Restaurante Casa Marcial en Arriondas
Restaurante Casa Marcial
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
99 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.3
Comida COMIDA
7.7
Precio medio entorno ENTORNO
8.2
RCP CALIDAD-PRECIO
7.6
trufas enterradas en polvo de galleta de chocolate dentro de un cofre
Cochinillo confitado con espuma ligeramente picante y piña glaseada
pitu de caleya, guisado con raviolis de sus menudillos
solo por ver esto ya merece la pena subir hasta el restuarnte
recuerdo al etxebarri y un toque poblet
recuerdo al mugaritz
Opiniones de Casa Marcial
OPINIONES
27

por ahí deberíamos de empezar por dar las gracias a todo el equipo por hacer de una comida algo especial. Todo amabilidad y atención. Con quien más hablamos fue con la jefe de sala, creo que hermana de Nacho. Cuanto deberían de aprender más de uno sobre trato y saber estar, sobre todo en Madrid.

poco que añadir sobre el entorno: precioso, como dice el anterior comentario las curvas justifican de sobra la visita.

Estabamos un poco indecisos, queríamos probar los clásicos pero el degustación también nos gustaba. La duda la resolvió rápidamente la maitre, nos adaptaron un menú gastronómico añadiendo los clásicos. Y el resultado ha sido este:

- para empezar un par de apertivos, su famosa croqueta y una torta con revuelto de morcilla, cabrales y huevo. Gran comienzo.

- Gazpacho y ajo blanco, flores de ajo y cebollino.

- Champiñones, tuétano glaseado y brotes de hemerocallis salteados.

- Sardina a la brasa con patata, cebolla y jugo de salazón.

- Ternera asturiana macerada con algas y whisky, su leche y su pasto.

- Carabinero a la brasa.

- Pescado del día: Ventresca de bonito a la brasa con caldo de sus espinas.

- Fabada asturiana.

- Cochinillo confitado con salsa ligeramente picante y piña glaseada.

- Pitu de caleya guisado con ravioli de sus menudillos.

- Melocotón con cuajada de vainilla y helado de gin tonic.

- Arroz con leche.

No comento los platos, todos a gran altura. Con alguno memorable por no decir todos.

La carta de vinos no es muy extensa pero suficiente para mi. No cuentan con sumiller, nos dejamos aconsejar por la maitre y Para beber tomamos un rioja blanco, PREDICADOR. Acompañó bien durante todo el menú. A los postres nos ofrecieron una copa de dulce que rechazamos.

El café y la copa nos la hemos tomado en la terraza aprovechando el fantástico día. Un lujazo de sitio con unas vistas increibles.

Lugar de visita imprescindible.

precio del menú.

De nuevo una muy buena experiencia en este grandísimo referente de la gastronomía asturiana, aunque podría, por méritos propios, decir nacional. El enclave natural en el que está situado, la calidez del servicio que ofrece su equipo de sala y su oferta gastronómica, hacen que una visita, aunque hubiera algún kilómetro más de curvas, justifique la visita. Si es verdad que su señalización es algo insuficiente, pero bueno, creo que al final recompensa al entrar en esta casona, de claro ambiente rústico y con al menos dos salones que yo recuerde. Esta vez me tocó el de abajo con solo unas 6 o 7 mesas, no especialmente bien separadas, pero creo que más acogedor que el de arriba, con una de las paredes vestida de piedra natural y el suelo forrado con una especie de mimbre.

El servicio con dos camareras, muy jóvenes pero con ganas de agradar y, por supuesto, eficiente; más la maitre (una de las hermanas de Nacho Manzano), simpatiquísima y atenta.

La oferta muy atractiva con tres menús (uno muy tradicional) más la posibilidad de elegir a la carta, basada en productos de la tierra y con excelente materia prima.

Mantequilla de cítricos con una confitura muy suave de pera, y oferta de panes variados, sobresaliendo uno de frutos secos y otro de aceite.

Pedí el menú degustación largo compuesto por diez platos (85€ + IVA):

- Gazpacho de frutos rojos con helado de queso: Sencillamente espectacular el contraste de sabores. Un aperitivo sorpresa antes de empezar el menú.

- Homenaje al tomate 2009: Sencillo entrante con unos daditos de cuatro variedades de tomate con un agua de tomate muy suave. Refrescante antesala de los siguientes platos.

