Amarillo pajizo brillante.

En nariz muy presentes las notas de crianza, tostados y ahumados muy presentes, vainillas, algún toque rancio, y fruta madura , pasas, melocotones.

En boca muy graso y untuoso, siguen dejándose notar las notas de su crianza en barrica, muy sabroso, persistente.

Diferente.

Me gustó más la añada anterior, sigue siendo un buen vino relación calidad precio. Bonito color amarillo pajizo con reflejos dorados, limpio, glicérico y mate. En nariz se nos presenta con buena intensidad, los aromas de crianza, vainilla, tostados, mantequilla y ahumados. Después aparecen esa fruta de hueso madura melocotones, algo de cítrico y toques de manzana, herbaceos. En boca, tiene buen paso, vuelven a aparecer esos toques de crianza junto con toques amargos, untuoso, graso con buen final.

Quizas le noto más crianza, que la añada anterior, escondiendo un poco más los aromas primarios.

Maridaje; alimentos con salsas de mantequillas, pescados con salsa de tomates, atun a la plancha y carnes blancas.

Unos meses, no hará falta ni un año, serán suficientes para potenciar aún más esos rasgos avainillados en nariz que lo hacen ya tan agradable y mantequilloso en boca. De parar untuoso y rico. Cualidades que destacan junto a la delicadeza floral, claveles blancos, y su fruta blanca, manzana. Como es lógico, tiene su verdor, como así demuestra ese amarillo verdoso de gran brillo que luce en copa. Una hierba fresca y recién cortada, típica por otra parte, que aparece cuando sube algo la temperatura y que es precisamente la parte que menos me gusta. Quizá porque choque un poco con los rasgos placenteros con los que te recibe.
Se disfruta más con el trago, ya que de nariz anda algo corto en estos momentos. Me parece suficentemente interesante como para seguir su evolución.

*La graduación en la cotraetiqueta es distinta (14.5%)