Nos habian regalado dos menús en una bonita caja regalo y cuyo coste era de 155 €. así que nos dirigimos a Cadaqués con muchas ganas de disfrutar de la comida de este renombrado restaurante.
Hoy revisando su página web y ya no ofrece la posibilidad de comprar estas cajas regalo, porque???
Sinceramente por el precio pagado por el menú que detallo a continuación, considero que es un precio desproporcionado donde hay mucho de marketing y poco de cocina.
Aperitivo, espuma de manzana y queso acompañado de mini cortezas de cerdo.
Seguimos con espuma de remolacha con piña y sorbete de ajo blanco.
Sardinas marinadas acompañadas de hinojo y yogourt.
Ostra japonesa con alga wakame y huevas de salmón.
Buey de mar con soja, aguacate y yogourt (otra vez yogourt) y huevas de salmón (otra vez).
Anchoas con aceite de trufa y crema de miel.
Croqueta de jamón con espuma de melón.
Huevo de pollita con parmentier de patata y aceite de trufa.
Bogavante acompañado de salsa de pollo, salsa muy espesa y de fuerte sabor, para mí un mar y montaña desafortunado.
De postre pastiset de queso con helado de cereza y espuma de crema catalana con fresas.
Nos ofrecieron la posiblidad de hacer un maridaje de vinos o tomar una botella de vino o cava, nos inclinamos por esta última opción y acertamos plenamente puesto que en otra mesa habían pedido maridaje y francamente el servicio de vino era tardío y escaso.
El servicio del vino se limitó a la apertura y primer servicio.
Tomamos una garnacha gris Projecte Sis 2014 elaborado por uno de los ex sommeliers de El Bulli.
Para acompañar los cafés unos bombones de licor y sorbete de frambuesa.
Tras la visita hace pocos días al Disfrutar, me entraron ganas de volver a visitar el Compartir regentado también por los ex “bullinianos” Oriol, Eduard y Mateu. Lo visité al poco de abrir y me había dejado un buen sabor de boca, recuerdo que por visitarlo valía la pena recorrer los 70 kilómetros y sufrir las curvas para llegar a Cadaqués, pero tras esta última visita no volvería ni aunque estuviese al lado de casa.
Un plantel de cocineros de “alto nivel” para éste resultado? yo creo que algo falla. Servicio con más sombras que claros, muy agradable y profesional la chiquita que nos atendió, pero el servicio de vino brilla por su ausencia, y eso que no soy especialmente crítico en estos temas pero traer una botella viendo todas las copas de la mesa vacías, y limitarse a dejarla en la cubitera no es de recibo en un restaurante de este tipo.
Cuatro personas que tras ojear la Carta de entrantes, y la de Platos, nos decantamos por:
Arroz Iberico con trompetas de la muerte.
Rodaballo al estilo tailandes.
Buey de Mar sin trabajo con aguacate y huevos de trucha.
. Compartir es el primer restaurante abierto por el trío de jefes de cocina de El Bulli. Oriol, Eduard y Mateu (éste último es el que estaba en Compartir durante la visita). Muchas menos pretensiones gastronómicas que en el espacio barcelonés Disfrutar, lo cual se traduce en platos más sencillos, con menor implicación de las técnicas bullinianas y además un mayor grado de informalidad en el servicio.
La bienvenida resulta cálida con un pequeño y agradable gin fizz junto con unas cortezas con aceitunas negras, teniendo la gentileza de traer un san francisco sin alcohol para un niño. Detalle de alto novel que coloca el listón medianamente y genera de repente cierto “buenrollismo”.
Como su propio nombre índice la mayoría de la carta está concebida para que se compartan todos los platos situándolos en el centro de la mesa. Únicamente existen algunas degustaciones en formato individual por su tamaño. El perfil de la carta me resulta heterogéneo, ciertamente mediterráneo, de bocados ligeros y con un mayor foco en el mar. La localización y la tendencia mandan.
