Llegamos el sabado a las 13.00. Obviamente ni una mesa libre, pero mi mujer y yo somos así. ¿Son fumadores? Pues sí. Entonces queda una (al sótano). Excelente servicio, siempre atento. Judias de La Granja con su acompañamiento, paté de cochinillo con higadillos, y obviamente el Cohinillo. El segundo mejor que he tomado en mi vida ( el primero fue en Girona, pero les recomiendo que busquen en qué restaurante de los que comento). Botellita de Arzuaga crianza 2005 ( no quise el Pago de Carraovejas aqunque me lo ofrecieron educadamente). Café y copita de Oloroso sin mayor historia. Excelente comida y mejor servicio. 50 eurillos por tarro.

Coincido con los comentarios anteriortes; cocina de calidad fundamentada en una excelente materia prima.
El cochinillo muy bueno, pero la perdiz de tiro escabechada excepcional; además tomamos mollejas, morcilla, cervezas, el vino y un Macallan 12 por persona.
Lo que sucede es que existen detalles por los que no pienso volver.
Pido carta de vinos y el camarero me indica que el "vino de la casa" es el Pago Carraovejas, circunstancia que ya conocía; debo manifestar que en ningún momento el camarero se negó a darme la carta, pero la indicación y la tendencia era muy clara.
Pido un magnum 2005 para tres personas.
Servicio de vino que se limitó a abrirlo y poner las primeras copas.
Precio de la botella, -recordemos "vino de la casa"- 69 €.
En el Mesón el Riscal al día siguiente, la botella de 70 cl., 26 €, y no era "vino de la casa"; lo normal es que por una botella magnum te puedan cobrar el doble que por una de 70 cl. o un poco más, pero no 69 €, más teniendo en cuenta que era el , -otra vez-, "vino de la casa".
Todo lo dicho se lo comenté al maitre, -que conociendo el precio del vino y la estrecha relación que tiene con el dueño del restaurante, me parecía una tomadura de pelo, que me sentía engañado y que no volvería-.
Pues eso, cuidado con el "vino de la casa"; por cireto, la calidad de este vino va en caída libre.

En el centro de Segovia. Barra a la entrada y comedores en el interior con decoración castellana clásica y alusiones a la ciudad de Segovia. Excelente servicio. Buen montaje de mesas con copas adecuadas. Carta amplia de cocina castellana con algún guiño a la modernidad. Magnífico producto y excelente elaboración, es el mejor cochinillo que he comido en mi vida. La carta de vinos no la vi pero imagino que siendo un amante de este mundo será una buena carta. Gracias a la Agrofamila por llevarnos a este santuario. Creo que es imprescindible en Segovia. Comedores de fumadores y de no fumadores. Volveremos.

Por fin he cumplido mi propósito he visitado esta fantástica ciudad he visto sus murallas, su alcázar, catedral y como no el acueducto romano impresionante esta palabra es la que utilizo para el comentario de esta mesa, excelente acogida gente simpática y profesional, distribución de mesas justa pero suficiente los entrantes suaves setas y verduras para continuar con el mejor cochinillo hasta la fecha, crujiente por fuera y meloso en su interior una delicia y los postres maravillosos, sorbete de vino tinto pago de carrovejas, (ponche segoviano) y tarta de chocolate, el vino pago de carrovejas y cafes se que volvere

Si he de ser peregrino lo seré a Segovia.
Y no hay excusas para cada vez que nos dejamos seducir por esta marivillosa ciudad, visitar el Jose María.
El entorno es lo de menos, aquí se viene a comer y comer bien!!! la última visita la realizamos con unos amigos. Pedimos cervezas de aperitivo, un plato de Foie con higos del que nos hartamos los cuatro ( en Bcn ese mismo plato costaria 40€ min, aquí 17,80€ algo pasa con la restauración catalana??!!), menudillos de cochinillo, deliciosos. Algo más y como no 1 cochinillo en su punto de horno y leche, inmejorable. Solicitamos un Pintia del que no disponian así que optamos por su Pago de Carrovejas 2005 que realmente mereció la pena. Nos tomamos el Whisky en la barra ya desierta.

Servicio atento, van de bólido pero siempre gratos. En fín cuando salimos por la puerta estaba deseando volver a entrar. Si LA GULA es pecado VETE A PECAR ALLÁ!!!!!!

