Restaurante El Batán Tramacastilla en Tramacastilla
Restaurante El Batán Tramacastilla
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
56 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.3
Comida COMIDA
7.1
Precio medio entorno ENTORNO
8.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Caja roja
Tarta de queso de Albarracín
Paletilla de ternasco
Arroz bomba con perdiz y boletus
Yema en tempura, trufa y sopa de miso
Tartar fresco de tomate
Pompas dinámicas de frutos del bosque
Alcachofas, jamón de Teruel y fondo de soja-verduras
Quesos texturas
Suprema de vaca, risotto de trigo y fumé
Ceviche de lubina, vegetales de Aragón y leche de tigre
Ostra con plancton
Opiniones de El Batán Tramacastilla
OPINIONES
18

Fin de semana largo por la zona y decidimos dormir y cenar en El Batan. 

Como detalle negativo en la atencion diré que reservé el hotel por una web y les mandé una nota via web solicitando  una mesa para cenar. No  me contestaron. Por ello  mandé un mail y este escrito me contestaron : "OK" .. No  me  parece que sea una respuesta muy educada .. pero en fin, lo importante era la comida y con ilusión la acometimos. 

Tienen un menu clasico y el menu degustacion que lleva por nombre Nuestra Esencia. ESte ultimo elegimos. Al  estar alojados en el  hotel, el maridaje de vinos no se cobra y como nos  pareció bien la seleccion no lo dudamos. Viñas del Vero Gewurztraminer, Enate fermentado en barrica, Fagus 2014 en magnum, Solera 1847. Sirven cantidad generosa y repetimos de todos los vinos sin poner ninguna pega.

Pero la comida nos defraudó y mucho. Platos muy frios, incluso los calientes . Presentaciones algo anticuadas  y algunas muy pobres..Voy contando:

REPOSTERIA SALADA

* sushi roll de longaniza de Aragon. Sin sentido

* Bombon de morcilla. rancio

* Buñuelo de  sobrasada de Bronchales. Insulso y frio

HUERTO

* Texturas de ensalada

* Flor de  alcachofa, yema y su agua. Uno d e los que me gsutó pero estaba frio

* Tuetano vegetal puerro

* Aguacate y trufa.. no lo comi.. ponen una lamina  de  trufa y encima el horroroso aceite de  trufa del  que tanto se abusa

VERMOUT

* Perla negra en tempura y caviar irani. otro  que me gustó . La ostra rebozada de nuevo fria

* Gamba roja y migas serranas. no estuvo mal. Helado tambien

*Gilda molecular turolense. 4 falsas aceitunas . Plato "demodé" en mi opinion

BOSQUE Y MONTAÑA

* Perrechico, sanjuanera y esencia de jamon

* Fondue de trufa, boletus y parmesano

MAR Y RIO

* Costillas de  lechal de  esturion del  SArrion. Cantidad ridicula... ni me  enteré a que sabe

CAMPO

* Suprema de vaca. Rissoto de trigo. 

*Quesos y texturas. algun  queso estaba bueno

* El nido sobre teja. prepostrre

* Crema de  queso  helada, chip de almendra y gel de piña. 

* La caja roja de Batan

 

Puede parecer mucha cantidad pero las raciones son minimas por lo que quedamos justito con nuestro apetito. Algunas raciones son de risa como la  del esturion o la carne.

 

El  precio  del menu es de 65 euros que como  nos incluia el  vino lo veo razonable aunque desde luego la comida no es EMHO de estrella Michelin.

El servicio a cargo de un señor bastante amable  y una señora poco amable .

El  hotel es muy bonito y es lo unico que recomendaria.

Resumen
VISITADO: Julio de 2017
PRECIO: €€€€€ (más de 50€ por persona sin bebidas)
DISTINCIONES: De lo bueno lo mejor; Relacion satisfacción precio; Guía Michelín; Guía Repsol; Pintoresco; Producto Local; Recomendado
VIDEO: https://youtu.be/6OSzbjdYsdE

De camino al pueblecito de Soria donde pasan el verano mis suegros, decidimos hacer parada en El Batan, el único restaurante con una estrella Michelín en Teruel.

El menú gourmet consta de un total de 16 patos que incluyen un cóctel de bienvenida y tres postres y si bien podemos decir que el menú es bastante homogéneo, es un menú que va de menos a más.

