Restaurante Abiaga en Amurrio
Restaurante Abiaga
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
11,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
No cierra
Nota de cata PRECIO MEDIO:
37 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.8
Comida COMIDA
8.4
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Rape con romesco y cigalas
Canelones de txipirones en su tinta
Rissoto de albahaca y parmesano
Peras al vino con helado de queso azul
Calçots presentados en teja y periódicos
Canelones caseros con foie
Brownie de chocolate blanco
Ventresca
Ensalada de pulpo
Secreto con alcachofas y crema de almendras
Arroz caldoso con almejas y velo de perejil
Ensalada con ventresca
Fruta de la pasión
Rabo de buey
Tataki atún
Manzana, helado de cuajada y bizcocho.
Magret de pato
Salmón
Coulant
Helado de canela
Lubina
postre
Carne
Txipis
Postre
Salmonetes
Pantumaka
Opiniones de Abiaga
OPINIONES
18

Este año nos juntamos un domingo para poder estar casi todos, faltaron los amigos de Jon, la primera vez, una pena.

La otra pena es que ya no tenían el menú de calçots, comentaron que ya no les habían traído tan buenos el año anterior por estas fechas, así que empiezan un poco antes con las jornadas y claro, también acaban antes.

Reconozco que tenía ganas de probar algo más que el menú de dichos vegetales y como la excusa es juntarnos, daba un poco igual, aunque me gustan.

De vinos empezamos como siempre antes de subir al comedor, con el txakoli Alavés que más me gusta, el UNO, de Amurrio, el mismo pueblo donde esta el restaurante, probamos dos añadas y vimos como el txakoli, como el albariño, no hace falta que se consuma en el año, es mas cambia y mejora, dada la buena acidez de estos vinos.

Nos sentaron en esta ocasión todos juntos, Josean, Juanjo, Jon, parientas, criaturas, y entre ellas incluyo a Jon, que siempre esta chinchando a alguna cría, bueno y a algún mayor, y claro también estaba yo.

Menú infantil por 16,5€ p, precio final, rica pasta con tomate, hamburguesa de calidad y patatas y por supuesto postre, bien los crios siempre contentos.

Para nosotros el menú degustación, por 27€, al que añadimos unas croquetas de hongos, muy ricas, que compartimos con la chavalería y un canelón de txipirones en su tinta, que creo que en vez de pasta normal, llevaba de arroz, por la transparencia , buenos añadidos al menú , ahora vamos con el menú .

Empezamos con un par de snacks, un palito, creo que de aceitunas y otro crujiente, que sabia a pizza, a los crios les encanto este último.

Por supuesto la marca de la casa, pan tumaca con abundante y rico jamón, creo que no hay mejor aperitivo, con mas técnica, si, pero con tan buen sabor, pocos.

Empezamos con el pase en plato, con un rico arroz con bacalao, buen punto, rico sabor y un buen trozo de bacalao en consonancia con el arroz, en punto y sabor, muy correcto principio.

Después nos pusieron el rico canelón de txipis, fuera del menú, para seguir con media ración de gallo con holandesa de mandarina y nueces , me gusto mucho , buen contrapunto de sabor para un pescado que no se vanagloria precisamente de eso , buena combinación y feliz resultado .

Media ración de terrina de carrillera con salsa de ratafía, esto es un licor típico de Cataluña “ La ratafía es un licor elaborado a partir de la maceración de distintos frutos (nuez verde, piel de limón, guindas, clavel rojo), hierbas (menta) y especias (clavos de olor, nuez moscada, canela, rama de zarza) en un alcohol de base, generalmente aguardiente.” , nos pareció curioso, después nos sacaron la botella para probarlo, distinto y desde luego con la magnifica elaboración del plato, que estaba muy bien en textura y sabor, se hizo un buen tandem.

Acabamos con una rica torrija con helado, después de embeberla en leche, nata y demás especias, a la torrija le queman un poco de azúcar con el soplete y listo, me ha gustado mucho, recuerdos a de Berasategui, que para mi es la mejor que he probado y no es sus restaurantes estrellados, mas bien en los gastro que tiene, como el del Kursal.

Para beber txakoli, como ya os he comentado, una de cava Bertha, brut nature reserva, correcto cava, 16€ , el txakoli a 12€ , muy buen precio , un par de botellas de bodegas Alumbro , que lleve , nos cobraron 5€ , el descorche por botella , teniendo en cuenta el coperio , una era tinto , otra blanco , mas los cambios de copas del txakoli y el servicio atento , también muy bien , y una de vino dulce casta diva , 25€ , para unos pequeños petit fours , que nos sacaron con los cafes y tres gin-tonic Premium a 8€ .

Resumiendo, me gusto, yo seria más de comer un menú de este estilo y añadirle unos calçots, que el propiamente de calçots, hay lo dejo.

Dar las gracias a todo el equipo de Abiaga , siempre se portan de maravilla .

Día lluvioso, la primera vez que nos llueve en nuestra calçotada anual y ya van cuatro años, este año faltaba Juanjo y Begoña, jotayb y Andoni, un amigo de Jon Ander, vamos de Gastiola, que es el precursor de la celebración.

Se hecho de menos a los ausentes, pero su falta se suplió con la presencia de ferran y su familia, vamos de obiwan ferran y la verdad es que en buena compañía, las ausencias se llevan mejor.

El año pasado cambiamos el menú, quisimos modernizar la velada y la verdad es que la experiencia fue dispar, así que este año volvimos al menú calçotada, sin mariconas, si a setas a setas.

