Tiene color rojo picota, capa media y destellos rojizos.
Sorprenden unos primeros aromas salados y especiados (pimientas varias) que alternan con cierta frescura herbácea. Hay marroquinería fina y fruta roja madura. Notas florales de lavanda se oponen al monte mediterráneo de laurel y tomillo. Pinceladas lácteas aromatizadas de vainilla.
Ataque en boca con potencia y prestancia. Tanino marcado pero bien pulido, frescura balsámica y carnosa fruta roja, terminando con torrefactos de café con leche.
Prometedor.

Botella típica de Ribera Duero. Austera. Elegante. Toque modernidad con cápsula celeste.
Corcho de muy buena calidad y en muy buen estado. Teñido unos 2 mm, muy bien para llevar 3 años embotellado.
Color picota de capa media. Ribete granate, ni muy joven ni muy evolucionado.
Lagrima gruesa que cae lenta sin teñir la copa.
En nariz aparece inicialmente fruta roja madura con especias dulces. Canela. Pimienta.
Posteriormente me aparecen toques florales y cacao.
Final balsámico.
El alcohol bastante perceptible en nariz, aún a buena temperatura de consumo.
En boca presenta buen cuerpo, buena entrada. Mucha fruta y un toque picante.
Tanino algo astringente. Acidez muy alta. Lo cual le augura mejoría en botella.

El vino Antigva Crianza 2011 tiene color rojo picota rubí de capa media.
Aromas sápidos salpicados de balsámicos, cueros finos y fruta roja concentrada, pimientos maduros de todos los colores, caramelo duro, pinceladas de violeta y cierre de laurel y romero. Nariz variada, muy atractiva y bien perfilada.
En boca demuestra potencia, potencia que se apoya en un tanino presente pero noble. Sabor a fruta roja y tostados de café, pimienta negra y frescura.
Estamos ante un Ribera del Duero que parece iniciar un camino ascendente y al que habrá que seguirle la pista.

Tinta la copa, buena lágrima, color cereza picota con matiz rubí, capa media alta.
Nariz de buena intensidad, golosa y especiada, con notas de fruta roja y negra madura, caramelo, vainilla y un toque carnoso, cuero, balsámicos, hierbas (destaca el tomillo), lácteos. Y todo ello se muestra al tiempo, como una ordenada fila que avanza hacia mis sentidos, de esa unión y esa conjunción nace la fuerza, viene a mi memoria el cuadro de novecento (el cuarto estado).
En boca hay frescura y cuerpo, es largo, especiado, hay pimienta. El cuerpo y el tanino marcan el post gusto, junto con la frescura.

De capa media alta, rojo picota con ribete azulado. En nariz es una explosión de especias negras y de hoja como la pimienta negra, el clavo y el laurel. Tiene botánicos (romero, espliego, tomillo, salvia) y balsámicos ( menta, hinojo). Ese animal surge de dentro y trae consigo un caramelo de vainilla muy rico que va dando lugar a la noble barrica con unos tostados y un café final muy elegantes.

En boca es un caramelo de vainilla. A pesar de los lácteos que se notan tiene una entrada muy fresca y luego se va atenuando y haciendo sedoso. El tanino esta domándose y promete que evolucionara más.

Color rubi de media capa con el ribete en transición a notas marrones.
Comienza con un fondo animal, claro y firme, punto sanguino, cuero limpio, sin ningún fondo sucio.
Lo que hay de verdad es una mermelada de frutos del bosque, es muy especiado, sobresalen las pimientas negra y roja junto a la canela y la vainilla, todo ello con persistencia pero sin dominio. Es aromático hay frescura, punto balsámico, laurel, monte bajo, garriga.

En la boca nos muestra un perfil más joven dentro de un marco serio y profundo, tiene garra, el tanino manda, pesa y se funde con la jugosidad y el poder frutal, tiene cuerpo es ancho, llena la boca, hay una buena materia rima, es sabroso, grato punto cálido, palpas la canela y las especias, el café los finos tostados, sin duda la botella lo hará más grande y esplendido.

Fase visual: entre rubí y granate, de capa media y abundante.
Fase olfativa: es un vino muy equilibrado. Sorprendentemente despierta aromas procedentes de la madera, como los cárnicos, los asados y los especiados (mucha pimienta y canela). Pero al mismo tiempo aporta mucha frescura con aromas herbáceos y balsámicos. Tras un rato abierto, aparecen los tostados, como el café.
Fase gustativa: Se presentaba como un viejuno en nariz, pero en boca rejuvenece de manera tremenda. El tanino tiene mucho carácter y denota que le queda por madurar. Es un vino que se mastica, recuerda a un buen plato de comida árabe, tan especiado. La entrada es fresca y su persistente final es cálido.

Visual:

Rubí azulado, ribete en transición al naranja, media capa, abundante y glicérica lágrima.

Olfativa:

El primer impacto es de notas cárnicas y sanguinas. Le das una segunda inhalación y aparece la fruta roja en licor, el caramelo duro, notas especiadas de pimienta blanca, el clavo, las hierbas medicinales, el laurel, el tomillo y aparecen muchos lácteos y como despedida una vainilla bastante opulenta. Se nota una madera de calidad.

Gustativa:

Es fresco en su entrada y recorrido si bien tiene un final cálido y ligeramente amargoso. Tiene fruta en licor, tostados, el tanino está presente aunque vegetal. Parece que le queda poco para equilibrarse, le queda un pelín más en botella para pulirse. Aun así es un vino franco, tiene buena acidez, buena permanencia y una fruta jugosa que se mastica (dedicado a Arrutzi) ;-)