Manzanilla pasada muy afinada , mínimo 4 años. Suaves notas de flores, camomila, infusiones. Sabrosa, con salinidad y muy caliza, calcárea. Es larga en boca y seca, fría mejor. Cuerpo medio+ untuoso y muy elegante, envolvente. Una señorita de 16%.

50cl

NOTA 94/100

La guita en rama saca de Octubre 2015, la estoy catando en Septiembre 2016, y es la caña!.

VISUAL
Dorado algo turbio, sin defectos (en rama), sin mucho depósito, intensidad media (+), lágrima rápida y medio untuosa a copa movida. Elegante botella de 37,5cl, con tapón de rosca clásico.

AROMA
Manzana y más manzana verde, algo soasada como del Jura.
Levaduras lácticas y mineralidad. Deja recuerdo cálcico, de albariza tosca y ceniza.
Vino limpio e de intensidad pronunciada.

BOCA
Trago y ataque seco, vertical, con acidez elevada, amplia y voluptuosa, con astringencia media, cuerpo medio (+) y alcohol punzante medio, sin problemas.
Sabores de manzana, madera de pino, limón, tierra, calcio.
Final largo de calidad, insistente en el terroir de Albariza.
Textura densa media, con acidez marcada que aguante muy bien el año.

NOTA
Acorde a temperatura fresca, es puro instinto sanluqueño. Muy bien.

Dorado intenso limpio y brillante.
Nariz intensa y compleja, llena de franqueza y frescura. Notas sutiles de levaduras, frutos secos, tonos infusionados y herbáceos, un cierto carácter punzante, todo ello tamizado sobre un marcado fondo mineral y marino, con recuerdos yodados y balsámicos.
En boca mantiene la frescura y el espíritu de La Guita de siempre pero añade un poco más de peso y prestancia, quizá resulta más claro su carácter mineral dejando marcadas sensaciones de frutos secos amargos y los tonos salinos. Gran redondez en todo el conjunto con una marcada persistencia.
Primera saca de este vino (octubre de 2015) que se presenta en medias botellas con un etiquetado muy elegante y que es una más añadir a una tendencia imparable y que a nosotros nos encanta, y es que todas las grandes casas embotellen manzanillas en rama aunque sea en mínimas tiradas y en formatos pequeños, pero es algo que los aficionados agradecemos. Bienvenida sea para quedarse.

De color dorado suave.
Nariz de buena intensidad con aromas salinos, marinos y unas notas levemente punzantes que recuerda a su hermana, a La Guita al uso. Pero esta vez encontramos profundidad, encontramos nuevos aromas, matices, con unas notas de fruta fresca, de membrillo fresco, de manzana verde, de granny smith muy aromática, incluso con un punto de monte bajo, de tomillo limonero.
En boca tiene buena acidez, con un ataque ligeramente salino, unas notas yodadas muy suaves y de nuevo esa fruta fresca, esa sensación de estar catando directamente de la barrica (que no es el caso porque aquí se filtra y se estabiliza ligeramente).

Ha sido mi compañera de correrías en la cocina durante una semana, hemos pasado buenos momentos, hemos compartido sofá tras la cena y ahora, inevitablemente, la echo de menos.

Producto notable. Cuando visité la bodega la pregunta era evidente: ¿para cuándo una manzanilla La Guita en rama? Y aunque Eduardo Ojeda se hacía el tonto algo se notaba barruntar en él.