Rojo cereza de capa alta con ribete granate. Nariz envuelta por los años en botella que traslada notitas fúngicas, de fruta del bosque escarchada, especias y aromas de vaina de algarrobo, cueros, marroquinería y aceitunas negras trituradas. Hay ligeras sensaciones licorosas, de monte, cueros recién curtidos, con recuerdos hepáticos, mercurio, especias y tabaco. Al final ondea una bandera que refleja en su escudo levemente los aldehídos. En el ataque es maduro, goloso, enseguida se le nota su influencia oxidativa dejando aromas por retronasal de orejones y aldehídos muy interesantes. En el paso traslada madurez frutal, cacao, menta, tabaco viejo y esa notita aldehídica por vía retronasal que siempre está presente. Realmente tiene un posgusto frutal maduro, tostado y también fresco. Es un vino que ha cambiado, tiene un perfil diferente, no es defectuoso, pero sí distinto. Es como un medallista español de las olimpiadas de 1992 hablando de su momento y merito, cuando lo ves ( en la actualidad ) en TV su imagen y hecho se contradicen y produce una sensación extraña, pero en este caso, este medallista ( Sant Bru 2004 ) esta para no dejar ni gota. Sobretodo para un Portuense como yo que todas las noches se acuesta envuelto en adorables brisas aldehídicas de los vinos que mejor entienden su relación con el oxígeno, evidentemente estoy hablando de Jerez, que es la inevitable " senda de los elefantes " de todos los buenos vinos y sinceros. Les pasa como a las personas.

Botella tipo Brogoña de vidrio muy grueso, cápsula y corcho excelentes, etiqeuta muy sencilla y contraetiqueta con información escueta pero de interés. Descorché ayer la botella y en un primer momento el vino me decepcionó. Le apliqué el vacuvin, lo metí en la nevera y hoy el vino era otro, mucho mejor, sobre todo en boca. Color rojo cereza picota, menisco malva, lágrima abundante. en nariz predominio de ciruelas al armagnac e incienso. En boca ayer amargor y tanicidad excesivas, que a las 24 horas han desaparecido: está mucho más sedoso, con apenas aristas y de largo posgusto. Presenta bastante sedimento, por lo que opino que este vino se debe decantar con bastante antelación, para evitar dichos posos y darle tiempo a abrirse.

Aroma excelente, con entidad, cálido y profundo, combinaciónd e fruta dulce confitada con especiers y algo de madera pero fina y elegante, tostados y frutos secos. Muy agradable.
La boca presenta cuerpo potente, muy buena acidez, se detiene en la boca con peso y presencia, gusto frutal y un poco dulzón, se nota la garnacha de alta caliad, bastante largo. Un excelente vino.

Picota oscuro de capa alta
Aroma muy potente y nítido, muy goloso, fruta negra con madera y especies.
Boca con cuerpo potente, pero pasa suave y agil, muy goloso, alta expresividad muy frutal en boca la madera casi ni se nota, un ligero toque licoroso, acidez muy alta. Final largo y frutal. Se mantiene muy bien.

Picota violáceo de capa muy alta
Aroma potente, claro, muy cálido, elegante, fruta con balsámicos, especies, tostados, con importantes notas de licor. Mineralidad acusada. Excelente aroma.
Boca con medio cuerpo, volumen y anchura, hasta casi gordo, equilibrado, gran acidez, expresividad muy elevada gracias a la carinyena que aquí se muestra en todo su esplendor, madura sin excesos, elegante. No es largísimo pero si suficiente. Un Montsant típico que ahora está en óptimo momento de consumo, no creo que mejore mucho más. decantar

Excelente vino de Montsant, con un color picota clara precioso, de capa media, y unas notas primarias de gran frutalidad, muy frescas, y que conviene percibir con el vino a temperatura 15-17ºC. Cuando se pasa a boca, la sensación se torna aterciopelada, con notas minerales y balsámicas, bayas, y ciruelas rojas, que proporcionan un trago explosivo, con un recorrido largo.

Elegante, con un coupage muy equilibrado, aportando cada varietal matices diferentes, que le dotan de una interesante complejidad.

Maridaje muy logrado con patés, carnes rojas y queso con membrillo.Apuesta segura para comprar y guardar.

Color rojo picota, con bordes violaceos.
Aromas frutales, balsámicos y recuerdos de barrica, Mineral.
En boca, largo y persistente, redondo, tánino agradable. Sabroso y untoso.

El Santbru muy bien, muy bien. Desde la última vez me ha hecho sonreir una vez más. Desde fresas y pastel de zarzamora, notas de regaliz, con un juego bonito en el paladar dando especias, cayendo la fruta madura, bayas, envolventes mentolados, fresca y vivaz persistencia. Un coloso manejable, las sensaciones minerales estan más meditadas, suaves con un un final largo a licorizados.

Color oscuro, brillante y límpio. Aroma varietal, inconfundible carácter de carinyena, muy frutal y fresco, pizarra; gran expresión de terruño. Boca con acidez punzante y sensaciones frutales, de cuerpo medio, con gran recorrido y final con recuerdos de regaliz. Largo. La carinyena sigue demostrando su gran potencial.

Picota oscuro de capa alta, ribetes violáceos. Pleno de aromas frutales, frutos rojos en su mayoría, balsámicos y recuerdos de barrica, laca de uñas; mineral. En boca, largo recorrido y alta persistencia; redondo, con una punta de tanicidad muy agradable. Es ampuloso y sabroso. Un excelente vino.