Estuve comiendo en este restaurante después de mucho tiempo que no había vuelto. De primero: timbal de manitas de ceros con picada de garbanzos y Vieriras salteadas con brandada de jamón ibérico y mahonesa de boletusy , ambos platos excelentes en su preparación y presentación. De segundo el plato del día: fideos con calamar y ajos tiernos: excelente. No pedimos postres. Para beber Palacio de Bornos Verdejo 2007. Precio 2PAX 63 euros.Servicio atento y profesional
Buena RCP.

El local és magnífico, muy de mi gusto. Genial. Por poner un pero el parqué que, al arrastrar las sillas, hace un poco de ruido (que se notaba mucho porqué estábamos prácticamente solos) y, además es un poco sucio sobretodo ahora que estan de obras en las calles adyacentes. La música de fondo estupenda, a volumen adecuado. Los baños elegantes y limpios.

La comida estupenda: pedimos a la carta: ravioli de gamba con crema de espinacas y tomate seco, sepia con emulsión de bogavante y rúcula, lomo alto de buey y taco de atun. Postre compartido: Soufle de chocolate con crema de mango y sorbete de coco. Presentaciones geniales, sabores y texturas adecuadas, a mi gusto (muy personal) faltaba un puntito de sal.

Vino: Dominio de Tares Cepas Viejas. Descorche en barra, pero temperatura excelente. La carta es extensa y variada.

Servicio muy cercano y atento, un poco camaleónico, si se me permite la expresión, como debe ser, adaptándose a las características de cada mesa.

Una buena velada por 90 euros (2 pax). Buena RCP

1º pure de patatas con trufas y yema de huevo. ¿Sorprendente!. La tierra y los recuerdos en la boca , maridados con un Alsacia.
Taco de atún, en su punto de frecura y cocina. Con ello y hasta el final Coudoulet de Beaucastel 98 (Sorprendete: gracias Javier. Roquefoerte y establo; versatilidad y elagancia. El Rodano)
Atención, servicio, estupendo.
De los 4 de Valencia (sin orden): Envero, Les Nits, El Norte y Kailuce.
Animo.
Gasteiz, sabe apreciar lo bueno. Como no?

Mas de acuerdo con lo que expone Karlito, no acaba de enamorar . Aunque opino que el local y la concepción de la cocina no van mal encarriladas, pero la calidad del producto deja un poco que desear.

Chupito de hervido valenciano (el mismo que después servirá de guarnición a una Lubina salvaje) Mil hojas de berenjena queso manchego y jamón serrano(me recordó a una pizza, no me gusto) Ensalada de escarola con romesco y bacalao(si el bacalao hubiese sido de calidad y no inyectado y congelado ....) Timbal de manitas (buenas) los precios de las entradas y tapas no excedían de 8 euros, quizá se deberían plantear subir los precios y asi ofrecer mas calidad y cantidad, pues las raciones eran exiguas.

Carrilleras de ternera(excelentes) y Lomos de Lubina Salvaje con puré de hervido Valenciano (bueno) y los Postres bastantes flojos, sobre todo una torrija con helado.

Copa Spiegelau para el fino y Riedel para el Flor de Primavera, el vino descorchado no en mesa al igual que el envinado de las copas tampoco, se decanto en un decantador de propaganda de otra marca de vino, lo cual no me parece ético, lastima que la somelier no pueda llevar su trabajo hasta el final y tenga que atender las mesas como camarera, las pobres iban locas y te transmitían algo de Strés
Un fino, un Vermut, un Agua, una Coca Cola, y un Flor de Primavera Kosher café e infusión 122,57 Euros 2/Pax. Un poquito caro para lo que ofrecen

De todos modos volveremos a probar mas platos

La verdad es que un trato de lo mas profesional y un sitio donde el vino toma relevancia en la mesa.
Cena para dos personas ,para compartir al centro: milhojas de berenjena y corazon de alcachofas con chipiron. Luego de principal una corbina con espuma de aguacate y un lomo alto de buey de toledo con su guarnicion. Todo esto acompañado con un Finca Sandoval, con copas riedel (se agradecen) y de postre un poco de sauternes. Los paltos muy bien presentados, el servicio atento, espacio entre comensales y buena luz intima.
Se nota cuando la gente tiene ganas de hacer bien las cosas.
Volvere.

