Esta es la primera vez, que, invitado por un amigo, gran conocedor de la gastronomía, y forero de pro, acudía a este restaurante.
Tenía verdadera ilusión por comprobar, motu propio, si los comentarios, que, habían llegado a mis oídos, se ajustaban o no, a la realidad. La experiencia, totalmenete placentera, no sólo colmó mis expectativas, sino que, las superó ampliamente.

Es un restaurante de ambiente desenfadado e informal, pero sólido de bases.

Creo que este restaurante descansa en dos pilares fundamentales, que encarna la persona de Alfonso, y que podríamos definir como "las dos T": Trato (personal) y Técnica (de elaboración de los platos).

En cuanto al TRATO, nada más traspasar el dintel de la puerta de acceso, te encuentras con Alfonso, persona que aúna una sonrisa (y como dijo alguien "una sonrisa se comparte con todo el mundo, mientras que una mala cara queda para el que la pone") con una mirada muy viva.
Transmite viveza, emoción y sentimiento, por, y en, lo que, hace. Es feliz mimándote; supera con creces, con su actitud, el servicio y atención propios de un restaurante. Te explicará de forma didáctica, todo aquello que te va a servir; atenderá con interés cuantas cuestiones le formules, ya sea, en lo referente, a la composición de los platos, ya sobre el vino que ha escogido para tí.

En cuanto a la TECNICA, en este restaurante se practica una cocina natural, de mercado, sin florituras ni disfraces. Productos de gran calidad, perfectamente tratados, a precios sorprendentes; ya comas el menú del día, ya a la carta o siguiendo las sugerencias de Alfonso.

Los tiempos de presentación y retirada de los platos,totalmente ajustados, con una precisión propia de un cronógrafo suizo.

La temperatura de los alimentos, la óptima; ni muy caliente, ni tibia; a salvo, claro está, las ensaladas y platos fríos.

El punto de cocción, el justo. Luego me detendré en cada plato de los que constituyeron, nuestro particular festín.

La BODEGA, está suficientemente comentada, en las distintas intervenciones, que preceden a ésta, por lo que me remito a ellas. Los vinos portugueses, por variedad, precio y origen, de Matrícula de Honor.

El menú presentado para la ocasión fue el siguiente:

ENTRANTES:

PRIMERO .-Ostra Oleron con cava solido y cremoso de Lima y apio. Extraordinaria pieza, del tamaño de una Napoleón, con un sabor profundísimo y una textura firme, muy firme. Hay que comerla, por su tamaño, en, al menos, dos tiempos. El sabor se ve potenciado por la lima y, especialmente, el apio, que le da una frescura, peculiar, nada intrusivo y diferente, de otras preparaciones, como pueda ser, por ejemplo, la manzana verde. El cava sólido, perfecto partenaire. Muy bueno.

SEGUNDO.- Ensalada valenciana. Migas de bacalao, naranja macerada en fondillon y queso Extramuros de Los Corrales. De este plato, destacaría las lascas del bacalao, cuya fuerza queda casi "domada", por una extraordinaria naranja al fondillón. El queso, notable de sabor y cremosidad.

TERECERO.- Burrata con pesto de sardinas ahumadas y piñones. La burrata pura crema. Se deshacía en la boca. Buen contraste con el pesto, enriquecido con la sardina y el punto de los piñones. Fantástica la frescura del queso.

PLATOS PRINCIPALES:

PRIMERO.- Kokotxas de bacalao con parmentier de eneldo y cremoso de sobrasada ibérica. Un suave pil pil de Kokotxas, que, casaban, perfectamente, con el parmentier. Este último, por sí solo, llena, por sabor (¡qué patatas!) y textura (cremosidad), el plato. El cremoso de sobrasada se obtiene cocinando ésta con una salsa de tomate, que alegra el producto. Para repetir.

SEGUNDO.- Carrillera de ternera del Valle del Esla con salsa de Marsala y arándanos. Siendo la carne excepcional, se deshacía en la boca, atribuyo el mérito de este plato a la salsa de vino, con ese punto dulce, característico, del Marsala. Bien complementados por los arándanos; de todos, es sabido, que, las frutas rojas/negras, conjugan perfectamente con los guisos suculentos de carne.

QUESOS:
1.- Queso de servilleta de cabra artesano de pequeño productor de Requena. Punto de cremosidad media, suave pero sabroso.
2.- Comte 16 meses de Maduración. Más tierno y suave que otros Comte, manteniendo la textura granulienta, característica de estos quesos. Fantástico. Repetimos.
3.- Berskwell. Ingles de oveja de leche cruda 36 meses de maduración. Sorprendente por su sabor. No desmerece en absoluto cualquiera de nuestros grandes quesos. Sorprendente.
4.- Queso Azul de oveja Latxa de Guipúzcoa. Excepcional, por cremosidad, pese a ser un oveja nacional, es un queso de pasta blanda. Profundo de sabor y a la vez tierno. Un gran descubrimiento.