Primero un botellita de txakoli Uno mientras iba llegando la gente, cuando estuvimos todos nos acercamos al piso de arriba, grande, espacioso muy digno y en poco tiempo lleno, la verdad es que los sábados suele trabajar bien al mediodía , sin embargo como comento Jon , depredador nocturno de la zona , muchos locales ni abren por la noche por falta de aforo , una pena .

Los crios en una mesa, bueno mas bien las crías, ya que a faltar Juanjo y sus hijos, no había niños, solo niñas, la verdad además de juntarnos los mayores, una de las cosas que me gusta es que juntamos a los crios y se lo suelen pasar muy bien y por supuesto, en mi caso, me encanta comer calçots, luego los adultos en una hermosa y espaciosa mesa.

Empezamos con una tosta de escalibada con anchoa, sobre pan cristal, verduritas frias y anchoa, muy sabroso.

Fuet acompañado con pan tumaca, el mismo rico pan que el de la tosta, ósea mu rico.

Por fin los rico calçots, en sus tejas y acompañados por una salsa romesco casera que estaba cojonuda y los calçots también y no es que lo diga yo, en esta ocasión teníamos unos buenos catadores, Ferran y familia.

Butifarra, por cierto muy sabrosa con “mongetes”, pequeñas alubias de la zona, creo que se dijo de san pau, todo el producto es catalán, los calçots, están plantados aquí, pero los primeros, por supuesto vinieron de la allí.

Para acabar una crema catalana, también casera, con su azúcar caramelizado .

Nos gusto mucho la comida, la compañía y la atención, como siempre profesional de todo el equipo del Abiaga, para beber un par de botellas de cava bertha, brut nature, muy ricas, una de tinto Petit Bernat, por lo que comentaron el mas básico, muy agradable de beber y una ultima botella de tinto rioja Tuerce botas, rioja de la variedad graciano, distinto, suavecito y para los postres un par de botellitas de sidra dulce Valveran, que llevo el mas guapo de la mesa.

Para los crios un menú de 15€, arroz con tomate y su huevo frito, una rica hamburguesa con patatas y un helado de postre, muy buen precio y el menú de calçotada , 28€ iva incluido , también un magnifico precio , abundantes calçots , posibilidad de repetir de longaniza , que en esta ocasión no paso a mayores y unos petit fours para los cafecitos , chocolates y galletitas de mantequilla , cuatro ricos gin-tonic y una velada muy agradable en todos los sentidos .

Suelo tardar mas en colgar los comentarios, pero ya que Jon, siempre se mete conmigo por eso y ya que es el que ha hecho posible estas reuniones, en honor a el, he decidió darme prisa, además aprovecho para agradecer a Obiwan y a su familia el viajecito de mas de dos horas para estar con nosotros, ya que por el menú, estoy seguro que no fue y también lo cuelgo rápido para que el amigo Juanjo lo lea y sepa que se les hecho de menos , a ver si nos juntamos en breve , me lo pase muy bien y con esa sensación de haber estado de puta madre , los mayores y las pequeñas .

Un año llevaba sin acercarme a visitarles y la verdad es que eso es ser un perfecto “malqueda”. Les tengo a tiro de piedra y su cocina lo merece. No tengo perdón. Tenía que acercarme a concretar con ellos nuestra próxima visita el día 28 para celebrar esa tercera “calçotada” a nuestra manera. Pero de eso ya hablaremos en su día. Centrémonos ahora en el día de hoy.
Al ser viernes y mediodía, nos decidimos por el menú del día. Este menú se sirve en el comedor inferior que nada tiene que ver con el estupendo comedor superior. Pero no pidamos peras al olmo que bastante tiene con dar hojas. Opciones variadas de primeros, segundos y postres. Pensaba haber acertado con la posible elección de mi hijo pero resulta que me sorprende. Dice que le estoy “viciando” a probar de todo. Mejor estos “vicios” que otros.
Comenzamos los dos con el mismo plato. Por motivos distintos, el uno porque es un enamorado de las gulas y el otro por intentar controlar un poco el perímetro de la cintura. Quien nos conozca sabrá de sobra quien es cada cual.
Rica ensalada templada de gulas, con frutos secos y lógicamente algunas lechugas. Pero con cantidad suficiente de lo enunciado en el nombre. Está muy rica y a una temperatura ideal para acompañar el día que nos acompaña.
Buen pan, cosa que siempre agradezco.
De segundo, imagino que contra todo pronóstico, me pido unas pechugas empanadas con patatas fritas. Había otras opciones posibles, incluso algún pescado con buena pinta pero hay cosas que uno casi ya ni recuerda como son o como saben y es el momento de recordarlo. Están impresionantes, crujientes por fuera pero jugosas por dentro. Las patatas fritas CASERAS, como las hago yo para mí. Odio, con todas las letras, las congeladas.
El txikito pide unos escalopines con salsa de hongos. Me dice que tengo que probarlos y realmente están que se salen. Tiernos a más no poder y la salsa está cojonuda. Ha dejado el plato limpio como la patena y puedo prometer que no es de comer pan.
De postre mi hijo se decide por fruta del día. No es goloso. Esos genes……… aunque en alguna ocasión bien que se ha zampado más de un buen plato relleno por todos lados de chocolates exquisitos.
Yo me voy a por la copa de fruta con yogurt que es más fresca pero no la termino y el motivo no es otro que no me “cuadra” demasiado con lo que estoy bebiendo. Así que les pido que nos traigan un plato de queso para terminar el vino. De Idiazábal, que por esta zona los hay y muy ricos, por cierto. Además no me lo cobran, un detallazo.
El menú del día con todo incluído es de 11.50 euros pero nosotros queremos acompañar la comida con algún vino más “rico” así que hemos probado algo nuevo. Un Xarel-lo Pairal cosecha 2006. Vino catalán, del Penedés. De la bodega Can Ràfal Del Caus. Variedad Xarel-lo. Fermentado 4 meses en barricas de castaño y con una crianza de dos años en la botella. He leído por ahí que ya se le ha pasado el mejor momento. Pues siento no estar demasiado de acuerdo. De color dorado con tonos verdosos. Hay fruta, yo diría que tropical. Pero lo que me tiene cada día más enamorado es ese toque a madera ( serán gajes del oficio) que cada día me gusta más. Me ha parecido que está en un momento idóneo de consumo. No hemos dejado en la botella ni una gota. Muy, pero que muy rico. Nos cambian las copas por otras de mejor tamaño y como su temperatura es la ideal, pasamos de cubiteras.
Tan rico estaba que no he tomado mi café. Hemos salido a terminar el vino en los originales sofás que tienen en la entrada.
Como siempre, estupendo servicio, simpatía a raudales y me alegro infinito que al menos al mediodía las cosas vayan como van. Se lo merecen. A ver si cambian los tiempos.
El precio que pongo es el del menú del día. El vino han sido 26 euros que sobre los 20 que al parecer cuesta en tienda me parece un excelente precio. Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/03/restaurante-abiaga-jatetxea-amurrio-ya.html

