Reunión anual con pleno de los catadores de Kataklub para disfrutar de los “sobrantes” económicos del año con un homenaje para el grupo. Tras varias opciones y visto el buen momento de este local, gana esta opción frente a la repetición de eventos anteriores.
Se pide propuesta de comida y bebida y tras unos pequeños cambios, llegamos al acuerdo en fecha y menú.
No se trata de una cata al uso como la mensual porque ni es ciega, ni hay temática, se acompaña de comida, etc… se trata de disfrutar de los placeres de la buena mesa con unos platos elegidos y un vino que se ha considerado apropiado al mismo.

Unas aguas de Bezoya al inicio para limpiar la boca y un buen pan de compañía durante toda la comida, asi como un buen aceite de arbequina de la Finca San Blas de extracción mecánica en frío.
Sobre la mesa un pequeño plato lleno de corchos que son la tarjeta de presentación de lo que nos espera; el ansia se nos apodera. ¡¡ Empezar ya que llevamos un año de espera y estamos al límite ¡!

El orden fue el siguiente:
. cecina de vaca rubia gallega de casa Pablo en Astorga: una ceina de alto nivel.
Su compañía un oloroso viejo de Cruz Vieja, elegante muy seco y sin saturar de poderío y que se equilibraron en potencia comida y bebida.
. ensalada de pollo de corral marinado en sal y salvia con crema de melocotón y pistachos tostados. El pollo está prácticamente en carpaccio y el contraste del marinado y el dulce de melocotón compagina bien.
Su pareja un riesling alemán Jesuitergarten de Jordan 2010; un vino que costará volver a tomar por ser una parcela de primer nievl (gran cru) que se arrancó por demasiado vieja y que se tardadá un par de décadas en tener un vino de nivel. Abierto desde las 2 de la mañana mantiene una importante presencia de fruta melocotón, albaricoque incluso un punto carbónico. Compkejo y persistente.
. tataki de corvina con aguacate, champiñón laminado y aceite de tomate y aceitunas
Aun recuperando sensaciones olfativas florales y frutales ya nos viene un Chjinon 2012 de Philippe Alliet, un Loira biodinámico de cabernet franc abierto más de 12 horas y está aún reducido, lleno de aromas de cueros, almizcle, una potencia que persistirá durante toda la comida. O te gusta o no te gusta pero no deja indiferente.
. foie al horno con duo de manzana y helado de pimienta. Un plato que siempre me gusta pero en esta ocasión casi se queda corto en elogios comparándolo con el helado de pimienta que fue de las cosas más comentadas en la sobremesa.
Un foie y un champagne siempre son buena pareja. El elegido fue gran cru Jerome Dehours Trio 1996 abierto más de una hora, es una autentica madurez y elegancia de manzana, mantequilla y bollería. Recuerda un poco al Selosse por ser uno de los grandes y míticos.
. canelón de berenjena relleno de boloñesa de ternasco de Aragón
El ternasco se merecía un buen español: Cirsion 2011, potente, aún joven, peor ¿Quién aguanta la espera? Fue un vino puesto a petición popular.
. chuletón de vaca vieja con 45 dias de maduración, asado a leña natural y con patatas fritas.
Aquí el maridaje se complica porque es difícil crecen en potencia de tinto, así que cambio brusco de tercio y nos vamos a Saint Julien 2002, un grande la ribera izquierda, mítico, muy francés.
. queso Vacherin Mont D´Or con savagnin. Un queso hecho con leche de vaca del día. Precisa de abrirse y de airearlo mediante un par de cucharas y apreciarse cu cremosidad.
Queso y vino tinto, combinación clásica, pero ni el queso ni el vino son de los habituales. El vino: Echezeaux grand cru 1996 de fabrice Vigot que pese a sus 20 años se mantiene joven, elegante; magnífico. Un gran capitán.
. manzana espliega confitada con crema sobre una base de hojaldre y helado de azafrán.
Acompaña un rey de los dulces: Sauternes 2012 con su maravillosa botrttis gota a gota en su prensado.
. no podían faltar unos petits fours con gominolas y un brindis con otro champagne aprovechando de las relaciones de Guillaume: El elegido fue Champagne Guiboat vieux millésime 1996 con degüelle de menos de un año, de añadas míticas del que Guillaume es exclusivo importador para España.