VINOS: Manzanilla Sacristía 2011 Primera saca. Julien Pilón 2010. Viogner. Malhadinha 2007. Chardonnay, Verdelho, Antao Vaz. Esporao Reserva. 2008 Aragonez, Trincadeira, C. Sauvignon. Extraordinarios todos ellos, pero, destacaría la finura y elegancia del Viognier; pura seda.

Finalizado el festín, se sale contento, porque te ha atendido gente contenta, satisfecha y feliz de lo que hace. No necesitan trabajar, en otro lugar o zona de la ciudad, para sentirse realizados.
Como acertadamente, ha indicado Javier46, no es fashion, ni snob. Yo añadiría, que, ni falta que les hace.
Es "cool".

Quizás, haya que recapitular, especialmente en estos momentos difíciles, y hacer examen de conciencia, sobre si la felicidad y la alegría, radican en lo sencillo, en lo cercano, en los pequeños detalles con alma. Yo, al menos, empiezo a preguntármelo. Y si es así, y creo que lo es, este es un restaurante que por reunir estas características, tiene el éxito asegurado.
No juzgo el precio. Fui invitado. Pero por lo comentado, imbatible.

La espera a los dos miuras "placeaos" con los que me iba a enfrentar la otra noche solo podía ser a portagallola. Toda una pose que suele ser de provecho, en parte, para echar un vistazo a la carta de la puerta e ir familiarizándome con algunos de los platos que más tarde cantaría Alfonso.
Local sencillo pero de corte moderno, donde el gris de sus paredes se impone sin resultar excesivamente frío. Mesas perfectamente alineadas y sillas de plástico y metal muy cómodas. Buena vajilla y copas Riedel, al menos las que nos tocó, con servilletas de papel de calidad.
Despliegue de vinos portugueses para un menú más largo del habitual. Me habían adelantado que era el fuerte de Alfonso, pero he de añadir otras muchas cualidades, como por ejemplo, su entrega, se desdobla con una facilidad que para qué. Tremendo perfeccionista, muy preocupado ante cualquier observación, aguantando estoicamente preguntas constantes y alguna que otra palmada en el omoplato del miura más vigoroso.

-Ostra Olerón para empezar. Comida en tres tiempos por su tamaño y para estirar su disfrute. Servida sobre cava sólido, buen contrapunto del apio y de la lima.
-Sardina ahumada sobre chip de plátano con confitura de higos y nueces. Lomo carnoso de buen grosor y buen sabor.
-Ensalada de tomates confitados y bastones de queso 1605. No conocía este queso manchego de leche cruda. El aliño era de albahaca y aceite de hierbaluisa. Podría calificar esta ensalada de perfecta por el sabor que tenía. La conjunción del queso con la sal de jamón ibérico, el jengibre escarchado y los frutos secos me encantó.
-Revuelto de amanita cesárea y trompetilla Sencillez y sabor bien presentado, la imagen era como si el nido de pasta philo se hubiera volcado y desparramado sobre el plato.
-Boconccino de mozarella con pesto de piñones. Acompañado con mojama y una hoja de radica de Treviso. Bueno... el pesto podía con todo, no es mal bocado, pero me pareció más visual que otra cosa. Puede que servido antes en el orden hubiese ganado.
-Albóndigas de bacalao caseras Sobre un pisto de calabaza y menta, y un falso alioli de limón y hierbabuena. Un par de croquetas de buen tamaño y sabor a casa. Poco sorprende este plato pese al envoltorio. Muy bien presentadas.
-Ternera gallega a la brasa con salsa de pimienta Sichuan y Lagavulin con parmentier de humo. Estupendo sabor el de la carne sin duda potenciado por el whisky ahumado, sensación auténtica de brasa. Me gustó mucho pese a que la carne adolecía de un pelín dura. De todas formas prefiero sabor a textura.
-Carrillera del valle del Esla con salsa de Marsal y arándanos. Sólo saqué un bocado del Miura bravo con cuerno astillado de enfrente. Pero aquí reinaban juntos el sabor y la textura, es otra carne, está claro, pero aún así, elegí bien con el anterior plato, el cual encontré más conseguido.

Los postres fueron quesos, y que quesos. Comte, lingote cremoso de la Sierra de Guadarrama, Crabot, Berskewell, azul de oveja Laxa de Guipúzcoa, y quesuco de Bejes Fabulosos todos, la verdad.

En cuanto al despliegue de vinos que hablaba al principio, cayeron un par de blancos (Tiara 2009 Niepoort y Esporao branco reserva 2010) y otro par de tintos (Esporao tinto reserva 2008 y Quinta Do Ribeirinho 2008 de Luis Pato). Muy distintos entre sí, tanto los blancos como los tintos. Al final cayó también por culpa de los quesos, media botella de Moscatel de Setúbal Alambre 20 años. Sin contar la copa de manzanilla (Sacristía 2011) con la que fuimos recibidos.

