Reposo 2006
Reposo 2006
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
14,50%
Varietales:
34% Merlot, 23% Cabernet, 23% Shiraz, 20% Monastrell
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 5 a 9,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
7.77
/
89
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
8,1
ELABORACIÓN
Mecánica de madrugada, fermentación y maceración en depósitos de acero inoxidable. Cultivo en reconversión a ecológico desde 2005. Cubierta vegetal permanente autóctona. Permanece en botella un mínimo de 3 meses hasta el consumo.
OTROS VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA
Opiniones de Reposo
OPINIONES
12

Capa alta, rojo picota de ribete violaceo. Aromas intensidad alta, sobresale fruta negra muy madura. Notas herbaceas.
En boca tiene cierto desequilibrio; amplitud, bigoroso però un pelín alcohólico y una acidez punzante.
Fácil de beber y postgusto largo, però al final un poco amargo.

-color: rojo rubi
-olor:frutos del bosque (mora,grosella,fresitas,franbuesas). notas de ciruelas
y especias (pimienta y tomillo).lacteos (yogurt de macedonia)
-gusto:entrada agradable y fresca, evolucion facil y afrutada, final justo.
lo dicho un buen vino con una muy buena relacion calidad-precio.

Cerera oscuro.En nariz recien abierta la botella se dispara un aroma a piruleta, que va menguando, para destacar la fruta fresca, sobre todo moras y ciruelas.
En boca tiene una entrada vigorosa, algo alcoholica, muestra su juventud, pero termina haciendose facil de beber.

Cereza picota, limpio y brillante. Nariz interesante, compleja y diferente, recodando a ciruelas y moras maduras, dátiles, miel y algo especiado (nuez moscada, clavo. En boca es fácil, un tanto desequilibrado -creo que sobresale el merlot-, algo corto y con muy buena acidez. Mejor nariz que boca, que en mi opinión pesa excesivamente el desequilibrio. La relación calidad precio no es mala, aunque por 6€ se pueden encontrar mejores referencias.

Divertida etiqueta.
Cereza de media intensidad.
Aromas muy frescos, frutos rojos, con alguna nota dulce probablemente de la monastrell y de pimiento verde de la cabernet, hierbas de monte.
Entrada ligera en boca pero calórica por su alta graduación pero sin "abrasar", aquí se muestra más sencillito, frutal, fácil de beber, agradable, aunque con un final no muy largo.
Buena opción para guisos y comidas sencillas.

Visual cereza intenzo y negruzco con ribete de tonos violas,bonito color de juventud.
Nariz fragante con abundantes aromas frutales a moras y ciruelas negras,algún toque mineral aportado por la tierra y toques vegetales de merlot y florales provenientes de una muy buena syrah.
En boca es largo con muy buena persistencia y peso de fruta ,equilibrado.Final con ligero amargor que demuestra fuerza y poderio.
Muy bueno asombrandonos las notas de crianza sin tener tiempo de barrica,atributos dados por el terruño sin duda alguna.Nos encanto.

Poco más que añadir a los extensos comentarios anteriores. El vino se disfruta animosamente y ofrece buenos momentos valorándolos donde corresponde. Son buenas sensaciones las que transmite, no resulta cansino acompañado con una buena comida aunque creo que igual acortaría cierto tiempo macerativo. La temperatura un tanto fresca, que no fría, lo ayuda en su disfrute. Rico.

Con una presentación en la que destaca una botella de formato especial, de líneas suaves, con perfil moderno y una etiqueta de estilo jovial y desenfadado, este vino parece anunciar ya antes del descorche su loable intención de haber sido concebido para satisfacer los gustos de paladares jóvenes, si bien exigentes; o quizás de entusiastas de la frescura, la chispa, las sensaciones frutales y de inmediata evocación placentera, de la alegría de beber el fruto más cercano a la vid y a la vez más franco con el terruño.

La visual pinta con todos los colores propios de la juventud, con una paleta tonal que se abre a los rojos de la cerezas y las picotas y a las diferentes irisaciones del violeta, el purpura y el granate. Con una capa no muy cubierta y un menisco degradado con tono cardenalicio, el vino nos sigue hablando en esa línea de la juventud pletórica, “disfrutona”, y sin embargo reposada y segura de sí misma.

La nariz es un canto amable, sin estridencias, a la fruta, roja y fresca, que incluso se muestra desenfadada al expresarse en un primer plano de golosinas, de “regaliz” rojo y gominolas de fresa y mora. La Syrah se expresa en forma de flores moradas y rojas que se combinan con encanto para adornar con pinceladas justas los aromas frutales que se muestran con franqueza, aunque con intensidad moderada, desde el principio. No queda ahí, sin embargo, el ramillete de aromas: a la frescura de la fruta roja se unen en armonía los arpegios de notas herbáceas, agradables y sugerentes, de retama y regaliz negro. Por último, un sutil fondo mineral, terroso, acaba de aportar una elegante pátina de barniz que ya sólo puede embellecer el “cuadro”.

En definitiva, un perfil aromático juvenil, fresco y comedido, con ausencia quizás de esos apuntes golosos y de fruta negra madura que cabría esperar de la Monastrell, y con la complejidad suficiente para hacerlo un vino más que interesante en nariz.

En boca, tiene una ataque de mayor intensidad que en nariz, donde unos taninos bien conformados, carnosos y jugosos, constituyen el principal aliciente de un paso por boca fresco y dulce, con estructura suficiente para transportar la carga frutal de fruta roja, los amargosos muy gratos de la línea de los regalices, y una acidez refrescante, vibrante pero integrada. Destaca su textura aterciopelada que, junto con la frescura y la amargosidad, lo dotan de cuerpo y lo hacen parecer un vino hecho, serio, de líneas robustas y muy alejado de la facilidad de trago y la simplicidad de formas.

Maridaje: el ser un vino joven y fresco, pero a la vez con una boca rotunda y con cuerpo, le permite armonizar con alegría con multitud de platos, bien ligeros o bien algo más contundentes. Con una ensalada de pollo y sinfonía de lechugas variadas con la salsa de mostaza amarilla y verde, fue posible disfrutar de un maridaje sorprendente, donde el vino transportaba con respeto la frescura de los vegetales, a la vez que refrescaba y enjugaba con elegancia la proteína de la carne, sin que las salsas, en ningún momento, consiguieran ocultar la franqueza de la fruta roja fresca que aportaba el vino.

Me ha sorprendido esta elaboración de Pago Casa Gran, puesto que tiene todo lo que uno desea en un buen joven, aunado a una larga maceración según nos delata su tonalidad, nos produce sensaciones de crianza procedentes de su terruño, dado que carece de relación con crianza en barricas.

Sorprende su cuerpo, negruzco amoratado con un ribete ligeramente púrpura.
En nariz su madurez despunta aromas minerales que actúan en segundo plano, proveniente de la calidad de su terruño con notas terrosas donde la frutosidad y un ligero toque vegetal aportado por las variedades Merlot y una madurada Cabernet, que anulan cualquier indicio de Monastrell.
En boca se muestra expresivo, roza la bravura, aunque bien equilibrado con firme paso de boca que delata su juventud bien acompañado por la acidez, que enmascaran sus 14.5º, buen final y postgusto con sensaciones frutales.

Picota granate de buena capa. La nariz es muy intensa, tiene un toque fresco, notas vegetales, algo de fruta negra ligeramente tirante, con una puntita de alcohol y un ligero carácter herbáceo. Tiene un ataque intenso, amargoso, con el tanino bastante vivo, secante, hay alguna arista, cuerpo medio, notas amargosas y bastante longitud.

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