VISTA: Guinda intenso de bordes teja. Muy cubierto.
NARIZ: Complejo y maduro. Cuero, tostados, bollería, coco, fruta madura en licor y una punta de pimentón dulce.
BOCA: De tanino ya integrado y evolucionado, todavía tiene un marcado nervio gracias a la estupenda acidez de la materia prima. Largo.

Casi 6 años guardado en mi modesta bodega ha permanecido esta botella en formato magnum para su descorche. Muchas cosas han pasado en todo este tiempo. Muchas más tienen que pasar en los próximos 6. Al menos eso espero. No quiero que él las cuente ya, porque está ahora en su momento óptimo de guarda. O así me lo ha parecido. Pero parece que el corcho tenga vida para otros diez años más sin problemas. Guardar un vino tanto tiempo y proceder a su descorche es un acto que llena de emoción y de preguntas tu interior. La paciencia puede ser una ciencia, aunque prefiero no atreverme con más guarda. No precepitarse? No eternizar una decisión? Todo tiene un equilibrio. Todo tiene un momento. Todo tiene su momento. Hazlo tuyo.

Color cereza de capa alta con borde teja; en copa quieta se aprecian aromas a frutos negros del bosque muy intenso, y que al agitar la misma se despliegan otras notas a madera de cedro sobre un fondo balsámico, fundamentalmente hay aqui vainilla; en boca demuestra ser muy sedoso, atercipelado, estructurado y con sabroso postgusto, en el retronasal queda una imprenta frutal de la mucha que hemos obtenido en la cata con regusto, tambien, a la madera en perfecta conjuncion. Bien hecho, buen vino, y su precio rezonablemente ajustado, pues los 68 euros justifican la calidad de este caldo.