Restaurante Viridiana en Madrid
Restaurante Viridiana
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
60,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos y Semana Santa.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
97 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
6.7
RCP CALIDAD-PRECIO
6.9
Cremoso de chocolate amargo
Tocinillo hecho en el cielo
Canelones de pato azulón
Paja y heno con caracoles
Tripas de cordero a la plancha
Nabos rellenos de morcilla
Helado de roscon de reyes al Pedro Ximenez
Pez espada, tirabeques, pimientos del piquillo y patata asada
Merluza, salsa de tomate de arbol y mejillones
Ensalada de naranja, mandarina, aceitunas y lubina
Albóndigas de conejo de campo con caracoles
Huevos de corral en sartén sobre Mousse de Hongos
Quesadillas de cuitlacoche
Opiniones de Viridiana
OPINIONES
62

El R. Viridiana, se acaba de convertir en nuestro Restaurante favorito. Ha sido un auténtico descubrimiento y no puedo dejar de recomendárpslo encarecidamente. Después de la decepción del "Pan de Lujo", da gusto encontrar que aún hay reductos donde se sabe cómo agasajar a los comensales con los mejores platos y caldos gracias al cuidado de la mejor materia prima y a un servicio altamente profesional. Ir a Viridiana no es ir a comer, sino a vivir una auténtica experiencia. No hay nada que se haya dejado al azar, todo está estudiado para provocar en el comensal la sensación de estar viviendo un momento único. Recomiendo el menú degustación de 100€ y 2 horas:(gazpacho de fresas con arenques ahumados (sorprendente y delicioso), lentejas a la canela con albóndiga de rabo, tosta con exquisitas anchoas y salmón, crepe de morcilla (explosión de sabor), un plato de foie excelente (suave y dulce), huevo de corral con mousse de hongos y generosa trufa espolvoreada, mero con romescu y cebolletas asadas, hamburguesa de cordero con cuscus, y un surtido de 4 postres diferentes absolutamente deliciosos acompañado de vino dulce y te moruno que facilita la digestión del festín. Todo ello acompañado de un meridaje excelente, con una meditada selección de vinos: tinto de uva blanca, blanco, dulces, (de diversas nacionalidades). Destacable la atención exquisita de los camareros y el cuidado por la mejor materia prima. Gracias Abraham, por la mejor experiencia culinaria que hemos tenido

Nosotros optamos por un menú degustación en el que iba todo incluído y del que disfrutamos desde el aperitivo hasta los postres, desde el fino de inicio hasta los vinos de postre. Todo, absolutamente todo exquisito. Abraham García salió en varias ocasiones para explicarnos el maridaje, los puntos de cocción las técnicas que se empleaban.
La decoración es correcta, nada del otro mundo pero cómoda y con cierta gracia.
Tal vez sea la mejor velada que he pasado en un restaurante y así se lo hicimos saber al gran Abraham García del que guardamos todos un grato recuerdo. IMPRESCINDIBLE.

Menú degustación por 100 euros, incluyendo pan, iva, copa de aperitivo y maridaje (cosa que, por desgracia, no ocurre en la mayoría de sitios). Una auténtica bomba. Once platos, cada uno es una explosión de sabores: gazpacho, servido con arenques y patatas, foie, ceviche de corvina, caracoles a llauna, huevo con mouse de boletus y trufa, queso con mole, brocheta de atún con iberico, cordero con curry y arroz thai, sorbete de frambuesa, mouse de chocolate con haba de tonka y de fruta de la pasión y un flan de avellana y almendra. Seguramente excesivo. Para mí, si hay que resaltar algún plato, el foie, los caracoles, el atún y el flan. En cuanto al maridaje nos ofreció un sauternes para el foie, Viñatigo marmajuelo, Tanajara Vijariego (de primeras trajo Finca Sandoval, pero luego quiso ofrecer algo que no conociese) y Casta Diva para los postres. Conoce perfectamente las materias primas y como elaborarlas. Y te avisa de los posibles puntos flacos (por ejemplo nos comentó que la trufa era "poquita cosa"). Un auténtico placer.

Totalmente de acuerdo con el comentario anterior. Ni el local ni el servicio estan a la altura de su cocina. Suelo ir un par de veces al año incluso a pesar de las pequeñas faenas que pueden llegar a hacerte como por ejemplo ponerte en una mesa minuscula, incomoda, de paso y pegada a las camaras o hacerte esperar casi una hora para darte mesa a pesar de haber reservado (ese dia comenzamos a cenar a las 12 de la noche) a pesar de todo magistral comida y raciones generosas, estan perdonados.
Espectacular la carta de vinos en la que se pueden encontrar numerosas joyas. Nosotros tomamos Casa Cisca (60 €) fantástico.
El ultimo dia que fuimos comimos unos caracoles a la llauma ESPECTACULARES.
Permite fumar.