- Champiñones, tuétano glaseado y brotes de hemerocallis salteados: Perfecta presentación y delicadísimo juego de sabores. Un top sin duda.

- Sardina a la brasa con patata, cebolla y jugo de salazón: De nuevo maestría en la preparación del lomo de la sardina. Textura prodigiosa y primoroso sabor.

- Pieles de bacalao con lentejas y jugo de verduras asadas a la leña: Quizás un pequeño paso atrás en la suave escalada de este menú. La textura del pescado al separarlo de su piel no me convenció.

- Carabinero a la brasa: De nuevo en órbita con el carabinero. No era especialmente grande, pero su punto y sabor me resultó perfecto. Se presentó tal cual, sin ningún “aditivo” (no le hace falta).

- Ternera asturiana macerada con algas y whisky, su leche y su pasto: De los mejores platos que he probado en mucho tiempo. Inexplicable la textura de la ternera blanca, pura seda. Sabor realzado con una cremita de leche muy lograda.

- Pescado del día: Me dieron a elegir entre rey y besugo. Me decidí por este último. Una porción del lomo del besugo simplemente asado. Excelente sabor aunque para mi gusto un pelín pasado de punto (va en gustos).

- Pichón con risotto de avellanas, maiz y parfait con pan de especias: Mira que lo he comido veces y no me cansa. Para mi es un pecado irrenunciable, y aquí se elabora muy bien. El lomo, sangrante, como me gusta; el muslito guisado.

- Helado de maíz, chocolate blanco y manzana trufada: Buen postre con un helado de maiz realmente original. Muy refrescante.

- Bizcocho cremoso de avellanas con helado de nata y jenjibre: Postre que consistía en una especie de guirlache semi-fluido de avellanas, servido calentito. Perfecto por el contraste de temperatura del helado, aunque le faltaba un puntito más de jenjibre para mi gusto.

Con los postres me invitaron a una copa de El Hechizo que acompañó perfectamente.

La carta de vinos no es especialmente amplia para un restaurante de este nivel, pero si con buenas selecciones y versátil (especialmente en Riojas y Riberas, aunque con solo tres vinos catalanes, dos del Priorat y uno del Montsant, y demasiadas ausencias de DOs nacionales). No muy abundantes las referencias extranjeras. Buenas opciones en cavas y champagnes. Precios x 2 aproximadamente. No tienen servicio de sumiller (un punto a mejorar si se aspira más). Pedí Finca La Emperatriz FB 2007 (28€ + IVA), servido con temperatura correcta y discretas copas Spiegelau. Por supuesto, atentos a rellenar.

Pedí un café solo al que también me invitaron.

Precio total: 127,44€ (inc. IVA, vino, pan y servicio a 2€, y botella de agua de 1l a 3€).

Nota: Al final de la comida Nacho se pasó por las mesas intercambiando impresiones, aunque me comentó que no suele hacerlo. Ya cuando me quedé solo en la sala, continuamos con una larga conversación sobre el menú probado (abierto a sugerencias) y sobre su aventura con el restaurante que lleva su hermana en Gijón (La Salgar). Sencillo y cercano, a más no poder.

A casa Marcial se llega antes de llegar. A medida que las curvas de la carretera van dando pie a que el ojo se pierda en los horizontes del firmamento asturiano, uno va sintiendo que se dirige a un sitio especial, a un rincón del mundo en el que la calma pone las cosas al alcance de los sueños. El aire lo regalan. Un soplo del vientecillo del entorno es el aperitivo con el que los pulmones toman conciencia de que estar vivos ya es una victoria, y encontrarse aquí resulta el premio a la batalla ganada a la existencia del ruido y los sinsabores de plástico de la vida moderna. El visitante es enfrascado de fortuna, hoy le ha tocado la lotería. A mi me tocó el pasado domingo. Uno tiene la oportunidad de comprobar que la vida es vivible gracias a destellos, a pasajes, a momentos, a pequeñas cosas tan particulares como Casa Marcial.

