Ultima cena del año 2015 en Barcelona. Tras dejar a nuestra hija en la Estación de renfe, nos dirigimos al restaurante Dos Cielos, donde teníamos una mesa reservada a las 21 horas del miércoles 30 de diciembre.
El restaurante está ubicado en el piso 24 del Hotel Melia Sky, situado al lado de la Diagonal, en el barrio de Sant Marti, frente a unos bonitos jardines diseñados por Jean Nouvel.
En cuanto llegamos, una amable recepcionista se hizo cargo de nosotros y tras hacernos atravesar la cocina, nos puso en manos del maître, que nos acompaño hasta la que iba a ser nuestra mesa, pero ¿ no os parece que falta algo ? cuando atravesamos la cocina hubiéramos tenido que ver a los hermanos Torres, ¿no? y no los vimos... que pasaba pues... le pregunté al sumiller que a que era debido que los chefs no estuviesen allí, ya que me hubiese gustado conocerles y me respondió que hacia muy poco que se habían ido. Al cabo de pocos minutos un camarero me trae un teléfono móvil y me informa que Javier Torres querría hablar conmigo. Que sorpresa, casi me quedo sin habla !! Tras excusarse por haberse tenido que ausentarse de la cocina por un caso de fuerza mayor, estuvimos dialogando un buen momento por teléfono sobre su cocina, su restaurante, sobre la estancia de su hermano en Montpellier, etc, etc.. e intercambiamos nuestras direcciones personales para una nueva y próxima visita a Dos Cielos. Me emocionó. Que gesto !!!
Desde el comedor principal del restaurante, totalmente acristalado en todo su contorno se divisa una vista fabulosa de Barcelona a vista de pájaro. Paralelamente a éste, y tras cruzar un pasillo, se encuentra, frente al Mediterráneo, una terraza acristalada y descubierta con algunas mesas en donde en verano debe ser muy agradable poder comer, una zona de barra y un chill out para tomar simplemente un café o una copa y desde donde la vista es también alucinante.
La sala no es muy grande, aproximadamente la mitad de ella está ocupada por una gran cocina a la vista, y la otra mitad por el restaurante, muy elegante, moderno, decorado con una mezcla de tonos blancos y rojos adornados por los reflejos de las grandes cristaleras y de las luces de la ciudad condal. Tiene, si no recuerdo mal unas 10 mesas, amplias, muy bien vestidas con buenos manteles, buena vajilla y cubertería (cuchillos franceses Deejo para la carne) y buenas copas de la marca zwiesel 1872, están bien separadas las unas de las otras, y las butacas son muy cómodas. Nuestra mesa estaba situada justo al lado de un gran ventanal, delante de una moderna bodega acristalada.
El servicio de sala dirigido por Marc Gomá es muy bueno, atento, servicial, siempre presente, discreto y muy profesional. El servicio del vino también es muy bueno, Koldo Rubio es un sumiller muy atento y disponible. La carta de vinos es muy importante, unas 400 referencias, aunque me pareció un poco cara, desproporcionada en relación con otros restaurantes, casi (solo casi) a precios de mi país.
Que decir que no conozcáis... de los mediáticos hermanos gemelos que están al frente de los fogones. Javier y Sergio Torres, antes de abrir Dos Cielos en el año 2008, y tras haber cursado ambos estudios de cocina con Josep Lladonosa, un referente de la cocina tradicional catalana, en la escuela Arnadi (Hofmann), cada uno por su parte se forjó su propia experiencia y continuó sus estudios pasando por grandes cocinas españolas y europeas, el primero por Neichel, Philippe Rochat, El Rodat de Javea (su primer restaurante), Can Fabes, Sant Celoni y el segundo también por El Rodat de Javea, Alain Ducasse, Le Jardin des Sens, Plaza Athénée y Akelarre. También montaron un restaurante (Eñe) en Sao Paolo pero ya no lo tienen. Su bagaje es impresionante y se nota en su cocina, una gran cocina de producto de primerísima calidad con una técnica muy depurada, con un pie en la tradición pero que con una gran imaginación la convierte en una magistral cocina de autor. Muchos de sus productos provienen de su huerto situado en el piso 30 del hotel. En la cocina están secundados por el Chef Albert Pujol. Hay unas palabras escritas en su cuaderno del menú que definen bien lo que quieren transmitir : " Queremos, que recuerdes sabores de la infancia, que te emociones con la belleza, que descubras la naturaleza en cada bocado, provocarte sin ofenderte, hacerte simple lo difícil.
Como hice en mi anterior comentario sobre el restaurante Disfrutar, solo colgaré 6 fotos de la cena para preservar la sorpresa de cada plato, de manera que los podáis descubrir in situ cuando lo visitéis, si lo hacéis durante este invierno.
Nos propusieron, sea tomar el menú degustación o sea cenar a la carta (raciones y/o medias raciones). Optamos por el primero.