La ostra japonesa es el primer bocado. Al molusco se le acompaña con alga wakame, huevas de salmón y salsa ponzu que refuerzan el punto marino y salino del bocado. Golpe de mar. Me gustan cuando las ostras no pierden su identidad con la guarnición.
Seguimos con el buey de mar, aguacate y yogur. Finamente presentado. La acidez del yogur y la untuosidad del aguacate resultan muy acertadas, mientras que el molusco se presenta mezclado con una especie de salsa rosa que le resta fuerza en el sabor yodado esperado. Ligeramente mejorable.
El mar sigue presente en las sardinas marinadas, yogur, hinojo y confitura de frutos rojos. El pescado resulta inmejorable en su tratamiento. Sardinas perfectamente limpias, de cómoda textura y sabor suave. Al combinar todos los secundarios, nos destaca por encima del resto el punto dulce de la mermelada. La humilde sardina necesita de más protagonismo, reduciendo las proporciones de los acompañantes.
Nos pasamos de un salto al campo con el huevo de pollita, parmentier de patata y trufa. Una combinación clásica que ejecutada a la perfección como en este caso es melosa y profunda. Dios bendiga a la primera persona que unió en el amor gastronómico a las patatas y los huevos. Le debemos mucho placer. Se disfruta.
Al preguntar por el plato estrella, nos conducen hacia el rollo de atún rojo con sabores mediterráneos. El cilindro también está relleno del túnido en forma de pequeños dados como si de un tartar no aliñado se tratase. Se le acompaña de alcaparras, tomate, caviar de aceite,… para aportar diferentes tonalidades tanto cromáticas como gustativas. Muy recomendable.
Finalizaríamos con un shabu-shabu de salmón y espárragos verdes. El pescado cortado en láminas muy finas se templa sobre una sopa miso de gran calidad. Aunque el calor aprieta, nos genera un bucle de cucharadas, llegando hasta el final. Acertado.
La tarta de queso con sorbete de cerezas es uno de esos platos que surgen desde la idea de la deconstrucción. Crema-espuma de queso, galleta, frutos rojos liofilizados y sorbete de cereza Agradable, en el que destaca el sorbete por su ligereza y gusto, así como el sabor de la composición de queso. Rico.
Cocina sin estridencias, tirando a sencilla, a la que en ocasiones le falta un golpe en la mesa en cuanto a la intensidad del gusto y al protagonismo de los supuestos ingredientes principales. Se echa en falta cierta claridad gustativa en platos como el buey de mar ó las sardinas. Sala muy atenta y cercana en un principio pero que a medida que pasa el tiempo se va alejando de la mesa.
Sin duda los platos que destacaron y volveríamos a probar fueron la ostra japonesa, el huevo de pollita con parmentier de patata y trufa y como no el rollo de atún con sabores mediterráneos. Bocados en los que los sabores de los ingredientes se mantienen en las composiciones de los platos.
Compartir: Mediterráneamente sencillo. Post completo y fotos en http://www.complicidadgastronomica.es/?p=5213
Restaurante en el centro de Cadaqués cuyo nombre resume perfectamente la filosofía del local. Dos personas, sábado mediodía, comedor hasta los topes, ambiente de familias con niños, algo que por otra parte esperábamos en un fin de semana de 3 días.
Para empezar, nos decidimos por una "Copa Joselito" buen embutido con tostadas de pan con tomate, media ración de buñuelos de bacalao con espuma de miel (nada más probarlos nos dimos cuenta de que deberíamos haber pedido la ración completa. O dos) y dos huevos de pollita, con parmentier, trufa y foie, muy buenos,
El segundo plato consisitó en un arroz, que por desgracia, no se podían compartir (el famoso "Mín. 2 personas", un fallo a nuestro entender) así que tuvimos que pedir dos raciones. El elegido fue el de ibéricos (salchicha, morcilla) con trompetas de la muerte. Buen punto del arroz, sabor contundente, tal vez un poco subido de precio s 22€/ración.