Algún café para cerrar los comentarios a una gloriosa jornada muy bien acompañada por los datos aportados de los vinos tomados a pesar de que el comedor tenían bastantes mesas llenas, no se escatimó en dedicarnos tiempo a los comentarios.

El plato de los corchitos se había acabado de llenar.
Lo malo es que para la siguiente aún falta un año. Mientras tanto haremos las catas de diario que mantendrán viva la llama y la esperanza de la especial 2017.

(el precio del menú fueron 50€ x 9 comensales, el resto en vinos)

Reunión de compañeros mayoritariamente de fuera, con motivo de evento anual y cena de final de la reunión en el local de Entrevins.
De nuevo Guillaume prepara un menú especial y unos vinos adecuados al mismo.. Cena para 17 en el comedor de arriba ya que el del sótano depende de la cocina de Birlibirloque más en el ámbito de tapeo que de cena formal.

Arrancamos con unas cervezas, agua sin gas y con gas. Un buen fino Camborio. Buen pan y buen aceite.

Para comer:
. cecina de vaca vieja de raza rubia gallega de casa Pablo en Astorga.
. tataki de corvina, puré de aguacate, láminas de champiñones con vinagreta de aceitunas negras y tomate
. Langostino plancha, royal de alcachofas y rebollones
. Foie de pato francés al horno, duo de manzanas (ácida y dulce) con su hojaldre. Un plato excepcional por la calidad del producto y lo bien acompañado por las manzanas.
. Presa de ibérico Joselito a leña, mini zanahoria glaseada en jugo de carne con canela y su puré de chirivía. Muy de moda que Joselito está implantando y colocando las piezas del cerdo que no son jamón, pero que la calidad del cerdo se mantiene estando muy jugoso; punto de fuego espléndido.
. postre: chco Blas, especialidad de la casa y plato imprescindible de conocer en la cocina de esta caaa; un chocolate en texturas con su punto de aceite y sal.

Los vinos elegidos:
. Champagne Roger Coulon 1º cru Heri Odie con 36 meses de crianza
. Bourgogne blanc “Les Chères” 2014 de Domaine Rotisson. Un buen chardonnay
. Ribeiro Coto de Gomariz The flower and the Bee, 2015, de variedad Sousón bastante inhabitual de monovarietal; quedó demasiado rústico sobre todo viniendo de Francia
. Mendoza “Lágrima” 2011 un malbec elegante y afinado.

Rematamos con unos cafés, alguien se fue por alguna copa (GT) y la dosis de paciencia para aguantar un buen rato de charla antes de irnos pues nos resistíamos a terminar la jornada.
Un encuentro anual con buen final.

Restaurante que fue de los primeros instalados en el barrio de Ruzafa, su tratamiento de platos y sobretodo del vino fue un aire nuevo en el mundo gastronómico de este barrio. Comenzamos a ir a Entrevins caso desde su inicio, recomendamos a muchos amigos y a traves de un conocido nuestro que trabaja en turismo de lujo le recomendamos cono algo diferente, celebramos cenas de empresa en este local y un larga etc. Pusimos una crónica muy positiva el 25 de septiembre del año 2012, posteriormente el local empiezo a tener gran competencia, empezaron a destacar J Quintana, Camarena, Copenague Rodamont, etc, y la comida de Entrevijns no destacaba ni estaba a altura, la ultimas veces que fuimos su comida era con poco sabor , escasa calidad , sin embargo dada las relaciones que manteníamos con Guillaume , continuábamos yendo y aquí la SORPRESA , una noche de lleno en el restaurante y en bases a la confianza que teníamos le comentamos que la comida estaba llegando muy lenta entre plato y plato , su respuesta fue VETE, lógicamente nos fuimos, si se revisa los comentarios de este restaurante el 3 de noviembre del 2012 ya paso algo parecido, quejas y mal tono del Sr Guillaume,
Todos tenemos un mal día y dejamos pasar el tiempo y no escribimos este comentario , con la nueva inauguración decidimos volver con el objetivo lógico de recibir una mínima disculpas y volver a las relaciones de siempre, SORPRESA DE NUEVO, dijo que no éramos bien venidos y que nos fuéramos. En todo este tiempo hemos guardado silencio y no hemos dicha nada a los clientes que le fuimos recomendando y que muchos ya no le visitan. Solo quien escucha a sus clientes , puede mejorar.