Pese a ser invitado, puedo hablar de la RCP por esa espera que sirvió de entretenimiento.
La mesa de cuatro, aunque no estaba coja, si que se echó en falta a un gran Vitorino que salió corriendo por la dehesa ante mi llamada matutina. Se libró del estoque, pero la puntilla se la guardo.

Durante el encuentro Verema de este año, he aprovechado (y bien) para conocer esos nuevos restaurantes que según los comentarios no defraudan y a los ya conocidos por mi, que según mi criterio tampoco lo hacen. Pues bien, este es de los primeros.
Acompañado por dos veteranos veremeros valencianos, el viernes noche nos acercamos a cenar, lo siguiente.
Entrantes:
Ostra Oleron con cava solido y cremoso de lima y apio.
Sardina ahumada sobre confitura de higos y nueces y chip de plátano macho.
Ensalada de tomates confitados en aceite de hierbaluisa y bastones de queso manchego 1605 artesano de leche cruda, con aliño de albahaca y Porto blanco, con sal de jamón ibérico de Guijuelo, jengibre escarchado y frutos secos.
Revuelto de amanita cesárea y trompetilla e hinojos, sobre nido de pasta Philo.
Boconccino de mozzarella con pesto de piñones y jamón de atún, con hoja de Radica de Treviso. Principales.
Albóndigas de bacalao hechas en casa, sobre pisto de calabaza y menta, y falso alioli de limón y hierbabuena.
Cube roll de ternera gallega a la brasa con salsa de pimienta de Sichuan y Lagavulin con parmentier de humo.
Carrilleras del Valle del Esla con salsa de Marsala y arándanos.
Quesos: Comte. Leche cruda de vaca de 16 meses de maduración. Lingote de cremoso de queso de cabra de la Sierra de Guadarrama. Crabot. Queso de leche cruda de cabra de Córcega. Berskwell. Queso ingles de oveja curado de 36 meses de curación. Azul de oveja Latxa de Guipúzcoa. Soterraña. Quesuco de Bejes. Leche cruda de vaca. Cantabria.
Ya a beber esto otro:
Vinos:
Manzanilla Sacristía 2011. Primera saca. Tiara 2009 (Niepoort) Codega, Doncelinho, Rabigato. Esporao Branco Reserva 2010. Alentejo. Arinto, Roupeiro, Antao Vaz. Esporao Tinto Reserva 2008. Alicante Bouschet, C. Sauvignon y Trincadeira. Quinta do Ribeirinho 2008 (Luis Pato) Baga y Touriga Nacional. Alambre 20 Años. Fonseca. Moscatel rojo de Setúbal.
No describo el local, pero si quiero dejar nota de cuatro detalles que me sorprendieron muy gratamente:
- Local al cien por cien y según algún comentarios que oí, rechazando bastante gente por problema de espacio: crisis hay, pero no todos la notan, posiblemente por saber adaptarse a los tiempos y Alfonso lo hace.
- Comimos muy bien y bebimos quizás mejor si es posible y esto se puede logar en unos cuantos locales de Valencia, pero con el esmero plato a plato y botella a botella de Alfonso quizás en ninguna parte.
- En cuanto a los vinos Portugueses, Alfonso es una autentica enciclopedia, pero a precios de crisis.
- La recepción y despedida muy grata y eso que le dimos la lata a Alfonso.

Por favor Alfonso no cambies y gracias.

Es difícil mejorar cuando se ronda la perfección. Que grata sensación tuvimos todos los que compartimos esta comida el mediodía del sábado, en el trascurso del undécimo encuentro verema, regresamos a las catas de la tarde tremendamente satisfechos.

Mobilario sencillo, gama básica de Ikea, buena distribución de mesas, correctamente vestidas. Servilleta de papel (de calidad) decoración sencilla y funcional, pero armónica.

Por el módico precio de 22.50 euros nos ofrecieron el siguiente menú.

Entrantes:
• Sardina ahumada sobre confitura de higos y nueces y chip de plátano macho. Excelente la combinación ahumado, salado, dulce y crujiente del chip.
• Ensalada de tomates confitados en aceite de hierbaluisa y bastones de queso manchego 1605 artesano de leche cruda, con aliño de albahaca y Porto blanco, con sal de jamón ibérico de guijuelo, jengibre escarchado y frutos secos. Numerosos ingredientes para una ensalada que ofrecia un conjunto armónico.
• Revuelto de amanita cesárea y trompetilla e hinojos, sobre nido de pasta Philo. Efectista presentación y perfecto el punto del revuelto.

Principales:
• Albóndigas de bacalao hechas en casa, sobre pisto de calabaza y menta, y falso alioli de limón y hierbabuena. Buena textura y justa proporción de bacalao.
• Cube roll de ternera gallega a la brasa con salsa de pimienta de Sichuan y Lagavulin con parmentier de humo. Me gusto la idea y en conjunto el plato, a pesar que la ternera quedaba algo dura.