Precio:
─ La nota de esta comida fue de 70€ por persona todo incluido y de 54€ por persona sin incluir las bebidas (vino, agua, cafés, cervezas, refrescos, copas…).

Entrantes:
Como suelo hacer estas ocasiones no hago una descripción exhaustiva de los platos para no parecer excesivamente pesado. Remito al lector a las distintas fotografías pero si índico aquellos que más me gustaron o sorprendieron durante la comida.

Puedo añadir que la comida fue de menos a más, empezó con unos aperitivos normales (para un restaurante de esta categoría) pero los dos platos finales de los salados y el ultimo de los dulces realmente excepcionales.

─ Aperitivo.
─ Texturas de ensalada.
─ Perla negra en licuado de reineta, esferico de lima y gel de mar. Una muy biena ostra con una combinación diferente y ... con buen resultado.
─ Ceviche de lubina, vegetales de aragón y leche de tigre.
─ Alcachofas, jamón de teruel y fondo de soja-verduras. Muy rico.
─ Yema trufada en tempura y sopa de miso con jugo de trufa. Espectacular, un autentico contraste entre la sencillez de la presentación y la combinación de sabores.
─ Fondue de trufa sarrión, parmesano, crema de boletus sierra albarracín.
─ Dorado de foie, cacao y sauternes.
─ Lomo de atún rojo premium, boniato, alga, guacamole-wassabi. Excelente.
─ Suprema de vaca, risoto de trigo y fumé.Excelente.

Potres:
─ Sorbete de limón , aire de su piel y pipeta de gin.
─ Pompas dinámicas de frutos del bosque. Bien de sabor pero mucha "pompa"
─ Chocolate, crema de queso helada, chip de almendra, gele de piña. Excelente, se ve que a la chef le gustan los postres, no es normal en un menú como este ofrecer tres y claro si el colofón es como el ofrecido... magnífico.
─ Petit fours.

Bebida
Los vinos que nos ofrecieron fueron vinos sencillos, pero debo decir que acompañaron bien a los platos, que el precio es razonable y que son generosos en el servicio. Me parece por tanto una buena opción la elección de este "acompañamiento" como lo llaman en el restaurante

─ Gewurztraminer 2016 viñas del vero do somontano
─ Chardonnay fermentado en barrica de enate 2015 do somontano
─ Garnacha centenaria 2016 do campo de borja
─ Nectar P.X. Do Jerez. Si mirais las criticas en el link vereis que lo ponen muy bien pero a nosotros no nos gustó, nos pareció un poco empalagoso, dulce en exceso... tirando hacia la terreta yo creo que un moscatel fresco, iría mejor con esos postres, pero claro es una opinión muy personal.

más de lo acontecido.
Un lugar con encanto en un bonito paraje de la serrania de Albarracín donde se realiza una cocina creativa que ha conseguido que el Sr. Michelín lo destaque sobre otros que quizás están a su altura y no han sido agraciados.

No es fácil llegar tras numerosas curvas en el entorno del bonito pueblo de Albarracín que bien merece una visita. Si vienes del norte pasas por elevados puertos (por encima de los 1600 metros de altitud) donde es fácil encontrarse con nieve o que se cruze un jabali.

El local es sencillo con unos cortinajes que parcelan el comedor. Un servicio en sala muy notable con detallados comentarios de los platos y con una información escrita para seguir el guión de la comida y tener un recuerdo de lo vivido, lo que te permite disfrutar
Dos menús con buen planteamiento: menú de clásicos y menú de novedades. Una propuesta siempre interesante el tener un menú con las mejores creaciones y un menú con las últimas inquietudes. Nos decidimos por las novedades (menú gourmet) en un cara y cruz.

Comida para tres camino de Zaragoza por lo que la parte de bebida se redujo a la consabida agua, en este caso de Solan de Cabres, y el vino un Recaredo Intens Rosat Brut Nature Gran Reserva 2011 bastante chispeante de entrada y que no conseguimos encontrarle el punto de burbuja durante toda la comida con herbáceos y final amargo interesante pero algo rudo.
Previamente disfrutamos de un coctail Manhatan gustoso pero algo light, por aquello de la carretera. Unos chips de yuka crujientes hicieron que el coctail no estuviera solo mientras elegiamos menú.