Como aperitivo, fuera del menú, pedimos un par de copas de cava y el sumiller nos sirvió un Gramona Gran reserva Brut Nature que encontramos delicioso y que acompaño los dos snacks del menu degustación Invierno compuesto de 14 platos (2 snacks, 8 salados y 1 pre postre, 2 postres y petits-fours)
Comienza el espectáculo :
Hoja de Invierno Crujiente en forma de hoja de plátano, con incrustaciones de laminas de setas
Tavella Trampantojo de una alubia con caldo de cocido fermentado.
A continuación nos trajeron los panes que iban a acompañarnos durante toda la velada, extraordinaria selección de panes caseros , de nueces, olivas kalamata, brioche de pipas de girasol y orejones, pan de pizza y pagès con un recipiente lleno de aceite de Córdoba (picual y hojiblanca) para degustar, que encontré para mi gusto extremadamente potente.
Tras elegir el vino, un vino de Terruño blanco barrica D.O. Penedès Gramona Xarel-lo Ecològic Font Jui 2013 Gramona, Sant Sadurni d'Anoia, Variedades de uva : 100% Xarel-lo procedente de uvas ecológicas y crianza con sus lias durante 3 meses en barricas de 300l de roble francés. Lo encontré con mucho cuerpo, muy refrescante y largo en boca. Al comentarle al sumiller que me gustaba, me respondió que era lógico ya que se trataba de un Gramona... Lo cierto es que acompaño perfectamente todo lo que sigue.
Fuera de menú, a continuación nos trajeron , regalo de la casa, unos excelentes Camarones
Siguieron :
Caracolines de mar presentados sin su caparazón en un cuenco redondo.
Carabinero de Huelva con algas atlánticas, esferas de pepino y pimienta de Sichuan sobre un lecho de salsa bearnesa con reducción de la cabeza del crustáceo. Presentación muy cuidada, nos recomiendan comenzar por la flor de Sichuan, para potenciar el sabor del crustáceo, que nos inunda la boca de agradables sensaciones gustativas para continuar después con el carabinero, ligeramente pasado a la plancha, casi crudo.
Lagrimas verdes Guisantes lagrima del Maresme con una reducción de jamón ibérico.
Buey de mar En ravioli con una emulsión a base de leche de coco y aceite de dende y flores.
Raviolis Foie gras en jugo de foie con trufas, olivas de kalamata y tomates deshidratados.
El Caliz Un recipiente en forma de cáliz tapado con una fina oblea con sabor a ajo y marcada con los símbolos de los hermanos Torres, encierra una composición de crema de ajo negro( fermentado 40 días a 60°) de las Pedroñeras con crumble de pan negro de malta.
La madre y el hijo la madre, el esturión, con los hijos, el caviar, cocinados en una salsa a base de mantequilla.
Cochinillo en dos cocciones, primero 12 horas al vacío y después a la manera tradicional, con su jugo y manzana. El cochinillo procede de una explotación que los hermanos Torres tienen en Extremadura.
Pre-Postre :
Eucalipto Para limpiar la boca y embriagarse con el olor. Helado de Eucaliptus presentado dentro de una piedra humeante llena de sus frutos. Para comer en un solo bocado.
Postres :
Mandarina Diferentes texturas a base de mandarina y de chocolate.
Azafrán Azafrán, chocolate y oro.
Finalizamos con dos buenos cafés, acompañados de Turrones en dos presentaciones diferentes : 2 bombones de turrón en un precioso estuche, como si se tratase de una joya y otros 2 de jijona de forma cilíndrica puestos de pie sobre un trozo de madera.
La cuenta ascendió a 144 €/persona. Buena RCP.
En muy pocas palabras, y para resumir lo ya expresado al principio de mi comentario, decir solamente que se trata de un restaurante de muchísima altura, un top de Barcelona capital con un par de Chefs que forman parte de la "Cour des Grands"... una gran experiencia gastronómica a repetir sin moderación... Muy recomendable. Volveremos para degustar el nuevo menú de primavera. Pienso que una segunda estrella michelín seria muy merecida.
Azafrán
El Caliz
Buey de mar
Lagrimas verdes
Carabinero de Huelva
Camarones
Sí señor, como impacto global y total describiría la sensación que tuve. Probablemente el mejor restaurante, el más completo al menos que he visitado este año. Perfecto a todos los niveles. Lo primero su cocina, excepcional y sobre todo fruto sin duda de la experiencia , de la ausencia de improvisación , del asentameinto, sin perder lujo, creatividad, originalidad y producto, perfecto¡¡¡. Excelentes vistas, excelente local, excelente servicio, distinguido y a la vez cercano, amable, adaptativo, lo que esperamos, lo que haga falta... En Dos cielos, los platos parecen ser fruto de años de trabajo, pero a la vez de años recientes de trabajo, es decir, es una cocina profunda sólida, pero absolutamente actualizada, contemporánea, con ausencia de estridencias y también de anacronismos. Y todo redondo y rico, riquísimo: difíciles tomates y capellanes, deslumbrante café XXl, espárrago blanco uhmmmmmm, que textura a la altura de los de Nerua. En fín no sigo, que otros describen con detalle y acierto lo mismo. Un placer, el vino también muy caro, eso sí, demasiado y un buen sumiller casi inactivo , lo justito para servir , una pena...