Viridiana es un restaurante pequeño, no excesivamente lujoso, con mucha densidad de mesas, algo ruidoso, aunque siempre acogedor. El servicio de mesas y del vino, siendo bueno, no está a la altura de otros restaurantes de su nivel de precios. ¿Y qué es entonces lo que hace que cuelgue siempre el cartel de “no hay mesas”?
La cocina de Abraham García es intemporal, inmune a las modas y siempre sorprendente. Se basa en su extraordinario conocimiento de la materia prima y de otras gastronomías del mundo, de forma especial de Italia, Méjico y las orientales. Domina la caza y las setas en toda su extensión. Combina los sabores y texturas como nadie.
La carta de vinos, asesorada por importantes enólogos, catadores y periodistas no tiene desperdicio y es una de las mejores de Madrid. Los precios son algo altos, pero mirando bien y con paciencia se pueden encontrar buenas ofertas. Servicio y copas a la altura de lo esperado. Impresionante carta de Espirituosos.
No le pongo el “5” absoluto por los pequeños “peros” que figuran al principio, sin embargo no queda ninguna duda de que Viridiana es una de las grandes mesas de Madrid. No falla nunca.

Sencillamente esectacular,lo recomiendo vivmante.Lo huevos en sarten con trufa memorables.La ventresca de atun rojo deliciosa...
Volveré.
A mejorar alguna copa con el pie medio roto y algun trozo de plato descascarillado..

Ante todo, debo decir que soy un ferviente admirador de Abraham como cocinero y como personaje heterodoxo de la restauración madrileña, y que es el restaurante donde más he disfrutado en mi vida, y algunos he recorrido. No obstante, debo decir que pese a que la concepción de los platos sigue siendo magnífica, en los últimos meses los puntos no son los adecuados y que, quizás, esto tenga que ver con la "fuga" de algunos talentos de su cocina (César y Sergio). Escribo esto desde la preocupación de un fan que no quiere perder la objetividad.
En fín, qué sería de nosotros sin el foie ahumado con su Sauternes y sin la mousse de hongos con huevo de corral y las trufas ("hasta que se haga de noche!")
Ojalá solo sea un desajuste temporal.

Para mi Abraham es un fiera. Su cocina es absolutamente personalisimia, fuera de modas y tendencias y es de las que perdurara durante mucho muchisimo tiempo. La carta de vinos es de las que crean afición con multitud de vinos representativos de miles de zonas, atenta a las novedades. Es curioso las maravillas que te de el a probar absolutamente inesperadas, y la cantidad de tipos de vinos que descubierto a su lado. MAridages de ensueños en un restaurante que como dice él, lo tiene de escusa para poder beber a gusto con los amigos. Este es uno de esos sitios donde las cenas sobrepasan el gusto por la gastronimia, y rozan aspectos mas espirituales llegandote a emocionar y a fabricar recuerdos de los que se quedan para siempre. Yo nunca olvidare mi primera vez. Un consejo dentro de la atipicidad del restuarante y del caracter que tiene, yo no pediria ni el agua, ponerse en sus manos es todo un placer, dejarse llevar en viridiana es una autentica experiencia. Inolvidable.

Uno de mis favoritos, de obligada visita mensual. Abraham nunca me defrauda entre la genialidad y la sencillez, siempre correcto en los clásicos de su carta y siempre sorprendente en sus innovaciones. Su libro una delicia.

Pequeño local decorado con fotografías de películas de Buñuel. Suficientemente confortable y algo ruidoso. Cocina sorprendente y muy personal, conjugando tradición y modernidad, con los pies en el suelo y sin alardes injustificados. Obesión por la materia prima, de variada procedencia, sin límites ni fronteras. Platos muy equilibrados y sabrosos, todos en general estupendos, con algunos tocando la perfección (foie al humo de arce, huevo de corral con trufa y crema de boletos y la crema de calvados) y alguna pequeña decepción perdonable. Servicio muy profesional y eficaz. Raciones suficientes. Carta de vinos extensa y completísima, con muchísimas referencias internacionales (de nuevo no hay fronteras), a precios muy correctos (tienda x 1,5 de promedio) y con algunos "chollos". Copas correctas y buen servicio del vino. Lugar de gran nivel, insólito y único en su estilo. Adictivo. Para repetir muchas veces. (La puntuación de la comida sería 4,5).

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