La comida, toda ella por persona y servida de forma individual:
. aperitivo: un sushi de jamón de Teruel: bien hecho y sabroso además del guiño al producto local.
. texturas de ensalada, con un esférico de aceituna negra, disco de tomate, lechuga licuada añadida cual sopa, genial helado de aceite de oliva, disco de mango..una sinfonía de sabores, texturas y preparaciones
. perla negra en licuado de reineta, esférico de lima y gel del mar: se trata de una ostra Gillardeau, muy correcta y con una salsa que acompaña casi más dirigida a los que son pocos comedores de ostras; unas algas completan el sabor a mar.
. ceviche de lubina, vegetales de Aragón y leche de tigre: con un fonde de cocción de pescado, sobresale negativamente la presencia de una cebolla cruda y demasiado intensa que se come la pequeña porción de pescado. El ají se sutituye por cayena. Muy poco integración de los elementos.
. alcachofas, jamón de Teruel y fondo de soja-verduras: buenos ingredientes de os que creo se puede sacar mejor partido. Además un vasito que acompaña con:
. yema trufada en témpura, miso y jugo de trufa: una yema de huevo rebozada y luego frita y trufada con un fondo de miso que pretenden limpiar ese metálico de las alcachofas y sobre todo ese cebiche casi arrollado por la cebolla.
. fondue de trufa, parmesano y crema de boletus: servido con cartbónico que da espectáculo, y para remover todo con la cuchara y tomar como se de un café con leche se tratara
. semiesfera dorada de royal de foie, cacao y Sauternes.:una semiesfera para copmer de un bocado, con ligera pimienta rosa y con un sauternes en pipeta para limpiar la grasa del foie.
. lomo de atún rojo premium, boniato, alga, guacamole-wassabi: un buen lomo de atún sellado con sésamo con un toque en salsa de boniato y un wassabi para valientes.
. suprema de vaca, risoto de trigo y fumé: para mí el mejor plato; un falso rissoto hecho con trigo, perfecto de textura y sabor, perfecto el milhojas y la carne con su patata al dnete.
. quesos y texturas: pequeña cata de quesos de cabra, oveja yvaca con un muy original queso de cabra Julver (casi nata) recien hecho; muy bueno el de vaca ya madurado; el azul muy ligero de tomar pero potente de sabor acompañan pasas, mermelada de tomate y yescas de manzana ácida. Muy logrado.
. sorbete de limón, aire de su piel y pipeta de gin: un alcohol hecho de uva dulcd; buen sorbete de limón con su espuma
. pompas dinámicas de frutos del bosque: pompas hechas por la presencia de hielo carbónico en un licuado de frutas del bosque que acabn por invadir vaso, plato y mesa; en la base una especie de natillas.
. chocolate, crema de queso helada, chip de almendra, gel de piña como petis fours. Bien presentado y gustosos.

Nos acmpañaron durante la comida y de forma ilimitada unos buenos panes siendo muy muy destacable el pan con setas, una especie de pan algo dulce (como una madalena de forma) con setas que nos hizo comer más de lo pensado; otros panes con pimentón y a la leña estaban demasiado secos, bien el integral uqne en tono menor.
Una degustación de aceites: un arbequina de San Carlos de color, algo verdoso y con fuerza y un más dócil y con frutado dulce, un aceite local Xeid, ambos muy interesantes y que hicieron honor a ese extraordinario pan cocido y relleno de setas.
Rematams con un muy buen café para el conductor y con petits fours para todos.

Las cosas que no gustaron: algunos platos de la vajilla andan demasiado golpeados y algúna zona descascarillada, el tema de las pipetas ya queda un poco desfasado, y las pompas acaban produciendo una situación de estres innecesario en la mesa por el descontrol que supone la salida constante que llega a desbordar su propio recipiente.
Las sensaciones finales son de que mereció la pena el desvío y que la relación de calidad precio aún lo mereció más.