En el apartado de postres nos dio a elegir entre varias opciones, hasta cinco posibilidades distintas, mi elección: una torrija sobre sopa de chufas, nada pesado y muy rico.

He de decir que todos los platos están originalmente presentados y cocinados con gran perfección.

La carta de vinos es amplia y bien escogida, organizada por tipos y por D.O.’s o indicaciones geográficas, con especial oferta de vinos portugueses (hasta cincuenta referencias), esta singularidad fruto de la nacionalidad del padre de Alfonso. Correcta cristalería y correcto sobrecargo en el precio del vino. El vino descansa en armarios climatizadores y se sirve a temperatura correcta.

Confiamos a Alfonso la elección de los vinos, aunque fuimos comedidos en cantidad (supongo que como consecuencia de la saturación del encuentro). Empezamos con Esporao 2010, un blanco portugués alentejano con crianza en madera muy sutil. Seguimos con un Quinta do Perdigao reserva 2005, muy vivo a pesar de los casi siete años con que contaba y rematamos con un Mas Irene 2005 un cabernet franc, con algo de Merlot del Penedés que armonizó estupendamente con el plato de carne.

Todo lo descrito, más unas cervezas iniciales, dos botellas de agua y cafés por 281.20 euros los nueve comensales que tuvimos la suerte de asistir a este formidable almuerzo.

No creo que me canse de recomendar este restaurante.

Establecimiento libre de crisis.

