Sin duda, el mejor restaurante de Valencia.
Optamos por el menú degustación, y debo señalar que jamás he comido tan bien, ni en Madrid, ni en Barcelona, ni por supuesto, en Valencia.
Servicio perfecto, siempre atento a tus necesidades, y sin agobiarte, lo que ya es de agradecer.
En cuanto al vino, el servicio también resultó perfecto, sin llegar al nivel de La Sucursal; optamos por un finca sandoval, decantado y en copas riedel, manteniendo el decantador en cubitera.
Finalizamos con orujos y Cardhu.
¿Caro?, carísimo (230 €, dos personas), pero debe visitarse.

Segunda vez que acudía a casa de Sento y... decepción!!!. No se puede negar que la materia prima es de primera, pero se echa en falta cierto mordiente en los platos y también algo más de imaginación y capacidad de sorprender. El precio cobrado (135 € por persona) da para eso y más.

Cenamos el menú Ca Sento, que incluía (sin ser muy descriptivo) por persona: anchoa (una más), ajoarriero (normalito), 1 ostra, 1 gamba de denia, 1 cigala a la sal, bomba de foie, ventresca de atún (muy pasable), cabiar iraní en jugo de ibérico (lo más sorprendente), rodaballo (falto de sabor), arroz meloso con chipirones y gambitas (lo más conseguido) y bombón de chocolate (nada destacable). Todo ello regado con Finca Terrerazo (40 € la botella).

El servicio del vino tamposo fue muy destacable, aunque fue servido a temperatura perfecta.

Lo dicho, todo bueno pero no exquisito. Una cena más que no permanecerá en mi memoria (salvo por el palo infringido a mi cuenta corriente).

Pues de lujo , todo exquisito , y bien pagado , pero de vez en cuando un homenaje , nos lo merecemos.

Acudimos al restaurante con muchísima ilusión. Pues Raúl Aleixandre está considerado hoy en día como uno de los mejores cocineros. Hasta ahora todos los comentarios eran muy positivos ... pero (me apura decirlo) nos defraudó bastante.
En principio cabe destatar que la materia prima es excelente, de muy buena calidad, pero en lo referente a elaboración pienso que Raúl no arriesga nada, va a lo seguro. Es decir, no sorprende con sabores ni texturas, cocina muy tradicional (quizá porque su clientela así lo prefiere).Una gamba, aunque buena, era tal cual; los boquerones de toda la vida; la almeja de carril, bien; el atún con jengibre con agua de pimiento sin sorpresas, la dorada a la plancha con una hoja de lechuga por encima, sencillita, el arroz meloso con caracoles y conejo (que no encontramos) no dejaba de ser un arrocito con verduras muy casero, y el foie como todos. Los postres: la tarta de almendra ni la recuerdo y el canutillo buenísimo. Todo esto a un precio de 90€ aunque para mi no debía costar más de 50€. Acompañamos el menú con un Ceremonia (28€) y la cenita para dos nos costó 227€. La verdad, carísimo para lo que comimos. El ambiente en la sala muy frío, aunque el restaurante estaba lleno. Lo que sigo sin comprender es el snobismo de la gente que estaba allí para comerse un caldero de arroz, que aunque estuviera bueno salía a un precio de entre 40 y 50€ la ración ... cuando no lo vale por muy Sento que sea.

Acudi a este restaurante con muchas expectativas,y no voy a decir que me deufraudo,aunque hubieron algunas cosas que no me gustaron,me parecio un lugar muy frio en el que no me hicieron sentir bienvenida,la comida buena,excepto un rape al que no le he encontrado la gracia aun,el vino ,pues muy bien.

Restaurante con materia prima excelente, buenísima elaboración y presentación. El servicio correcto y muy atento.

Aunque la carta y el coperío nos pareció de buena calidad, nos sorprendió que no se decantase ninguno de los vinos tintos que había en la sala (Alión, Sequé, Santa Rosa).

En cuanto a la comida, optamos por los aperitivos Ca Sento del que destacamos la ensalada de vieira y langostino con vinagreta de naranja y mantequilla clarificada. No tenían brandada de bacalao y lo sustituyeron por caviar iraní con mantequilla de cítricos y vinagreta de remolacha. Seguimos con rodaballo y rape.

Acompañamos la cena con Torres Fransola 03 cuyo maridaje nos pareció interesante. Las copas, Riedel para el vino, adecuadas.

Los postres, bizcocho de almendra con manzana caramelizada, sorbete de manzana verde y kéfir y cremoso de queso blanco con frutos del bosque y sorbete de pimienta negra excelentes. Echamos en falta algún postre con chocolate. Acompañamos el postre con un muscat Domaine des Locquets Cuvée Harmonie, del que no nos fijamos en la añada.

De todas maneras, nuestra experiencia es que está bueno hasta el café aunque el precio nos parece un poco elevado.

Visita despues de que Sento y su mujer dejaran paso a Raul y a la suya. Han ampliado el restaurante con otro comedor con 5 mesas. Fui a comer con dos personas que no habian ido y pedimos Cigalas con costra de sal (Sublimes, de 12) y menu degustación: Gamba roja del litoral, ostra frio-caliente con caldo de gallina, bogavante asado con puré de aceituna negra, ventresca de atún con jugo de pimineto y jenjibre, ravioli de langostino con consomé de bogavante y té,lubina a la brasa con iceberg y jugo de moluscos, arroz con conejo, rabo de toro estofado, cremoso de quesoblanco con gelatina de menta, fruta natural y hleado de pimienta negra, bizcocho de almendra y manzana caramelizada con su sornbete y kefir.Maginifico todo exquisito. Bebimos Regnard Chablis Grand Cru Les Clos 2000(100% Chardonnay) Buenisimo(85 €) , Tokaji Aszu Disznoko 6 puttonyos 1995(50€). Servicio esmerado y servcio del vino muy bueno( no tanto como el de la Sucursal) copas Riedel.
Tres horas extraordinarias. Para mi el numero 1 de Valencia. Nunca falla.

Sento Aleixandre se ha jubilado anticipadamente, junto con su mujer, María, y ha dejado definitivamente el timón de este buque insignia de la restauración valenciana a Raúl. Se echa de menos en la sala el desparpajo de un personaje tan característico como Sento, pero la comida, la atención y el servicio siguen siendo excelentes. Muy acertadas las sugerencias en la carta de "Aperitivos Ca Sento" y "Aperitivos Frutos de Mar"... El arroz meloso marinero, impresionante.

Excelente calidad pero precio exagerado.

El mejor restaurante de Valencia.
Fama ganada a pulso tras muchos años apostando por la materia prima.
Buena transición madre/hijo en la cocina.
Raul ha entendido perfectamente lo que su clientela le pide, producto y elaboración.
Sento, maitre y alma del local es un personaje,imprime su personalidad al local y vende como nadie su producto.
2 pequeñas pegas;
El local: recargado y mal ubicado. El cuarto de baño parece una droguería
El mejor de Valencia... sin dudas
El mejor de España... Ni entre los 50 mejores. En Gerona o Guipuzcoa sería un buen restaurante sin más