Bonita hospedería situada en plena Sierra de Albarracín, en un entorno que resulta un auténtico remanso de paz. El comedor principal es rústico y agradable, mesas bien vestidas y con una correcta separación, ambiente cercano pero a la vez selecto, se está muy a gusto. Sábado de puente y comedor lleno, aun así el nivel de ruido es aceptable. Carta basada en dos menús de forma principal, uno de corte más actual (55€) y otro de corte más tradicional (49€), además de una pequeña oferta a la carta por si no se quiere optar por los menús. Mientras nos traen un refrescante cóctel Dry Martini, el pan y las 4 sales distintas, nos decidimos finalmente por el segundo, pues considerábamos que tenía algo más de apego y con la zona y temporada.

Comenzamos con un aperitivo de una crema de calabaza bien realizada aunque un poco insulsa, que potenciando con las sales presentadas tenía algo más de gracia. El menú consistió en:

Tartar fresco de tomate, melocotón de Calanda y láminas de bacalao: enunciado tan rico como refrescante, sabores definidos y delicada textura, con una base de salsa romesco.

Fondue por sublimación de trufa, parmesano y crema de boletus: presentación un tanto efectista con su humo pero un conjunto sabroso y sobre todo otoñal, con la presencia de la trufa blanca. Muy buena.

Yema en tempura, trufa y sopa de miso: para comer de un bocado la yema con su lámina de trufa blanca y se finaliza con un caldo de sopa miso. Composición que sin duda funciona.

Arroz bomba con perdiz y boletus: un arroz seco muy sabroso por sus acompañantes, curioso pues parecía frito tras su elaboración, al estilo de ciertos arroces orientales. Bien, pero esperábamos más.

Paletilla de ternasco de Aragón al horno con patatas panadera: nos decidimos por este menú porque nos apetecía un buen ternasco y lo cierto es que cumplió con creces, cocinado a baja temperatura y terminado en el horno y con unas patatas estupendas. Magnífica.

Tarta de queso de Albarracín, trufa de haba, turrón helado y chocolate caliente: muy buena esta tarta del típico queso de oveja de la zona, que por su suavidad resulta ideal para estos postres.

Buena carta de cafés y tés para terminar y rematan con una caja roja con distintos petit-foirs ricos y delicados, que acompañan muy bien. En general el menú estaba bastante completo, aunque tampoco nos quedó muy claro un estilo o una identidad de la cocina de esta casa, si bien había una conexión algo mayor con los productos de la zona y temporada que en el menú degustación, que estaban pidiendo en otras mesas y del cual procedían los tres primeros platos.

Carta de vinos un tanto corta para el nivel del local, basada casi toda en producto nacional y en especial en vinos aragoneses, a precios por lo general bastante buenos, pero que no permitía muchas alegrías. Se ofrece un maridaje con los menús a precio bastante ajustado, pero con vinos de la zona poco atractivos (Viñas del Vero Gewurtz, Tres Picos, Coto de Hayas…). Dado que no había mucha oferta de Champagne nos decidimos por un Cava Recaredo GR que no tenían y como segunda opción por el igualmente recomendable Recaredo Intens Rosé 2011 (29€), un Cava de gran calidad que no falla nunca. Buenas copas aunque hubo que pedir las de vino, pues traían las flautas por defecto. Servicio de mesas atento y amable capitaneado por un maitre muy profesional.

Así pues una buena experiencia en El Batán, una hospedería que ya solo por el precioso entorno en el que se encuentra merece la pena pero donde además se ofrece una cocina sin igual en la zona por su creatividad y singularidad, además con las dos opciones de menú más moderna o tradicional. Carta de vinos a mejorar. Con respecto a la Estrella Michelín que luce habría que debatir mucho sobre esto, porque creo que se trata de una categoría muy sobredimensionada, este restaurante tiene buen nivel pero si para los inspectores de la Michelín tiene el mismo que –por ejemplo- El Bohío, El Carmen, Dos Cielos, Zuberoa, Camarena, L’Escaleta o Casa Gerardo…pues igual no es justo compararlo. Quizá aquellos merezcan dos estrellas o este no debería ostentar tal distinción pero nunca figurar todos en la misma categoría. En cualquier caso, un lugar que merece la pena visitar si se está por la zona, como el sin igual pueblo de Albarracín.

