Tenía ganas de conocer este restaurante del que había tenía buenas referencias. Local muy bien decorado y con un trato excepcional, Arantxa te recibe con los brazo abiertos, muy agradable y simpática en todo momento, nos aconsejó sobre el vino y nos dejó hacer cambios en el menú sin problemas. Optamos por el menú degustación, compuesto por 1 aperitivo, 2 entrantes, carne, pescado y postre por 39€. A destacar la generosa ración de "Mi-cuit de Foie con Melocotón y Tokay" o el excelente postre de "Mascarpone y Cerezas". El plato de "Pulpo con habitas" podría haber sido el mejor si se hubiera mejorado el punto del pulpo, que estaba un poco chicloso. Lo peor el Magret de pato con fresas, que resultó muy dificil de masticar. El atún ahumado bastante bueno, buena calidad y buen punto de cocción, aunque no me convenció la excesiva ensalada de hojas verdes como acompañamiento. Relación calidad/precio aceptable teniendo en cuenta las generosas raciones y buen producto.

Local agradable y bien decorado, con música ambiental que aunque no es de mi agrado no molestaba. Este restaurante ofrece todos los días un menú de trabajo por 18 euros consistente en un primero, segundo y postre. Tomamos unas berenjenas gratinadas, arroz a banda y de postre bizcocho de chocolate con helado de vainilla y espuma de mango. El arroz estaba impresionante y eso para que lo diga yo que no soy nada arrocera es un punto. El único pero que yo veo es que no ofrecen nada más que una alternativa por plato cuando lo habitual serían al menos dos primeros y dos segundos a elegir.

Dicen que a la segunda va la vencida. Anoche, día 1 de julio de 2008, volví junto con unos amigos a este restaurante. Como hacía solo dos meses que habíamos estado (2 de mayo) pedimos algún cambio en el menú degustación, y Arantxa, en un momento nos propuso una alternativa que nos dejó encantados, antes y después. Sobre todo por que lo primero que hizo fue eliminar el magret de pato, de tan funesto recuerdo para mí.
El menú resultó muy atractivo, mucho más que el de la carta. Esta chica es una artista, sabe muy bien lo que se lleva entre manos. No sólo es una experta en vinos, domina también la técnica de la sala y los comensales.
La preparación de los platos resultó más acertada, solo un pero al sorbete de limón que acompañaba a los estupendos berberechos, resulta un poco fuerte su sabor para la delicadeza del molusco.
En conjunto salimos muy satisfechos.
Hasta la próxima

Dicen que a la segunda va la vencida. Anoche, día 1 de julio de 2008, volví junto con unos amigos a este restaurante. Como hacía solo dos meses que habíamos estado (2 de mayo) pedimos algún cambio en el menú degustación, y Arantxa, en un momento nos propuso una alternativa que nos dejó encantados, antes y después. Sobre todo por que lo primero que hizo fue eliminar el magret de pato, de tan funesto recuerdo para mí.
El menú resultó muy atractivo, mucho más que el de la carta. Esta chica es una artista, sabe muy bien lo que se lleva entre manos. No sólo es una experta en vinos, domina también la técnica de la sala y los comensales.
La preparación de los platos resultó más acertada, solo un pero al sorbete de limón que acompañaba a los estupendos berberechos, resulta un poco fuerte su sabor para la delicadeza del molusco.
En conjunto salimos muy satisfechos.
Hasta la próxima

Dicen que a la segunda va la vencida. Anoche, día 1 de julio de 2008, volví junto con unos amigos a este restaurante. Como hacía solo dos meses que habíamos estado (2 de mayo) pedimos algún cambio en el menú degustación, y Arantxa, en un momento nos propuso una alternativa que nos dejó encantados, antes y después. Sobre todo por que lo primero que hizo fue eliminar el magret de pato, de tan funesto recuerdo para mí.
El menú resultó muy atractivo, mucho más que el de la carta. Esta chica es una artista, sabe muy bien lo que se lleva entre manos. No sólo es una experta en vinos, domina también la técnica de la sala y los comensales.
La preparación de los platos resultó más acertada, solo un pero al sorbete de limón que acompañaba a los estupendos berberechos, resulta un poco fuerte su sabor para la delicadeza del molusco.
En conjunto salimos muy satisfechos.
Hasta la próxima

