Restaurante La Malquerida en Valencia
Restaurante La Malquerida
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
17,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sábados a mediodía
Nota de cata PRECIO MEDIO:
31 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.7
Comida COMIDA
6.8
Precio medio entorno ENTORNO
6.4
RCP CALIDAD-PRECIO
7.2
Donde disfrutar de los placeres de la vida mediterránea
Malavida  2013
Tiras de secreto ibérico de Jabugo
Carrillada de Ternera al vino tinto
Camembert frito con mermelada de arándanos
Huevos a lo Pobre
Habitas Baby Salteadas con Jamón
chupito de queso de cabra, con pincho de langostino frito
chupito de queso de cabra, con pincho de langostino frito
Rollitos de boquerones sobre cama de tomates secos en aceite de oliva extra virgen,
Opiniones de La Malquerida
OPINIONES
67

Acudimos por primera vez a La Malquerida gracias a un regalo cupón Groupon. Incluía 3 entrantes, 2 principales, postre y bebida. El menú fue el siguiente:

ENTRANTES

- Croquetas caseras

- Camembert frito

- Sardinas en tempura

PRINCIPALES

- Confit de pato/Solomillo

POSTRE

- Tarta de chocolate

De bebida, fue cerveza y agua. Pedimos otra botella de agua y no nos la cobraron.

Buenos platos, sin destacar ninguno de ellos. Comida mediterránea, sin complicaciones. Local lleno.

Como puntos negativos, el calor, a pesar del aire acondicionado. Y el servicio no fue todo lo bueno que quisiéramos, nos tocó un chico muy joven con poca experiencia. Además, si tenías una mesa cerca con mucha gente, se oía absolutamente todo.

 

 

 

 

 

Desde hace bastantes años he venido acudiendo a este restaurante cada cierto tiempo, por comidas de trabajo o por gusto. Después de mi última comida, creo que no volveré más. Fue una comida de empresa antes de Navidad. La primera, en la frente: pagamos veinte euros por barba, o más, y nos sacan la cerveza en jarras de plástico. Los entrantes, escasos para todos los que éramos, comida de rancho (adobada con la cerveza en jarras de plástico), y ni siquiera tenían una presentación atractiva. Para el plato principal, nos dieron a elegir entre una carne y un pescado. Bueno, salvable por los pelos. De postre, el típico revuelto de tartas que te dicen que son caseras y vete tú a saber. Mucha decoración en el local pero mucho menos gusto e imaginación en la cocina. Vamos que por lo que pagamos hay muchos restaurantes en Valencia que ofrecen bastante más. Y no creo que puedan defenderse diciendo que en esta ocasión fue un menú cerrado y acordado porque en otras ocasiones he comido de carta y lo mismo. Siento ser duro, pero una vez tras otra me han defraudado y esta última fue el colmo.

Local ideal para una noche de fútbol y después pegarte una buena cena en un sitio ideal, en el centro de la ciudad y no lejos zona de copas.

Llegamos y nos sentamos, enseguida nos atendieron, comenzamos con una cerveza mientras elegíamos que íbamos a cenar:

-Croquetas de la malquerida
-Camembert frito con mermelada de arándanos
-El malquerido: cola langostino empalada rebozada sumergida en chupito de crema de queso
-Carrillada ternera al vino tinto Malquerida
-Tiras secreto ibérico de Jabugo

De postre:

-Sorbete de limón
-Tarta de calabaza con chocolate

Tienen una gran carta de vinos nosotros elegimos para la ocasión:
-Malavida 2013

Después de los cafés nos dirigimos a la zona de Aragón donde se pueden tomar una copas y pegarse unos bailes.
Por eso es ideal para salir con tu pareja o con amigos. Buen ambiente, buena zona y muy tranquilo.

  • Malavida  2013

    Malavida 2013

  • Tiras de secreto ibérico de Jabugo

    Tiras de secreto ibérico de Jabugo

  • Carrillada de Ternera al vino tinto

    Carrillada de Ternera al vino tinto

  • Camembert frito con mermelada de arándanos

    Camembert frito con mermelada de arándanos

Cena en un restaurante no visitado, con degustación de ostras y maridadas con bodegas Gramona. Todo ello a buen precio. Imposible renunciar.