Nada más entrar me gusta el ambiente que se respira en el local: espacio diáfano densamente poblado pero sin agobiar, por mesas y sillas de estilo informal, vestidas con mantel y sobre-mantel que consiguen dar un toque ligeramente más serio; grandes lámparas circulares riegan el espacio de cálida luz anaranjada.
Tan sólo tengo unos segundos para observar el bullicio y la atmósfera alegre y cordial que se respira entre los comensales y los/las camareras que raudos pero sin correr, se cuelan entre pasillos y mesas, cuando ya están conmigo y me dirigen a la mesa que nos han asignado al reservar, al final del comedor.
Al poco rato aparece Alfonso Malke: amplia sonrisa, en boca y ojos. Tras obtener confirmación de la disponibilidad de vermouth Perucci blanco, pido un par mientras espero a que llegue Javi de aparcar.
No se ha acabado de sentar cuando Alfonso Malke le acoge muy calurosamente. Le pregunto a Javi que si ya se conocían de antes y me dice que no, que es la primera vez, pero que han intercambiado algunos correos con motivo de la reserva de esa noche.
Nos ofrece la carta y el menú de degustación que estrenan esa misma noche y no lo dudamos, dejamos que sean ellos los que nos guíen por los vericuetos de su cocina eligiendo este último.
Y ya por fin llegamos a lo importante, je, je, los vinos.
Dudamos si elegir uno de la abultada carta o dejarnos también aconsejar al desconocer la composición del menú.
Examinamos con atención la carta y vimos tantas referencias inéditas para nosotros que no fue difícil decantarnos por ponernos de nuevo en sus manos. Y ¡qué bien hicimos! Creedme, esa velada fue una de las más memorables en cuanto al acierto del no siempre sencillo maridaje. Desde aquí os recomiendo encarecidamente que hagáis lo mismo cuando lo visitéis, imposible que os defraude.
- Manzanilla Sacristía 2011 Primera Saca
La manzanilla es de color oro intenso, oro de lingote macizo, buen augurio de un poderío que nos golpearía aromáticamente la nariz y se expandiría y crecería con increíble potencia en boca.
- Sardina Ahumada sobre Confitura de Higos y Nueces y Chip de Plátano Macho
Su aguda y penetrante boca realza el ahumado de la sardina que a su vez ofrece un equilibrado contraste con la dulzura de la confitura de higos y nueces, siendo el círculo cerrado por la suavidad del chip de plátano macho cuyo sabor se acerca más al de un tubérculo que al de una fruta.
- Quinta de Saes Reserva 2010
Elegante delicia portuguesa, con un inicio de nariz intensamente mineral que daría luego paso a la fruta fresca de hueso como el albaricoque y el melocotón. En boca es fresco pero no intrascendente, con un cuerpo formado por un paso por madera, que por lo demás es inapreciable -lo cual personalmente agradezco puesto que los blancos cargados de madera me suelen resultar pesados- y que yo nunca habría distinguido si no lo llega a mencionar Alfonso. Qué buenos vinos blancos se están haciendo en Portugal…
- Ensalada de Tomates Confitados en Aceite de Hierbaluisa y Bastones de Queso Manchego 1605 Artesano de Leche Cruda, Aliño de Albahaca y Porto Blanco , Sal de Jamón Ibérico de Guijuelo, Jengibre Escarchado y Frutos Secos
El interminable nombre de esta ensalada podría resumirse en: “Una de las mejores ensaladas que he comido en la vida” Todos y cada uno de los elemento citados tienen su lugar y su cometido, todos se saborean independientemente y unidos, forman un conjunto refrescante y consistente que agrada tanto al goloso como al amante de lo salado
- Julien Pilón 2010 Viognier
Cierre soberbio de la ronda de blancos con este Viognier de delicado y floral aroma, y cuerpo hermoso y denso. Sé que me queda mucho camino por recorrer en blancos y más aún allende nuestras fronteras, pero para mí, a día de hoy, posiblemente el mejor Viognier que he probado. Persistente y persuasivo, te hacía volver a él una y otra vez ¿el mejor adjetivo? Adictivo.
- Revuelto de Amanita Cesárea, Trompetilla e Hinojos, sobre Nido de Pasta Philo
En mi opinión personal y obviamente discutible, éste fue el plato que menos me dijo de todo el menú. El sabor delicado de las setas no conseguía elevarse por encima del revuelto, quedándote una sensación como de que faltaba algo, no sé..
• Petit Hipperia 2008 ( Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah, Petit Verdot, Merlot)
¿Qué le lleva a una bodega asentada y con un nombre consolidado como es Vallegarcía a meterse en esta camisa de cinco varas? ¿Vocación de alquimista? ¿Inquietud? Cualquiera que sea la respuesta es en cualquier caso ociosa dado el magnífico resultado.
Un vino completo, redondo, inspirador, retador, perfecta pareja de la ternura de bacalao sobre pisto y de ternera gallega a la brasa. Con cada acompañante muestra una de sus múltiples caras aromáticas y gustativas, empezando con cueros, prosiguiendo con alternancia de fruta roja y negra salpicada de canela y pimienta y arropada por torrefactos y cacao, y finalmente, aromatizado con balsámicos. Largo y fresco, denso y ligero,
- Albóndigas de Bacalao hechas en Casa, sobre Pisto de Calabaza y Menta y Falso Alioli de Limón y Hierbabuena
Ternura de bacalao, recuerdos a dedos manchados de bechamel conseguida a hurtadillas en la cocina de casa. Pisto balsámico y alioli cítrico.
- Cube Roll de Ternera Gallega a la Brasa con Salsa de Pimienta de Sichuan y Lagavulin con Parmentier de Humo.
Se paladea la brasa en la carne que, como un buen tinto, aúna la suavidad en el tacto con el cuerpo de la carne de primera. Es un plato que nos lleva al campo, ganado, madera, humo, mentolados, chispas de especia… todo potenciado y realzado por esa maravilla de vino que es el Petit Hipperia 2008.
• Palo Cortado Viejísimo Gutiérrez Colosia
Complejo vino de más de 50 años que acompaña a una variada y exquisita bandeja de quesos:
- Heretat de Pere. De Quatretonda Valencia. Torta de queso La Cabezuela. Cabra de la Sierra de Guadarrama. Queso azul de oveja Latxa
Difícil terminar la velada sin combinarla con un dulce a la altura; no hay lugar para la duda cuando en el desgranar de las opciones escuchamos: Tarta Sacher. ¿Descripción? Tarta Sacher pasada por el Malkebien: repostería de altura que enamora al goloso sin empalagar a quien lo es menos; buena combinación de texturas y profundidad sin pesadez.
Tras los cafés de rigor, bien adaptados a la noche al no resultar ni excesivamente intenso ni ligero, Alfonso nos pregunta si querríamos un licor como broche a la cena. Yo le pregunto suplicante: -¿Podríamos seguir con vino?- Que es respondido con un ademán con el que me insta a esperar y una amplia sonrisa:
El cierre de la velada es el tesoro dorado encerrado dentro de la botella del naturalmente dulce Jorge Ordóñez nº 2, tan intenso y profundo que cualquiera habría dicho que procedía de uvas con botrytis. Largo y fresco a la vez, y muy frutal, con destacada manzana y piel de naranja. Volveré a él en el futuro porque no puedo imaginarme mejor compañía para una tertulia sosegada en una tarde tranquila.
Como fin de esta crónica destacar la honestidad y absoluta falta de artificio que exuda por todos sus poros esta propuesta; su sincera humildad, tanto a la hora de presentarla como a la de proponer los maridajes, y algo que yo valoro muy especialmente, la capacidad de Alfonso Malke para escuchar con los ojos, y para muestra de ello un botón:
Estoy más que acostumbrada a que la carta de vinos se la den siempre a Javi y que sea a él a quien le den siempre a probar los elegidos, algo que indefectiblemente él delega en mí aunque no tendría porqué. Alfonso dejó la carta de vinos encima de la mesa, sin decantarse por ninguno de los dos y al llegar a la mesa con el primero, la fantástica manzanilla, me lo dio a probar primero a mí, no sin antes pedir nuestra aprobación. En el transcurso de la velada fue alternando la preferencia de prueba, lo cual nos hizo sentir muy bien a ambos. Al despedirnos, no pude evitar preguntarle porqué me había dado a mí a probar el primer vino. Su respuesta: “Porque ví cómo cogías y examinabas la carta de vinos”
Huelgan los comentarios…
Gracias Alfonso; gracias por el fabuloso trato que recibimos a lo largo de toda la velada, por vuestra profesionalidad en el servicio y lo que es aún más importante, la calidez, cordialidad y simpatía que nos hicieron sentir como si fuéramos clientes de toda la vida en nuestra primera visita, que indudablemente no será la última.
Precio con IVA: 40€ por persona. No es el precio del menú, llevaba añadidos: vino, quesos...
Con fotos intercaladas en https://www.verema.com/blog/puck/945658-restaurante-malkebien-valencia