Gracias de nuevo Oscar, pensaba ir y tú me confirmaste
Por cierto que pasa con su segunda estrella??, en este caso increible que tenga una
En Dos Cielos se busca por encima de todo la suculencia de una forma elegante. En los platos prima el sabor, pudiendo calificar la culinaria de tradición modernizada ó contemporánea. Fiel reflejo de los pasos de Sergio y Javier por casas como Alain Ducasse, Plaza Atenée, Philippe Rochat, El Racó de Can Fabes. Una de las grandes conclusiones que uno extrae al ver a los hermanos Torres cocinar es que no hay contemporaneidad sin tradición.
De la aventura televisiva y de esa vuelta profunda por nuestro país, se observan homenajes a ciertos productos como el jamón y el cabrito extremeño, el ajo negro de las Pedroñeras, el carabinero. Destaca a su vez la estética de los emplatados resultando éstos vistosos y limpios.
El restaurante se sitúa en el piso 24 del Hotel Meliá Sky. Se disfrutan de unas hermosas vistas sobre la Ciudad Condal, destacando ante nosotros la Sagrada Familia. El entorno es moderno y funcional. La cocina sorprende, ya que se sitúa a la vista del cliente sin ninguna separación entre ella y la sala. Aun así, la tranquilidad es total. Pareciera que no estuvieran cocinando, no hay gritos, ni ruidos, ni olores. Se cocina a través de miradas de complicidad culinaria. Una de las salas de más categoría que nos hemos encontrado.
De su pasada estancia en Brasil, se han traído la mandioca y con ella realizan un bizcocho de polvillo relleno de crema de raíces que nos resulta crujiente, algo etéreo. Fino pero con falta de pegada.
Sin pausa, llegan los erizos de mar: pan de algas con yemas de erizos, caviar de aceite y algas junto con un consomé cítrico de galeras con plancton y tinta de calamar. Espectacular, sabroso, yodado, crujiente y meloso. De más a menos en cuanto a sabor, ya que la potencia del consomé es controlada. Éste reconforta, casi nos limpia y trae recuerdos de salitre, de caracolillos, de esos niños con su redeño intentando capturar algún molusco. Un plato que conjuga producto, tradición y técnica.
De gran frescor y muchos matices resulta el tomate y capellanes. Diferentes ahumados se sitúan de forma armónica simulando las agujas del reloj como en aquel plato de especias de El Bulli. La salinidad y el ahumado de las “horas” van aumentando en el sentido de las agujas. En la mecánica del reloj se sitúa un agua de tomate llena de gusto que se cristaliza en su parte exterior. Fresco, reconfortante, sensaciones de rocío y sal.
Siguiendo la línea estética comentada anteriormente, la berenjena frita con coriandro, cominos, y verdolaga. Un plato de tremenda elegancia que se llena de matices a través de un buen número de secundarios como el pimiento rojo, la verdolaga, el amarantto, la mostaza y un gran cantidad de especias y flores. Por encima de la verdura, piel de patata que le da esa cobertura blanca y papel de plata comestible recordando a restos de un asado más convencional. Ejemplo de colocar en el podio un producto “normal” y rodearlo de otros para producir una gran obra. Resulta de textura cremosa y complejo en cuanto al elevado número de matices.
Continuaríamos con una serie de platos en los que destaca el protagonismo de un producto. Para comenzar la primera florada de guisantes lágrima con espárragos blancos. Nos resultan crujientes con un punto de dulzor. Combinación perfecta con ese toque terráceo de los espárragos que se exponen a través de una ligera royal. Producto y academicismo.
Se continúa con el Ajo Negro de Las Pedroñeras . Procedencia presumiblemente japonesa. Se fermenta durante 40 días a 60ºC para alcanzar ese sabor y tono. Dos bocados; por una parte una hostia con sabor ajo (representando lo que el ajo negro es para los Torres) y por otra parte en diversas texturas: crema, “crujiente seco”, flor. Una muestra de lo que se puede desarrollar con un solo ingrediente que normalmente funciona como un acompañamiento. Un aderezo con enjundia que actúa de actor principal. Análisis, estudio, pero sobre todo cariño.
Con la cuchara se ataca, el ravioli de foie gras, tomates y secos y aceitunas negras. Cada día se realiza la pasta fresca y se rellena con el foie fresco y castañas. Un consome no excesivamente potente para que el ravioli sea protagonista. Probablemente el plato más convencional del menú.
Llega el turno del jamón en un plato titulado Jamón, Jamón. Suculento, untuoso, sin ser graso, un escándalo de fondo con toques florales a partir de un jamón de Extremadura. Reflejo de un tremendo refinamiento. Sobresaliente.
Fuera del menú, solicitamos la posibilidad de probar alguno de los arroces de los Torres. Nos ofrecen un arroz meloso de pescados y pulpo. Profundo, de textura casi aldente, muy meloso. Detalle no incluir en el precio final esta degustación.
