El café más caro del mundo: Kopi Luwak ¿Dónde está el límite...?

Tu sinceridad me abruma... pero me refería más bien a si prevalece el juicio personal sobre el juicio ajeno a la hora de vaciar la cartera... :-)

¿Cómo que no saben...? Los tontos somos nosotros, que perdemos el oremus ante productos que no nos aportan nada... más allá de presumir ante amigos y conocidos :-)

Por cierto, hoy dan en la TV un programa sobre señoras ricas... Mi mujer no se lo pierde ;-)

Por cierto, no has respondido a la pregunta... ;-P

Entonces... ¿cuán cerca crees estar del esnobismo...? Con sinceridad... ;-)

Oye eso del oremus no es un vino? jejeje

Yo creo que prevalece el personal, ese no te engaña, cuando a prevalecido el ajeno, que no te dire que alguna vez a prevalecido, siempre me ha decepcionado, por lo tanto, no merece la pena, solo una vez merecio la pena, ahora que recuerdo, comprando unos langostinos del mar menor, a 175 Euros el kilo, pero es que estaban para morirse de ricos...pero creo EMHO, que son excepciones...

El límite debe estar cuando el incremento en precio no se corresponde casi linealmente con el incremento de satisfacción percibida.
Hay personas que un vino de 3€ les resulta casi igual que uno de 30€, en ese caso se deberían quedar con el de 3€. Pero hay personas que compran etiquetas y bellotas y caviares. Se lo pueden permitir, aunque muchos no lo aprecien.
Hay demasiados complejos, asociados a la falta de conocimiento.
Saludos.

Hace 10 días, esos langostinos, vivos, y con un tamaño bastante grande para ser del MM, a 60€.
Su sabor es inigualable. A 60, razonables, a 150, demasiado para mi cuerpo.
Saludos paisano.

El café me gusta y me gusta fuerte, de esos que después no te dejan dormir, no me importaría pagar más por un café de buena calidad. Una buena comida me la pueden amargar con un mal café.
En cuanto al resto de productos depende, ¿donde está el límite? Depende de las ganas de “fantasmear”, de impresionar, de seducir o de hacer el ridículo que tengas en ese momento, del bolsillo, del paladar tuyo y de tu acompañante y de un sinfín de cosas.
Difícil me lo pone usted maese Francesc.