Picota oscuro con capa media alta y ribete granatoso. Limpio y brillante.
En nariz hay fruta roja y negra madura (frambuesas, grosellas), especias (vainilla, canela y cacao) y terciarios (carne ahumada, tabaco). Intenso y complejo.
En boca está en su momento. Tiene un paso dulzón y especiado, con todo pulido e integrado.
Final un poco áspero, pero largo y elegante.

Buen ensamblaje entre las sensaciones de fruta en nariz y despues en boca con un conjunto equilibrado, corpulento, muy bien integrado y con la acidez diluyendo las notas de especias, balsámicos, en favor de toques de buena carnosidad, frutal, complejo, muy maduro, dejando
un recorrido memorable con mucha intensidad y buen final.

Fecha de degustación, que no de cata 03-05-08.
Vista: Cereza picota de excelente capa, opaco, con menisco granate.
Olfato: Con copa quieta se aprecia fruta y balsámicos. Tras agitar la copa, a los aromas anteriores se le suman notas minerales, especias, ahumados e incienso. Bastante cerrado.
Gusto: Al primer ataque se muestra vivo, serio y contundente. Se desarrolla comedidamente frutal y especiado. Con una acidez ya en declive, es un vino estructurado, con buen cuerpo y longitud más que notable. Recio y elegante a la vez. Final cálido.
Corcho un 10.
Le doy un 8,4. Es un gran vino, si bien me quedo con la sensación de que estuvo mejor.

Me gustan estos vinos. Traen un ribete chocolateado que me sorprende. Maderas aromáticas como el pino y los anisados hacen aparición subitamente. Mentolados. Tabacos y tinta china. Fresco y carnoso. Un postgusto a flores, ciruelas. Cacao tostado. Algo de animal. Regaliz. Salmiakkikossu. Mantequillas y algo de bacon o panceta con arandanos agrios. Rico y perfumado. ©

Tinto muy marcado por la añada. Mientras que en los Atautas de otras añadas el terruño era quien salía mejor parado, aquí manda la fruta muy madura, negra, aunque, eso sí, limpia, sana y expresiva. Apenas se aprecian sus notas minerales, florales y terrosas. En boca es goloso, de acidez justa, pero equilibrado y con cierta elegancia. Su fuerte no es la complejidad ni la finura que lo han hecho tan personal, pero creo que sale bien parado de tan ardiente añada apostando por la fruta a raudales, (en boca casi se mastica), evitando con tino notas achocolatadas y sólo rozando cierta licorosidad. No creo que vaya muy lejos. Es más bien un tinto de disfrute inmediato y muy placentero.

El vino sigue mostrando una intensidad media, aunque también se encuentra bastante cerrado y la aireación tampoco consigue sacarle más de sí. La fruta madura ( ciruelas ) ostenta dejes lácticos y se rodea de unas buenas notas de maderas nuevas ( leves y superficiales ). Con la aireación salen más aromas tostados, especiados, torrefactos y balsámicos, pero como digo con cierta contención. Hay cierto peso frutal, cuyos rasgos identificaría quizás con un contratiempo de la maduración antes de la vendimia, que cuaja en un final de atisbos alicoraditos. En boca hay buena frutalidad en el ataque, sensaciones untuosas medias que otorgan cierto placer gustativo a la evolución. Retronasal de pinceladitas torrefactas y de regaliz, percepciones que también se quedan en el posgusto sobre las ciruelas maduras, especiados ( cacao ), dejando una percepción algo secante y de acidez media. Puede que eche en falta más intensidad frutal, frescura y la mineralidad de añadas anteriores.

Rojo picota intenso con pequeño ribete violeta. Nariz con aromas de fruta fresca del bosque ( de media maduración ) y acompañada de toques balsámicos, ligeros especiados, regaliz y torrefactos, que dejan un sensación de media intensidad en su conjunto. En boca es de ataque afrutado, evolución con fruta negra pequeña bañada en cacao y regaliz. Posgusto de adecuada persistencia y cierta astringencia - amargosidad ( hollejos frutales ). La fruta está como por desarrollar / madurar más. Un estilo diferente, moderno, frutal y al que la botella le va a venir ( necesariamente ) de maravilla.