Cena de trabajo para 12 con el fin de consolidar un proyecto nuevo, buscando un local que tenga reservado para poder hablar en grupo amplio sin molestar al resto del comedor, con buena cocina y buen servicio y un precio que no supere los pactados 60€.
Si además es bonito y nuevo (la novedad siempre atrae), pues mejor.
El comedor alargado del 1º piso cumple esas condiciones, así que emplazados a cenar. Al final faltó uno. Nada es perfecto.

Guillaume había elegido el menú y los vinos, aunque siempre ofrece una alternativa por si alguien no se siente cómodo. Plena confianza, así que seguimos el camino trazado.

Unas cervezas de entrada en la barra de la planta baja con unas papas mientras vamos llegando, y arriba al comedor, para cosas más serias.
Nous commençons:
. Buñuelos de bacalao con all i oli suave de miel: mucha presencia de bacalao y menos patata, a pesar de lo cual la textura se mantiene muy fina y por supuesto sabrosa. Muy bien.
. Ensalada fría de bonito a la sal, crema de almendra amarga, encurtidos y huevas: complicado de comer pero bien equilibrados los sabores de los ingredientes; esos encurtidos al principio de la comida, aumenta la salivación y se agradecen.
. Sepietas de playa plancha, velo de tocino confitado con lima, jugo de pollo de corral asado y trompetas de la muerte. De lo mejor; un mar y montaña que enlazan bien y ambos se mantienen en todo lo alto de sabor, varias texturas, punto cítrico presente pero agradable y algo que realza todo: el fondo, ese caldo que traba el conjunto.
. Merluza de pincho con all i pebre de algas (spaguetti de mar): de nuevo ese fondo denso y sabroso que envuelve de sabor a la merluza por otro lado, perfecta de punto de sal.
. Solomillo de vacuno mayor de León asado a leña, puré de patata al tenedor con aceite de oliva, sofrito de tomate cherry, reducción de vino tinto: elementos y planteamiento clásicos, bien resuelto con buena materia prima.
Por supuesto que las presentaciones de los platos son de buen nivel y esta vez me ha parecido más profundidad de sabores y fondos en casi todos los platos.

Para los postres varias opciones (entre ellas, los quesos): al final varios platos a compartir para que las dudas no fueran problema:
. Choco Blas: un clásico de la casa de chocolate en texturas, que si no lo conoces tienes la obligación de probar.
. Quesos franceses: 3 opciones de las que destacaría el queso azul, en compañía de unas avellanas bien preparadas.
Aquí se agradece la presencia de esa buen pan que nos ha acompañado en la cena.

En la parte de vinos es donde Guillaume se crece y se le nota, busca siempre sorprender y a fé que lo consigue.
Comenzamos con unas botellas de blanco de Louro de Rafa Palacios, un vino siempre interesante. A continuación, crecemos hasta un St Emilion cru 2008 chateau Tarreyre, que estaba perfecto de momento temporal.

Unos buenos cafés y alguna copa fuera de pacto, como unos Gin Tonic muy bien preparados, y una muy grata sorpresa: Vermut gran reserva Valsangiacomo, un vermut aun no comercializado, con muchos años de barrica y que, sin perder la esencia vermutera de amargos y herbáceos, tiene un fondo de barrica algo ajerezada alucinante. Gran sorpresa.

Empezamos a las 21h y acabamos pasadas las 24h. Todo ello con buen disfrute y en buena compañía. ¿Alguien da más?

Gran salto hacia delante en esta nueva ubicación. Por un lado un local que en su planta baja dispone de una zona de menús fáciles y competitivos, también para tapear y buena barra con nombre de Birlibirloque.
Por otro lado en la planta superior un comedor elegante, con mucha decoración con madera, mesas separadas, comedor privado para catas (manteniendo convicciones anteriores) para 20-30 personas en mesas alargadas y posible proyección; una mesa que se abrirá a cocina para 4-6 comensales como mesa cero de algunos buenas cocinas; más otro comedor privado de 8-9 personas con WC particular y con vistas a la calle La Paz; pero sobre todo un futuro comedor en el sótano donde se pueden apreciar restos arqueológicos de la Valencia más antigua y que permite pequeños eventos.
Todas las opciones posibles que se van abriendo de forma progresiva.