El carabinero se saltea unos segundos en la plancha de forma que se presenta en un punto aldente en textura. Su sabor se potencia a través de una liviana salsa holandesa de sus cabezas y cítricos. Sencillez y tradición alrededor de un producto que poco más necesita. Acertadísimo.
El cabrito lechal a la brasa provoca reminiscencias. Se acompaña con ciruelas de temporada, anchoas, ajos confitados y migan de pan que aportan ligeros matices dulces y salados. Carne de sabor regio. Cocido a baja temperatura, marcado a la brasa de encinas y sarmientos. Sabor amplio, intenso, largo potenciado por un buen jugo. Recuerdos a pastos, hierba tanto en el gusto como por la etapa olfativa.
Complejidad y texturas son las principales características del gin tonic. Postre que como el combinado parece que sigue vigente. Como no podía ser de otra forma, nos resulta muy refrescante. De alto número de composiciones como una gelatina de tónica, moshi de ginebra, helado de limón, …. Amalgama de urdimbres que conforman un gran postre.
En ese línea de armonía visual, el café XXL compuesto de granos de café salados, ron, cacao, vainilla, anís. Un postre de envergadura, menos goloso de lo que su nombre indica y con ciertos matices de alcohol interesantes. Una especie de carajillo dell siglo XXI.
Dos Cielos es un gran restaurante. Por entorno, por cocina y por un servicio de elevado nivel. Detalles en las explicaciones de los platos, en permanente estado de atención a cualquier vicisitud de la mesa y con la cercanía justa. De esos servicios que mejoran claramente la experiencia gastronómica.
Como en algunas otras ocasiones, carta de vinos con precios demasiado elevados (x3 aprox) y más cuándo alguno de ellos se solicitan por copas. ¡Cómo mejoraría la oferta con un maridaje a un precio justo¡.
Experiencia gastronómica completa
Como siempre post completo y fotos en http://www.complicidadgastronomica.es/?p=4869
Aunque todavía tengo comentarios atrasados, para que no me digáis que siempre ando parasitando a mis compañeros de mesa, os voy a comentar mi experiencia de este viernes en los dos cielos, a modo de entradilla, para que os preparéis para el que sin duda será un mejor relato de mi compañero de mesa Isaac.
Antes de sentarnos a la mesa donde nos esperaba el amigo Fernando, pasamos por la cocina, donde nos saludaron los hermanos torres y su equipo, por cierto tan simpáticos como parecen en la tele, la cocina esta a la vista.
Mesa enorme, bien vestida, local con no demasiadas mesas, bien vestidas y un servicio de lo mas profesional, a veces rozando lo exagerado, es cosa mía pero cada vez que te levantabas de la mesa, te esperaban para acomodarte la silla, pero como digo servicio de diez .
Nos tomamos fernando y yo una copa de cava de juve camps, creo que la de cinta púrpura.
Para empezar con los aperitivos, bizcocho de polvillo, elaborado con harina de mandioca y relleno de rábano ingles y lima, refrescante.
Erizo y pan de algas, aquí ya empezamos con el festival de sabor, sobre un pequeño recipiente en el que uno de los hermanos ha elaborado un consomé cítrico de galeras con plancton, erizos y tinta de calamar se encuentra un pan de algas con las yemas de erizos de mar, una pasada de sabor.
Tomates y capellanes y salazones, a modo de lago helado por el invierno se nos presenta este plato, con una textura en su base entre gelatinoso y helado, por encima de este lago de sabor, tomate, huevas y salazones, seguimos con el sabor por bandera.
Berenjena frita, coriandro, comino y verdolagas, la mejor berenjena que he probado, con especies, amaranto, plato muy currado, con papel de plata comestible, recordando a el utilizado en los asados al horno.
Lagrimas verdes, guisantes de lagrima del maresme, al denté sobre una royal de espárragos blancos, espectacular, que palto mas redondo, sencillo y perpetuo en la memoria, sobre todo para mi, que soy de memoria frágil.
El cáliz, en un recipiente con forma de pequeño cáliz, en el que se encuentra una crema de ajo negro y también tierra de ajo negro, producto que últimamente esta muy de moda y que a mi me gusta mucho, y al que le doy en casa o mejor dicho le hinco el diente, bueno pues sobre este mini cáliz una ostia consagrada con sabor a ajo, hacen que así si se pueda comulgar a gusto.
Ravioli de foi-gras, plato de cuchara, raviolis rellenos de foi-gras, castañas y tomate secos con aceitunas y con un consomé.
Jamón jamón o el plato que nos dejo a los tres relamiéndonos, en un bonito recipiente de cristal y rodeado por trocitos de pan y flores, un néctar de gelatinoso de reducción de jamón extremeño, elaborado con un tino, un acierto y una precisión de quitarse el sombrero, que sabor, que acierto en las cantidades de producto, excelso y excelente.