Nos encaminados, 4 parejas, al local ya descrito en otros comentarios y que estaba con las mesas colocadas en plan boda en dos mesas corridas ya que la asistencia fue más que masiva. Bastante apretaditos nos sentamos cuando nos informan de que ha habido un problema con Ostrarium, la empresa encargada del evento, ya que le falta la estrella de las ostras, la francesa, y nos tenemos que conformar con la gallega y la del Ebro. Buen chafón.

Abriendo ostras a destajo y mientras nos comentan las caracteristicas de cada una de las dos supervivientes: la Ostrea Edulis, gallega, más plana y redondeada y que nos sirven una sin aliño y otra con aliño para diferenciarlas. De la misma forma, la del delta del Ebro, una ostra más voluminosa y carnosa en boca. Los aliños no mejoraron para nada al producto especialmente por sobrecarga de especias.

Los vinos que acompañaron las ostras fueron de Gramona: Mes Escorpi 2013, Gessami 2012, Mustillant Rosat, Gramona Imperial

El precio de las 4 ostras y las 4 copas de vino (servidas en la misma copa, porque no había copas para todos para cada vino) está bien, ya que sale a 4€ por ostra y copa.
A continuación vino la cena, un poco tipo boda: entrante de tosta con tomate y sardina, la cual andaba un poco blanda de carnes. El siguiente entrante un revuelto de ajetes y champiñones, más bien escaso y nada interesante. Croquetas de ibérico, bastante pobres de sabor de jamon y mucho de sal. Terrina de paté y boletus edulis normal.

De principales a elegir: atún que andaba bien de plancha pero pasado claramente de sal (signo de descontrol en cocina pues el atun estaba salado y además llevaba sal Maldon por encima); y la carne, lo mejor, un Agnus bien hecho, ración ajustada, buen punto de sal (por fín).

De postre, aún más tipo boda, tarta de chocolate con nata, bastante prescindible.

El tema de vinos durante la cena fué bastante caótico. Algunos del final de la mesa parece que se había traido su vino, alguna botella de vino tinto apareció desde la barra y a la mayoría nos tocó rematar los vinos de Gramona que faltaban por consumir; por desgracia me tocó en la zona de rosado y eso es lo que acompañó al agnus, a pesar de repetidas peticiones de algo de tinto aunque sea aparte del precio.

Imposible hablar con alguien que no esté a tu lado por el ruido del ambiente. Mucho esfuerzo por parte del local, pero el volumen desbordó todo: servicio, presentación de comida, vinos, ostras, etc... Las ostras se pagaron antes de cenar dejando una mala sensación. Una pena.

Precio de la cena 20€ más 15€ de las ostras y maridaje (rebajaron 5€ de lo previsto).
Solo valoraré de la cena ya que el tema de las ostras era completamente aparte (incluso en el pago).

Habrá que buscar un mejor momento, pero ese día fué así. Lo que se cuenta en Verema es la experiencia de cada uno en el dia que está allí, y seguro que la mía fue la excepción por lo que se puede leer.

primera visita a este rest.y seguramente la ultima.
menu desgustacion compuesto por:ensaladilla rusa,buena,croqueta de
jamon,una de tamaño normal y muy salada, me la deje e informe del
tema,sardina marinada y tostita de pan con tomate,la sardina muy
blanda,maki sushi de tortilla de patatas,recalentadas,figatell de
ondara con una tosta con mostaza(yo he tomado figatells en toda esa
zona y no tenian nada que ver con este que me presentaron que era
redondo como una albondiga y ademas frito,el figatell tiene la forma
de una hamburguesa y tiene una telilla de grasa,y la forma de hacerlo
es a la plancha)pues eso.como ultimo plato una pechuga rellena,dicen
receta de la fundadora y la verdad,estab buena pero con la clasica
salsa que se hacia con nata y champiñones,vamos,antigua de verdad.
para beber una bot.de CVNE cri.2009tome dos copas y ofrecieron que
me la llevara a casa,decline la oferta,tambien entraba el cafe,no
lo tome.asi que.............