Dejé el bólido diciéndole "aquí te quedas, en el aparcamiento con las vistas más bellas del planeta, ahora vuelvo", y comenzó la fiesta con una copa de cava Agustí torelló reserva que me sentó de maravilla, y con el que seguí el resto de la comida. La recepción me hizo sentirme de la familia y lo demás fue cuestión de homenajear al tomate, de extraerle la fragancia a un tandem champiñón, tuétano y brotes de hemerocallis salteados, de darme pena tener que comerme el brillo de una sardina a la brasa con patata, cebolla y jugo de salazón. Lo de la piel de bacalao con lentejas y jugo de verduras asadas a la leña es cuestión de amor, y lo del carabinero a la brasa asunto de corazón, de pasión, de viveza en el color del tacto del oficio.

Un traguito de cava y a por la ternera asturiana macerada con algas y whisky en la que se encuentra la razón que lleva a al autor a poner su firma en lo que hace. Más tarde un poco de Rey como pescado, limpio, jugoso, fantástico. El epílogo de los platos principales fue sellado con pichón que me ayudó a seguir volando.

Los postres se basaron en una combinación de maiz, chocolate y manzana y en un bizcocho cremosos de avellanas con helado de nata y jengibre, ambos en la linea del reparto de felicidad con el que el huesped aquí se siente arropado; esa manera tan sencilla de hacerlo bien y contribuir a que reine la paz en el mundo. FELICIDADES, FELICIDADES.

