Amarillo pajizo desvaído, con reflejos verdosos. Limpio y brillante.

Nariz a mi gusto compleja, en la que aprecio en primer lugar hierba recién cortada. Le siguen unos destellos de torrefacto y de cáscara de cacahuete, junto con algún matiz salino. Luego aparecen flores blancas, cardamomo y frutas tropicales. Finaliza con algo más propio de destilados y que creo identificar como enebro.

En boca ataca discretamente untuoso y notablemente ácido, con un puntillo carbónico. En el paso se muestra agradablemente amargoso, con recuerdos de pomelo y pepino.

Postgusto medio, aunque la sensación de acidez es más larga, deliciosamente larga.

Poco que agregar a las notas ya publicadas, degustado dentro del grupo de los blancos abiertos el pasado día 21.

Buen color, excelente acidez, gran entrada en boca. Un vino que no te conformas con una copa, apetece repetir una y otra vez.

Fase Visual: presenta un color oro, limpio y brillante. Deja en la copa restos de carbonico.

Fase Olfativa: ofrece una acidez pronunciada que no descompensa.

Fase Gustativa: rico en aromas frutales, fresco, bien elaborado.

Amarillo pajizo con reflejos verdosos.
Nariz de buena intensidad, cuando se abre desprende un aroma a flores blancas bastante marcado, una vez reposado, aparece levemente esas flores postradas sobre un matiz dulzon.
En boca es untuoso, con una entrada suave (agradable), con una buena acidez y un recorrido medio.

Un vino de trago largo y facil. (menudo peligro)