En este punto nos añadieron un arroz, que Isaac, conocedor de la buena mano de los torres para estos menesteres, pidió y que tuvieron la deferencia de no cobrar, para nosotros de pescados y para fernando de setas dada su alergia a los crustáceos , prefirió no arriesgarse con el fondo del arroz, ambos muy bien elaborados, con arroz bomba del delta del Ebro.
Seguimos con carabinero de Huelva, magnifico producto del mar, acompañado de algas de mí amada Galicia, hierbas, pepino, cebolla y encurtidos, con pimienta típica de las amazonas y acompañando una bearnesa de carabineros y cítricos, que estaba para untar con el dedo y el carabinero en su punto optimo, para nada pasado.
Para fernando un plato, creo que de mero, no estoy seguro, de lo que si me acuerdo es que le pareció espectacular.
Cabrito lechal , criados en libertad , de origen extremeño , cocido a baja temperatura y luego marcado a la brasa de encinas y sarmientos , con ciruelas , un toque de anchoas , ajos confitados y migas de pan casero , me recuerda a alguna de las elaboraciones estupendas que hacen en la tela , decir que yo que soy de cordero , alucine con este sabor , esto no se si lo he soñado o me lo han contado , pero juraría que el joven que nos atendió , nos comento que se criaban con leche de oveja .
Por cierto pocas veces he visto a alguien tan implicado y tan al tanto de todos los platos y elaboraciones como este joven.
Antes de empezar con los postres, nos pedimos media ración de quesos, aconsejados por otro joven, también muy bien preparado, escogimos tres, del que mejor recuerdo tengo es de uno de Lanzarote, creo, pero espero que Isaac complete este apartado, así como el resto con su magnifica prosa.
Gin-tonic, elaboración muy refrescante con laboriosas creaciones.
Café XXL, no soy mucho de café, pero en postre y dulcificado lo tolero mejor, en distintos formatos, café puro.
Y para acabar y a modo de petit tour para el café, la joya, bombón relleno de cupuacu, haba de cacao, viene en una bonita caja, aunque como nosotros salimos a la terraza a tomar el café, nos las trajeron en un plato y es que la caja es tan bonita que fuera del local se las han llevado.
Varias clases de pan a gran nivel, sobre todo uno de tomate y parmesano del que me tome casi to.
Para beber cava, Agustín torello a 45€, aquí los precios vienen reflejados como dios manda, con el iva incluido.
Un blanco do Ferreiro de añada actual a 35€, copa de pago de capellanes, crianza 2011 a 9€, las copitas de cava del aperitivo del juve a 11€ y tres copitas de lustau añada 1997, oloroso abocado a 9€, cada una.
Decir que el precio del menú fue 110€, precio que me pareció excelente para lo comido y lo disfrutado , sin embargo los precios de la bebida son de local de tres estrellas o al menos me lo parece a mi , por eso mi valoración de la relación calida precio total , 10+4/2=7.
Resumiendo, aunque ya es tarde para esa palabra, me ha encantado el menú, la compañía, el servicio y los chefs y su equipo lo que no acabo de entender es el precio del vino , creo que es de las veces que mas me ha sorprendido , dado que el local es una estrella , pero por supuesto merece y mucho la pena visitar esta gran casa de comida .
DOS CIELOS o TRES
Mejor acompañado que solo.
Javier Azcona. www.thedocadhocconcept.com
RESTAURANTE 2 CIELOS
Hotel Melia Sky. Hotel Me Barcelona
C/ PERE IV. 272-286
08005
BARCELONA
933672070
www.doscielos.com
[email protected]
CRÓNICA AD HOC
Una vez más subimos por un ascensor al cielo…bueno, ..esta vez a dos cielos, uno para mi acompañante y otro para mi.
La recepción y entrada es en un pasillo algo luminoso, con unas “niñas” esperándonos, las cuales comprueban la reserva y te dirigen a la cocina, por donde vas a entrar a la mesa, y además, saludando a los 2 chef, los gemelos, ambos twins knock twice.
Esta noche estamos ante una “table” bien situada, céntrica, visual a cocina, donde trabajan los chef. Ambiente cálido y acogedor, con luces íntimas y una cava de vinos muy visual “ in red”, que compartimenta los diferentes espacios. Por fin nos sentamos en la mesa, y nos recogen los abrigos y enseres, para que disfrutemos de la velada. Para ello, acuden a la mesa el Maitre, la sumiller y los camareros, los últimos son jóvenes con preparación básica, el resto con finura extrema.
-Les apetece tomar un aperitivo?
-Claro que nos apetece un aperitivo, y de Jerez ,..oiga!.
La carta de vinos es un libro bien diseñado y completo, bien forrado. Fuera de carta encontramos alguna joya, pero de Jerez,….poquito.
Aperitivos y MENÚ
Como aperitivo tomaré una Manzanilla Fernando de Castilla. Muy correcta en su gama. Mientras tanto,…. hemos elegido un Champagne WILLIAM-DEUTZ Millesimé1998 para la distendida velada, que se complementará por otras copas de vino muy diversas.
