Rojo cereza de capa alta con ribete marrón ocre. Se muestra quizás en su fase de mayor apertura y traslada aromas terciarios señalados por el paso de los años, rico en sus formas y excelente frutalidad, que se tiñe de un levísimo ajerezamiento noble. Hay guindas en licor bajo señas de cacao, tostados, tinta china, cereales malteados, trigal mojado, sotobosque mediterráneo, eucalipto, after eigth, regaliz dulce y maderas con cierta cremosidad. La fruta pequeña del bosque en confitura siempre esta presente junto con matices de tabaco húmedo. En boca es muy rico, sigue mostrando cierta golosura, hay mermelada de fruta del bosque, fresca acidez que se alarga en la evolución hasta un posgusto frutal y maduro. Retronasal con las mismas sensaciones de la nariz y ese toque de oxidación frutal leve que no molesta, ya que forma parte del vino junto con el resto de matices terciarios. Es muy curioso ver la evolución, mantiene el tipo, una fruta muy sápida y proporcionando disfrute además de admiración por su compostura sensorial.

Siempre digo que esta prestigiosa Bodega de Priorat tiene unos vinos que mejoran en botella y ante ello estoy. En esta ocasión encuentro otra vez aromas especiados sobre los hollejos maduros con un recuerdo final de toffe horneado. Está muy bien desarrollado, aunque en este caso percibo más la influencia de la madera tostada ( equilibradamente con regalices, vainillas y cacaos ) que de la fruta negra ( aunque también está presente ). En boca es muy rico, largo y bien compacto, con sensaciones especiadas que unidas a la fruta dejan una percepción semi untuosa, con un posgusto cremoso de cacao en polvo, vainilla y que al final arranca en fruta bajo prismas alicoraditos. Como digo muy rico, equilibrado y más sutil en las expresiones, aunque reconozco que la botella anterior me gusto más. Quizás me encuentre más cómodo dentro del estilo de Miserere que del Clos de L’Obac, donde la extracción es más intensa, con sus virtudes y defectos. A estas alturas empiezo a valorar más la sutilidad, feminidad y delicadeza en las formas, que el puro estilo musculoso y de extracción. Lo perfecto es, como todo en la vida, un poco de aquí y otro poco de allá, y sin perder el ritmo, claro.

En mi 1ª cata, enero 2005, torrefacto, café, seco. Suave. Elegante. La 2ª 19/11/05, capa media, menisco teja. Vino en declive. falto de cuerpo y expresividad. Sin embargo le queda algo de acidez aún. Si os queda alguna botella apresuraros a catarla.
Tiene un corcho más que correcto, está intacto.
La 2ª botella me costó 20€, ahora nos los vale.

Rojo picota de capa alta. Nariz muy expresiva e intensa, con notas de frutillos negros ( ciruelas ) muy maduros sobre matices especiados ( chocolate ) y mentolados ( eucalipto ), al final se queda una noble sensación de sobre maduración frutal. Es firme y con unas percepciones minerales muy originales del Priorato antiguo, esas que se unen a la fruta negra de por vida. El corazón de fruta con hueso sigue aumentando con la aireación en copa al que se le unen dosis muy bajas de torrefacción, dando la fruta negra un “ do de pecho “ espectacular en su final, rozando las sensaciones licorosas. En boca es un vino con sensaciones maduras de frutas negras y especiados, con excelente acidez que acompaña a los toques golosos, seguido de la menta ( after eigth ). Es envolvente, intenso, con excelente cuerpo cremoso y de posgusto larguísimo que acaba en una retronasal que es una continuación lógica de todas las fases de la cata. Extraordinario, ya no se elaboran Priorats así. Es una pena que muchas veces el bosque no deje ver los árboles.

Catado en Marzo 2001 (no tengo el día exacto). Color cereza. Aromas poco sugerentes, con sotobosque y lácteos a lo sumo. Paso en boca ligero. Evolución en copa decepcionante.

Color rojo cereza con ribete rubí – acerezado claro. Nariz intensa, en la que se aprecia una fruta negra madura de gran calidad ( ciruelas, madroño, picotas, hollejos en maceración ), también hay sensaciones minerales intensas, cacao, menta, regaliz, balsámicos ( eucalipto ), especiados, chocolate negro, hierbas aromáticas. Nariz muy compleja . En boca es amplio, sabroso, evolución donde aparece el regaliz negro y la fruta negra madura, con expresión y buena acidez, final de boca de carácter abocado ( chocolate amargo ), muy largo y con cierta astringencia frutal noble y recuerdos de mineralidad ( piedra - pizarra ) al igual que en retronasal. Persistente. Creo que seguirá mejorando en botella algunos años mas, sobre todo en boca.