Saludos a todos y perdón por la chapa,primero agradecer un comentario anterior,que fue el que me hizo acercarme,al que sin duda es el restaurante con el mejor entorno que conozco,bueno ese comentario negativo, coincidía con comentarios negativos a otro restaurante que me gusta mucho,el akelarre,por lo que me guié de su criterio,y acerté,el sitio y la cocina me encantaron, tendré el gusto atrofiado,puede ser,respecto a cosas fuera de lo gastronómico,la casa grande,bueno en mi pueblo hay casa mas grandes y de gente mas humilde,pero lo importante es que esa casa toda la parte de abajo son las cocinas,con lo que se vive arriba,luego combina casa y negocio,cosa que de lo suyo gasta,respecto a no verlo,te toco,yo fui al bullí, después de tres años de espera,y justo el día que fui,ferran que siempre esta ,no estaba,por supuesto es una pequeña decepción,pero no puedo criticarle,son humanos,y no siempre estarán donde uno quiera,respecto a lo del coche,tiene una furgoneta y un audi a4,que yo sepa pues le vi con los dos el mismo día,en el audi se fue ,y con la furgo llego me imagino que de compras o ,de lo que esa,pero que co.ño,me importa a mi si tiene tal casa o tal coche,yo voy a comer,encima me tiene que sentar mal lo que tengan los demás,pues lo llevo claro,respecto al comentario de mi casi paisano leones,leches pero si eliges un menú clásico,de mesón,que quieres ,donde se ha visto que en un dos estrellas,puedas comer por lo que has pagado,si eliges fabes y pitu,pues menú de mesón estas comiendo,¡ojo¡que cada uno come lo que le da la gana,pero no puedes decir lo que dices,bueno si puedes decirlo,pero no es verdad.
Ahora voy a lo que hay que ir,a la comida y el resto,yo sinceramente creo que hemos estado en dos sitios distintos,pues no coincido con los dos últimos comentarios en nada,y puedo asegurar por comentarios de los lugareños,que se considera el mejor restaurante,junto con casa gerardo de la zona de asturias,y para mi lo es ,mejor incluso que casa gerardo,sobre todo en cocina moderna,de los dos salí encantado,es mas a casa gerardo volví a comer solo alubias y pitu, menú clásico , después de haber degustado el menú gastronómico el día anterior,con lo que no se trata de enfrentar restaurantes.
La única pega que puede tener ,que para mi no lo es, es la carretera,pero si vas por arriondas,son unos 5Km de curvas,pero lo que te espera arriba,el paisaje es precioso,solo en el pepe vieira,tienen un paisaje parecido,eso si le comente que lo mejor era poner unas coordenadas para el gps en su web ,y es verdad que de noche si no sabes cuando vas a llegar te puede entrar el cangelo,llegas al sitio aparcas y ves el paisaje,ya te entra hambre,pasar al restaurante,tienen como un porchecito a la entrada,donde me tome el digestivo después de comer, había atendiendo tres chicas,dos de ellas hermanas de nacho manzano,muy simpáticas y agradables,vamos gente cercana,como a mi me gusta,les pregunte durante toda la comida por varias curiosidades que tenia,y siempre me contestaron atentamente,mesa enorme para tres que eramos,bien separados de las otras mesas,yo me imagino que tendrá mas comedores,aunque no los vi,pues no coincide con la descripciones dadas por los anteriores foreros,o simplemente que cada uno tenemos una percepción de las cosas ,empezamos con un aperitivo de crema de aguacate y crema de queso,con anchoas y alcaparras,rico,rico.
A continuación una ostra con emulsión de aceituna verde,naranja sanguina y anisados,muy bueno el toque de la naranja con la ostra,a continuación bocarte a la brasa, puré de hierbas y aliño de cítricos y algas,un toque leve de ahumado en las anchoas y una nueva sorprendente combinación,lo siguiente me sorprendió,sobre todo por lo sencillo,champiñon con cremoso de tuétano,hemerocalis(una flor que solo se puede coger de día,de la india,creo)y aceite de eucalipto,muy sabroso este plato,seguimos con un plato muy mugaritz(para mi)piel de bacalao con lentejas y jugo de verduras asadas a la leña,sabor sin florituras,carabinero a la brasa,esta sutileza en este plato,lo liviano de de la brasa ,me recordó al maestro de las brasa del restaurante etxebarri ,exquisito ,ternera asturiana macerada en algas y whiskey,su pasto y su leche,jode.r,estaba muy buena,tierna y con sabor a carne,de pescado nos toco salmón salvaje noruego,para llorar lo rico que estaba,suave,con un sabor distinto a los que como en casa,de piscifactoría,luego un carre de cordero con tierra de hierbas y especias y crema de calabaza,rico bien hecho,sin mas,los postres es de los sitios donde mas me han gustado,generalmente a veces no están al nivel del resto del menú,en este caso estaban tan bien como el resto de platos,primero maíz helado ,chocolate blanco y agua de manzana trufada,sabores dulces y agradables,la gelatina de agua de manzana le dio un toque sobresaliente a este postre,a continuación bizcocho cremoso de avellanas con helado de nata y jengibre ,decir que mas que un simple bizcocho ,era como una salsa espesa de avellana,con un toque dulce muy rico,bueno ademas de esto,yo le comente a la chica que me atendió,que queríamos probar,sobre todo para comparar con casa gerardo,las fabes y el arroz requemado,simplemente decir que ni aquí, ni en casa gerardo se comen las fabes que se suelen comer de normal en asturias,ya sabemos como estos restaurantes,filtran los caldos y demás,hasta niveles sorprendentes,las fabes suelen salir mas espesas,el caso es que en los dos sitios están muy buenas,en casa gerardo el caldo es mas suave,pero lo que es la fabe, están en los dos muy ricas,respecto al arroz,soy un tragón,con el azúcar requemado y espesitas las dos están de muerte ,aunque reconozco que en casa gerardo tiene un encanto especial lo de las fabes y el arroz.
Respecto a los vinos asegure con un jose pariente a 17+iva,muy buen precio para un dos estrellas,(para la carne una copa de tinto,campillo me pusieron)lo mismo que es una costumbre en la zona lo de cobrarte el pan,es costumbre o al menos a mi me lo hicieron en los tres restaurantes estrellados que estuve,ponerte un vino dulce con el postre,un moscatel mendoza,en este caso,me quedo con esta costumbre,de digestivo un gin de miller`s,12+iva,razonable para el sitio.
Dos cosas que se me olvidaban pedí croquetas de jamón,para la cría y probarlas nosotros,buenas no ,lo siguiente,y mi niña es una experta(y su padre mas),y un detalle que me pareció cuanto menos de agradecer,una mesa con 4 señores de Madrid,pidieron un vino de una bodega concreta,le sacaron de esa bodega uno superior,pero no tenían el que querían,y claro este se iba de precio por lo que comentaron entre ellos,el caso es que al final vino la hermana de nacho y le comento que les dejaba el vino al mismo precio,pues era fallo de ellos no tener el otro vino,me pareció un bonito detalle,tampoco me cobraron las fabes ni el arroz con leche, aunque no creo que fuera por eso que me gustase tanto su menú gastronómico,lo digo por si acaso.
Por lo que le hoy comentar a otra mesa,nacho estudio en gijon,y ha aprendido en el negocio familiar,vamos que no ha estado en otras casa aprendiendo,tiene su merito,note toques mugaritz,toques etxebarri y toques nacho manzano,y reconozco que michelin acierta con las dos estrellas,y a un precio de una ,85+iva el menu y tienes otro menú clásico a 44+iva,seria que acerté con el día ,aunque creo que sera común,para que halla mantenido por segundo año consecutivo la segunda estrella,un saludo y si es posible hablemos de comer y beber,que es lo que nos gusta.