Mucho tiempo sin ir a La Malquerida. Ningún motivo , ninguna razón , pero la realidad es que , desde la última visita había pasado mucho tiempo.
Si al Quevedo de Verema , Gallo Oti-Haro, algo le gusta , esta claro que hay probarlo. Me duele decirlo , pero de comer y beber sabe , y sabe mucho. Asi que aprovechando que la liga empieza a una hora tan "buena" como las 23, quedamos para cenar antes del partido. Calor , mucho calor en una Valencia menos desierta que otros Agostos. Optamos por la terraza porque dentro estaba a tope.
Tomamos , todos platos al centro :
Plato de Jamón Ibérico Ración abundante , la grasa se nota en el paladar , no en la vista. Muy buen sabor

Sardinas marinadas Sabor de sardina de verdad sobre un marinado con toque ácido ligero. Se sirve sobre una tosta de pan crujiente. Para tomar unas cuantas...

Clochinas De tamaño pequeño , inversamente proporcional a su sabor a mar. Las hacen con un caldo con toque ácido que limpia y refresca

Ensaladilla rusa De las buenas , excelente textura , casi cremosa, con muy buen sabor . Se acompaña de bonito con una mezcla para comerte un kilo.

Croquetas ibéricas Nada que añadir a lo dicho en el comentario del gallo. Directamente pedimos dos por persona. Con tiempo, sin prisas y con relax , pueden caer media docena por persona tranquilamente.

No hubo postre. Muy buen café , sorprendentemente con poco cuerpo pero de sabor concentrado.

Muy buen servicio de sala ( o mejor dicho, de terraza). Estaba a tope, todos llegamos a la misma hora y ,a pesar de eso y que no se trabajó con menús, el servicio fue ágil, rápido y cercano
Bebimos cerveza por lo que no voy a puntuar el servicio del vino. No obstante, pude ver la carta y me pareció muy interesante y , muy, muy , muy ajustada de precios . Muchas referencia para todos los gustos y presupuestos.

No sé exactamente cuanto tiempo lleva abierto este local. Pero , en cualquier caso hace mucho tiempo. Cuando algo perdura , y más en un sector tan inestable como la restauración, siempre tiene un porque. Y cuando algo , no sólo es que perdura , sino que ciclicamente se adapta a las nuevas circunstancias y , en cada adaptación , lo que logra es un impulso ascendente , tiene que tener un porque. Aquí el porque es obvio . El porque de todo esto es Constan. para los que lo conocemos sabemos que seria capaz de vender hielo a un esquimal, pasta a un italiano y arena en el desierto. Pero también es verdad que les vendería un hielo, una pasta y una arena de mejor calidad y a mejor precio que las que ellos tienen. La carta es corta pero justa de referencias. No creo que hagan falta mas cosas que las que tiene . Y todo esta bueno. No hay ni trampa ni cartón. Lo que hace lo hace muy bien, algunas cosas muy bien, y a unos precios muy ajustados. La Malquerida es como Constan : Afable , acogedora, sincera y honrada. Empezó siendo un sitio de gente guapa , cuando emergió , era lugar obligado de la pomada. Fue de los primeros que presentó inquietudes serias por el vino en una Valencia que , en esa época presentaba un panorama bastante desolador en ese tema. Como el ser gente guapa y disfrutar comiendo y bebiendo no tiene el porque ir de la mano (siempre me he preguntado el porque la manía de colgar fotos de gente famosa en los restaurantes, ya que porque uno sea famoso no quiere decir que sepa comer ni beber obligatoriamente), su clientela ha ido evolucionando y hoy podríamos decir que es total y absolutamente heterogénea. Anoche habían extranjeros, parejitas jóvenes, matrimonios maduros, grupos de amigos , hinchas de fútbol....... Creo que es es uno de sus secretos. gente diferente, necesidades diferentes, expectativas diferentes en los clientes y todos salen satisfechos.
Ya no es un sitio para que te vean y ver tu. Es un sitio que tiene que tener claro que lo que hay es lo que hay , tienes que tener claro que lo que buscan es que comas y bebas bien y que te vayas contento y satisfecho . Y por encima de todo , hay una cosa que se debe de saber : Aquí no hay engaño. Constan es el alma y el cuerpo del de la Malquerida. Ha sabido impregnar al local de su personalidad, ha sabido navegar en todo tipo de aguas y sabe , y lo sabe hacer muy bien, dar a cada uno lo que va buscando que le den cuando traspasa la puerta. En definitiva, ha sabido hacer a la Malquerida de un restaurante de los que se queda en la memoria. Y eso, para mi , es el triunfo
No puedo poner el precio porque no pague yo. Se puntúa en base a la opinión de quien pagó

