Este vino nos acompañó en la gala de graduación en Rotterdam, luego de guardarlo en condiciones (a veces) precarias por 15 meses.
Vino cambiante, de buena complejidad. Aromas de frutos negros, bayas, cáscara de nueces, moka y ceniza (¿o era tierra húmeda?) entre un frescor boscoso inesperado. El paladar es de magnífico agarre y definición, con ese ataque abocado y carnoso típico del mejor valle de Guadalupe. Recorrido concentrado y amplio con sabor a zarzamoras, toques mentolados y especias que recuerdan al nutmeg que uno le pone a su capuchino en Starbuck’s. Muy sabroso y original.

Esta segunda vez que lo caté, me pareció excesivamente cerrado y áspero, aun después de una hora de jarreo previo, y con mucha madera nueva, no me gustó tanto como la primera vez.

Color : Picota con ribetes rubi brillante ,limpio y trasparente
Aroma : A frutos secos con recuerdos especiados y al tiempo de frutos negros maduros ,ligeramente a madera.
Sabor : Potente y con cuerpo ,es un vino equilibrado ,redondo y elegante.taninos de buena calidad que le dan un retrogusto largo,persistente y con un final sorprendentemente sedoso.
Para mi es por mucho el mejor vino Mexicano que conozco .
Con toda seguridad lo considero a la altrura de alguno de los grandes riojas y con algo mas de envejecimiento en botella ( Tal y como propone Benjamin )estoy de acuerdo que todavia mejorara notablemente y se puede asegurar que sera un vino excepcional.
Por otra parte el mejor 2.000 que he catado hasta ahora.
Su gran inconveniente es la limitada produccion 12.058 botellas en el 2.000 y su precio ( En Restaurant 950 pesos unos 85 euros)

Rojo picota con ribete Cardenalicio. En nariz: frutos secos y algo de tostados (nueces, avellanas), además de fruta negra: grosella, frambuesa y un fondo mentolado. En boca es un vino amplio, tinta china y muy largo. Dentro de 2 o tres años será muy interesante catarlo, promete.