Han transcurrido 3 años y 4 meses desde la última botella bebida de este vino. ¿Qué me he encontrado?.
Botella abierta con sacacorchos de láminas. El corcho, de calidad, en perfecto estado y tintado la parte del mismo que está en contacto con el vino.
A la vista un color rubí de capa media alta. Limpio y brillante. Muy buena, densa y lenta lágrima en su correr por el cáliz de la copa. Ribete rubí con notas teja.
En nariz frutas rojas en sazón, madera integrada, aromas terciarios de tabaco, cacao y de frutas negras pasificadas.
En boca está vino, fresco, domado, elegante, sabroso, mineral, con una acidez que invita a beber y que le va a dar más años de vida. ¡Es eterno!. Llena con agrado la boca. Mantiene las frutas percibidas en la fase olfativa. Grato, vivo y elegante paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,30 minutos.
Corcho roto a mitad , pero bien recuperado y sin defectos.
Lo más remarcable de este vino es su acidez y los taninos con sabores terciarios.
Es una maravilla
Se abre a los 30 minutos, pero la cata la estoy haciendo a las 48 horas.
CATA
Tawny (marrón), limpio y pálido.
Aromas limpios, pero recién abierto estuvo algo cerrado y terciario. Conforme pasó el tiempo aparecieron los frutos rojos y la madera, hoja de te, cuero, café, hongos. A las 48 horas, y con un vino ya completamente evolucionado y evolucionando, encontramos notas herbáceas, de tierra mojada, hongos, cuero y algo animal (Brett). Notas de castañas y ciruelas.
En boca es seco, con acidez alta y taninos medio+ , finos, pulidos a medias y con alguna nota amarga y verde, porque le queda vida y potencial para envejecimiento. Sabores de intensidad pronunciada. Cuerpo medio+, con textura punzante todavía.
Sabores de fresa, cereza, kirsch, tabaco negro, hojas de te, heno, hongos, tierra mojada.
Final largo tras 2 días de una evolución perfecta.
COMENTARIO
Creo que el vino es de calidad excelente, extraordinario y con potencial para envejecer. Todo ello es cause del ensamblaje entre la acidez y los taninos del vino junto al equilibrio con los sabores de intensidad pronunciada. Los taninos son firmes ya con un mini verdor, la acidez de altura, deja claro que el vino se va equilibrando con el paso del tiempo, y que todavía le queda.
El vino es largo en sabores, con acidez y frutas rojas cítricas, bosque y tierra de mucha calidad. Total intensidad de los mismos, con complejidad dada su evolución larga y los taninos. Son sabores de alta concentración y con tiempo de botella.
Me pasa últimamente con esta bodega que las botellas me salen cada una de su padre y de su madre. Hace menos de un mes, otro 2001 como el de hoy nos pareció insulso. Una añada tan grande debería dar en todo momento lo mejor de sí misma. Muchas veces se ha dicho de estos vinos que duermen y vuelven a despertar cada cierto tiempo, pero ya no me vale. Creo que hay lotes y lotes y seguramente variarán dependiendo de la cuba de la que procedan. Con los blancos las sensaciones también son las mismas. Lo mejor de los últimos meses, Gravonia.
Por cierto, el de esta noche, fabuloso.
Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con una etiqueta de diseño muy clásico y habitual en esta bodega. Corcho que la cierra de calidad.
A la vista un color rubí de capa media baja, limpio y brillante. Muy buena, densa y lenta lágrima es su deslizamiento por el cáliz de la copa. Ribete rubí y con notas teja.
En nariz buenas frutas del bosque en sazón y con media intensidad, elegante madera en segundo término. Notas terciarias de cacaos y tabaco.
En boca está domado, elegante, sedoso, aterciopelado, mantiene volumen. Te llena satisfactoriamente la boca. Mantiene carga frutal. Madera de su crianza integrada y sin sobresalir por encima de la fruta. Es mineral y fino. Con una acidez que le puede dar algúnos años más de vida y que ahora te invita a beber. Muy grato y elegante paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,30 minutos.
