Picota oscuro, de ribete violaceo intenso, capa alta, lágrima densa y rápida.
Nariz con mucha presencia de madera, regaliz y notas balsámicas.
En boca es un vino potente, con taninos muy marcados, con mucha estructura, con toques verdes.

Al día siguiente está mucho mejor (a mi gusto). Aparece mucha fruta en nariz, sobre todo fruta negra madura (moras) y permanecen esas notas balsámicas tan atractivas.
En boca sigue siendo un vino recio, largo, secante, con buena acidez.
Diferente pero muy rico, sobre todo al día siguiente.

Precioso este vino a la vista con ese color cereza oscuro, ribete con una graduación de color bastante difuminada de tonos granates muy intensos, lágrima que tinta la copa, los labios y todo lo que se le ponga por delante.

En nariz es potente, fruta roja y negra por doquier, destacando la grosella, frambuesas muy maduras, notas balsámicas, especiado pero sobre todo un impresionante espectro floral difícil de describir.

En boca el vino está algo duro aún, taninos muy rugosos, acidez elevada pero bien resuelta, y con un armazón para aguantar, su persistencia es media aunque con un buen desarrollo, magnífica su expresión por vía retronasal.

Se puede guardar, pero está tan rico ahora que...

Cuando probé la cosecha 2005 de este vino, lo describí como Pamela Anderson: vulgar, pero atrapa miradas y comentarios.
Para este 2007 me ahorraré la tentación de compararlo con nadie. Lo que sí diré es que es mucho menos exhuberante, sigue rebosante de vida y atributos pero ahora tiene algo más inteligente que decir.
El vino es cuerpo medio, de buena definición con aromas a cerezas, grosellas, capuccino, algo de especias y un atractivo toque de romero en el final de nariz. Paladar esbelto, bien armado, con mucha fruta y la suficiente acidez para darle frescura. Taninos muy bien trabajados. En fin, nada que ver con el 2005. Hasta pareciera que es otro vino. A 19 CHF en Zurich (unos 12 euros), es una excelente compra.