Hacía tiempo que no visitaba a Alfonso y familia al Malke, hoy 6 amigos nos decidimos ir a comer tomando su insuperable menú a 9.50 €.

Cervezas y aguas para beber , y la ensalada de rigor al centro.

Yo pedí de primero un muy buen arroz de pato confitado, setas y acelgas que estaba realmente rico, muy logrado.

Y de segundo una pechuga rellena de paté de setas y ajetes, con queso de cabra y salsa de Porto, que estaba tremenda, muy buena, aparte llevaba de acompañamiento una tortilla de calabacín (creo) muy rica.

Y llega el festival del postre, bizcocho de melocotón, con salsa de caramelo y trufa, para que extenderse, un goloso entenderá que no hace falta explayarse, estaba tremendo, y el resto de postres de mis amigos me consta que igualmente buenos.

Un día le plantearemos a Alfonso pedir solo postres, porque la verdad a cada cual mejor.

Cafetitos y poleos de rigor y 9.50 € x cabeza, quien lo puede superar?

Soy cliente asiduo del Malkebien, y aunque podía colgar muchas reseñas, hoy me ha apetecido hacerlo.

Pronto iremos a probar su menú degustación, mientras esperamos , hasta mañana familia.

Cuando en Verema hay un restaurante con tantas notas y con tan buenas evaluaciones , es inevitable el tener ganas de visitarlo. Hacía mucho tiempo que quería probar Malkebien y ayer, por fin , lo pude hacer. Local con decoración austera , lo cual no significa que no sea cálida. Mesas de tamaño adecuado con buena separación entre ellas. Servilletas de papel , con cubertería , cristalería y vajilla de nivel superior a lo esperado.
Tomamos menú degustación consistente en :

Sardina ahumada sobre confitura de higos y nueces y chip de plátano macho . Plato excelente . sardina de muy buen sabor , con punto justo de ahumado , la cual, al combinarse con la confitura provocaba , en primer lugar un predominio del sabor dulce, para luego emerger la sardina con el toque ahumado. La confitura fue , por decirlo de alguna manera como una lanzadera del pescado. El chip se unía perfectamente a lo anterior estableciéndose como la base sobre la cual combinar lo anterior. Conjunto pleno de sabor escalonado con mezcla de tres texturas perfectamente separadas. Grande

Ensalada de tomates confitados en aceite de hierbaluisa y bastones de queso manchego 1605 artesano de leche cruda , con aliño de albahaca y Porto blanco , con sal de jamón ibérico de Guijuelo, jengibre escarchado y frutos secos. Leyendo el encabezado se puede pensar que es un plato con tantos ingredientes que , al final, después de mezclarlos , se acabaría con un sabor indefinido. Nada más lejos de la realidad. No sobra ningún ingrediente. Cada uno de ellos cumple una función , bien en sabor , bien en textura , o bien en ambos. Tomate con justísimo punto de dulzura que contrastaba con la potencia del queso de fondo salado , el cual a su vez quedaba reducido por el aliño que aportaba una dulzura diferente y un fondo balsámico. Y como , tal vez hacia falta un punto de picante , ahí aparecía el jengibre, cumpliendo su función. Pero , era necesario dar otra vuelta de tuerca, necesitaba el plato los tostados de los frutos secos. Cuando mezclabas todo , resultado sublime. Sencillamente. Pasabas por toda gama de sabores a la vez , era como un torbellino de sabores a lo cual se unía perfectamente las texturas. Frescura por una parte con toques de tierra y salinos. Soberbio

Revuelto de amanita cesárea y trompetilla e hinojos, sobre nido de pasta Philo. Muy buena presentación de plato , con un nido muy estético. Textura del huevo perfecta con una muy buena combinación de ambas setas, las cuales tenían sabor potente. Cada bocado era un disfrute porque el aroma del hinojo combinaba perfectamente. Excelente materia prima.

Arroz de confit de pato con shitake y alcachofas . Al ver el fondo del plato pensé que le faltaría potencia. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que el caldo no tenia la intensidad de color esperada , pero no le hacía ninguna falta. Perfecto punto de cocción, duro y suelto , con un sabor profundo. El pato sobresaliente muy bien acompañado de las alcachofas y el shitake que le servían de base . Sutileza, elegancia y sabor potente. Muy buen plato de arroz.