Con ocasion de una celebracion especial tuvimos el gusto de cenar en este Restaurante. Los vinos estaban elegidos de antemano y ellos fueron los encargados de confeccionar el menu para acompañarlos.Los platos no estaban en la carta y el resultado (y la prueba no era nada facil por las caracterisiticas de los vinos) fué espectacular. Toda la cena , los entrantes (vieiras, carabineros), los segundos (huevo con trufa y crema de patata y luego rissoto de perdiz) el principal (lomo de buey) como los postres (mojito de piña y buñuelo de manzana con helado de chocolate) fue perfecta.Espectacular en la comida, en el servicio y en la atencion. Felicidades a la cocina y a la sala. Esa noche demostraron que el Envero es un enorme restaurante.

Excelente restaurante que visito con cierta asiduidad. Amplia carta de vinos. La comida sofisticada pero de gran calidad. Siempre que acudo a este restaurante pido el vino blanco Pago de San Miguel. Viñas del Vero (un vino no excesivamente caro y de gran calidad). No en todos los restaurantes se encuentran diversidad de vinos blancos. Gran espacio entre mesas. Decoración minimalista. La RCP es muy buena. Recomiendo el restaurante a todo aquel que quiera disfrutar de una cena intima, sin mucha afluencia de gente, buenos vinos y buena cocina. Enhorabuena!

Buen restaurante. muy cuidado el servicio del vino.
en cuanto a la comida un poco subida de precio en relacion a la cantidad que te ponen.
las mesas pequeñas y sin manteles lo que es una pena

Aunque ya habíamos estado,decidimos volver para celebrar nuestro aniversario. El local estaba prácticamente vacío (sólo tres mesas ocupadas en jueves), pero aún así resulta acogedor. El servicio y la atención, impecables. Destacar la simpatía de Arantxa. 4 platos a compartir: bizcocho inverso de calabaza con foie, bocadillo de sepia, ensalada de setas y clóchinas, y ventresca de atún. 2 postres, una botella de Kripta, una copa de Sauternes y un Tokaji, y cafés: 125 euros. El precio no está mal, pero creo que las raciones son algo escasas y no están pensadas para poder ser compartidas.Las copas de cava no deben rellenarse hasta que no se acabe lo que queda, se calienta. En general, la impresión buena aunque quizás algo decepcionante respecto al recuerdo que teníamos.

Siguiendo los consejos de esta web, el lunes fui a cenar con unos clientes. Decidí cambiar de los restaurantes habituales a los que suelo acudir, y arriesgarme a probar algo nuevo. La verdad es que salimos bastante satisfechos. La calidad de la materia prima muy buena y la elaboración, notable. De entrantes hicimos jamón de guijuelo, foie, y boletus edulis. De segundo, dos, pedimos carne (lomo alto), fantástica la calidad de la carne, muy sabrosa, y el punto. Los otros dos pidieron ventresca de atún, perfecta también en todo. De vino, dos botellas de Sierra cantabria, cuvée especial, a buena temperatura, copas decentes y bien servido. No hicimos postres, pero si cafes y copas despues (2 whiskys y 2 pacharan), y antes de cenar, una cerveza y un gin tonic. Todo ello 200 euros. Creo que una relacion calidad precio muy aceptable. Local bien decorado dentro del estilo minimalista, buena separacion entre mesas, luz apropiada, y por poner un pero, quizas note a faltar un pelin de calidez en el servicio. Aconsejable 100%. Volveré.