Como comentario leve, el personal de mesa, cuando comienzan a enseñarte los platos, los describen demasiado rápido, sin total posibilidad de acumular datos interesantes. Es una mejora clara.
Comenzaremos describiendo los 2 aperitivos y sus notas de Presentación (P), Textura (T), Sabor (S). Después comienza el menú de Otoño 2014. Terminaré con los postres variados.
APERITIVOS
Tomates y Capellanes (especie de bacaladilla), en falsa maceta y falso tomate.
P-9
T-9,5
S-8
Maridaje con Manzanilla
Bizcocho de polvillo (Mandioca) - rábano - lima
Un plato crujiente, templado, un poco graso en boca. Su origen está en el Brasil del siglo XVIII
P-8 la comida, 10 la piedra
T-9,5
S-8
MENU
Algarrobas en Collserola
…con sus algarrobas sobre la mesa de los comensales. Buen tamaño del plato, buena madera.
P-10
T-9
S-9,5
Maridaje perfecto,….un Oporto Tawny Quinta Do Noval …muy ad hoc.
Granizado de Tomates, aceitunas y salazones (Marina Alta)
Como una sopa bien visual, se nos presenta en frío un plato con postgusto algo picante. Tampoco es cómodo de comer el plato, excesivo.
P-9,2
T-8
S-8,5
Berenjena frita, Coriandro (Cilantro), Comino, Verdolagas (Portulaca oleracea)
La berenjena con piel de patatas, ajo, pimiento rojo, verdolagas (planta de tallo, suculenta, considerada maleza y usada por sus propiedades omega 3 y culinarias), amaranto (hierba de origen Indio cultivada como cereal y usada en cocina por su alto nivel alimenticio). Mostaza, especias.
Maridaje con Fino jerezano o vino del Jura para esta fusión de vegetales.
P-9
T-9
S-5, por estar sosa y fría. Mejor estaría templada, salada y crujiente. El toque final ahumado marida también con la salinidad de la Manzanilla.
“El Cáliz”, Ajo Negro de “Las Pedroñeras”
El mejor ajo con DO. de España, con posible origen japonés. Se fermenta 40 días a 60ºC, potenciando las propiedades del mismo y siendo más saludable para el ser humano. Los chef nos presentan un Cáliz, como guiño al ajo, sangre y su ostia.
P-9,5-10
T-9
S-10..trufa blanca
Maridaje ad hoc sería claramente una magnífica comunión real, con vinos volcánicos de Sicilia, uvas Pinot Grigio o Greco di Tuffo del Piamonte.
SETAS-PISTACHO-PIÑONES (Novedad)
Plato fuera de carta que los chef hacen posible que probemos en primicia para “thedocadhocconcept.com”
P-9,5. Es un plato flambeado con coñac.
T-10
S-9, y no es un 10 por ser un Foie algo lácteo
El maridaje perfecto sería un Palocortado de Bodegas Tradición (Jerez), y en tintos, podríamos soñar con Mallorca y un vino Sa Rota CS-Syrah de Bodegas Bordoy, llamado Terra de Marés. El restaurante propone un vino blanco con barrica de Bodegas Finca Allende.
Carabinero de Huelva, algas gallegas, pepino, cebolla, encurtidos, pimienta de Jambú y estragón con bearnesa de carabineros y cítricos
P-10
T-7…cocción a la plancha al minuto
S-7,5…por ser algo graso en exceso
Un plato de clasicismo contemporáneo que podemos maridar bajo mi batuta con Ribeiro (Emilio Rojo), Rias Baixas (Quinta Couselo) o quizá un cava GRAMONA blanc de blancs.
San Pedro, jamón ibérico, pan y tomate
P-8
T-9
S-8
Podemos decir que peca un poco de mantequilla (Meuniere), que se come un poco el pescado en si, pero no desmerece del todo, ya que le confiere un típico toque francés de exquisitez. Es un homenaje al sabor mediterráneo.
Maridaje con vino blanco DO Penedés “El Rocallís 2010” (Can Ráfols Dels Cauls).
Cabrito Lechal a la brasa, albaricoques, anchoas y migas de pan
Una pieza criada en libertad en tierras y dehesas extremeñas, cocido a baja temperatura, marcado en brasas de encinas y sarmientos con ciruelas de temporada.
P-10
T-8
S-8,5…que llega al 9 por la melosidad del plato completo.
Maridaje DOCa. Priorat, aunque parece un Montsant con mucha fruta: Torroja 2012.
POSTRES
Nos tomamos 3 de ellos, un prepostre y dos detalles de lujo. Describimos del interior.
Pre-postre de frutos rojos
El Pre-postre de frutos rojos, es un bizcocho aireado a base de harina de maíz, sorbete, flores y frutos rojos de temporada otoñal. Visualizamos fresas sueltas en el plato con exquisitez y tronío dentro de una cajita floral y algo china.
P-7
T-9
S-10
Maridaje con propósito,…VITTIOS, un vino dulce elaborado con variedad Xarel.lo DO Penedés, muy sutil proposición de la joven sumiller, por ello le damos un 9.