Albóndigas de bacalao hechas en casa, sobre pisto de calabaza y menta , y falso alioli de limón y hierbabuena . Volvemos al juego de los sabores. Se mezclan lo saldo , con lo cítrico, lo balsámico y lo dulce. Lo difícil de este plato es , precisamente , lograr que unas albóndigas de bacalao sean en si mismas, un plato. Y se logra, ya lo creo que se logra. El rebozado lleva maíz lo cual, al principio, te desconcierta, pero , al final , provoca una enorme sensación placentera. Perfecta la unión con los ingredientes , los cuales realzan el sabor del pescado , pero lo hacen de forma equilibrada y pausada. Sabor potente , pero sabor controlado. Grande en concepción y en ejecución.

Cube roll de ternera gallega a la brasa con salsa de pimienta de Setchuan y Lagavulin con parmentier de humo. Y llegamos a la carne. Y piensas que no te van a sorprender. Y , una vez más , te vuelves a equivocar. Muy buena ternera , muy bien hecha , con lomo casi crujiente y un fondo ahumado que abría las papilas hasta el final , para de esa forma aumentar todavía la percepción. Unión muy buena con el parmentier, porque los grados de ahumados eran diferentes , mas recio el de la carne y mas suave el del parmentier. La unión en la boca era como una sucesión de sabores que se potenciaban y se unían , para al final separarse e ir desapareciendo poco a poco , en orden , siendo el ultimo el del ahumado mas fuerte con notas cárnicas. Sorprendente a la enésima

Quesos.

Torta de queso " La Cabezuela" leche cruda de cabra de la Sierra de Guadarrama.

Heretat de Pere. Cabra.

Queso Azul de oveja Latxa. Azkue. Guipúzcoa.

Quesuco de Bejes. Leche cruda de vaca. La Sotarraña

Quesos artesanos de muy buena calidad. Sólo conocía el de Heretat y el resto me encantó.

Muy buen café y Gin Tonics de alto nivel.

Muy buen servicio de sala . A pesar del local estar absolutamente lleno , el servicio fue agil, rápido , amable , diligente y profesional. Carta de vinos de alto nivel , sobre todo en Vinos portugueses. Precios super comedidos , lo cual hace todavía el local mas atrayente. Bebimos aconsejados por Alfonso :
Manzanilla Sacristía 2011 Primera saca.
Quinta de Saes Reserva 2009. Dao. ( Encruzado, bical, cercial).
Heredade dos Grous Moon Harversted. 2008 Alentejo. Alicante Bouschet.
Cavalo Maluco 2007 ( Setubal) Cabernet Franc y Touriga Nacional.
Palo Cortado viejísimo Gutierrez Colosia

La sensación que tienes cuando has acabado de comer en Malkebien es , en primer lugar , de satisfacción. De mucha satisfacción. Aquí se nota , se masca (nunca mejor dicho) la pasión por la gastronomía. Y no sólo por la gastronomía , sino por la Gastronomía bien hecha. Muy bien hecha. Hay platos que , restaurantes con mas boato , mas empaque y con más sensación mediática no los tienen ni de lejos. Y lo que es peor , me temo que no los tendrán nunca. Y además de la pasión , se intuye que Malkebien es lo que quiere ser , donde lo quiere ser y como lo quiere ser. En otras palabras, es feliz. Y esa felicidad es la que retroalimenta su capacidad de trabajo y de imaginación. Se sabe donde se está , porque se está y donde se está . Las ideas están claras, y no de ahora ni de hace un año . Lleva seis años abierto y mantiene , desde el primer momento , la misma política de precios.

Lo que no sé si sabe , es que , para mi , es mucho mas de lo que es. Si nos olvidamos de lo que envuelve a un restaurante y nos centramos , única y exclusivamente , en comida, bebida , servicio y comodidad en las sillas, Malkebien es uno de los grandes de Valencia. Creo que si este restaurante estuviera en otro lugar y su precio fuera un 300 % mas caro aparecería en todos los entornos mediáticos de la ciudad. No parece que esa sea su guerra. No da la sensación de que haya una búsqueda de lo fashion ni de lo snob.

Más bien lo obsesivo de este restaurante es , por una parte, idear cada plato con una gama enorme de sabores diferentes para al final lograr el resultado de un plato redondo , domado , con sabor justo y texturas adecuadas. Alfonso nos decía que , para él la cocina son matemáticas. En el fondo cuando te enfrentas a cada uno de platos que te dan aquí , te estas enfrentando a una cábala de fantasía . Cábala que hace tan feliz al que la idea como al que la disfruta. Aquí se cierra el circulo de los sabores en cada creación , aquí se cierra el circulo de la restauración porque todos los palos de la misma están a una altura enorme, aquí se cierra el circulo de la inquietud , de la personalidad y de las ideas claras.