Hacía tiempo que quería volver a visitar el Envero. El local sigue siendo precioso, cómodo, espacioso, con un mobiliario cómodo y cálido.
Optamos por el menú degustación y probamos una cocina de mercado bien elaborada, a destacar unas exquisitas vieiras con jamón y menos acertado un magret de pato algo pasado de cocción. En líneas generales la cocina es buena y con cierta originalidad, aunque se debieran cuidar ciertos detalles en la presentación.
La carta de vinos es extensa, bien elegida, con referencias de todos los niveles y a buen precio. Arantxa, siempre atenta y eficaz en su trabajo, nos enseñó la bodega acristalada, toda una cámara de joyas que debieran guardar con puerta acorazada. Cristalería y vajilla acorde al local.

Un restaurante que cambia y evoluciona con un gusto y un respeto por el vino digno de elogio.

Estuve cenando.El local me pareció muy agradable,la decoración sugerente y elegante.Si la balanza donde se miden la innovación y la tradición tiene un punto justo y preciso de equilibrio,ese punto se encuentra en este restaurante del que desconocía totalmente su ubicación y al que solo la casualidad y la recomendación de un amigo,guardada en algun rincón de mi memoria, me llevó.Gloriosas las manitas de cerdo y sorprendente su elaboración y la textura conseguida.El tibio de bogavante con pasta fresca estaba realmente agradable al paladar a un precio muy ajustado para la calidad de la materia prima.Pero si algo resultaba realmente ajustado en su relación precio - calidad era la carrillera de ternera,que resultaba estremecedora. El servicio inmejorable,demostrando que la simpatía y la elegancia no son dos valores contrapuestos y la factura no duele como en otros sitios con más nombre pero con menor índice de satisfacción al cliente.Volveré.

Sorprendida gratamente. Me habian hablado de este lugar. Sabado noche,local completo, no cabia ni un alfiler, aun asi, nos permiten elegir la mesa, y estamos comodisimas. Seis personas. Para beber un rioja muy correcto elegido por nosotras mismas. La comida excelente. Entrantes variadisimos. cada quien eligio el suyo, perfecta la presentacion, buenisimos todos (un diez al conejo) de segundos, tambien variamos lo suficiente, como para probarlo todo, muy bien el bacalao,la carrillera de ternera y la pierna de cordero especial!!!!!!El personal es encantador. especial mencion a la sommelier-maitre, pendiente de todos los detalles en todo momento , simpatica, natural y guapisima! con toda seguridad volveremos.

Debido a los comentarios que lei aqui, fuimos a cenar y acertamos de pleno. El local es acojedor y la musica acompaña la comida sin que te des cuenta que esta. La comida magnifica sobre todo el plato de bogabante con pasta. Para el vino lo mejor es dejarte aconsejar por el saber, la naturalidad y simpatia de la sumiller Aranxa y por ultimo de postre las torrijas con helado de tomilo y una copita de dulce castaño. En fin una velada inolvidable.Seguro que volveremos.

Impresionante, todo un descubrimiento en Valencia. Muy buen ambiente, correcta separación de mesas, iluminación acogedora, buena cristalería y buena carta de vino.
Pero lo mejor con diferencia es el trato y la simpatía de Arantxa, haciendo el trabajo de sumiller de libro. Mi consejo es claro, sentarse y dejarse aconsejar por ella, tanto para la comida como para el vino, el disfrute está asegurado.
La última vez que fuimos tomamos bogavante con pasta y crema de setas muy bien preparado y presentado, tatín de foie sobre pera confitada (el foie es un vicio personal), rabo de toro que estaba muy bueno en una presentación "diferente" y jarrasco de cordero con hojaldre que era para repetir. De postre algo dulce para la golosa de mi acompañante, y para mí queso de bodega con aceite de arbequina para terminar el vino, un Rex Deux 03 que se portó muy bien durante la cena.
Visita obligada por Arantxa y por la comida.