Infusionada en Pimienta de Sichuán. No terminé de sacarle el punto al imaginativo plato que contaba en el centro con su cubito gelatinoso de ron blanco. Estaría pensando aún en el anterior plato. Despistado.

Principales:

Lomo de Bacalao de Islandia con Salteado de Remolacha, Sésamo y Salsa de Soja, Cremoso de Espárragos Blancos de Navarra D.O., Jengibre y Parmentier de Papada Ibérica. Bordan en la casa este pescado. Se retaba en la pizarra con el vigor de la tierra del resto de ingredientes. Brutal.

Confit de Pato en Crujiente Philo con Relleno de Brie de Meaux y Macadamia y Cremoso de Fruta de la Pasión y Marsala. Dentro del saco buen producto y buena ejecución con acertada conexión entre ingredientes. Sin envoltorio tampoco hubiera estado mal. Medular.

Llegamos al postre, dando a elegir entre diversas opciones escogí Sopa de Chufas con Torrija Caramelizada que supuso un ligero y gustoso final.

Para beber un Julien Pilon 2011 untuosito, cítrico y mineral que acompañó a la perfección. Tuvieron el detalle de obsequiarnos con una copa de tinto, La Gaëtane para acompañar el confit de pato así como un Anselmann en los dulces.

Muy buen café como colofón.

El servicio ágil, atento, altamente concentrado sin transmitir tensión, todo lo contrario, volcado en hacerte sentir a gusto, consiguiéndolo.

En resumen, restaurante de transmite alma, fuerza, destreza, imaginación, tesón, filosofía, adaptación, visión, emociones, mimo, humildad, esencia, humanidad y una innumerable lista de factores que te van a hacer volver. Consiguen que lo sientas como una necesidad cuando sales por la puerta. Y por supuesto… con una RCP imbatible. Así da gusto saldar las deudas.

  • Confit de Pato en Crujiente Philo con Relleno de Brie de Meaux y Macadamia y Cremoso de Fruta de la Pasión y Marsala

    Confit de Pato en Crujiente Philo con Relleno de Brie de Meaux y Macadamia y Cremoso de Fruta de la Pasión y Marsala

  • Lomo de Bacalao de Islandia con Salteado de Remolacha, Sésamo y Salsa de Soja, Cremoso de Espárragos Blancos de Navarra D.O., Jengibre y Parmentier de Papada Ibérica

    Lomo de Bacalao de Islandia con Salteado de Remolacha, Sésamo y Salsa de Soja, Cremoso de Espárragos Blancos de Navarra D.O., Jengibre y Parmentier de Papada Ibérica

  • Brandada de Salchichón de Tárbena con Huevo Pochado y Patata Panadera

    Brandada de Salchichón de Tárbena con Huevo Pochado y Patata Panadera

Dado que el éxito del mes pasado, repetimos planteamiento este mes con aquello de ir tres y pedir cuatro menús. No es que sea necesario porque las raciones son cortas sino que es una forma de comer lo que nos gusta y además probarlo todo; se trata de elegir entre las dos opciones propuestas de primer y segundo plato la que más nos gusta y compartir la cuarta ración.

Una entrada de sopita fría de zanahoria y naranja servida en copa y sorprendente combinación de sabores.
Un primero que todos queriamos fué el arroz que esta vez era de verduras y costillas, bueno de sabor, bien de punto de coccion el arroz a pesar de las alcachofas que aún aguantan unos últimos coletazos. El descartado fué la Escalibada de salmon que fué al centro y que luego resultó mejor de lo esperado.

De segundos había un pescado que era bacalao (Portugal estira también en los platos) con setas, pesto de albahaca muy bueno, muy buen punto de sal y buena compañía. La otra opción era Carrillada de ternera muy tierna y bien de cocción y de lo mejor la salsa de quesos artesanos que acompañaba y que nos comentó Alfonso que la hace con las puntas finales de buenos quesos fundidos en una mezcla de toma pan y moja. Manos mal que pedimos dos de cada porque no hubiera habido bastante con una salsa para los tres.

Vinieron 4 postres diferentes que lamento no haber apuntado y que no describo para no equivocarme. Todos buenos y especialmente el que llevaba dulce de leche. El problema de la falta de concentración la tuvo Alfonso y sus vinos de postre.

Previamente tomamos unas copas de blanco Quintia (el blanco de Anima Negra) muy interesante. No escogimos bien el tinto ya que el Gonzalo Maluco no nos enamoró y Alfonso quiso (y consiguió) remotar con los dulces. Nos sacó una copa de cada (luego dejó las botellas para repetir) de 3 dulces con un repaso por Europa. Un sauternes bueno (Château Violet-Lamothe 2008); y dos muy, muy buenos, un moscatel rojo de la península de Setúbal (Domingo Soares Franco Colecçao Privada) que yo creo que esta zona en dulces se la conoce mejor que su propia calle; finalizamos con una botritis (si no existiera habría que inventarla) Anselmann Ortega Beerenauslese 2005.
Por una vez perdieron los franceses

Añadimos unos cafés con un ratito de charla con Alfonso, pero no mucho que había trabajo después de los habituales dos turnos de comidas a tope. Esta vez la cuenta subió algo más por culpa de los vinos dulces, pero es que ya voy allí (aunque también por eso) no por la comida, no por los tintos portugueses, no por la relación calidad/precio, sino que solo estoy esperando el final de la comida para ver que sorpresa en vino dulce nos va a poner en la mesa.

En el precio hay que tener en cuenta que sube algo más de lo real ya que en realidad pagamos entre tres, pues el "cuarto comensal" no quiso probar nada y no pagó su parte.

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