Gin Tonic
Una versión 2014.0, de moda, y actual, pero con la imaginación “Torres”. Un 10 en todos los aspectos de presentación, textura y sabores encontrados (MARKHAM…una tónica algo cítrica y diferente), y para ello evaluar el plato viendo la fotografía ad hoc.
LA JOYA CUPUAÇÚ
Un haba de cacao traída del Amazonas, indígena, prehistórica, con sabores que invitan a irte despacio, con ella en la mano, paseando, disfrutando del cacao en tu paladar y en el recuerdo de varias sensaciones y aromas soberanos. Un “bocatto di cardinale”.
SOBERANÍA
Aunque nos parezca algo desconocido en el mundo de la gastronomía, es un baluarte barcelonés y nacional, que nadie debe dejar de visitar, pues se trabaja con honor y pasión, quedando reflejado en el saludo del chef al comensal durante la cena. Un lugar con estrella y evolución docta con el paso de los años.
REDES SOCIALES
https://www.verema.com/blog/doc-ad-hoc/1254785-restaurante-2-cielos-hotel-sky-melia-barcelona
23 diciembre para cenar 2 persons.
Menu degustación con buye de mar, crema de tabellas, cazuela de verd, arroz cremosos, pescado scam, espalda de cabrito para uno y liebre royales para otro.
Vino: Ekam (muy rico), pero excesivamente caro.
Impresiona la entrada y el recibimiento, en sala el espectaculo de cocina es increible, quizás el tempo entre platos algo lento, o excesivamente lento, de manera que incluso se nos acaban olvidando los chocolates del café, que solo nos los traen cuando les preguntamos que son las cajas que ponen en todas las mesas...
Quizás no tuvimos un buen día, o quizás venia de mi anterior experiencia en Celler de Can Roca, pero dejó ni fu ni fa.
Eso si, muy recomendable para una velada romántica y en la medida de lo posible para disfrutar de la comida, la mesa en la cocina.
En demasiadas ocasiones la sofisticación se confunde con la extravagancia, con lo pomposo, con una artificiosidad falsa. El boom adriniano de la alta cocina viene siempre acompañado del debate entre tradicionalismo y vanguardia. En muchas ocasiones yo mismo me he visto involucrado en debates sobre la cocina “de verdad” y los inventos y las técnicas que nos quiere vender la alta cocina.
Recomiendo encarecidamente a los profetas de lo auténtico, de lo “verdadero”, de lo de “toda la vida” una visita a este Dos Cielos para comprender como se aúna ese concepto de lo simple en una cocina absolutamente vanguardista. ¿Qué más vanguardista hoy en día que una vieira melosa a más no poder acompañada de alcachofa del temporada del Prat? ¿Qué más rompedor que un excelso arroz negro con espardenyes? ¿Qué lujo mayor que un cabrito cocido a baja temperatura ligeramente lacado? Algunas de estos platos los tuve ocasión de disfrutar en la velada de este sábado. Una cena francamente redonda en mi primera visita a este cielo de los hermanos Torres en el hotel Me. Maravilloso enclave. Y es que a veces lo más complicado es retornar a esa simplicidad que destaca por el equilibrio y la precisión en la técnica. ¿Cómo transportar en su punto exacto de cocción el sabor del mar de un buey hembra con un caldo de galeras? ¿Qué sucede cuando te ponen delante un mero de fondo cocido, ligeramente perfumado de romero? ¿Y una crema fría de vainas con trufas de verano? Para mí, todo un monumento a lo que muchos puristas denominan “lo de siempre”. Incluso los buñuelos de bacalao y el crujiente con puré de patatas con flores silvestres que nos pusieron como snack destacaron en este conjunto deliciosamente elegante junto a “la joya”, un petit four de bombón en una caja Montblanc. Una mención merece la oferta de panes (blanco, cereales, aceitunas negras, parmesano) y el aceite de oliva (olvidé preguntar cuál era)
La carta de vinos resulta amplia y en nuestro caso elegimos un Joh. Jos. Christoffel Erben Erdener Treppchen 2006 (Mosel-Saar-Ruwer) para empezar, un riesling spätlese con notas muy minerales en nariz y goloso en boca, pero equilibribado, con buen nivel de acidez. Seguimos después con un Ferrer Bobet 2008 (D.O. Ca. Priorat) excelente ensamblaje de garnacha y cariñena y algo de cabernet, muy equilibrado con predominio de las notas de madera. Por lo demás, servicio atento y discreto sin caer en lo ampuloso, cubertería correcta y copas Schott-Zwiesel. El espacio es cálido y la distancia entre mesas correcta aunque le resta algo de encanto un par de columnas que parecen “romper” un poco la magia. La cocina integrada casi en el mismo espacio. Como ya se ha dicho entras por la cocina y te recibe uno de los hermanos. Magnífica la terraza donde estuvimos tomando una copa de cava antes de la cena y donde acabamos la velada con unas copas. Ni que decir tiene que las vistas son impresionantes. En resumen, una recomendación para disfrutarla.