  • Caja roja

    Caja roja

  • Tarta de queso de Albarracín

    Tarta de queso de Albarracín

  • Paletilla de ternasco

    Paletilla de ternasco

  • Arroz bomba con perdiz y boletus

    Arroz bomba con perdiz y boletus

  • Yema en tempura, trufa y sopa de miso

    Yema en tempura, trufa y sopa de miso

  • Tartar fresco de tomate

    Tartar fresco de tomate

En nuestro paseo por la Sierra de Albarracín, nos acercamos a comer a este restaurante situado en una hospedería, animadas, en gran medida, por el descubrimiento casual de su reconocimiento con una estrella Michelín.
Algo escondido, esta hospedería familiar se encuentra situada en una antigua fábrica de lana, en plena naturaleza, junto al Río Guadalaviar, rodeado de vegetación, lo que le otorga un encanto especial e incita a la paz y el sosiego total (lo cual es de agradecer en estos tiempos que corren).
El comedor, muy tranquilo, con pocas mesas y con lamparitas que le conceden un ambiente cálido, mesas amplias y bien vestidas y la atención excelente del jefe de sala, Sebastián Roselló, explicándote al detalle cada plato, muy profesional aunque muy cercano, también.
Nos recibieron con un suave y refrescante (muy de agradecer) Manhattan acompañado de yuca frita. Sobre la mesa, 4 tipos de sales, dos aceites a degustar y pan de horno hecho por ellos (buenos detalles). Elegimos el menú gormet con un semimaridaje de 2 vinos:
- Aperitivo, sopa fría de granny, pepino y esférico de tomate: presentación justita (sobre servilleta de papel) pero sabrosa, quizá algo fuerte para mi gusto.
- Ostra con plancton: buenísima, nos encantó.
- Ceviche de lubina, vegetales de Aragón y leche de tigre: la leche de tigre muy muy fuerte, pero sin llegar a ser desagradable, nos gustó.
- Alcachofas, jamón de Teruel y fondo de soja-verduras: muy buena combinación, pero la alcachofa estaba un poquito dura.
- Yema trufada en tempura y sopa de miso con jugo de trufa: suave, muy rica.
- Fondue de trufa Sarrión, parmesano, crema de boletus Sierra Albarracín: de sabores intensos, uno de los que más nos gustó.
- Semiesfera dorada de royal de foie, cacao y Sauternes: la pipeta de este vino francés le iba muy bien. Bocado muy sutil, para limpiar boca.
- Lomo de atún rojo Premium, boniato, alga, guacamole-wasabi: no combinaba mal, pero no nos dijo mucho.
- Suprema de vaca, risotto de trigo y fumé: delicioso, sin duda, el mejor de la tarde. Espectacular, también, el risotto.
- Quesos texturas: muy bien elegidos y todos con su acompañamiento, pero nos sorprendió muchísimo que nos sorprendiera, valga la redundancia, el parmesano. Muy bien la presentación.
- Sorbete de limón, aire de su piel y pipeta de gin: muy original y muy refrescante.
- Pompas dinámicas de frutos del bosque: gracioso, divertido y entretenido.
- Chocolate, crema de queso helada, chip de almendra, gelée de piña: nada empalagoso, muy rico. Superado el postre con éxito.

Tienen carta de cafés, infusiones y tés (otro gran detalle).

Muy bien de precio: 2 menú gourmet (104 euros), semimaridaje (5 euros), 1 botella agua Solan (3,5 euros) y 1 café etiopia (4 euros); total: 116,5 euros.

En definitiva, una montaña rusa de sabores, desde los más intensos a los más suaves y sutiles y todo a su debido tiempo, con buena materia prima y muchos toques de originalidad. Merecida estrella, volveremos.

  • Pompas dinámicas de frutos del bosque

    Pompas dinámicas de frutos del bosque

  • Alcachofas, jamón de Teruel y fondo de soja-verduras

    Alcachofas, jamón de Teruel y fondo de soja-verduras

  • Quesos texturas

    Quesos texturas

  • Suprema de vaca, risotto de trigo y fumé

    Suprema de vaca, risotto de trigo y fumé

  • Ceviche de lubina, vegetales de Aragón y leche de tigre

    Ceviche de lubina, vegetales de Aragón y leche de tigre

  • Ostra con plancton

    Ostra con plancton

Sin duda la concesión de una estrela Michelin a un Restaurante, fuera de cualquier lugar mínima habitado, ya es un lujo. Pero cuando en toda la Sierra de Albarracín de mas de 190.000 ha hay menos de 4.000 personas censadas, y le dan una estrella, al que es, ya sin duda el mejor restautrante de la provincia con menos población de España.
Pues eso que a uno se le ensancha el pecho de trabajar en esta provincia y de defenderla, y de apostar por ella.