Una semana después de la “Gran Calçotada” y aprovechando que el sol vuelve a brillar con fuerza, decidimos acudir de nuevo a Abiaga para conocer su cocina, en esta segunda ocasión, desde un punto de vista más personal.

Nos ubican en una enorme mesa redonda vestida con un buen mantel blanco. Además del bullicio del resto de comensales que prácticamente llenaban el comedor, resonaba todavía en el lugar el eco de los buenos momentos que vivimos la semana anterior.

Pese a ofrecernos en un primer momento un menú cerrado que tenía una pinta estupenda, nos inclinamos por comer a la carta para probar a nuestro antojo lo que más nos llamara la atención.

Nos decidimos por los siguientes platos (dos comensales):

**APERITIVO (invitación de la casa):

1-TOSTAS CON TOMATE Y FUET. Pan crujiente, tomate natural regado con buen AOVE y sal Maldom, todo ello acompañado de unas rodajas de fuet. Esta combinación no falla, sencilla pero muy rica.

2-CRUJIENTE DE QUESO, ORÉGANO Y TOMATE. Lo probé en mi anterior visita y recuerda al sabor de una pizza con textura fina y crujiente. Me gustó.

3-BARRITAS DE MAÍZ: presentadas en un vasito. También estuvieron en nuestra anterior visita. Ricas.

**RISSOTO DE ALBAHACA Y PARMESANO (plato a compartir que tuvieron el detalle de emplatar individualmente): interesante elaboración, que se presenta con un vistoso color verde. El punto de arroz muy “al dente”. Alguno diría que demasiado pero a mí me gusta que se note en boca y éste tenía “mi punto perfecto”. Un plato que nos sorprendió por su sabor y frescura. Recomiendo probarlo. (VER FOTO)

**CANELONES DE TXIPIRONES EN SU TINTA (plato también a compartir que emplataron de nuevo individualmente): la pasta del canelón muy tierna; el relleno era de txipirones muy troceados con su cebolla picadita, relleno realmente sabroso. Elaboración sencilla que encierra esos sabores de siempre. Delicioso. (VER FOTO)

**RAPE CON ROMESCO (Mi elección): el pescado en su punto. Se acompañaba de la salsa romesco y dos colas de cigala también en su punto. Acostumbrado a comer el pescado de forma más tradicional, me agradó mucho la combinación de ingredientes. (VER FOTO).

**RODABALLO CON PIÑA Y MAÍZ TOSTADO (mi acompañante): El robaballo en su punto (la verdad que todo lo que comimos ese día tuvo su punto exacto de jugosidad). Se acompañaba de piña cortada de tal forma que se asemejaba a unas patatas fritas y también piña en puré. Lo probé y me resultó un plato muy fresco, a mi compañera le encantó.

POSTRE:

**FRUTOS ROJOS Y HELADO DE YOGOURT (a compartir): quería un postre fresco y lo conseguí. Plato hondo que contenía el jugo muy concentrado y de gran sabor de frutos rojos; en el mismo se “bañaban” varios trozos de fresas y frambuesas, y como coronación, un penacho de helado de yogurt. Este tipo de combinaciones a mí me encantan y esta elaboración me pareció de sobresaliente.

VINO:
Me había dejado muy buen recuerdo una copa de txakoli que tomé la semana pasada y me decanté por una botella del mismo para acompañar la comida. EUKENI, D.O. Txakoli de Álava, bodega Artomaña. Presentación de botella, descorche, prueba y primer servicio. Temperatura adecuada y refrigerado en cubitera con agua y hielos. Servido en buenas copas. Me gustó mucho e hizo una buena escolta a una comida basada principalmente en producto de mar.

Para acompañar el postre, me dejé aconsejar y me sacaron un vino dulce, Moscatel, D.O. Empordá, SINOLS. Buen equilibrio acidez y dulzura, a mí me recordaba a miel y cítricos. Muy rico. A tener en cuenta si se vuelve a cruzar en mi camino.