  • solo por ver esto ya merece la pena subir hasta el restuarnte

    solo por ver esto ya merece la pena subir hasta el restuarnte

  • recuerdo al etxebarri y un toque poblet

    recuerdo al etxebarri y un toque poblet

  • recuerdo al mugaritz

    recuerdo al mugaritz

Situado en una bonita aldea cercana a la localidad de Arriondas, "Casa Marcial" ocupa una edificación de estilo tradicional reformada recientemente. Cuenta con dos comedores, uno en la planta baja y otro en la primera, con capacidad para bastantes comensales pero el domingo de nuestra visita sólo estaban ocupadas tres mesas (un total de once personas, incluidos nosotros). Nos llamó la atención, a priori, que un restaurante así tenga una ocupación tan baja. Algo que, sin embargo, comenzamos a comprender al terminar el almuerzo.


La atención fue correcta y educada en todo momento. Aunque esa búsqueda continua de corrección la hiciera muchas veces resultar algo impostada y teatral. La naturalidad se pierde para recuperar un trato almidonado (como la excelente mantelería).

En cuanto a la comida, optamos por el "MENÚ DE NUESTROS CLÁSICOS". Compuesto por:
* Aperitivo de la casa: se trató de una rodaja de aguacate con anchoa y espuma de algo (que no recuerdo) pero que no sabía a nada. Una apertura muy mediocre.
* Croquetas de jamón caseras. Lo que el propio nombre indica. Pasan sin pena ni gloria. No encontramos nada que las haga especiales, excepcionales o diferentes.
*Revuelto de la casa sobre torta de maíz: a base de cebolla, algo requemada, sobre una masa inflada de maíz.
* Fabada asturiana: Un plato de correcta fabada servida a destiempo (dos de los platos tardaron en llegar unos cinco minutos). Igual que en lo anterior, nada te sorprende. Una fabada como cualquier otra.
* Arroz con pitu: Arroz con pollo de corral como el que podría ofrecer cualquier mesón del Principado; pero que nadie se olvide que estamos sentados a la mesa del que presume de ser uno de los mejores cocineros de la zona.
* Tocinillo con virutas de aceituna: de una consitencia gelatinosa muy poco conseguida y un sabor incierto y poco definido. Se acerca mucho más a lo asqueroso que a lo delicioso.
* Arroz con leche: si el postre anterior suspende, éste aprueba pero se queda sólo en el suficiente raspado. Seguramente cualquier abuela lo hace mucho mejor y no posee ninguna distinción gastronómica.

En resumen estamos ante un menú correcto para un mesón, pero muy mediócre si tenemos en cuenta tanto la categoría con la que se vende el restaurante como el precio que nos cobran por él. Cincuenta euros es un precio excesivo para lo que se nos ofrece. Que nadie espere obras maestras, porque la maestría sólo se paga; no se ve. Para nosotros, decepcionante.

Visitamos Casa Marcial un buen amigo y el que suscribe. Una completa decepción. De los tres menús disponibles, además de la carta, Clásicos Asturianos, Clásicos de Nacho Manzano y Gastronómico optamos por este último, compuesto por 10 platos. De todos ellos sólo salvaban el tipo los 2 postres y la vieira, en el que la calidad de la materia prima había logrado resistir el desaguisado que fueron, para mí, los restantes 7 platos.

¿Cómo se come esto? La cocina de Casa Marcial (a Nacho Manzano no le vimos y, por lo que pude intuir, como explicaré más adelante, creo que se encontraba ausente) no sobresale ni por la calidad de la materia prima, ni por la fusión de sabores ni por la técnica de elaboración.