Su menú degustación por 40 Euros, es un lujo: que incluye coctel (dry martini de bienvenida), apretivo (3 aceites, 3 sal y pan), el menú (1º( aveces 3 mini primeros), 2º y postre) y petit four.
Su carta, sin ser amplia, es completa.
Tal vez es necesario mejorar los exteriores de la casa-masia hoy en dia convertida en Hotel-restaurante, propiedad de Ciudad y Comunidad de Albarracín, y que no es otra cosa que un antiguo molino o batan.

Abre ido acomer al menos 4 veces, y a cenar al menos 2.

El Jefe de sala se multiplica, y presta un servicio atento, amable correcto y profesional.
El comedor amplio y las mesas bien separadas y corectamente vestidas, vajilla y cuberteria correcta. Con una decoración chic-rustica.
De noche es super romantico.

Precioso restaurante ubicado en la carretera entre Albarracín y Tramacastilla, ojo que como te descuides te pasas.
Nada más dejar la carretera principal, un camino te adentra en plena naturaleza, donde se ubica el edificio que alberga la hospedería y el restaurante. El paisaje me resultaba muy familiar, ya que se parece mucho a la vega de mi pueblo, chopos, frutales...
Sin duda un gran lugar donde pasar un fin de semana pensando en pequeñas excursiones por la zona y homenajes gastronómicos. Nos comentan que la hospedería es muy utilizada también por cazadores de toda España que acuden durante la época de la berrea, en la que nos encontrabamos.
La comida:
Opte por el menú gourmet.

APERITIVO: CREMA DE QUESO DE ALBARRACÍN, PUNTILLA DE ANCHOA, REINETA Y LAGRIMAS DE TUBER MELANOSPORUN ( TRUFA DE OTOÑO-INVIERNO ESPAÑOLA)

TAMBOR DE GUACAMOLE EN BRUNOISE, AJO BLANCO Y CARPACCIO DE PULPO

CORAZONES DE ALCACHOFA SALTEADOS CON JABUGO Y ATRAVESADOS POR ORO MICUIT

FLOR DE HOJAS CON ZAMBURIÑA BRASEADA SOBRE GRATEN DE VERDURAS Y QUESO ALBARRACIN

COCOCHAS DE BACALAO REVUELTAS CON HUEVO , PATATA Y SETAS

MAGRET JUGOSO DE PATO SOBRE COMPOTA DE REINETA TRAMACASTILLA Y FRUTOS ROJOS

SORBETE DE FRAMBUESA , LAMINAS DE FRESÓN Y CREMA HELADA DE FRUTA DE LA PASIÓN

CAFE EN TEXTURAS.

Se trata de un menú donde destaca el producto, aunque con ese toque creativo, realmente sorprendente teniendo en cuenta el entorno. Destacable la utilización de mucha materia prima de la zona, nos comentaban como gustan de usar en la medida de lo posible la verdura y hortaliza de temporada, cultivada en huertos de la zona, así como los productos artesanos propios de las localidades cercanas, queso, miel... Los platos de alto nivel, distinguiéndose perfectamente los ingredientes y complementándose entre ellos. Me encantaron las cocochas de bacalao.
El vino:
Buena carta con precios desde asequibles hasta imposibles, en cualquier caso sin problema para encontrar algo que nos acompañe o bien dejarnos asesorar por el encargado de la sala. Al final tomé Allende 2005, aconsejado, intentando tomar un vino con cierta acidez que nos dejara cierto margen de maniobra con los platos. Buen coperío y servicio, con envinado previo.
La comida terminó con unos petit fours y unos excelentes cafés de Etiopia y Jamaica.
Menú gourmet 45€, vino 22€, agua de litro 3,5€ y 3€ de cada café.