También se bebió una botella de agua de litro.

PAN: nos pusieron al igual que la semana anterior PAN DE PIPAS Y SÉSAMO, crujiente y calentito…uno de los panes más ricos que he comido. También nos pusieron torta de aceite, muy rico pero que quedó ensombrecido por el anterior. En este local el pan NO SE COBRA.

La cuenta ascendió a 95 € (Iva incluido).

Una vez finalizado el disfrute, la sobremesa continuó en la zona exterior del local, donde cuentan con un terreno cerrado con muchísimo espacio en el que uno puede elegir ponerse al sol o resguardarse a la sombra en función de sus apetencias. Allí disfrutamos de ver pasar las horas hasta que el sol se despidió indicándonos que era hora de dar por terminado este precioso domingo.

Un local que soporta cualquier tipo de evento, desde comidas o cenas en pareja o amigos hasta celebraciones familiares. Ideal para ir con niños por su extensa zona exterior donde pueden jugar a sus anchas. Cocina fresca y sabrosa…se nota y mucho la mano de Marta (Chef) que vuelca en sus platos sus raíces catalanas. Yo he disfrutado en mis dos visitas y seguro que no tardaré en volver.

  • Rape con romesco y cigalas

    Rape con romesco y cigalas

  • Canelones de txipirones en su tinta

    Canelones de txipirones en su tinta

  • Rissoto de albahaca y parmesano

    Rissoto de albahaca y parmesano

Tras varios meses de intensa participación en Verema con un continuo “toma y daca” de mensajes entre varios “veremeros”, surge la oportunidad de juntarnos y poder poner así caras a todos esos “alias” con los que navegamos en la red.
El lugar elegido es el Restaurante Abiaga, precioso caserío de reciente rehabilitación donde por estas fechas proponen un menú de temporada basado en los calçots.
El sol sabía de la importancia de la cita y no quiso fallar. Día soleado, caluroso…estupendo para disfrutar del bonito restaurante y su entorno rural.
Llegamos los primeros, con tiempo suficiente de sentarnos en la magnífica zona exterior a tomar un txakoli y esperar a que fueran llegando los compañeros de mesa. Nos sirven txakoli “EUKENI” realmente rico. Si a alguien se le cruza en su camino que no dude en probarlo ya que le sorprenderá.
Allí, sentados en una mesa de la terraza, esperamos impacientes…va a ser la primera vez que nos vemos y he de reconocer que estaba un “pelín” nervioso.
El primero en llegar con puntualidad británica es Gastiola; según se está acercando nos mira dudando si somos nosotros, le confirmamos con un gesto y tras los saludos previos nos regala una de sus tantas frases memorable ”os imaginaba más…adultos”...las risas no se hicieron esperar. Con Gastiola la conversación fluye sin descanso, vamos, como de toda la vida; para los que lo conocéis no hacen falta más explicaciones ¡qué tío!
Posteriormente llega el “Gran Óscar”, se acerca, nos saludamos y nos miramos de arriba abajo, ambos pensamos lo mismo el uno del otro: ¡Vaya tío más grande!
Y así fueron llegando todos los integrantes de la convocatoria; Josean (el motor diésel de los veremeros asistentes, come despacio, muy despacio pero…¡cómo come el tío!), Limonero (menudo crack con el vino) y varios comensales más que también estaban invitados pero que no participan en Verema.

Pasamos a sala, situada en la segunda planta del caserío. Comedor muy amplio, con techos en madera, mucha separación entre mesas. Al ir a sentarnos en la mesa redonda que nos habían preparado se produce una anécdota “curiosa” que no puedo obviar (Jon, sabes que tenía que contarlo ;-)nos percatamos de que...o faltan platos o sobran comensales.
El encargado de sala nos comenta que la mesa se ha montado conforme al número de comensales facilitado por Gastiola, así que en ese momento todas las miradas se centran en él y visiblemente sorprendido, comienza a contar en alto con su particular aritmética…que si conté a Pepito pero luego dijo que no venía y luego se apuntaron Menganito y Fulanito y…bueno, pues después de varios recuentos llega a la conclusión, entre otros descuadres, que no se ha contado a sí mismo…menudas risas. Estuvimos a punto de echarlo pero la comida no hubiera sido lo mismo sin él.
Al final, la situación fue resuelta por el predispuesto y eficiente equipo de sala juntando un par de mesas cuadradas a la mesa redonda, teniendo así cabida de sobra los 12 comensales.
Mesas vestidas con mantel blanco, buena vajilla, cubertería y cristalería.

Entrando de lleno en el tema gastronómico, el menú fue el siguiente:

MENÚ ESPECIAL CALÇOTADA, el cual ofrecen ahora que están en temporada los calçots pero al que se le han realizado algunas modificaciones propuestas por Gastiola.

**APERITIVO:
1-CRUJIENTE DE QUESO, ORÉGANO Y TOMATE. A mí me gustó mucho, sabor intenso a pizza con textura fina y crujiente.
2-BARRITAS DE MAÍZ. Ricas.