Descontando la mencionada vieira y unos chipirones de potera, que creo que hasta yo podría cocinar mejor, el resto de los platos muy normalitos, rape, dos platos de salmón, cordero... Los platos llegan muy deslavazados, cada ingrediente se localiza con facilidad y es casi siempre imposible combinar los diferentes ingredientes de cada plato adecuadamente para fusionar sabores. En cuanto a la técnica los platos con espumas y geles, encontré insípidos los primeros y simplones los segundos. Como escribiría Abraham García, las espumas sabían a algo menos que el agua.

Como nota positiva acompañamos la comida con un albariño, Sketch 2007, en el que creí reconocer unas notas saladas, quizás tras la aclaración de una de las camareras que atendió la mesa y que hizo las veces de sommelier, de maître y hasta de Nacho Manzano, de que las barricas se encuentran bajo el nivel del mar y que, por esa razón, algunas personas, como yo mismo, le encontraban cierto sabor salado.

Las mesas las encontré demasiado juntas y mal colocadas. Otro comensal se llevó un fuerte cabezazo al levantarse, ya que su silla se encontraba justo debajo de una de las lámparas colgantes.

Lo peor, no obstante, fue el servicio. Intentaron imponernos un ritmo frenético desde el comienzo, como si cada vez que salían del salón les fustigaran con una vara. Llegaron, incluso, a intentar quitarme uno de los primeros platos cuando estaba apurando la salsa, ya que, desde que se abrió el telón la función ya apuntaba más a tragedia que a comedia.
Fuimos atendidos por hasta 4 camareros distintos.

Una nota muy negativa, que también aprecié en el Aquelarre (Akelare en V. O.) fue que ninguno de los platos del "Menú Gastronómico" aparecían en la carta. Por eso me sorprendió aún más que en la mesa adyacente sirvieran chipirones de potera como plato, una opción que, a nosotros, no se nos ofreció en ningún momento.

Cuando preguntábamos por la naturaleza de algunos ingredientes la respuesta más común fue: "lo siento, pero no sé lo que es", y, cuando la camarera que hizo las veces de Nacho Manzano nos preguntó sobre nuestro parecer al acabar la función y respondimos: "irregular", ella se limitó a decir "intentaremos mejorar". Ciertamente, siento tener que decir que me dio la impresión de que Casa Marcial es, hoy en día, tan sólo algo más que un fast food.

Como apunte final mientras que, mediada la comida, caía una tromba de agua, una de esas nubes de verano tan comunes en Asturias, empezamos a ver, a través del ventanal que daba a la doble altura de la cocina, como todo un reguero de agua de lluvia caía a través de una gotera. No sé, quizás sea un ingrediente secreto de alguno de los platos.

Mientras que la cocina de Nacho Manzano hace aguas (textualmente) me sorprendieron las dimensiones de su residencia, adyacente a los rústicos y humildes edificios que conforman la sala y la cocina. Todo un ejercicio de arquitectura (quizás sería más adecuado decir prepotencia) alpina moderna bastante brutal. Bastante más grande la residencia que el negocio. Como la vimos deshabitada en ese día y no vimos el correspondiente Cayenne o similar al pie intuimos que Nacho Manzano no se encontraba al pie del cañón ¿Quién sabe? Quizás bajó a tomar unas sidrinas y unos bollos preñaos hasta Arriondas.

Restaurante situado en un bello entorno de Asturias.
Siguiendo las indicaciones llegamos a la casa de Nacho Manzano.
Un comedor pequeño, bonito, decorado de manera tradicional.

Optamos por el menu gastronomico, con dos cambios. Incluir el famoso arroz con pitu y el arroz con leche.

Consta de 10 platos. Notables la mayoria de ellos. Donde sobresalen:

-Oricio con holandesa, hierbas y yogurt (el mejor plato de todos)
-Puerros jovenes, zanahorias, espinacas y mayonesa de cocido (sencillo con gran sabor y preparacion)
-Salmo tibio con coliflor espumosa y en cuscus, patatas y hojas ahumadas.(magnifico salmon)
-Arroz con pitu de caleya (estupendo arroz que hace honor a su fama)
-Arroz con leche (magnifico, nada tiene que envidiar al de Casa Gerardo)

Los restantes a buen nivel con algun bajon como el aguacate con anchoa, la merluza y el otro postre: sacher de frambuesa.

De aperitivo una estupenda croqueta y no menos la crema de afuega´l pitu.