No, no es él, ni tampoco regenta un cangreburguer, pero sí conoce el tintineo del dinero y su olor como nadie. Sus pinzas ya las ha clavado en otros negocios derivados. Pero es aquí donde tiene el alma. La Malquerida es, a veces taberna, y a veces restaurante, términos que maneja a la perfección en función de su interés, como buen empresario, y que tu como cliente también te puedes acomodar.

La comida que aquí se disfruta es sencilla y basada en el producto. Con tradición en muchos de sus platos, y añadiría que con agradecimiento, pues a algunos les debe la fama y otros son herencia.

Aunque con Constan ha habido algún que otro encuentro gastronómico, hacía unos años desde mi anterior y única visita a este restaurante. Si, para mi es resturante.

Nos explicó que tiene un nuevo menú degustación del cual comeríamos, pero me da la impresión que acabamos saltándonos a la torera tanto por una parte como por otra. Se repitieron por lo menos tres platos y alguna incorporación hubo.

Lo que vimos y no tuvimos más remedio que creer, por aquello de comprobarlo con nuestros propios ojos, es la nueva carta de vinos.
Algunos por debajo de lo que puedas pagar en una tienda, otros practicamente al mismo, y los que no, con una diferencia más o menos de descorche.

Empezamos:

Paté casero de ibérico con boletus. Servido en tosta de pan. A la altura de esos patés naturales que he comido en la zona del Pirineo catalán, tanto por textura (imposible de untar) como por sabor.

Sardina marinada. En tosta de pan con tomate rallado. Aquí todavía no habíamos perdido la timidez que nos acompaña y no repetimos. Sardina carnosa de gran calibre y suave marinado.

Ceviche de pez mantequilla. Suave, de tacto mantequilloso tal y como se le define, pero de sabor especiado y refrescante. El único guiño a la moda en todo este desfile de platos al centro. Pequeños tacos en un vaso para comer con cuchara.

Maki-sushi de tortilla de patata. O como Constan lo llama, cómemela con palillos. Servida con éstos, acompañada con un bol de mahonesa, y jungando con las texturas y forma de la patata. El plato cachondo del día. No deja de ser una tortilla.

Croquetas ibéricas. No se si tienen nombre propio, no lo recuerdo, pero deberían. Para comer en tres tiempos, buenísima su bechamel, de esas amarillentas, y generosas en cuanto a los pequeños tropezones de jamón. Buenísimas. Hubo replay.

Figatells. Embutido de Ondara, también servido sobre tosta de pan untada con mostaza. Soberbios, sabor excelso de algo tan básico y socorrido como es el embutido. Cuánto se disfruta con algo así. Por supuesto, hubo repetiçao.

Pieza de Black Angus. Trinchada sobre unas papas buenísimas. Sabor alto con ese toque a hígado. Perfecto el punto, y una delicia llevarse a la boca un trozo acompañado de la grasa. Ni que decir tiene que se repitió plato, pero este nuevo ya fue con vaca argentina. ¿He dicho que la otra era de Nebraska?

Flan casero. No se pudo repetir postre, no había más. Espectacular flan hecho por la mamá. Encima explotador.

Se repitieron aguas, cafés... y gin tonics. Lo extraño es que aún con todo y con eso salí con ganas de más.

Los vinos los aportamos nosotros.

Más que re-evolución me quedo con una evolución en concepto y en cocina, un paso más en su trayectoria, así como un cambio sustancial de los últimos tiempos.