El comedor, digamos, general de la planta elevada (con ascensor y que recuerda mucho a Vuelve Carolina y El Poblet), ya está abierto y da sensación de elegancia por las mesas, bien vestidas, buena cubertería, copas, vajilla, sillas cómodas (buscadas hasta en Japón), etc..
Impecable servicio en sala. Con vistas a la calle la Paz o aún mejor a la flamante bodega de armarios diferentes para champagnes, blancos, tintos.. en variedad y cantidad.

la carta de vinos amplia, variada con gran presencia de champagnes, muchos de ellos son de pequeños y poco conocidos productores. Pero sobre todo el consejo de Guillaume a quien se le ve contento del proyecto y que parece mirar al cielo buscando algún astro luminoso en un futuro, a nada que la cocina amplie opciones y profundize un poco más.

A pesar de ese ambiente, te encuentras con una carta de comidas con buenos precios que irá creciendo en variedad conforme vaya rodando el local y que ahora tiene unos pocos entrantes, tres opciones de pescado y otras 3 de carnes (todo ello entre 16-20€), además de un arroz (promete tener más) y los quesos franceses que siempre ha tenido; finalmente 3 opciones de postres.

Opciones de menú del dia (19€) que incluye 3 tapas + arroz del dia + postre. Menú degustación con 3 tapas + pescado + carne + postre o queso. Hay opción de maridaje de 3 y 4 vinos (10 y 13.5€) más el siempre denostado cobro del pan (1.5€) aunque en este caso previamente se pregunta y aunque bien lo vale, siempre chirría verlo en cuenta.

Tres para comer y decididos a no pensar: haz lo que quieras para comer y para beber. Situación que puedes optar cuando sabes que quien tienes enfrente no lleva pata de palo y parche en el ojo.

Empezamos con una manzanilla La Goya, agua Pedros con gas y agua sin gas de Bezoya. La manzanilla servida desde cocina ¿?.
Arrancamos enseguida con un champagne Grande Reserve de Dehours de pequeña producción aun siendo el básico de la bodega en carta (44€).

En la parte sólida:
Aperitivos:
. granizado de jengibre con mejillón con espuma y punto de calabaza que deja en el recuerdo un punto picante muy bueno. Plato frío, frío pero muy interesante.
. buñuelo de bacalao con alioli de miel: bien resuelto y agradable el alioli.
. milhojas con foie y manzana asada sobre una base de cecina: una gran mezcla de texturas, sabores contrastados y poderosos. De lo mejor; para repetir hasta decir basta.
. carne de Wagyu con helado y salsa de cebolla: loncheado para compartir; extraordinaria calidad de la carne, perfecta de punto de plancha. Ese contraste de temperaturas está bien conseguido.

Ya necesitamos un tinto y la recomendación es un carmenere De Martino reserva 347 vinegards 2014 del valle del Maipo chileno muy en su momento (sobre 20€).
Principales:
. pieza de corvina asada (¿de donde sale esta epidemia de corvinas?) con una versión personal del bullit valenciano en la que cada uno de sus elementos se presenta en textura diferente de la original. Plato creativo y muy bien de sabor con excelente presentación.
. taco de cerdo ibérico de jamones Joselito, en concreto presa, utilizado como carne fresca y un leve paso por el fuego quedando muy muy sabroso, en buena textura y se acompaña puré de chirivías y de minizanahorias glaseadas y una sensación de fondo de canela entre las especias utilizadas.
. quesos: un Comté de lujo y un intento de emular al Stilton (¿ya se nota el Brexit?) con Fourme d´Ambert, correcto.

Unos buenos cafés finales y una "tourné" por el local bastante lleno, pusieron punto final.
Esta vez no pagaba yo, pero es fácil sacar las cuentas. Sobre 55-60€.

