Nuevo local, nuevas perspectivas mirando al cielo

Gran salto hacia delante en esta nueva ubicación. Por un lado un local que en su planta baja dispone de una zona de menús fáciles y competitivos, también para tapear y buena barra con nombre de Birlibirloque.
Por otro lado en la planta superior un comedor elegante, con mucha decoración con madera, mesas separadas, comedor privado para catas (manteniendo convicciones anteriores) para 20-30 personas en mesas alargadas y posible proyección; una mesa que se abrirá a cocina para 4-6 comensales como mesa cero de algunos buenas cocinas; más otro comedor privado de 8-9 personas con WC particular y con vistas a la calle La Paz; pero sobre todo un futuro comedor en el sótano donde se pueden apreciar restos arqueológicos de la Valencia más antigua y que permite pequeños eventos.
Todas las opciones posibles que se van abriendo de forma progresiva.

El comedor, digamos, general de la planta elevada (con ascensor y que recuerda mucho a Vuelve Carolina y El Poblet), ya está abierto y da sensación de elegancia por las mesas, bien vestidas, buena cubertería, copas, vajilla, sillas cómodas (buscadas hasta en Japón), etc..
Impecable servicio en sala. Con vistas a la calle la Paz o aún mejor a la flamante bodega de armarios diferentes para champagnes, blancos, tintos.. en variedad y cantidad.

la carta de vinos amplia, variada con gran presencia de champagnes, muchos de ellos son de pequeños y poco conocidos productores. Pero sobre todo el consejo de Guillaume a quien se le ve contento del proyecto y que parece mirar al cielo buscando algún astro luminoso en un futuro, a nada que la cocina amplie opciones y profundize un poco más.

A pesar de ese ambiente, te encuentras con una carta de comidas con buenos precios que irá creciendo en variedad conforme vaya rodando el local y que ahora tiene unos pocos entrantes, tres opciones de pescado y otras 3 de carnes (todo ello entre 16-20€), además de un arroz (promete tener más) y los quesos franceses que siempre ha tenido; finalmente 3 opciones de postres.

Opciones de menú del dia (19€) que incluye 3 tapas + arroz del dia + postre. Menú degustación con 3 tapas + pescado + carne + postre o queso. Hay opción de maridaje de 3 y 4 vinos (10 y 13.5€) más el siempre denostado cobro del pan (1.5€) aunque en este caso previamente se pregunta y aunque bien lo vale, siempre chirría verlo en cuenta.

Tres para comer y decididos a no pensar: haz lo que quieras para comer y para beber. Situación que puedes optar cuando sabes que quien tienes enfrente no lleva pata de palo y parche en el ojo.

Empezamos con una manzanilla La Goya, agua Pedros con gas y agua sin gas de Bezoya. La manzanilla servida desde cocina ¿?.
Arrancamos enseguida con un champagne Grande Reserve de Dehours de pequeña producción aun siendo el básico de la bodega en carta (44€).

En la parte sólida:
Aperitivos:
. granizado de jengibre con mejillón con espuma y punto de calabaza que deja en el recuerdo un punto picante muy bueno. Plato frío, frío pero muy interesante.
. buñuelo de bacalao con alioli de miel: bien resuelto y agradable el alioli.
. milhojas con foie y manzana asada sobre una base de cecina: una gran mezcla de texturas, sabores contrastados y poderosos. De lo mejor; para repetir hasta decir basta.
. carne de Wagyu con helado y salsa de cebolla: loncheado para compartir; extraordinaria calidad de la carne, perfecta de punto de plancha. Ese contraste de temperaturas está bien conseguido.

Ya necesitamos un tinto y la recomendación es un carmenere De Martino reserva 347 vinegards 2014 del valle del Maipo chileno muy en su momento (sobre 20€).
Principales:
. pieza de corvina asada (¿de donde sale esta epidemia de corvinas?) con una versión personal del bullit valenciano en la que cada uno de sus elementos se presenta en textura diferente de la original. Plato creativo y muy bien de sabor con excelente presentación.
. taco de cerdo ibérico de jamones Joselito, en concreto presa, utilizado como carne fresca y un leve paso por el fuego quedando muy muy sabroso, en buena textura y se acompaña puré de chirivías y de minizanahorias glaseadas y una sensación de fondo de canela entre las especias utilizadas.
. quesos: un Comté de lujo y un intento de emular al Stilton (¿ya se nota el Brexit?) con Fourme d´Ambert, correcto.

Unos buenos cafés finales y una "tourné" por el local bastante lleno, pusieron punto final.
Esta vez no pagaba yo, pero es fácil sacar las cuentas. Sobre 55-60€.

La sensación al salir es que se ha producido el disparo de salida de un local con aspiraciones. Ojalá tenga éxito y compense el esfuerzo y riesgo que conlleva.