Color dorado con reflejos verdosos y nariz marcada por su paso por barrica, notas tostadas, de hierbas aromáticas, notas herbáceas, lías, pulpa de cítricos, notas tostadas y canela. En boca destaca la acidez, el tacto untuoso, notas de tofee que se mezclan con la fruta, notas herbáceas frescas, resina de pino, cítricos. Buena estructura.

Nos dicen que pasó 11 meses por barrica, dos más que 2014. Para mi fue , sin duda, el mejor de la cata. Color amarillo con irisaciones doradas. Vino ya con evolución, en forma y con un sentido amargoso en boca y de frutos secos en nariz que me gustó. Equilibrado e intenso en nariz, notas varietales muy marcadas , pero sin excesos. En boca redondo y amargoso

Color dorado con reflejos verdosos.
Nariz de intensidad media y presencia de unas notas cítricas, tostados, melón, notas de madera tostada, lichis, fruta con hueso... Me gusta porque a tener un perfil dulzón, todo ese dulce proviene de la fruta y el punto de los tostados le da profundidad.
En boca tiene un acidez marcada, le falta algo de integración con el conjunto, pero le da frescor. La fruta blanca le confiere un punto dulce, la madera lo dota de seriedad y un tiene un fondo de tofee que le da un punto dulce y tostado.

Catado a ciegas, aluciné cuando vi que se trataba de un vino de verdejo.

En la copa lo primero que entrega y surge, más bien marca, es la crianza en madera junto a un aspecto maduro de fruta blanca muy rica, a pera y melón con un suave aspecto cítrico de pulpas, envuelto entre una sensación melosa de lías y un rico aspecto herbal. El vino se abre y muestra con algo más de libertad todo lo que lleva dentro.

En la boca también marca la madera aunque de forma más sutil, hay resinas y una acidez que resurge el conjunto liberando y dando jugosidad, le da vida y a la par frescura. Salen notas de toffee de fino punto tostado. Hay hierbas, algo de flores, tiene recorrido en la botella, es muy gustoso, nada Verdejo convencional, sin duda crecerá y mucho con unos cuantos meses más en la botella.

El vino Campo Elíseo Rueda 2013 tiene color amarillo limón con destellos verdosos.
Inicio aromático con protagonismo de la madera pero agradablemente cítrico (pomelo) y frutal (melón).
La boca es la liga donde realmente juega este blanco: fresco, amplio, cítrico y largo. Tostados sutiles, sabor a limón y final con toques de canela. Buena estructura y excelente acidez que me hace pensar que tiene un gran potencial de mejora y que dentro de un par de años va a pasar de notable a excelente.