La sensación al salir es que se ha producido el disparo de salida de un local con aspiraciones. Ojalá tenga éxito y compense el esfuerzo y riesgo que conlleva.

Miércoles noche decidimos salir a Entrevins a tomar algún menú maridado, hoy nos apetece. Nos decidimos por Entrevins, en Ruzafa. En un ambiente tranquilo y relajado esto es lo que tomamos:

Bacalao con su brandada maridado con Requena 2013, San Blas blanco seco muy aromático y cítrico

Falso canelón de aguja de buey relleno de queso sobre una titaïna con Cecina, un plato vistoso y sorprendente, maridado con Ribera Sacra 2013 Ponte da Boga, tinto de variedad mencia con notas ahumadas
 
Merluza de pincho gallega al horno, maridado con Jurançon sec 2013 Renaissance, blanco potente y muy original
Paletilla de cordero cocida 12 horas a 65 grados, boletus fresco salteado y aceite de tomillo, el mejor plato de la noche, se maridó con un tinto perfecto, Chile 2012 De Martino Legado

Choco-Blas, 3 chocolates en diferentes texturas con aceite de oliva y sal maridado con un vino dulce monastrel, Yecla 2010 Castaño dulce.

Algunos platos no son muy abundantes, las raciones son mas bien justas pero en general salimos satisfechos. Guillaume nos va sorprendiendo cada día un poco más por sus estupendas elecciones. Lo mejor de la velada es hablar con él en persona y disfrutar hablando un rato de su bodega. Visita obligada al restaurante una vez por año para ponerse al día en el mundo del vino.

Entrevins tiene el encanto de tener una de las mejores bodegas de Valencia y un sumiller muy especial pero yo os recomiendo visitarlo durante la temporada de setas donde ofrecen unos menús maridados muy buenos, los he probado ya durante dos años y nunca defraudan. Si eres un apasionado de los hongos, siempre hay un plato de pescado y carne al horno con deliciosos boletus y el maridaje nunca falla, es perfecto.
Entrevins organiza también actividades gastronómicas y catas de vinos y espumosos y de aceites de oliva muy interesantes.

Ya tenía yo ganas de conocer a Guillaume…

Para el que no conoce a este muchacho le diré que estamos ante una de las narices más prodigiosas del panorama nacional. Guillaume Glories ganó el premio al mejor sumiller de la Comunidad Valenciana en 2009. No contento con eso se presentó al IV Campeonato Nacional de Sumilleres Trofeo Custodio López Zamarra en Madrid Fusión 2010 alzando también el trofeo de ganador. Rara vez lo verás en algún evento, pero el sigue afilando ese olfato en soledad.

Era una de esas tardes que te apetece cenar fuera. Se me encendió la lucecita y la sugerencia fue ofrecida siendo aceptada por la otra parte.

Entrevins está situado prácticamente en el centro de Valencia. Me consta que realizan bastantes eventos gastronómicos así como catas periódicas.

Tuve la fortuna de encontrar aparcamiento cerca del local, misión poco menos que imposible en otra época del año. No obstante había gentío por la calle, cosa por cierto normal si de lo que hablamos es de Ruzafa.

Llegamos pronto al local. El restaurante es espacioso y diáfano. Saludamos al maestro y nos ubicamos en una mesa junto a un ventanal. Teníamos una visión periférica. Vemos amplitud, buena distancia entre mesas, buen acondicionamiento y las mesas bien vestidas. Los elementos de sobremesa aptos para el disfrute de dos comensales con ganas de pasarlo bien. La carta con platos sugerentes y la de vinos muy bien, tal y como esperábamos, además, precios muy comedidos y posibilidad de llevártelos a precio tienda.

Guillaume viene a tomar la comanda. Desde un primer instante le indicamos que estábamos en su casa y que decidiera él lo que íbamos a tomar. Nos sugiera varios platos para compartir cosa que nos parece estupendo.

En cuanto al vino?

Hoy nos apetece empezar con burbujas…

Comida

- Conserva con clotxinas valencianas y verduritas

Primera entrada individual. Aprovechando que están de temporada unas frescas y sabrosas clotxinas apetecían y mucho. Buena combinación con unas verduras al dente. El escabechado se hace al momento siendo el mismo muy suave.