Aquí, en Malkebien hoy se cierra el circulo y , no me extrañaría nada , que en un tiempo se hiciera la cuadratura del circulo.
Frente a restaurantes así lo único que se me ocurre es descubrirme y dar las gracias por el momento de felicidad
No pongo el precio porque no pagué yo , pero puntúo la RPC porque vi los precios de la carta . Para mi la puntuación correcta seria de 9

Me siento defraudado , no tanto por el restaurante, si no por las grandes criticas que se le ha dado en estas paginas y las expectativas creadas.
Mi experiencia - Sábado 4 comensales , menú degustacion:
Ravioli de carne - el caldo del fondo ablando el ravioli , haciéndolo insipido
Ensalada crujiente - correcta pero escasa de jamón, mas bien nulo.
Huevo pochado, bien la textura de la crema de boletus , mal las temperaturas en la copa.
Lomo de bakalao - el crujiente lo empobrecía, lo enmascaraba y de un buen producto y acabado termino siendo una barita Findus del capitán pescanova..
Solomillo de cerdo - bien en su elavoracion , correcta la presentación.
Pedimos tres postres distintos para probar , correctos simplemente(brouni, gintonic d estructurado , y un dulce de leche)
El servicio ; el mio bien ya que me pedían los platos para recogerlos teniéndolos que entregarlos pasando por delante de las narices del resto de los comensales o me daban los cubiertos del siguiente servicio teniéndolos que poner yo.
El servicio del vino no esistio, solamente se dedicaron a abrir la botella y dejarla encima de la mesa
Una serie de hechos que valorándolos en su conjunto me harán el no repetir , repito las expectativas creadas tienen la culpa.

Una ciudad es gente por la calle, de esto Torrefiel aún tiene, barrio vivo y dinámico, que cuenta ahora con un restaurante como Malkebien, que le da una opción gastronómica de calidad de la que quizás antes carecía.

Local a lo minimalista con buena acústica, a pesar de que estaba lleno hasta los topes, trato del personal muy agradable y atento.

Carta de vino de tamaño medio con buena selección, por ejemplo pedimos un Diel Riesling bastante majo, equilibrado y mineral, buen servicio de vino. Al terminar probamos una copita de un dulce portugués de Setúbal bastante intenso y complejo.

Los platos mantienen buen nivel, paella de recuerdo casero y milhojas bien elaborado, también estaba conseguido el magret de pato. En postres tampoco bajan la guardia y tienen buena oferta resultando muy ricos tanto el brownie como el crepe.

Poco más se puede decir, muy recomendable y no solo por la dedicación sino tambien por el resultado.

Nos acercamos este sábado a disfrutar con el nuevo menú degustación que Alfonso y compañía tuvieron a bien preparárnoslo al mediodía.
Como siempre una cervecita para empezar, esta vez Estrella de Galicia 1906 que no habíamos probado y nos gustó bastante, quizá cercana al sabor de Alhambra 1925. Y agua para la embarazada.
Tres entrantes para empezar:
 Ravioli de carne de centolla sobre falso tallarines de mar
 Ensalada de crujiente de jamón ibérico, lascas de queso, albahaca, jengibre caramelizado y tosta de pan.
 Copa de huevo pochado con brandada de boletus y chip de alcachofa.
Todos los entrantes sensacionales, muy destacable la ensalada (que no me suelen gustar y me encantó) y la copa de huevo pochado, excelente y el bocadito de centolla de muy buen sabor.
Como principales:
 Un sabrosísimo Lomo de bacalao en crujiente de Corn-Flakes, puré de espárragos y judías verdes.
 Solomillo de cerdo ibérico a la brasa con salsa de mandarina o magret de pato. Buenos.
Papa beber entre mi esposa y Alfonso nos escogieron un Tiara 2007 D.O. Douro que acompañó perfectamente toda la comida. Muy rico, paso largo en boca y muy persistente.
Cuatro postres a compartir, destacar la sopa de chufa con torrija y un espectacular crepe con fresa, plátano (varias cosas más) y chocolate blanco… además de una crema de membrillo y el otro que sólo me acuerdo que me comí todo el anís estrellado de un bocado y el que me estrellé fui yo…
Buen café e infusiones.
Alfonso nos obsequió con una copa de Palo Cortado Gutierrez Colosia de gran complejidad y que si bien personalmente no soy de estos vinos andaluces, reconocer que estaba soberbio y uno dulce de Bodegas Ordoñez.
Excelente comida, conversación… vamos como en casa.
No veo el margen de mejora, del barrio no los sacan ni los GEO… así que como opción podían contemplar el servicio de reserva de plazas de aparcamiento en la zona, que nos llevaran a ‘bracito’ hasta la mesa o que huríes desnudas sirvieran el vino (o soldados espartanos para quien lo prefiera).
Aparte de broma, felicitar de nuevo a todo el equipo y parafraseando al gran José Luis López Vázquez: aquí tienen a un amigo, un servidor, un esclavo…