**TOSTA DE ESCALIVADA CON ANCHOAS: pan crujiente, cebolla, pimiento, berenjena y anchoa. Muy jugosa y muy rica.

**CANELONES CASEROS CON FOIE: este plato era muy esperado e hizo las delicias de todos. Rellenos de carne y con salsa de foie. Es un plato que sí o sí hay que pedir si se visita este restaurante. Unanimidad en todos los comensales, exquisito. (VER FOTO)

**CALÇOTS CON SALSA ROMESCO: el plato central de la quedada. Yo nunca había tenido oportunidad de probarlos antes por lo que no tengo referencias para opinar. Tan solo puedo decir que me encantaron. Presentados como mandan los cánones, sobre una teja, envueltos en papel de periódico. Ennegrecidos por fuera y hechos por dentro. Acompañados de la salsa romesco presentada en cuenquitos que estaba realmente buena. Pensé que íbamos a necesitar baberos pero la gente hizo demostración de su buen hacer y no hubo ningún “guarrete” del que reírnos.
Una vez terminado, tuvieron el detalle de ponernos unas toallitas húmedas para limpiar las manos. (VER FOTO)

**BUTIFARRA CON MINI ALUBIAS: Salchicha de buen tamaño, acompañada de mini alubias salteadas con panceta, llamadas también “Mongetes”. Buen punto de la butifarra, churruscada por fuera. Plato de mucho sabor que a mí me gustó mucho. Dieron la opción de repetir y ante tal ofrecimiento yo no pude decir que no…Josean secundó mi iniciativa y ambos repetimos.

**PERAS AL VINO CON HELADO DE QUESO AZUL: el postre incluido en el menú era en un principio la crema catalana, pero Gastiola lo cambio por las peras y he de decir que con acierto total, pues encantó a todo el mundo. Si bien es cierto que el helado de queso azul tenía tanta fuerza que anulaba el sabor de las peras…por separado era un postre delicioso. (VER FOTO)

Para acompañar todo lo anterior, nos pusieron PAN DE PIPAS Y SÉSAMO, crujiente y calentito…uno de los panes más ricos que he comido. También nos pusieron torta de aceite, muy rico pero que quedó ensombrecido por el anterior. Estupendo detalle el de poner pan de calidad y NO cobrarlo.

VINO:
En este apartado, dos botellas fueron aportadas por Óscar y otra por Limonero…agradecer al equipo del Abiaga el dejarnos traer botellas propias.
El resto de botellas fueron elegidas de una carta no muy amplia que en mi humilde opinión se podría mejorar con un pequeño esfuerzo para tener más opciones. Ahí va la relación de vinos:

1-HONORIO RUBIO “MACERADO”, vino blanco (aportado por Óscar): sabor peculiar y color oscuro debido a que está hecho con los hollejos de la uva. A mí me gustó, a otros gustó más el siguiente vino.
2-HONORIO RUBIO “AÑADAS” 2012, vino blanco (aportado por Óscar): de color más claro que el anterior, sabor más típico a vino blanco; olor a frutas escarchadas. Muy rico. De todas formas Joseangel nos puede corregir si la memoria nos falla.
3-CAVA MESTRES (botella aportada por Limonero) “cava viejuno”, botella de los años 80, fue decantado. Realmente curioso, a mí personalmente me gustó aunque a otros comensales no. Fue mejorando conforme fue pasando el tiempo y al final tenía aromas de vino dulce.
4-CAVA JUVÉ Y CAMPS, Brut Nature Gran Reserva de la Familia 2009. De éste cayeron 2 botellas. Muy rico, vino que no suele fallar.
5-BARÓN DE LEY, tinto, Rioja Reserva 2009. Lo pedimos para acompañar a la butifarra. A mí me gustó, a Óscar no le llegó a convencer.
6-CASTA DIVA, Vino dulce de Alicante, Moscatel de Alejandría. Al principio olor a cítricos y posteriormente matices afrutados y miel. Me gustó mucho y a la mayoría también.

Las botellas elegidas en restaurante estuvieron a su temperatura adecuada, presentación de botella, descorche y primer servicio en buenas copas. Durante la comida llenado de copas en varias ocasiones. Ofrecieron cambio de copas para los diferentes vinos aunque hay que reconocer que tampoco estuvimos muy pendientes del servicio ya que las diferentes conversaciones que se sucedían una tras otra sin descanso nos tuvieron totalmente despreocupados.

Después de la comida, la tertulia continuó en la terraza exterior con unos Gin Tonics, yo tomé un Martín Miller muy bien preparado.

Creo recordar que salimos a 50 € por persona, sin contar los Gin Tonics que tomamos posteriormente a la comida en la terraza exterior.

Agradecer al equipo de sala su paciencia, predisposición y buen hacer, pues éramos muchos con muchas ganas de hablar y en ocasiones les resultaba difícil desarrollar su trabajo en un ambiente tan ruidoso y distendido como el que se creó en la comida.

Estupendo local, estupenda quedada, estupendo ambiente y estupenda comida. Se trata de una de esas ocasiones en las que el ambiente que se creó superó con creces el ámbito gastronómico. Es maravilloso el clima que se puede llegar a generar entorno a una mesa con gente que conoce por primera vez, a nosotros nos hicieron sentir como en familia. Si se repite el año que viene, nosotros ya estamos dentro sin dudarlo, aunque deseamos no tener que esperar todo un año para volver a juntar a esta “gran familia”.

