Demostración copas riedel; la copa sí importa.

Había leído y oído sobre el tema de la importancia de la copa en la percepción, y aunque tengo mi propio arsenal privado, nunca pensé que una copa pudiera cambiar tanto nuestra opinión sobre un mismo vino.
El pasado martes tuve la suerte de poder asistir a una demostración de Riedel por cortesía de Bodegas Santander en Valencia. El encargado de realizar la demostración, nos hizo catar un blanco con crianza y un tinto con tres diferentes copas,el blanco en dos de cristal con plomo,una abalonada, la montrachet, otra más tipo riesling, con forma de flauta y una de vidrio, que vemos en muchos restaurantes aun por desgracia( de ésta no vale la pena mencionar nada).
La abalonada era perfecta, el vino estaba redondo en ella, mientras que en la de forma de flauta se mostraba punzante y acido. Se nos explicó que por su forma de inclinar una u otra copa al beber se lanzaba el vino a diferentes partes de la lengua y se equilibraba así o se obviaban, descompensaciones o características especiales en los vinos.
Cosa la cual, en un tinto, con fuerte tanino, se utilizó a la inversa. Un buen vino con tanino marcado en una copa de bourdeos,cerrada en su parte superior evitaba el golpe de alcohol y en boca permitía degustar el vino desde la parte de la punta de la lengua donde se perciben los dulces y así aterciopelar los taninos, cosa que en la copa abalonada montrachet( copa que te ponen en muchos restaurantes como un detalle al pedir un muy buen vino) no era posible porque direccionaba el vino en el centro de la lengua y hacia detrás, dejandonos amargos y vastos taninos despuntando.
Lo último fue un whisky; ahora se que no es que no me guste, es que lo bebía en la copa equivocada. Nada de copas grandiosamente abalonadas, (éstas dejan ir el alcohol, evitandote percibir aromas a vainilla o frutos secos, miel,etc.)copa aflautada y abierta en su parte superior, a modo de tulipa. Metimos la nariz, y no nos pusimos a toser por el alcohol, al contario, pudimos percibir todos los aromas de un buen whisky.
Los de Riedel deberían hacer una demostración así cada semana. Muy recomendable.