De postres, y ya por pura gula, unos bombones helados acompañado de un sorbete de frambuesa. Goloso y refrescante. La carta de vinos no es muy extensa pero tiene referencias interesantes, saliéndose de los tópicos y con precios algo subidos. Pedimos un tinto del empordà, "Camino 2013" de Terra Remota (25€), no tan joven como pudiera parecer por su edad, con fuerte presencia de fruta negra y un acabado bastante pulido. Copas correctas. Cafés para terminar.
El servicio joven, muy amable, cercano y eficaz pese a estar hasta los topes, explicando cada plato al presentarlo. Precio para dos 113€, RCP correcta. Volveremos.
He disfrutado mucho de mi cena en Compartir.
La comida: excelente, para mi la clave del lugar. Quien busque innovación y que le sorprendan quizás no acierte, pero si se busca comida de fantástica calidad muy bien resuelta y con toques originales puede vibrar.
Las anchoas, las dos versiones, las que vienen con ceps y las que vienen con kumkuats ambas fantásticas.
Las sardinas con horchata, albahaca y cherries... buenísimas.
Mención especial para los escabeches: tanto las navajas como el bogavantes nos encantaron. Punto de cocción perfecto, jugosidad, finura en la sala. Chapeau!
Las ostras todas muy buenas, yo destacaría la del ajo negro y ajoblanco, brutal.
Melosos los buñuelos de bacalao.
La ensalada de sandía y tomates muy refrescante.
El shabu shabu de salmón muy logrado y el dashi rico de verdad.
Los postres excelentes, sin artificios pero buenísimos. Nosotros hicimos el coulant de avellanas y la omellete sopresa. Fantástico broche.
A destacar:
-Algunos platos aceptan medias raciones lo cual permite probar más cosas.
-El servicio muy profesional, esmerado, atento, simpático y jovial. Un 10.
-El ritmo de la cena, perfecto, sin pausa, a nuestro tempo, sin apelotonamientos ni paradas. Milimétrico.
-Carta de vinos no demasiado extensa, con bastantes referencias de la zona, quizás algo corta de gamas medias. Eso sí, precios muy comedidos. La mayoría de vinos no superan los 20€. Nosotros nos decidimos por un Andre Clouet Brut Reserve a 49€.
-En la terraza se puede rematar con cocktails y copas a precios muy razonables. Talisker 12€ y Gin Mare 13€.
-El servicio del vino es correcto, no te van sirviendo pero te dejan la botella con la cubitera a mano.
Yo volvería mañana mismo.
Ayer fuimos a comer con nuestros dos hijos (6 y 1 años). Nos sentaron en una sala con otra mesa que iba también con un bebé para que ni molestásemos ni nos sintiésemos incómodos. Bien. La chica que nos atendió fue muy amable y tenia gracia con los niños. La rapidez correcta. La comida excelente.
No entiendo las críticas malas en este site a sitios como este o como el Tickets (no tienen nada que ver, pero los dos son excelentes). Solo se me ocurren dos explicaciones, una tirria enfermiza a todo lo relativo a Adrià, o unas expectativas irracionales pensando que uno va a comer en elBulli por 35 euros...
En fin, carta tirando a corta pero ejecución perfecta. Como decía, uno puede preferir los buñuelos de su abuela, pero el tema aquí es que cualquier cosa que pides está hecha con buen material y muy, muy bien preparada. Repetiremos seguro.
otro de visita en agosto y para mi fue la unica decepcion que tuve,no puedo decir que comi mal pero el unico plato que para mi es lo que me esperaba encontrar ,fueron los postre estos que explotan en la boca,me acuerdo el entrante tartar de atun servido como carpacccio coon una mini espumita al centro falto de sabor,y un bogavante bueno simplemente
con un precio de 38e, eramos 4 y ni en los 1 ni 2º los platos venian juntos y el vino atrapalo como puedas,lo mejor el dia en Cadaques
El pasado fin de semana descubri el restaurante COMPARTIR en Cadaqués. Me lo habia recomendado Rachid Zahi (antiguo colega de los 3 chefs ex-Bulli que regentan los fogones del restaurante empordanes), chef y propietario del restaurante Nass situado en el barrio de la Barceloneta en Barcelona, cuando estuve cenando el pasado mes de septiembre.