PD. Gracias a todos por habernos acogido como lo habéis hecho ;-)

  • Peras al vino con helado de queso azul

    Peras al vino con helado de queso azul

  • Calçots presentados en teja y periódicos

    Calçots presentados en teja y periódicos

  • Canelones caseros con foie

    Canelones caseros con foie

No soy muy amigo de los menús navideños, una de las fórmulas hosteleras con las que es más fácil que te tomen el pelo. Si bien es cierto que hay excepciones, la mayoría de las veces estas propuestas no andan precisamente sobradas de calidad y los precios no suelen estar acordes con lo servido. La última vez que metí la pata fue hace dos años con la comida de Año Nuevo, donde nos sirvieron un menú infame en un restaurante que está entre los mejor valorados en la provincia en la que estábamos pasando esos días (en su momento colgué la crónica en Verema). Por eso no es de extrañar que hoy al llamar al Abiaga para reservar mesa se activaran todas las alarmas cuando me han informado que en estas fechas servían un menú navideño en sustitución del menú degustación. Hemos pensado incluso en buscar otra opción, pero como ya nos habíamos hecho a la idea de comer en este local al final hemos aceptado.

Nos acomodan en una amplia mesa que se ubica al lado de la chimenea y junto a una de las ventanas. La verdad es que se está realmente a gusto en este sitio. La sensación de ver llover en el campo mientras notas el suave calor que desprende el fuego resulta muy placentera. Nos entregan la carta, en la que figura el menú navideño (35€), que consta de 5 platos y que incluye vino y café. Le comentamos al jefe de sala si era posible cambiar el vino por otro de la carta, a lo que accede sin ningún problema. Elegimos entonces un blanco gallego, concretamente un Pazo de Señorans 2012.

El menú se compuso de los siguientes platos:
- Snacks: placas de cereales con orégano y pimentón y barritas con maíces.
- Langostinos a la plancha con láminas de zanahoria y crema de curry
- Canelones con salsa de hongos
- Lubina con piña y maíz tostado
- Espalda de cordero deshuesada con frutos secos
- Torrija caramelizada con helado de canela

Todos ellos se mantuvieron en un buen nivel, pero destacaría los canelones, que según nos contaron es un plato navideño típico de Cataluña y que suelen rellenar con las carnes utilizadas para elaborar la escudella, especie de sopa que también se sirve en esos días. Estos estaban realmente buenos (igual tiene algo que ver el hecho de que la cocinera sea catalana), estando entre los mejores que he comido nunca. También mencionaría la elaboración de la lubina, con un paso por plancha perfecto: piel tostada e interior poco hecho y muy tierno. Más flojito estuvo el cordero, que adolecía de jugosidad, si bien tenía muy buen sabor y el acompañamiento dulce de los frutos secos le venía de perlas. En conjunto se trató de un buen menú, sin parecido alguno con los que he mencionado al principio que trato de evitar.

Respecto al apartado de los vinos, el único punto flojo de este restaurante, cuenta con una carta muy reducida, que creo deberían empezar a aumentar poco a poco. Las copas son correctas, al igual que los precios y el servicio del vino.

Terminamos la comida tomando café, con los que nos sirvieron una cazuelita con diversos dulces, y con la sensación de que la experiencia había merecido la pena.

Después de la múltiples visitas a este restaurante y de varios intentos fallidos de probar su carta, hoy lo hemos conseguido. Por una u otra razón, casi siempre por el atractivo menú degustación y su incomparable precio, nunca habíamos cenado a la carta.
No es que hoy no fuese sugerente el menú pero hemos venido a ello y a burros no hay quien nos gane.
Hoy nos hemos saltado también otra norma y teníamos en casa una botella un tanto especial, comprada en la Bodega Urbana en Bilbo.
Tomando una copa de cava, el camarero nos comentó que las cepas de este vino tenían 103 años. Curiosamente ese número es la suma de nuestras edades, los 3 de regalo son los míos, que conste.
Como no somos de beber vino en casa, les preguntamos si les importaría que lo llevásemos y no nos ponen pega alguna.
Por estos lares no es muy común que el personal vaya con los vinos y nos dicen que les ha ocurrido en otra ocasión y que el decorche lo cobran a un par de euros. Ya les he comentado que suban el listón que de "listones" está el mundo lleno.
Pie Franco Nieva Verdejo 2011. No sé si han sido las altísimas expectativas, no sé si no era la noche adecuada.... pero aunque ni se nos ocurriría decir que estaba malo, no nos ha enamorado.
Ni en nariz ni en boca. Cosas de la vida, supongo. O cosas de que nos vamos acostumbrando demasiado "mal".
Un par de trozos de un pan muy rico que terminamos repitiendo, de cereales y los aperitivos de siempre.
Crema de calabaza a la naranja con foie y rebozuelos. Plato que nos sacan como detalle pues está incluido en el menú degustación pero no lo habíamos pedido. Muy rico. Curioso el punto de la naranja que sobresale por encima de la calabaza. El foie le da un toque excelente y los rebozuelos pasan un tanto desapercibidos por el intenso sabor del resto.
Croquetas caseras. Generosa ración de croquetas en forma de cubitos. Sin añadidos, sin jamones ni pancetas. Sabor a pura croqueta. Fina masa y crujiente exterior. Sí que nos han gustado.
Salteado de verduras y langostinos con salsa yakitori. Como ingrediente destacable unos estupendos pimientos asados, acompañados de dos piezas de langostinos carnosos. A mi la salsa yakitori me gusta y además no tapa el sabor de los pimientos. El conjunto es destacable aunque el resto de verduras, dada la intensidad de estos sabores señalados, pasan un tanto desapercibidos.
Rodaballo con piña y maíz tostado. Emplatado individualmente como el anterior plato. Curioso, nunca lo había comido así. El pescado en su punto perfecto, carne jugosa, piel crujiente. La piña en forma de patatas fritas sabe exactamente a piña natural. Y una salsa de piña que si la pruebas después de la anterior, no terminas de sacarle el gusto. Lleva además unos maices tostados que le dan un toque muy especial al plato y muy original. Nos ha gustado mucho.
Solomillo a la trufa. Buen taco de una carne suave como ella sola. Tierna. Lo hemos pedido en su punto. Nos han preguntado dos veces si estaba a nuestro gusto. Sabemos que mucha gente no soporta que salga poco hecha pero para nosotros es manjar de dioses.
Sé que la oferta es esa, a la trufa. Yo soy de carne con sabor a carne, sin historias y la trufa es potente, muy potente.
Desde luego que si sois "truferos" no os vais a quejar. Buen producto. Buena cantidad y bien trabajado.
A mi lo de irme sin postre me suena casi a castigo así que uno para compartir habrá que pedir, digo yo.
Sablé bretona de manzana y helado de oveja. Otro modo distinto de trabajar la tarta de manzana. Tan distinto que a mi me recuerda incluso a turrones de mazapán. Muy goloso. Con ese toque crujiente. El helado está fenomenal y la conjunción del uno con el otro es un buen "matrimonio". Estupendo final para una estupenda cena.
Cafecito rico-rico y como no podía ser de otra manera y como es uno de los pocos restaurantes que me lo ofrecen, un Casta Diva que es uno de mis vinos dulces favoritos.
La consabida cazuelita de barro con unos Bombones crujientes de chocolate negro y blanco y galletas.
Marta, la cocinera, ha sido protagonista de un par de programas de la Euskal telebista (Televisón vasca), haciendo de jurado en un concurso gastronómico que se llama Duelo en la cocina. Esperemos que su reciente fama consiga que el personal se anime.
Hemos estado hablando de intenciones futuras, de qué hacer con la carta, de intentar ofrecer un menú más completo a otro precio pero nos dicen que la gente negocia precios, que queremos comer por dos perras con servicio de restaurante estrellado.
Si valorásemos el trabajo de los demás como valoramos el nuestro.....
Si alguien tiene interés en ver las fotografías: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Hay que cuidar lo cercano y cuando encima sabes que el "triunfo" es seguro, ya ni te cuento.
El tiempo pasa rápido, demasiado y a lo tonto ya son unos meses sin visitarles.
Ultimos de mes y cena pero afortunadamente tienen gente a cenar, de lo cual nos alegramos.
Iba yo hoy con ganas de probar su carta pero en cuanto nos han comentado que el menú merecía la pena pues a ello nos hemos puesto.
Snack, repetimos esas barritas crujientes y esa especie de tosta fina lo comeré cien veces y las cien seré incapaz de decir lo que es pero me encanta.
Tosta de pan con jamón y tomate no hace falta describirlo, sin más, buen pan y buen jamón. Rico.
Ensalada templada de pulpo y patata acompañada de canónigos y tomatitos. El pulpo rico, tieso a mi gusto y sabroso. Las patatas geniales, a tal punto que alguna que yo me sé, que siempre me las pasa, hoy ni se ha acordado de mi. Tenían que estar más que ricas.
Llegado este punto ya nos traen un par de panes a cual más rico, uno más casero con cereales, el otro más tipo bollo que invita a untar.
Media ración de ventresca con salsa de pimientos y confitura de cebolla. Allá cada cual cómo se come las cosas. A mi me suele gustar degustar cada cosa por su lado aunque después cate el conjunto. La confitura de cebolla para quitarse el gorro, la salsa de pimientos para quitarse la txapela y la ventresca y aunque me repita, para quitarse todo lo demás. Punto perfecto, producto cien por cien. Un plato de los de recordar. Maravilloso.
Media ración de magret de pato con moras y salsa de oporto. Ese punto justito de la carne que la hace más jugosa a pesar de que este tipo de carnes es tiesa de por sí. El acompañamiento muy acertado.
Me encanta que se acuerden de uno y ya no te digo nada que recuerden mis gustos. Siempre he dicho que el pato así trabajado no es precisamente mi pasión y me dan la posibilidad de cambiarlo por Presa ibérica con el mismo acompañamiento pues venga, sin discusiones. ¿Resultado? Mi chica me hace cerrar los ojos y me prepara una "cata a ciegas" y meto la pata hasta el zancarrón. Y confundo ambos platos, aquí lo de chulear...... se va a acabar.
Brownie de chocolate blanco con arándanos y helado de yogurt. Creo que en este restaurante cocinan de maravilla pero quizás los postres tengan hasta un algo especial. Rico, mucho. Todo ello bien realizado y el conjunto goloso, "guloso", "lujurioso". Los platos han ido casi para guardar sin pasar por el lavavajillas.
Su carta de vinos no es muy amplia pero no tienen malos vinos, todo lo contrario. Ya nos comentan que últimamente la gente se "corta" y mucho con este tema y tiran mucho de aguas y de vinos baratos.
Nos recomiendan un Guitian Godello 2011. Además, al salir muy frío nos aconseja no meterlo en cubitera. Un acierto, ha aguantado perfectamente toda la velada y ha ido ganando en intensidad a medida que ganaba temperatura.
Nariz intensa, a fruta, quizás manzana por encima de todo lo demás.
Estupenda acidez y en mi modesta opinión largo postgusto.
Me ha gustado mucho y nos ha aguantado toda la cena.
Han colocado unos sofás de creación propia en el pequeño hall de la entrada e invitan a sentarse allí a tomar el café, en mi caso como viene siendo habitual un cortao muy bien preparado, fumar un purito y beber una copita de Casta Diva. Vino del que ya he hablado lo suficiente.
Pues me reitero, estupenda cocina, trato genial, cercano pero formal y serio a la vez. Entorno precioso y una buena relación calidad precio. Espero que el futuro sea aún más prometedor.