- Bonito curado a la sal, crema de almendras, lechuguitas y encurtidos

Disfruté mucho de este plato. Un tartar sobre un fondo de una ligera crema de almendras. Sobre ello la lechuga y encurtidos le aportan un plus de frescor.

- Berberechos Express

Una cafetera donde en lugar de café se ponen guindillas y hierbas. Los berberechos se cuecen al vapor. Curioso, bien pensado y ejecutado.

- Pulpo gallego a la plancha, parmentier de patata y migas crujientes de sobrasada

El pulpo ni muy tierno ni muy duro. Excelente la cocción y muy sabroso ese lecho de parmentier. Las migas de sobrasada casaban muy bien con el resto de ingredientes. Por separado y en mezcla estaba estupendo.

- Presa de buey angus de Irlanda a la brasa, crema de cebolla tostada, brotes frescos de soja salteado con aceite de guindilla

Un plato de 10. De las mejores carnes que he comido. Perfecta de textura y de sabor. Interesante las frescura que le aportan los brotes y ese punto del aceite en su justa medida.

Servicio ágil, buen ritmo y trato exquisito.

Tabla de quesos

- Comté de 12 meses, fourme d’ambert y morbier
3 quesos de vaca, un final perfecto para los amantes del queso. De haber sido a mediodía habría caído un postre.

Vinos

- Gramona Allegro

- Miriade 2013

- Clos Cor Vi Viognier 2013

- Brouilly Domaine de Chassagne Vieilles Vignes 2012

Todos servidos en perfectas condiciones.

Con estos platos y estos vinos damos por casi concluida la velada. Hemos jugado, cambiado impresiones, discrepado, discutido y reído con el maridaje. Pero teníamos más ganas de vino, un blanco con estructura para amenizar la conversación, un vino que dudo exista alguien que no pueda decir que es un gran blanco.

- As Sortes 2011

Y colorín colorado este cuento se ha acabado…

* Precio con vino exceptuando el As Sortes.

De visita a Valencia para ver a la familia nos reunimos en este restaurante, reservo mi hermana ya que fueron a una cata y el sumiller los cautivo, se ve que es tipo enciclopedia de vinos...
Eramos diez personas y nos sentaron en una gran mesa de madera, estuvimos rodeados de vinos, supongo que por eso lo de "ENTREVINS".
Nos costo ponernos de acuerdo, pero al final decidimos tapear y acabar con chuletón a la brasa. De tapeo pedimos pulpo asado, ensalada de pollo con parmesano, berberechos gallegos perfectos de cocción, los sacan en una cafetera y nos conto la chica de sala que se ve que los cuecen dentro, tengo una en casa que ya no uso, lo intentare... Rematamos con tres chuletones, que buenos estaban, ahora que lo recuerdo se me hace la boca agua, tengo que darle las gracias a mi gata por pegarme la toxoplasmosis, la carne me gusta poco hecha.
Para beber mi marido tardo 10 minutos en elegir y al final se dejo aconsejar por el sumiller, entre todos bebieron 2 magnum de Champagne de bodega Coulon a 65 € el magnum, y un tinto de Bourgogne tinto de Beaune también en magnum a 53 €.
Salimos a 48€ por persona, muy buena relación calidad precio para la calidad de la comida y los vinos que bebimos.
Una lastima que no este en Madrid, nos verían todas las semanas.

Este restaurante tiene para nosotros una de la mejor carne de Valencia. Ya es la tercera vez que volvemos en 2 meses.Siempre pedimos 2 tapitas en centro de mesa, un steak tartara sublime con una textura increíble y un punto picante siempre justo Y CHULETÓN de buey que ellos llaman chuleta de vacuno mayor madurado. La sirven trinchada en su punto exacto. Es una pasada de sabor y textura melosa.
Lo mejor es que siempre tienen el mismo acierto.
En nuestra ultima cena, nos recomendaron un tinto magnum de Landete que se llama Irrepetible. Rematamos por supuesto con gin&tonic. Servicio de restaurante de muy buen nivel con un comedor casi lleno.
A la espera de una próxima reunión para acercarnos a este buen restaurante.