Una vez terminada la comida, la sensacion es buena, pero yo echo en falta algo de emocion en los platos. Casi todos cumplen, pero no hay alguno que me quede en la memoria.
Estamos hablando de un 2 estrellas michelin. Tendria que ofrecer algo mas.

Hemos estado probando el menú gastronomico al que añadimos unas cigalas por 10€ de sumplemento por persona.
Hay que reconocer que tiene mucho mucho mérito hacer una propuesta tan arriesgada tan lejos.
Los platos de más nos gustaron fueron:
El boqueron relleno de anchoa en salazón con salsa de almendra tostada, los puerros jovenes con zanahorias de la huerta y el mero.
He hecho un video que puede resultar interesante para quien piense hacer el viaje.

http://www.noselepuedellamarcocina.com/2010/04/16/casa-marcial/

Lo primero de todo, es decir que el restaurante esta en el quinto pino.
Sabado noche, dos comensales a la mesa, nos recibe Nacho Manzano muy amable a la puerta.
Comedor muy acojedor, paredes de piedra, mesas blancas muy bien vestidas, vajilla y cristaleria de calidad.
Nos decidimos por el menu gastronomico, 80€+IVA.
Nos sirven dos aperitivos mientras elegimos el vino, mantequilla de citricos y croqueta de jamon, se agradece.
Comienza el menu:
Aguacate con anchoas, parmesano, piñones y albahaca, muy flojo y algo soso.
Oricios al natural con holandesa acidulada y hierbas aromaticas sobre yogurt, el plato que mas me gusto.
Vieira con tocino iberico y algas, buena textura con sabor a mar.
Puerros jovenes con zanahorias de la huerta, espinacas y mayonesa de cocido, pues eso puerros.
Morros de ternera, con verduras, ricos, muy buena textura.
Salmon tibio con coliflor espumosa y en cuscus, patatas a la parrilla y hojas ahumadas, salmon perfecto de punto, parecia mantequilla.
Pescado del dia, resulto ser lubina con una especie de salsa de berberechos, tambien perfecta de punto.
Cochinillo confitado con cebolleta, bueno.
Cremoso de aguacate con limon y cafe, pasable.
Chocolate con leche, te verde, lichis y piñones, no me gusto nada.
Respecto al vino, carta con muy buenas eleccionees de cada D.O opte por El Pecado que estaba a 37€ una ganga, pero estaba agotado y al final nos decidimos por Champagne Andre Clouet Gran Cru 34€, buen servicio.
Terminamos la cena con dos GT de Citadelle a 9.50€.
Al finalizar la cena Nacho se nos acerco a la mesa y estuvimos un rato conversando e intercambiando opniones.
En definitiva, habia puesto muchas espectativas con su reciente segunda estrella Michelin, pero ningun plato me a llegado a emocionar.

La comida de Nacho es abrupta, loca, genial y disparatada. Me encanta. Menu largo (de 2 entrantes, 10 platos y 2 postres). Me parece uno de los grandes cocineros de España porque su genio nace en los platos no en la cabeza, ese otoño 2009 le pega unas cuantas vueltas a otros famosos (Quique?). Es un cocinero aparentemente poco preciso y delineado pero la sensación sápida de sus platos demuestra que hay trabajo detrás y mucho. Me gusta mucho.
El punto del salmon salvaje ha sido el plato de salmón que más me ha descolodo: inicialmente pasa desapercibido, luego va creciendo hasta convertirte en un monstruo de sutileza. Crema, amargos, picantes. magnífico.
La becada intensa y sabrosa (llega a la altura de los muslos de ca l´enric, pero no a aquella magnífica pechuga). Lo que nadie se puede perder es el arroz con pitu de caleya, acojonante, cocina de la memoria(PITU?) hecho desde la modernidad.

El problema que encuentro con la valoración que permite Verema es las franjas tan grandes que no admiten las sutilezas.
cocina: 9,3
sala: 9,0
servicio del vino: 8,0 (bueno carta de vinos a magníficos precios pero no hay sumiller, y a mi que me importa!!!! La hermana de Nacho suple la falta de sumiller con su angelical simpatía.
La media sale superior a casa Gerardo (cosas de Verema), yo haré doblete cada vez que pase por Asturias

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar