Después de la múltiples visitas a este restaurante y de varios intentos fallidos de probar su carta, hoy lo hemos conseguido. Por una u otra razón, casi siempre por el atractivo menú degustación y su incomparable precio, nunca habíamos cenado a la carta.
No es que hoy no fuese sugerente el menú pero hemos venido a ello y a burros no hay quien nos gane.
Hoy nos hemos saltado también otra norma y teníamos en casa una botella un tanto especial, comprada en la Bodega Urbana en Bilbo.
Tomando una copa de cava, el camarero nos comentó que las cepas de este vino tenían 103 años. Curiosamente ese número es la suma de nuestras edades, los 3 de regalo son los míos, que conste.
Como no somos de beber vino en casa, les preguntamos si les importaría que lo llevásemos y no nos ponen pega alguna.
Por estos lares no es muy común que el personal vaya con los vinos y nos dicen que les ha ocurrido en otra ocasión y que el decorche lo cobran a un par de euros. Ya les he comentado que suban el listón que de "listones" está el mundo lleno.
Pie Franco Nieva Verdejo 2011. No sé si han sido las altísimas expectativas, no sé si no era la noche adecuada.... pero aunque ni se nos ocurriría decir que estaba malo, no nos ha enamorado.
Ni en nariz ni en boca. Cosas de la vida, supongo. O cosas de que nos vamos acostumbrando demasiado "mal".
Un par de trozos de un pan muy rico que terminamos repitiendo, de cereales y los aperitivos de siempre.
Crema de calabaza a la naranja con foie y rebozuelos. Plato que nos sacan como detalle pues está incluido en el menú degustación pero no lo habíamos pedido. Muy rico. Curioso el punto de la naranja que sobresale por encima de la calabaza. El foie le da un toque excelente y los rebozuelos pasan un tanto desapercibidos por el intenso sabor del resto.
Croquetas caseras. Generosa ración de croquetas en forma de cubitos. Sin añadidos, sin jamones ni pancetas. Sabor a pura croqueta. Fina masa y crujiente exterior. Sí que nos han gustado.
Salteado de verduras y langostinos con salsa yakitori. Como ingrediente destacable unos estupendos pimientos asados, acompañados de dos piezas de langostinos carnosos. A mi la salsa yakitori me gusta y además no tapa el sabor de los pimientos. El conjunto es destacable aunque el resto de verduras, dada la intensidad de estos sabores señalados, pasan un tanto desapercibidos.
Rodaballo con piña y maíz tostado. Emplatado individualmente como el anterior plato. Curioso, nunca lo había comido así. El pescado en su punto perfecto, carne jugosa, piel crujiente. La piña en forma de patatas fritas sabe exactamente a piña natural. Y una salsa de piña que si la pruebas después de la anterior, no terminas de sacarle el gusto. Lleva además unos maices tostados que le dan un toque muy especial al plato y muy original. Nos ha gustado mucho.
Solomillo a la trufa. Buen taco de una carne suave como ella sola. Tierna. Lo hemos pedido en su punto. Nos han preguntado dos veces si estaba a nuestro gusto. Sabemos que mucha gente no soporta que salga poco hecha pero para nosotros es manjar de dioses.
Sé que la oferta es esa, a la trufa. Yo soy de carne con sabor a carne, sin historias y la trufa es potente, muy potente.
Desde luego que si sois "truferos" no os vais a quejar. Buen producto. Buena cantidad y bien trabajado.
A mi lo de irme sin postre me suena casi a castigo así que uno para compartir habrá que pedir, digo yo.
Sablé bretona de manzana y helado de oveja. Otro modo distinto de trabajar la tarta de manzana. Tan distinto que a mi me recuerda incluso a turrones de mazapán. Muy goloso. Con ese toque crujiente. El helado está fenomenal y la conjunción del uno con el otro es un buen "matrimonio". Estupendo final para una estupenda cena.
Cafecito rico-rico y como no podía ser de otra manera y como es uno de los pocos restaurantes que me lo ofrecen, un Casta Diva que es uno de mis vinos dulces favoritos.
La consabida cazuelita de barro con unos Bombones crujientes de chocolate negro y blanco y galletas.
Marta, la cocinera, ha sido protagonista de un par de programas de la Euskal telebista (Televisón vasca), haciendo de jurado en un concurso gastronómico que se llama Duelo en la cocina. Esperemos que su reciente fama consiga que el personal se anime.
Hemos estado hablando de intenciones futuras, de qué hacer con la carta, de intentar ofrecer un menú más completo a otro precio pero nos dicen que la gente negocia precios, que queremos comer por dos perras con servicio de restaurante estrellado.
Si valorásemos el trabajo de los demás como valoramos el nuestro.....
Si alguien tiene interés en ver las fotografías: http://gastiondo.blogspot.com.es/