Estando el mismo dia a Barcelona visité por trabajo Arts i el hotel Me. Del hotel Me me captibaba el trabajo de una par de gemelos llamados Torres que regentan el pequeño y super xulo restaurante de la planta 24 del hotel.
Al entrar la sala blanca y luminosa y la cocina dentro de la sala, todo un espectáculo. Nunca había visto nada igual. VEURE PER CREURE.
Escogimos el menú propuesto a 85 euros.
Empezamos bien con:
- Chips de patata con crema de romero
- Buñuelos de bacalao
Contíuamos de espectaculo:
- Ensalada de trufa de otoño (una explosión de gustos y contrastes)
- Crema de mandoquiña y caviar de sagú (impresionante, como puede ser que tanto gusto se almacene en un simple puré y una bolitas...)
- Guisantes del Maresme (no se si eran del Maresme o no, pero estaban de vicio, una pasada)
- Arroz de setas y almendras (el arroz no me apasiona, este llevaba bastante jugo y almenos pude comer más a gusto el arroz)
- Bacalao con iberico y setas (me encanta el bacalao, este cocido en un aparato que dicen que han creado, me da igual, el resultado increible).
- Liebre a la royal (muy buena, aunque la de Ca l'Enric es insuperable, como su becada).
Los postres empezaron con refrescante:
- Sorbete de limón y te (simple en la vista, complejo y profundo en boca)
los segundos postres:
- macadamia con cafè y chocolate (muy bueno, aunque el prepostre lo superaba de largo).
Correctos petit fours.
El servicio muy jove, educado y professional. Sorprende la oferta de pan (parecida a otros restaurantes donde se puede escoger entre 4 panes, como Empòrium o Miramar). Aquí habían 5, si 5: zanahoria, tomate, aceitunas, blanco y cereales.
La carta de vinos atractiva, el servicio muy professional, escogimos Ctònia de nuestro amigo de Cantallops Jaume Serra.
Reservamos mesa en Dos Cielos con un mes de antelación y, en medio, recibieron su primera estrella Michelin.
Restaurante de hotel cool en un barrio de Barcelona que está sufriendo una transformación urbanística potente con una mezcla de edificios empresariales, universidad, refugio de artistas y viviendas.
Dos Cielos se encuentra en el piso 24 del hotel con lo cual es fácil de imaginar el escenario increíble que nos muestra de la ciudad.
Entramos por la cocina y nos saludó uno de los gemelos Torres.
Comedor con pocas mesas, suficientemente separadas, ambiente cálido. Equipo en sala suficiente, sin atosigar.
Optamos por el menú degustación compuesto de unos snacks que no recuerdo, Amanida de tardor y trufa (negra) algo insípida, Crema de “mandoquiña” con “sagú” muy gustosa, Primera florada de pèsols del maresme (al dente como me gusta la verdura), Arròs cremós con bolets (bueno), Bacallà en gastrovac (invento parece ser ser de los chef que permite la cocción a bajas temperaturas manteniendo mucho mejor las características organolépticas de los alimentos, cochinillo (habían terminado la liebre a la royale), Pre postre y postre que no recuerdo.
Me gustaron los entrantes y postres y me decepcionaron el pescado y la carne. La decepción está directamente relacionada con las expectativas puestas y que, en este caso, eran altas.
El sommelier nos propuso un Alto Moncayo que no conocíamos y nos pareció interesante.
A pesar de ello pienso que es una propuesta que hay que seguir con interés aunque los precios no permitan visitarles con asiduidad.
Precios con vino y cafés.
Estube en el restaurante dos cielos la semana pasada, el sitio muy chic, y para tomar una copa luego, en el hotel hay donde hacerlo y quedar contento. Fuí con una pareja que venía encantada y maravillada de un par de semanas antes, con el típico (tienes que ir, tienes que ir) y una vez allí, pues decir que no salí tan contento como ellos, tal vez por un pedestal demasiado alto o por unas falsas espectativas montadas, o nose...
a ver, en los tres primeros platos, me los acompañaron únicamente con un poco de verde, pero allí el error, siemrpe la tipica rúcula y 4 hierbajos más, que eran de calidad? si, pero creo que no se podian repetir en tres platos seguidos, y que unas tristes ojas de rúcula y amigos de ella, y no hablo de las típicas de decoración, hablo de parte del plato, para acompañar tres de los de un menú degustación, pues tal vez no sea lo mas correcto,(si vuelve a traer las ojitas, tal vez me ha visto cara de conejo). Luego de los demás platos, algunos gustaron mas, otros menos, acabó con un cordero que estaba bueno, pero lo he comido mucho mejor, y un steak tartar, que estaba bueno tambien, pero se de sitios que lo consiguen mejor, y los postres pasan con un 5 pelado,,, a nadie le entusiasmaron.
valoración total, que tal vez no cogí un buen día, pero por 110 euros que pagamos por persona en la cuenta final, no tube explosiones de sensaciones para pagarlos agusto.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.