Nueva visita a La Malquerida con el nuevo menú Re-Evolución y por fin allí probé algo diferente. Mis limitaciones por el tema del gluten (nunca ha sido un impedimento para mi ir allí por este motivo) hacían que me fuese casi siempre a lo mismo. Esta vez la cosa cambió y mucho. No indicaré el precio porque no fui yo quien pagó.

Menú de tapeo para compartir y cenar entre dos, y una botellita del infalible Rafa Cambra Dos.

Comenzamos con el festín:

- Sardina marinada con tomate rallado (la tapa original lleva verdaderamente tosta de pan con tomate... ésta fue sin tosta)
- Original maki-sushi de tortilla de patata. Original y diferente, me sorprendió esta idea. Además puedes comértelo con palillos.
- Figatells de Ondara con mostaza de Dijon. Increible. Te quedas con ganas de más...
- Ceviche de pez mantequilla, presentado en el típico vaso de los chatos de vino o como verdaderamente se llama en "zurito". Este plato sirve para refrescar y limpiar para pasar
- Taco de Black Angus. Sólo decir que estaba espectacular. Totalmente en su punto y un gran broche antes de pasar al postre.
- Para el postre flan casero y café.

Me gusta su decoración de azulejos pintados a mano de sabor español

Obligado pedir entre otras cosas, sus famosos en tiempos pasados "Malqueridos" y empanadillas criollas.

Buen y atento servicio de mesa, por lo demás, leo con interés las apreciaciones a este establecimiento de los intervinientes pasados, discrepando en general de sus positivas apreciaciones.

Al levantarme mi resultado es de vulgaridad y escasa calidad, si bien no me resulta decepcionante; es lo habitual.

Segunda visita a este local para una cena con amigos y la verdad es que no fue lo totalmente satisfactoria que nos esperabamos.

Como punto positivo para empezar hay que decir que a pesar de llamar un viernes a las 19:00 para reservar una mesa para 8 + dos carritos, no hubo problema con el sitio ( aunque quizá por no explicarnos bien, solo hubo hueco para los carritos separados de la mesa).

Para cenar tomamos:

- 4 Croquetas de jamón para los chicos mientras esperabamos a nuestras mujeres que venian retrasadas --> Solo buenas.
- 2 Platos de jamón y queso.
- Ensalada de queso de cabra + Ensalada de berenjena --> Solo probé la de que queso de cabra y estaba buena aunque la ración un poco escasa.
- Mini habitas baby salteadas con jamón y puntilla --> Quizás el plato mas bueno de la cena aunque le faltó algo de acompañamiento a las habitas, la cantidad de cada uno de los ingrdientes estaba muy desproporcionada sobre todo en cuanto a la puntilla (muy pocas).
- 7 Empanadas criollas --> Normales, para mi gusto con demasiada masa en comparación con el relleno. Un detalle que EMHO deberían de cuidar es el de avisar que el cuenco con tomate que las acompañan es muy picante (es similar al cuenco de tomate rallado que ponen con el servicio de pan y tuvimos algún disgusto).
- Milhojas de berenjena --> También bueno pero sin destacar.
- Revuelto de huevos con jamon --> Normalito, siguiendo la línea de la cena, bueno pero poco mas.

De beber tomamos algun refresco y 3 botellas de Abadia Retuerta limitandose el servicio del vino a dar a probar la primera botella, las copas correctas.

Después de exponer lo que cenamos, voy a explicar un poco porque no nos terminó de convencer la cena. En primer lugar el servicio fue excesivamente lento entre plato y plato durante toda la cena, por lo que no permitía disfrutar totalmente de la misma. Por otro lado, no puedo valorar muy positivamente la RCP ya que hubo algunos platos en los que el precio me pareció abusivo, como por ejemplo:

- Jamón y queso --> El plato se componía de jamón, que no dudaré de que fuera ibérico, pero no era tampoco de la máxima calidad y ademas perdia mas atractivo por el tipo de corte, y 5 trozos (triangulos) de queso curado. El precio de este plato era de 24 €, que no me parece acorde al mismo.

- Croquetas --> Si no recuerdo mal, 2.50 € la unidad, también elevadisimo para la calidad de las mismas EMHO.

Con esto, espero volver aunque pasará algo de tiempo para que le de la siguiente oportunidad.

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