Cómo quiero que me sirvan el vino

En el suplemento X. L. semanal de hoy, he leído encontrado este artículo de Carlos Herrera donde hace referencia al escrito por Arturo Pardos, en “como quiero que se me sirve que me sirvan el vino”.

Voy a entre secar ciertas frases que me han parecido interesantes, unas porque creo que a todos quizás nos venga bien recordar y otros porque me han dejado con cierta perplejidad:

- La diferencia entre buenos y malos restaurantes esta básicamente, en la forma de servir del vino. El servicio del vino puede arruinar una comida mucho más que dolor podido del soto de un camarero. Comentario: este capitulo muchos restaurantes no le tienen presente.
- Si se sirve mal unos grandes vinos lo convierten en un vino mediocre, ya que el servicio del vino conforma la realidad del propio vino. Comentario: si no tiene presente el punto anterior este menos.
- Usted tiene derecho que le sonría, le muestren la carta de vinos antes de pedirla, le enseñen la botella pedida, le canten nombre y añada, que la copas estén limpia, les descorchen bien la botella, se lo den a probar, le retire inmediatamente si usted no le gusta, les sirvan el vino sin tener que reclamarlo y no le presenta la botella abierta de antemano con la etiqueta ilegible o con la cápsula rota. Comentario: lo de la sonrisa rarísimo, el canten la añada tan raro como lo anterior y que le retiren el mismo si no te gusta, tan raro como que te toque la lotería.
- Dos expresiones jamás se pueden pronunciar en un buen servicio restaurante la primera es ¿le echo más vino? y lo segundo es ¿ vino no tomarán?. Comentario: sin el.
- En no pocos restaurantes rellenan las botellas y te dan gato por liebre. Comentario ¿será posible?
- No invierta nunca la botella vacía en la champán era, ya que eso es propio de mayordomos de burdel. Comentario: nunca me gusto el detalle, pero no sabia lo de burdel.
- Un buen sumiller retira las copas usadas siempre por el tallo, de un en una, y nunca poniendo los dedo dentro de ellas y haciéndolas chocar con estrépito, de la misma manera que una botella vacía no se retira llevándola cogida por el cuello, tumbada o balanceando o llevándola boca abajo. Comentario: me tendré que fijar más.

Os animo a todos a ecribir vuestro parecer.