Botella en formato magnum. Una hora de aireación antes de servir.
Color picota de capa media, limpio. No demasiada lágrima.
Intensidad media en nariz (quizás esperaba algo más), fruta roja madura, vainilla, especias...
En boca muy buena acidez, taninos suaves, buen postgusto.
Sin duda muy buen vino, pero quizás me había creado expectativas demasiado altas. Ojalá en las siguientes botellas mejore mi opinión, les daré tiempo.
Rojo rubí, con tonos cobrizos, ocres, capa media-alta.
Aromas con ligeros toques de reducción que se marchan para aparecer una nariz limpia en forma de fruta roja en licor, cueros, tabaco rubio, cáscara de naranja seca, grano de café verde, toques balsámicos, clavillo de olor...complejidad y naturaleza evolutiva.
Entrada en la boca con elegancia, amabilidad en torno a un núcleo frutal de signo compotado que se ve desplazado por una excepcional acidez marca de la casa. Entonces nos encontramos un vino rocoso, con mucha tensión que facilita el paso y lo estructura provocando un recorrido pleno. Es probable que en unos años estemos hablando de uno de los grandes. Condiciones, creemos, tiene para ello.
De color rubí rojizo de capa media, limpio, tapado. Reflejos anarajandos y cobrizos, sin mucho brillo. Borde amplio, anaranjado. Sensación de grosor, mucha lágrima, permanente.
Cargado en nariz, poderoso, expresivo, dotado de mucha personalidad aunque con un exceso de potencia que le resta detalles de mayor finura. Viene embutido de aromas de frutos en licor, escaramujos infusionados, té de hibiscus y un fondo a caramelo de cola y vainilla que cimbra, aún despegado y por integrarse, a ras de maderas añejas. Maduro, amplio, haciéndose espacio sin contemplaciones en copa al ir respirando. Va sacando apuntes de hierbas aromáticas, hebras de tabaco, melaza, clavo... No para!!! Cuesta creer que estemos ante un vino de López de Heredia. Diferente al resto de reservas probado hasta día de hoy.
En boca es gordote, espeso, con un deje de dulcedumbre inicial que fulmina su implacable acidez. Sabroso, amplio, relleno de especias, cremosos. No hay dudas de que se conduce por caminos lejanos a los habituales pero no por ello resulta menos atractivo.
Un tinto que comienza a ofrecer las primeras alegrías después de una larga travesía. Apenas ha llegado a su primer puerto y parece que va a tener que seguir en tránsito durante una larga temporada. Este Tondonia tiene la personalidad de su cosecha marcada al rojo vivo. Habrá que seguirlo de cerca para ver si cumple nuestros buenos augurios. Botellas no faltarán!!
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/12/vina-tondonia-2001-reserva.html
Afortunadamente me hice con varios magnums de este magnífico Tondonia y aún me queda algo. Afortunadamente porque cada vez resulta más difícil encontrarlo y en bodega ya se agotó.
Está en un momento espectacular. Redondo, integrado con textura muy suave. Ofrece notas de cereza seca, clavo, higos, cedro e incienso, la madera está perfectamente integrada y ofrece la complejidad que es de esperar en este tipo de vinos.
Desde luego, no cabe duda de que irá a más pero hoy por hoy está espectacular.
En vista rojo rubí de capa alta con tonalidades teja-anaranjados. Brillante y limpio. Lágrima densa y glicérica.
En nariz cálido y elegante con frutas maduras en licor intenso.
En boca tiene un paso largo,muy licoroso,con un tanino pulido y especiado.
Elegante!!!!!!
Rubí de capa baja con el ribete teja. Limpio y brillante. Lágrima abundante, densa y transparente.
Nariz de intensidad alta, espectacular. Fruta roja, cacao, tabaco, balsámico.
Ataque intenso en boca, tostado, licoroso, con la acidez suficiente para sobrevivir todavía bastante tiempo, taninos pulidos, untuoso, de cuerpo medio, glicérico y con un larguísimo final.
Una maravilla.