Protocolo y saber estar en la mesa de en un restaurante

Me uno a tu antigüedad en ese caso... lo de Rottenmaier no me lo digo a mí misma porque sí...

Es que leyendo a Dominic en eso necesitariamos carnet de pediatra para acudir a un restoran

Pienso que es mucho más complicado que eso. ¿Qué han de hacer los padres?, no existe el padre modelo, decía mi madre que : sobre la marcha, y esperando no equivocarse demasiado.
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Pienso que los niños no están para gaitas, yo misma pienso que a veces los he llevado a sitios donde no necesitaban "estar", yo crecía sin ir a restaurantes y fuí felicísima.
Crecí sin ir a reuniones y fuí felicisima.
Lo que pasa es que si los padres, y en especial las madres, hoy tuvieran que sacrificarse tanto como hace 30 años o 50, por el hecho de tener crios,en vez de a niño y medio por pareja en España, hablaríamos de medio niño por pareja.
Es un tema complicado, muy complicado.
La mejor madre es la que se queda en casa, y le hace un buen puchero, y luego juega a las cartas con los crios, o al parchís, o al monopoli.
Y habla con ellos, y tira la play por la ventana.
¿Pero a ver quién es el guapo? jajaja
es complicado, la verdad, todos supongo que intentamos hacerlo también como podemos, y luego, a Dios rogando.

Los niños es un problema menor.

El problema sobre todo son, los jovenes insuficiente formados, para acudir a comer a un restaurante

La comida es solo una parte del problema. El problema es global y no pueden hacer nada ni los restauradores ni los profesores. Son los PADRES.
Tengo dos niñas pequeñas y todas, todas las noches discuto con ellas en la cena: que si los codos, que si prueba esto y no digas que no te gusta sin probarlo, que si no cruces los brazos encima de la mesa, que si no agaches la cabeza, que no untes con frenesí, que el tenedor así........... es agotador (parezco una maruja) y a veces pienso que no vale la pena cabrearme todas las noches.
A veces tengo la impresión de que hay algún profesor en su colegio que les dice al día siguiente: "no hagáis caso a vuestro padre y comed con las manos, que es más natural, ah! y sacad los codos para haceros sitio".
Noche tras noche.
Sin embargo el otro día vinieron unas amiguitas a dormir y...... mis hijas parecían de la realeza junto a ellas. Increíble como comían y que consentidas.
Conclusión: merece la pena.
Lo fácil es dejarse y pasar, y eso es lo que hacen los padres del protagonista de este hilo.

Olvidaba contar una anécdota.
Mi hija pequeña, hace dos años, cuando tenía cuatro, en la carta a los Reyes Magos pidió, entre otras cosas,.... ¡gambas rojas y foie!

Todos los profesores saben esos detalles.

¡Que no se moleste nadie¡ , en mi profesion algunos. si lo saben no lo practican