D'acord quasi al 100% amb Otilio Haro, un lloc ideal per fer una escapada d'un dia o d'un cap de setmana. Hostal situat a la vora del Guadalaviar que convida a una passejada avans o despres del dinar. Demanarem un menu Gourmand i un Gourmet + 1b 3/4 de Enate Cabernet-Tempranillo, tot molt correcte. També me va fer gracia que tinguen aigües de tot el mon, nosaltres també demanarem la de la casa: Solan de Cabras.

Pues supongo que un diez, al menos por mi parte.
Obligada visita si estás por la zona. Pero también, tentadora visita desde Valencia como escapada para comer, porque el restaurante lo merece. Enclavado en un paraje precioso que invita, además del paseo, a un merecido descanso en uno de esos bancos que quedan dispersos por el jardín.
Cocina creativa con excelente presentación. Raciones, pese a la advertencia del jefe de sala de que eran pequeñas, más que apropiadas. Se nota que es una zona con otro concepto de la cantidad.
Un jefe de sala que llega a todo, cosa que las mesas agradecen, pues sus explicaciones van más allá de cantar los platos.
Cóctel de bienvenida, un Dry Martini suave que se agradeció en un día de calor.
Optamos por el menú gourmet (42.50 €), que nos pareció más apropiado por el tiempo en el que estábamos que el gourmand, más contundente y basado en lo tradicional. Habrá otra vez.
Me gustó muchísimo el aperitivo previo al menú, una crema de queso de la sierra con punta de anchoa ahumada, trocitos de manzana y humo líquido, impresionante.
- Ensalada templada de vieira y tallarines de tinta de calamar. Frescura y sabor de entrada, tallarines hechos por ellos, y una salsa amostazada que iba muy bien con la ensalada.
- Croqueta de cabritillo de la sierra de Albarracín con espuma de ajo-aceite. Llevaba tambíen un puré fino de patata, la croqueta en sí, buenísima, con abundante carne, vamos, de masticar, pleno sabor.
- Timbal de queso fresco frito con verduras. Medallón de queso de cabra partido por la mitad y en su interior una rodaja fina de calabacín y otra de tomate. Acertado.
- Lomo de bacalao de anzuelo con velo de pulpo y reducción de blody mary. Bacalao fresquísimo que se deshojaba, con láminas de pulpo plancha. Reducción esparcida alrededor del plato una vez en la mesa. Nos gustó mucho.
- Presa ibérica de pura raza sobre lecho de risotto de boletus. Carne jugosa, rosadita por el centro, buen arroz, pero lo veo más por separado, quizá me hubiese gustado más otro acompañamiento.
Dos postres para finalizar dicho menú a buena altura también. El primero más con mi estilo:
- Sorbete de helado de frambuesas y fresones con crema helada de la pasión. Fresquísimo.
- Pastel de sacher con vainilla de tahití. Bueno, más dulce evidentemente y el que me acabó por llenar del todo.
Tres tipos de pan a elegir al inicio de la comida; rústico, integral y con pimentón, que fué el elegido. Tamaño grande del pan, de miga harinosa. Hubiese sido más acertado para mojar en el aceite, ya que fué aquí donde se consumió principalmente, el integral. También tres tipos de aceite; bajo aragón (supongo que de variedad empeltre), arbequina de Reús, y picual de Jaén. Optamos por los dos primeros, más maduro y suave el aragonés.
Tomamos para acompañar, un viognier 2009 de Venta d'Aubert (18 €), previamente envinado y a correcta temperatura, logicamente con su cubitera al lado para controlar.
Me hizo gracia lo de "tenemos aguas de todo el mundo", pero nuestro escaso snobismo nos hizo pedir la de la casa, Solan de Cabras (3.5 €).
Cuatro tipo de sales al centro de la mesa, Himalaya, ahumada, Maldón, y no recuerdo la otra. Poco uso hicimos de ellas.
Tienen carta de cafés, infusiones y tés. Un detallazo de gran restaurante. Pedimos un té de canela y otro verde (2.50 € cada uno), a cual mejor.
Detalle de limoncello final.
Muchos detalles que complemetan una buena cocina. Muy recomendable.

pero........

el proyecto de negocio encomiable, el servicio profesional, y sin embargo, cercano. La cocina: sobre el papel excelente. Sobre el plato, digna, incluso sugerente, en los entrantes. Bien en las viandas principales.

El precio inestable en la carta y apropiado en el menú.

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