Picota granate cubierto con el ribete algo abierto. En nariz resulta fresco, bastante intensoy con volumen. Comienza con un toque de acetato, recuerdos a fruta negra, posse un ligero bouquet y un fondo con especias exóticas. En boca el ataque es bastante intenso, presenta un tanino firme y rotundo, fresco, con buenos amargos, bien de acidez, resulta largo y estructurado. Hay materia..

Color picota con borde rubi, capa media.
En nariz fruta roja madura, cerezas en licor, pizarra, caja de puros y especias.
En boca fruta muy madura, potente, concentrado, buena acidez, tostados, especias, pizarra, carnoso, denso.
El exceso de fruta madura le afea el conjunto, pero se le ve la calidad.

Es este vino contenido en botella bordelesa con cápsula y corcho de gran calidad, etiqueta clásica de la bodega.
Color rojo oscuro casi negro, capa alta, menisco malva y lágrima interminable.
En nariz industriales a tope, con pocos cambios a pesar de llevar una hora decantado, acetona, cola y jalea al fondo, compejo y personal.
En boca llaman la atención la juventud, el poderío y el posgusto que, afortunadamente, parece no acabarse nunca.
Larga vida tiene por delante.

Es un vino que no habia probado hasta la fecha y que me ha gustado bastante, como otros muchos del Priorat, donde se elaboran excelentes vinos aunque tal vez con menor marketing que otras D.O., pero voy apreciando que cada día la situación revierte.
Presenta un bonito color burdeos muy cubierto, limpio y brillante de capa alta y aromas elegantes de buena intensidad, con excelente aportación de frutos rojos maduros y de agradable sensación de licor, con notas balsámicas, vainilla, montebajo y un sugerente fondo mineral.
En boca tiene buen ataque, envolvente, carnoso, bien de fruta, equilibrado, agradable, con buena estructura y buen ensamblaje, goloso.
Postgusto largo y de agradable persistencia.
Muy buen vino.

No tengo ninguna duda que Clos de l'Obac es uno de los grandes incomprendidos de los últimos tiempos. Un vino inteligente, producto de un genial productor, libre de la presión de las guias y de los gustos USA. A los fashion que adoraban Nidos, Numanthias y demàs obesos y que ahora reniegan de ello para vanagloriar al cielo Borgoñón, les encantará este vino. Claro, claro, ahora se lleva no? lo de René Barbier es muy rudo, Doix cansa y Finca Dofí ya advertía de la necesidad de cambio. A los amigos del gusto cambiante les diria que Clos de l'Obac esta ahí desde 1989 ofreciendo puro reflejo de terruño y, a los que ya lo conocían mejor, que este 2004 es de lo mejor que he probado de esta tierra de sueño: rojo de capa alta, de extraordinaria vivacidad. Huele suave, profundo, con finas notas de cereza en licor, tierra seca y piedra pizarra. Fino, elegante y seductor. Excepcional integridad. En boca es seco, jugoso, con recuerdos de piedra y ligeros matices balsámicos. Complejo, elegante. Emoción en tiempos de crisis.

Color muy oscuro. En nariz, notas casi desagradables, tipo hidrocarburos, que no acaban de desaparecer ni con una oxigenación enérgica. En boca, algo mejor. Algunos aspectos que recuerdan la combinación de fruta y mineralidad de los grandes prioratos, pero no acaba de convencer. Deja un cierto sentimiento de frustración e incompletitud. La comparación con el excelente Doix 2004 termina de hundirle.