Mc 2013
A la vista se presenta con un color picota, con una capa de media a alta, y los bordes y destellos de color violáceo, una lágrima ancha y sin tintar el borde de la copa.

En la nariz se muestra con una alta intensidad, con la fruta de protagonista total, destacando moras y frambuesas y con detalle lácteos.

Al paso por la boca, llena la misma, con suavidad, con cierta carnosidad, con sensación de frescor a la vez que un punto de amargor. Fase final larga.

Un gran vino de maceración carbónica, que ya me había llamado la atención hace dos meses y hoy mismo, me ha demostrado que no era flor de un día. A destacar la ausencia total de sensaciones de “ramojo”.

Cata realizada en una jornada de cata de la bodega Luberri en la localidad de Cabezón de la Sal en Cantabria, con su propietario Florentino a pie de mesa.