  • Brownie de chocolate blanco

    Brownie de chocolate blanco

  • Ventresca

    Ventresca

  • Ensalada de pulpo

    Ensalada de pulpo

Todo estaba excelente, en su punto y delicioso! La ensalada, fresca y crujiente , con una ventresca que se fundía en la boca. el arroz meloso, con su taco de, creo que era cabracho, y unas almejas recién abiertas al calor, que conservaban todo su jugo y sabor de mar, acompañado de una gelatina de perejil en forma de velo. El plato de carne también me gustó mucho, era secreto ibérico con alcachofas y crema de almendras, una combinación de sabores y texturas estupenda.

De postre, preciosa ensalada de frutos rojos para la persona con diabetes y para el resto del grupo, coulant de chocolate, un final redondo para una comida 10.

  • Secreto con alcachofas y crema de almendras

    Secreto con alcachofas y crema de almendras

  • Arroz caldoso con almejas y velo de perejil

    Arroz caldoso con almejas y velo de perejil

  • Ensalada con ventresca

    Ensalada con ventresca

En este estado semi-depresivo en el que nos encontramos dado que llevamos medio año de invierno y al parecer el sol ha decidido abandonarnos definitivamente, nos hemos visto en la necesidad de asegurar un disfrute culinario cercano.
Aunque a este paso me van a tachar de "pelotero", nos parece un local maravilloso y aseguramos no fallar.
Han cambiado el menú degustación, al parecer lo hacen mensualmente, con el consabido currelo que ello conlleva.
Unos panes diferentes que te sirven cuando vas necesitando, muy ricos, sobre todo el de cereales.
Los snacks son nuevos y consisten en unos Chips de plátano macho con presencia de patatas fritas de sobre pero un sabor totalmente diferente.
Un par de Barritas de maiz el sabor me recuerda totalmente a los "chetos de maiz" o algo así que comía yo de joven. Sabor a borona.
Como aperitivo nos sirven un Pulpo con patatas pequeña ración para entrar en asuntos más serios. Rico de ganas. Ya me comería yo una señora ración. La patata muy curiosa, sabor intenso al igual que el pulpo. Para hacer boca.
De entrante Arroz cremoso con setas de primavera el punto exacto del arroz con buena cantidad de setas. Ración casi demasiado generosa y más para la hora de cenar. Rico y consistente plato muy bien conseguido.
Tataki de atún rojo con verduras salteadas según ellos media ración. Pues cómo será la ración entera. Yo soy un enamorado del atún y me hubiese gustado degustarlo sin acompañamiento. Pero los pimientos que lo acompañaban que era lo más sobresaliente por cantidad y por sabor. De los más ricos que he comido nunca. Tiernos a más no poder. El atún cortado en láminas y con ese toque de sal que te encuentras en boca que a mi me encanta. Muy buen plato.
Rabo de buey deshuesado con hongos y foie y salsa de Ratafia otra "media" ración que si no me lo dicen es la ración entera. Un puré de patata muy original, con un sabor diferente pero riquísimo, tanto por su cuenta como mezclado con la salsa.
El rabo muy bien guisado y la salsa distinta a lo probado habitualmente. El Ratafia es un vino catalán, cómo se nota la influencia de la cocinera y su procedencia. De nuevo sabor a raudales y sabor rico que es lo que cuenta. Casi ya estamos llegando al tope de capacidad estomacal.
De postre Cremoso de fruta de la pasión con sorbete de albaricoque lo que parecía una salsa roja era una gelatina. Al ir a coger con la cuchara, me he quedado con el fondo que era la fruta de la pasión. Sabor más que intenso. Diossssss. Hasta los pelos que no tengo se me han puesto de punta. Esto es un postre acertadísimo para rematar semejante menú contundente. Yo diría que este es a un postre lo que el pitu es a un queso. Iiiiiitenso.
La consabida cazuelita con bombones varios y un par de pequeñas madalenas. A mi ya es que no me entra y mira que soy chocolatero.
Un rico cafecito y nos sacan para probar el vino con el que hacen la salsa del rabo, el Ratafia nos dice ella que sería como el Patxaran catalán. Con castañas verdes al parecer lo preparan. Tiene sabor, no es un dulce precisamente.
Para beber y por recomendación de nuestro particular sumiller, nos decantamos por un Xarel-lo Pairal 2007 presenta un amarillo con tonos verdosos. En nariz muy frutal para luego pasar a tener una marcada acidez y resultar un tanto seco el final. La madera no se nota. Me ha parecido un señor vino blanco. No es barato pero por algo será. Me ha gustado, la verdad.
Aunque la carta de vinos es relativamente corta, en mi opinión su servicio es estupendo así que los muy exigentes en este campo que no tengan en cuenta mi valoración. Presentada botella, dado a catar, cubitera, servido por ellos en todo momento y control absoluto para llegar al final de la cena.
Me habían guardado ellos, majos, la botella de Kripta que nos bebimos el día de la calçotada y que yo reclamé como recuerdo y al ir a salir por la puerta se me ha caído y se me ha hecho trizas. Katxisssssss,
Habrá que volver otro día. Merece la pena, sin duda.

  • Fruta de la pasión

    Fruta de la pasión

  • Rabo de buey

    Rabo de buey

  • Tataki atún

    Tataki atún

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