En un punto céntrico de Viena, en una callejuela tranquilísima, este hotel de tres estrellas que fué un verdadero hayazgo.
Habitaciones grandes, lujosas, cómodas, wifi, pasillo con separación de baño y lavabo, estilo Vienés, camas enormes, biblias en los cajones, teteras, todo tipo de tees e infusiones, cafés...bueno, una reliquia de hotel.
El desayuno, para morirse.
Cojimos varias habitaciones, y todas estupendas, con mucha calefacción, tuvimos que apagar radiadores.
No era barato, pero no nos pareció nada caro.
Tres estrellas muy bien puestas ***
Por cierto, al ladito mismo, una joya de restaurante, ni caro, ni barato, pero joya, con una buena carta de riesling austriaco...
Briechenbeisl
Fleischmark 11
Unos 45-50 euros por persona sin postre, pero bien.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.