Fui con mi esposa y una pareja de amigos el viernes 12 de octubre al mediodia. El restaurante no tiene parking y dado que ese dia Cadaqués estaba a tope tuvimos que aparcar en el parking de pago (que no es barato). Llegamos sin reservar, por lo que no tuvimos opción para escoger y nos colocaron en la terraza, donde finalmente no estuvimos mal.
La casa nos invitó al aperitivo, que si no recuerdo mal se trataba de 4 copas de sangria de frutos rojos con un helado de melocotón acompañadas con una especie de torta fina de algas y gambas para compartir. Buena entrada para una buena continuación.
Haciendo honor al nombre del restaurante, decidimos compartir dos a dos todos los platos que escogimos, primeramente, mi esposa y yo, tomamos 2 ostras japonesas con perla, con acertada presentación y muy bien preparadas y 1 ración de buñuelos de bacalao con espuma de miel, un plato bien logrado, pero que tanto para mi como para mi esposa, si no hubiese sido por el toque de la espuma de miel, habria pasado desapercibido, buenos buñelos sin más. Nuestros amigos compartieron también 1 ración de buñuelos de bacalao con espuma de miel, que encontraron buenos, y 1 ración de anchoas trufadas con aceite esferificado
que encontraron excelentes. Seguimos, mi esposa y yo, con 1huevo cocido a baja temperatura con patatas y aceite de trufa negra, bueno pero algo graso y con un plato de tempura de langostinos con esparragos y espuma de mole, ... también bueno. Nuestros amigos compartieron 1 huevo con trufa negra, que no apreciaron demasiado y 1 plato de pollo con crustaceos y ratafia ( un mar y montaña revisitado) que calificaron de sublime.
Acompañamos el todo con pan con tomate, muy bueno, y con una botella de agua de 1 l y una botella de K NAIA, Verdejo. No tomamos postres, pasamos directamente a los cafés. Precio total 114,25€. Precio medio por persona 28,56 €.
Se percibe que todavia están en periodo de rodaje, servicio un poco lento pero contrarrestado por un personal simpatico y agradable y un bonito entorno interior. Volveré tal vez para ver como ha evolucionado.
Ante los chorros de tinta y teclas de ordenador gastados hablando del nuevo proyecto de los tres mosqueteros de Adrià, poco me queda que añadir,……. quizás el malestar de los restauradores “normales” de la zona que lo están pasado realmente mal con la crisis, los que no tienen detrás un padrino capaz de movilizar una legión de periodistas gastronómicos, comentadores de restaurantes y blogueros de todo tipo y condición, dispuestos a desplazarse hasta Cadaqués, dejando por el camino infinidad de buenos restaurantes que nunca visitarán ni comentarán.
Pero en fin, hay quien nace con estrella y hay quien nace estrellao.
Coulant de avellanas
Huevo con trufa negra
Tempura de langostinos y espárragos con espuma de mole
Correcto. Servicio, un punto de prepotencia y descoordinado: los segundos en diferentes fases, no mesa completa, y con mucha diferencia de tiempo entre los diferentes platos. La comida, correcta. Anchoas trufadas, bien. Buñuelos con espuma de miel (los buñuelos!) correctos. Crema de patata con huevo poche y trufa, un punto fria; sabor, excelente. Lo mejor el pan. Segundos. Rape, correcto, un punto pasado de cocción, para mi paladar. El bogavante "facil", correcto. Arroz caldoso de bogavante, un poco mas de arroz (punto de cocción un pelin pasado) no estaria de mas, sabor, correcto. Terra remota, Camino, excepcional!!! Resumen, mucho don, poco bling... Recomendaria, ni creo. Volvere, quizas, si estoy en CDQ. SALUT!
Pd: el servicio del vino es notablemente mejorable. Cambio de copas con el cambio de vino, pero en nungun momento, ofrecen catar antes deservir, ni sirven!!!
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