Hola a todos,voy hacer el primer comentario,de parte de mi hijo jesus y pronto podre hacerlo yo de este restaurante que no conozco,el vino escelente pago carrovejas rcp buena, copas tambien,comida esquisita daba pena acabarse el cochinillo,entorno un pelin agobiante

Una gran comida. Reserva hecha mediante correo electrónico con una semana de antelación porque andan llenos (aún siendo temporada baja). Mesa correctísima en el comedor de dentro (el más tranquilo). Vajilla, cubertería, manteles y servilletas de gran calidad. Copas Riedel hasta para las cervezas. Atención discreta, personal y muy eficiente. Comida exquisita, hasta el aperitivo que te regalan es extraordinario (ensalada de escabeches variados). Surtido de ibéricos de primera, hojaldre de paté de cochinillo exquisito, revuelto segoviano perfecto, cordero asado y cochinillos a los que no se les puede poner pega, patatas a lo pobre deliciosas. Postres a destacar el ponche segoviano y los raviolis de chocolate (tradición y modernidad). 2 botellas de Pago de Carraovejas con una relación calidad/precio extraordinaria. Copas de Vi de Gel de Gramona para los postres. Una exquisitez, frescura, sabor, aromas... todo un placer. Café extraordinario. Sin prisas pero sin pausa (hacen turnos los domingos, eramos del primer turno pero en ningún momento hubo agobios). El servicio del vino podría mejorar, las copas son buenísimas, la temperatura adecuada y el sumiller aconseja (aunque con alguna prisa) pero la botella se queda en la mesa sin mayor atención.

Segunda visita a Jose María.
Cocina segoviana clásica: entrantes abundantes, excelente jamón y buen cochinillo. En general una gran cena, rematada con buenos postres y un P.X.
Amplísima carta de vinos. Tomamos un Resalte Cr. 2001: 22,50 €.
Restaurante-Mesón con decoración clásica, buen ambiente.
Precio (4 pers.): 160 €.

Nueva visita familiar a este restaurante.
Comenzamos con el vino. La carta sigue adoleciendo de mala presentación. Un pelín confusa a mi juicio, pero no me parece de rigor a estas alturas de la temporada que prácticamente todos los vinos de la misma se encuentren corregidos a lápiz para reflejar la añada que pueden presentar. Deberían cuidar más esta presentación. Con respecto a los precios me parecieron razonables y sí quisiera destacar la parte de la carta referida a vinos históricos. Precios fantásticos en esa sección. El servicio del vino: en copas
"suficientes", así como la temperatura de servicio y presentación de los mismos. Me sigue sorprendiendo no ver a ningún sumiller, al menos uniformado como tal. Aun más sorprendido me quedé cuando no olieron el corcho, pero bueno, supongo que soy bastante tiquismiquis con estos detalles. La temperatura de servicio: alta (qué raro ¿verdad?).
Veamos la comida. Desde mi punto de vista sigue estando un punto por delante de los demás que conozco (aunque reconozco que quizá debiera revisitarlos) de Segovia. Auna el clasicismo segoviano con un pasito más en algunos de sus platos. Destaco por encima de todo los puntos de la carne. Realmente perfectos. El lomo de ciervo estaba fantástico, ni le faltaba ni le sobraba un segundo de cocción. La presa igualmente perfecta en su punto de cocción.
(sigue debajo)

Sigo insistiendo en esto de los puntos. Algo que todo el mundo considera sencillo como un revuelto de setas de temporada: El huevo estaba perfecto! Un poco menos estaría crudo y un poco más seco. Sencillamente en su punto (aunque algo corto de setas en mi opinión). También probamos un surtido de quesos, flojo a mi parecer. Sencillo, predecible y por ello falto de carácter. De postre, nuévamente una muy buena sorpresa:
Cremoso de queso con mango (y otra fruta más que no recuerdo). Muy ligero y suave.
Ahora quiero destacar el café. ¿Cuantas comidas/cenas quedan arruinadas por la mediocridad del café? Bien, desde que te lo ponen en la mesa y lo hueles, ves que ese café va a estar bien. Al probarlo compruebas que no sólo está bien, si no que está estupendo y en estos tiempos es muy dificil encontrar un buen café.
El servicio correcto sin más, únicamente un par de puntos a mejorar a mi juicio. No suelen tener claro quién ha pedido qué y considero que debieran; y en alguna ocasión desde que llega el plato de un comensal hasta que llega el del último pueden pasar 5 minutos y eso no me parece correcto.
Sigo valorando este restaurante como el más destacado de Segovia pero en la línea exacta de la ocasión anterior. No ha empeorado un ápice, pero tampoco lo ha mejorado.
Repito las puntuaciones sobre 10 y sobre 5.
Entorno: 7/10
Comida: 7/10
Servicio del vino: 7/10