Hemos vuelto a catar este vino de Tagonius y como cada cata es diferente, porque el tiempo deja su impronta en los vinos, ponemos nuevamente su ficha de cata.

Vista: Brillante y limpio. De color cereza oscuro con ribete granate, algo evolucionado y ligeros tonos anaranjados, capa media-alta y densa lágrima.
Nariz: De media intensidad, franco, complejo y elegante. Una buena combinación de fruta y crianza. La fruta es de tipo negra, muy madura, y está acompañada por notas tostadas, de sotobosque, balsámicas (regaliz), especias (pimienta), toques licorosos y hasta algún atisbo de notas florales.
Boca: De buena entrada, y fácil trago. Es un vino que tiene buena estructura y notable intensidad, complejo, elegante, sabroso, afrutado, seco, tostado, balsámico, casi mentolado, con buen carácter tánico, serio, con buena acidez, cierta golosinad y un final medio, tostado y con buen recuerdo.

En resumen, una estupenda elaboración de esta bodega, que ha conseguido un vino elegante, serio, distinguido, pero en absoluto aburrido, ya que tanto en nariz como en boca tiene multitud de registros aromáticos y sápidos que no dejarán a nadie indiferente.
Su precio actual está en torno a los 20 euros.

VISTA: Rojo picota de ribete burdeos, muy ligeramente evolucionado, capa media-alta y lágrima densa sin color.
NARIZ: De buena intensidad, franca y compleja. Fruta bien madura acompañada de notas especiadas y balsámicas y, a pesar de sus dos años de crianza, nada maderizada. El predominio de la fruta sobre la madera es notable.
BOCA: Buen ataque, de gran amplitud, sabroso, estructurado, de cuerpo medio, taninos bien pulidos y dulces, buena acidez y de larga persistencia.

Destacamos su frutosidad en nariz y su compleja y personal boca.
Sin duda, otra buena elaboración de Bodegas Tagonius.
Su precio, sobre 26 euros.