Garnacha de viñedos viejos plantados desde 1903, donde Enrique Basarte y Elisa Ucar pretenden recuperar desde el 2006 la verdadera garnacha de montaña.
Una labor enorme, para recuperar 27 microparcelas repartidas en 17 hectáreas en la localidad de San Martín de Unx. Cepas con edades medias de 75 años. Gracias a la riqueza en multitud de aromas y texturas de sus suelos y entorno, el terroir expresará cada año un vino diferente. De las 27 micro-parcelas, realizan un total de 17 vinificaciones que son criadas en diferentes barricas, adaptadas a lo que demanda el viñedo (medida, procedencia y tostado), una labor milimétrica que pudiera situar a Terroir 2008 en un vino muy subido de precio. La franja de precios en la cual se muestra, es un ejemplo brutal de la adaptación a nuestros tiempos y la honradez con el consumidor.

Visual que refleja los tonos granates de los vinos navarros, su complejidad está encerrada debido a que estamos catando una garnacha procedente del territorio más frio que existe en España. Lo cual le otorga profundidad en nariz y boca, con una sutileza en estado puro de este varietal. Enorme concepto de la acidez en la garnacha, muy fresco, taninos aun por domesticar, aunque se bebe tremendamente bien, sutil y delicado. Otro estilo de garnacha. Un enorme placer. Un vino para disfrutar bebiendo, que si le prestamos el mínimo interés, nos devolverá enormes satisfacciones.