Pues no sé por qué piensas que roza la ofensa. Es cierto que es dura de leer

Pues no sé por qué piensas que roza la ofensa. Es cierto que es dura de leer una afirmación de ese calibre, pero es la realidad. No hay más que ver la proliferación de franquicias de baja calidad en cualquier zona, desde la calle San Vicente, a cualquier C.C., zona Cánovas-Conde Altea, Russafa... Mires dónde mires funcionan locales que en condiciones normales llamarían desesperados a Chicote o a Ramsay.

Que sí, que hay sitios muy bueno. Que en los últimos años ha ido subiendo el nivel de la oferta. Pero una cosa no quita a la otra.

Y en cuánto al comentario de las paellas. Tiene toda la razón del mundo. Total... todo el mundo es un experto, y acaban comiéndose encantados engendros playeros.

Es extrapolable a cualquier sitio bajo el aroma de la ex-burbuja inmobiliaria. Igual que antes que cualquiera valía para especular con metros cuadrados de piso, ahora parece que cualquiera puede montar un negocio de hostelería. Y el caso es... que los montan.

Preguntarle a los cocineros a quienes respetéis, por reputación y contacto, y veréis la increíble dificultad que tienen para completar sus equipos de cocina. No queda mano de obra cualificada. Señal de que hay demasiados pescadores para los peces que quedan.

Y el generalismo de que las nuevas generaciones prefieren gastarse el dinero en cualquier cosa antes que en una buena comida... Lo siento, pero, si me incluyo en lo de nuevas generaciones, yo también soy una nota a pie de página. Si no, no abrirían tantas franquicias, y bares de universitarios en Tarongers, Cedro y demás.