Opiniones de Quinta do Vale Meão
OPINIONES
7

disfruto otra botellaza de las dos que me quedaban, y lógicamente, dado el poco tiempo transcurrido, el vino sigue siendo una verdadera joya vinicola.

Todas las sensaciones, tanto las olorosas como las sàpidas, siguen siendo muy semejantes a las indicadas en la valoración anterior, nos encontramos ante un vino complejo, estructurado, pero al mismo tiempo con una nariz muy buena, y una boca que es una verdadera maravilla.

La puntuación me ha salido casi igual que en la cata anterior.

Lo adquiri, hace ya 6-7 años y el vino me costo sobre los 45 €, por lo que la RCP es excelente.

Color cereza bastante oscuro, casi picota, con borde rubi-rojizo.

Aromas de buena/muy buena intensidad donde destaca su frutosidad, hay furtos negros y rojos con mucha y excelente madurez, flores, vegetales muy presentes, toques de finos tostados, sotobosque y leves insinuaciones de mineralidad. Bastsnte compleja y sobre todo delicada la nariz.

En boca es bastante superior, grande la estructura, el paso totalmente equilibrado, redondeado y con elegancia, los taninos nobles y finos, el retronasal magnifico con muchos de los aromas de la nariz, el final es bastante largo y tiene una muy buena persistencia.

Un vinazo (con mayúsculas), como siempre, en una gran añada y con casi 10 añitos de vida, que ya se nota que se encuentra en la "cumbre" de su vida.

Para mi la RCP es excelente, ya que cuando lo adquiri, por el año 2013-4, me costo sobre los 40 € hoy en dia, su orecio se ha triplicado como minimo.

Un año más tarde y es brutal la juventud que todavía muestra este vino. El color y el ribete se mantienen impecables, no nos dan ni un indicio de su edad. También la nariz y la boca: los toques primarios, terrosos y especiados están igual de sólidos que el primer día. En mi anterior reseña le pronostiqué una década, y vuelvo a reafirmarme en lo dicho: necesita por lo menos otros diez años para que podamos empezar a comprobar su evolución, que ya está claro que será magnífica.

Picota cubierto con un ribete que todavía se mantiene carmín. Limpio y brillante.

Nariz potente, compleja y sólida. El abanico cubre prácticamente todos los registros de un vino de estas características. Hay fruta negra en sazón, betún, tinta china, pimienta, regaliz, sangre, tabaco de pipa, tostados, chocolate negro y mineralidad. No decae y acelera en copa que da gusto.

Boca masculina, con una acidez que aguanta como una roca el paso de los años, tanino poderoso y una madera y un alcohol integrados pero aún por pulir.

Final muy largo.

Un titán. Un vino cargado de misterio y poderío que necesita al menos de otra década para que termine de desplegar todo su potencial.

 

Cuarta botella de 2011 y cada vez nos parecen mejores las sensaciones. Guardaremos alguna otra.
Complejo y estructurado. Paso firme. Obviamente la madera tendrá que limarse, al igual que el tanino y el alcohol. Y creo que lo hará, ya que el vino tiene acidez y hechuras.
El estilo es musculoso, con gran abanico, pero sobre todo con frescura. Los tintos de esta bodega envejecen muy bien. Apuesto por la añada.

Picota cubierto con ribete rosa, limpio y brillante.
Aromas intensos y profundos, hay que dejar que se exprese en copa para que aparezcan todos sus matices. Fruta roja y negra, regaliz, balsámicos, pimienta negra, grafito, chocolate con leche, tabaco de pipa y mineralidad.
Potente y carnoso, acaba de salir al mercado y de momento la influencia del alcohol y la madera es acusada. Sin embargo, muestra frescura y mucha capacidad de mejora en botella, esto no ha hecho más que empezar. Notas primarias de calidad, especias, cedro, humo de cigarrillo y apuntes pedregosos.
Final largo que deja recuerdos perfumados y a barrica.
En mi anterior reseña mencioné que este 2011 me había recordado a 2008. Hoy me ha parecido que aunque efectivamente es un vino con músculo, mantiene la tensión, es complejo y posee acidez. Creo que mejorará (y mucho) en botella.

Picota rojizo con borde carmín. Capa media-alta. Limpio y brillante.
Intensa paleta aromática, juvenil y primaria en la que destacamos notas a fruta roja y negra jugosa, tenues balsámicos, cedro, chocolate amargo, tabaco de pipa, ebanistería, barniz, tierra mojada y mineralidad.
Boca armada y carnosa con unos recuerdos a madera nueva bastante presentes y un alcohol algo subido. Notable acidez aunque no es su punto fuerte. Tanino por domar. Fruta, especias, barrica y tonos campestres.
Final largo y complejo.
La trayectoria de Quinta do Vale Meão es intachable y el nivel conseguido a lo largo del tiempo se ha mantenido muy alto; son vinos estructurados, misteriosos, rotundos y con una excepcional capacidad de guarda. Si tuviéramos que hacer una comparativa de las últimas cuatro añadas, creo que este 2011 iría más en la onda de 2008 y que 2009 y 2010 compartirían igualmente más similitudes. Los dos primeros de los que hablo son más masculinos y expresivos en estos momentos. Los segundos los noto más frescos y austeros y creo que evolucionarán mejor en botella. En cualquier caso ésta ha sido una primera aproximación de un tinto recién sacado del horno. Habrá más momentos para seguir opinando.

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